COMENTARIOS: Es ésta una
ruta muy sencilla. La existencia de un camino que lleva a la cima haría de la ascensión
a esta montaña un mero paseo, si no fuera por el considerable desnivel y
algunos tramos de fuerte pendiente. Aunque no se debe olvidar que se superan
los dos mil metros de altitud. Por este lado, no conozco otra ruta práctica (ya
comenté antes lo que pasa con la Vertiente de Pelayos), por lo que subí y bajé
por el mismo camino contrariamente a mi costumbre. La alternativa circular más
practicable, hasta donde sé, pasaría por subir por la cuerda a El Raso y bajar
por su lomo oriental, pero esto implica superar la cota de la cima, algo poco
presentable, al menos en mi manera de entender la práctica del montañismo. Incluso
se podría recorrer toda la cresta hasta la Mira y bajar por La Angostura; pero
eso sería otra ascensión.
RELATO
GRÁFICO:
Desde la pista
que sale de la carretera por encima del Campamento Luis Manuel López, podía ver
la cresta meridional de La Mira, al extremo de la cual se alza el Cabezo del
Cervunal. Tras cruzar el Río Pelayos y...
... lego
un torrente anónimo, al sobrepasar una alberca, me desvié a la derecha (NO),
por una senda, balizada como PR-AV 20.
Cuando el
camino, en su suave ascenso entre pinos, llega a unos chozos, tomé otro trazo,
más estrecho y no muy visible a la izquierda (NO). En la foto, se ve un hito
que lo señala.
La senda
se aclaró enseguida y ya, prácticamente, no tuve más que seguirla hasta la
cumbre.
Antes, al
salir del pinar, me encontré ante el Collado de Arbillas, bajo el cual atravesé,
para luego dirigirme a él remontando el lomo de Pino Bartolo, al otro lado del
barranco.
Mirando a
mi izquierda, podía ver las siluetas de la Abantera y la Sierra de San Vicente más
allá de la garganta del Pelayos.
Al ganar
el lomo, mirando atrás tenía este panorama de la cresta cabecera del valle,
desde el Cabezo del Cervunal a Los Galayos.
En este tramo,
la subida no era muy empinada y la senda abría un cómodo pasillo en el monte
bajo.
Llegando
al Collado de las Arbillas, asomó a su través la cónica Piedra del Tumbo.
Ya en la
horcada, el panorama al oeste, estaba muy limitado por las lomas cercanas.
Al otro
lado, me fijé en el Peñón del Mediodía, que comenzaba a asomar sobre la cuerda
de Los Galayos.
De este
collado salen varias sendas, pero la orientación no puede ser más obvia: