Cotiella (2.912)

ASCENSIÓN DESDE BARBARUENS

POR EL CIRCO DE LA ARMEÑA Y ARISTA SE

El Cotiella es la cumbre más alta de las Sierras Interiores, barrera meridional que corre paralela a la cadena axial en el tramo central de la cordillera. Mientras otras montañas calizas del Pirineo forman sierras lineales, el Cotiella se alza como una pirámide aislada y poderosa desde la que se proyectan varios cordales en estrella. Entre ellas, se extienden desolados altiplanos bajo circos rematados por torres y paredes coloridas, que construyen un entorno fascinante y cautivador. Y ese áspero edificio geológico se eleva sobre valles profundos de densa vegetación. Además, su situación apartada del eje de la cordillera, junto con una altitud y prominencia notables le convierten en un mirador magnífico del Pirineo central. En suma, una montaña aparte y apartada, obligada en cualquier currículo pirenaico.

La ruta, tras acercarse a la montaña por el circo que se abre bajo la cara este, gana el Collado de Cotiella, en la arista sureste, y accede por ella a la cima. Para bajar, escogí la arista suroeste, más fácil, atravesando luego la cara sur para volver al collado y regresar atravesando de nuevo el Circo de la Armeña, por el mismo camino de subida.

Vertiente oriental del Cotiella

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras Interiores (Pirineos)
  • Unidad: Macizo de Cotiella
  • Base de partida: Barbaruens (Huesca)
ACCESO: La población de Barbaruens, perteneciente al municipio oscense de Seira, de cuyo núcleo principal dista 8 km, está situada en el noreste de la provincia, en el valle de la Aigüeta de Barbaruens, afluente del Ésera que corre entre el macizo de Cotiella y la Sierra de Chía. La ruta parte de la pista que sube desde el pueblo hacia La Armeña, la cual cuenta con un aparcamiento donde junto a la barrera que la cierra, a unos 3.5 km del pueblo, y otro un poco antes, que fue de donde salí yo al estar lleno el de arriba. Como la aplicación no te lleva hasta allí, en el siguiente link a GoogleMaps puedes calcular una ruta desde tu lugar de origen hasta la bifurcación donde hay que dejar de hacer caso y girar a la izquierda para acceder a los aparcamientos, al cabo de 250 ó 1.250 m respectivamente.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.420 / 2.912
  • Mi tiempo efectivo (aproximado): 7h30
  • Mi tiempo total: 9h45
  • Dificultades: PD. Chimenea de 50 m de altura, vertical con buenos apoyos (II grado). Además, algunos pasos fáciles (I) y cortos y un poquito de pedrera.
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Aparcamiento de la pista de Armeña por una senda al oeste y atraviesa el pinar hasta dar de nuevo con la pista más arriba. Continuar a la derecha (NO) por la misma, que pronto se transforma en senda, hasta llegar al Refugio de la Armeña. Girar a la izquierda (SO), entrando a través de una pedrera en el circo homónimo, donde los hitos y una senda relativamente clara conducen a la placa (I+) que defiende el Collado de Cotiella (F). En la horcada, subir por la arista a la derecha (NO), caminando hasta el pie de la pirámide cimera, donde hay que superar trepando una chimenea vertical (II) y, luego, una empinada ladera rocosa (I) para llegar a la cima del Cotiella (PD).

Bajar por la arista SO hasta la Colladeta de las Neiss y girar a la izquierda para atravesar la ladera meridional del monte por un trazo de senda, alcanzando el Collado de Cotiella. Regresar desde allí al aparcamiento (F) por la misma ruta de subida.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: La posibilidad, hace ya bastantes años, de alcanzar el Collado de Santa Isabel en coche transformó la ruta de la Era de las Brujas, que fue antes larga y áspera, aunque la más fácil, en la vía normal de esta cumbre, dejando el itinerario que atraviesa el Circo de la Armeña, el más clásico de todos, como una alternativa. Sin embargo, si ya no es la forma más accesible de ascender al Cotiella, sigue siendo la más fascinante. La subida por la arista desde el Collado de Cotiella, añade algo de emoción y unas perspectivas notables de la cresta del circo, a cambio de superar una pequeña dificultad, aunque siendo larga la trepada, no lo aconsejo para quien no tenga experiencia en pequeña escalada.

Ésta no es una ruta para lo más duro del verano, cuando el Circo de la Armeña se convierte en un horno, con toda esa caliza reseca y descarnada reflejando el sol. Y sin gota de agua a mano. Lo suyo es ir a principios de estación y madrugar bastante.

RELATO GRÁFICO:

Hacia las siete de la mañana comencé a caminar por la senda que sale del aparcamiento bajo de la pista de Armeña por un camino ancho y bien marcado que se dirige al oeste.

El día se anunciaba muy caluroso, pero, de momento, se iba bien a la sombra de los pinos. Pronto la vereda que seguía se estrechó y me llevó a acometer la subida directa y empinada de esta ladera boscosa. Entre las copas de los árboles, iba viendo cómo el día se desperezaba y el sol horizontal hacía brillar altas paredes de caliza anaranjada.

Al llegar a la misma pista por la que había venido en coche, pero en el tramo ya cortado al tráfico, la tomé a la derecha (NO). También este carril se hizo pronto senda, marcada como GR.15. Por ella fui recorriendo la ladera oriental del macizo cerca del límite del bosque. Iba alternando tramos más o menos empinados por dentro del pinar con otros…

… en balcón sobre los precipicios de la Aigüeta de Barbaruens, desde los que también podía ver, a mi espalda, …

Tras un buen rato así, salí del bosque ante el Collado del Ibón, sobre el que asomaba la Cresta de la Armeña, con sus característicos estratos diagonales.

Al atravesar la horcada, apareció a mis pies el Ibón de la Armeña, que rodeé por la derecha tras una breve bajada.

Poco después, tras un último tramo entre árboles, llegué al Refugio de la Armeña, a partir del cual la cosa iba a cambiar radicalmente. Girando junto a la izquierda (SO) junto al edificio, me dirigí a…

… la boca del Circo de la Armeña, para a la cual hube de superar una empinada pedrera. Afortunadamente una traza muy pisada y marcada con hitos facilitaba bastante el paso.

En lo alto del cantizal, empecé a ver el Cotiella cerrando el fondo de este altiplano. Pero aún me quedaba para llegar. El pico parece cercano, pero empleé unas buenas dos horas en atravesar el circo.

Los hitos me condujeron a través de ondulaciones, herbosas al principio, pero que…

… se fueron haciendo áridas y pedregosas según avanzaba.

El calor era agobiante ya antes de las diez de la mañana, sin un soplo de brisa, mientras avanzaba llevando, a mi derecha, …

… la cresta que une los picos d’Espouy y Coronas, que se levantaban como olas de un mar petrificado.

Llegando al pie de la cara oriental del Cotiella, fui girando a la izquierda hasta tomar dirección sur, para…

… alcanzar la base del descompuesto corredor por donde se accede al Collado de Cotiella. El acceso al mismo es una rampa empinada y descompuesta de pedriza suelta, que sería…

… un suplicio remontar, sin la ayuda de una traza bien pisada.

Ahí encontré el primer obstáculo de la jornada. La pedrera me dejó al pie de un muro …

… lleno de agarres, bastante vertical en sus diez primeros metros (I+), pero que…

… pierde luego inclinación durante los 40 ó 50 restantes hasta la cuerda.

Mientras subía, podía ver el Pico Reduno al final de las paredes a mi izquierda y…

… el Posets asomando sobre la Picollosa a mi derecha.

Al llegar al Collado de Cotiella, me encontré ante la árida cabecera del Barranco de las Neiss.

Atrás quedaba el Circo de la Armeña, que ahora veía con el fondo de los macizos de Posets y la Maladeta sobre la cresta alargada de la Sierra de Chía.

Comenzaba el tramo final de la ascensión, consistente en recorrer la arista sureste del Cotiella hasta la cumbre, que se alzaba a mi derecha (NO). Al principio, aunque relativamente estrecha, es sólida y…

… regular, sin obstáculos. Una subida cómoda y panorámica que, de momento, carecía de dificultad.

Luego, cambió el decorado, al llegar a la cúpula de 100 metros que sostiene la cima. Su flaco aparenta ser empinado y sin una vía clara para superarlo. Pero, al llegar, se descubrió la solución.

A mi izquierda, una breve repisa de roca amarillenta que sube en diagonal da acceso a…

… una chimenea vertical, pero con muy buenos apoyos y roca inesperadamente firme (II). Por ella superé…

… unos 50 m, la mitad de la altura del domo cimero, saliendo a…

… una ladera muy empinada de roca irregular (I), que superé gateando a lo largo de otros 50 m antes de encontrarme…

… a pocos del hito. Eran las doce y veinte de la mañana y el calor, antes sofocante, era ya infernal. Y, encima, la cima estaba llena de moscas, mosquitos y otros bichos voladores. ¿Por qué se concentran en las cumbres? Mirando a la izquierda, …

… al oeste, se extendía la Era de las Brujas, dominada por la característica Cresta del Bacarizal, de lomo tan plano y paredes tan verticales que no parece natural. En segundo término, veía las peñas más bajas pero afiladas que rodean el núcleo principal del macizo y, ya al fondo, las crestas blancas de la Munia y…

… Monte Perdido.

Al norte, la Cresta de la Armeña, airosa, abrupta y multicolor y más allá otras grandes cumbres: Punta Suelza, los Culfredas, Bachimala, Posets, Perdiguero y, sobre…

… el Circo de la Armeña y la Sierra de Chía, … 

… el Macizo de la Maladeta.

Hacia la una emprendí el regreso. Optando ahora por seguir la ruta normal, bajé por la arista suroeste hacia la Colladeta de las Neiss, que separa el pico homónimo…

… del Cotiella. El descenso fue rápido por este lomo ancho y pedregoso hasta la horcada, donde giré…

… a la izquierda (E) para atravesar la cara meridional del pico hasta el Collado de Cotiella, por… 

… una traza horizontal bastante clara.

A partir de ahí, regresé por el itinerario de subida. Me lo tomé con calma por el calor y…

… por disfrutar de la contemplación, más relajada ahora que resoplando durante la subida, tanto del entorno como…

… del panorama.

También me detuve un ratito a refrescarme y picar algo en el Ibón de Armeña.

Al llegar a la barrera, en lugar de tomar la senda de la subida, continué por la pista hasta el aparcamiento para soltar mejor las piernas. Eran las cinco menos cuarto cuando llegué al coche tras una jornada intensa, que me descubrió otra cara de este pico muy distinta a la que conocía.

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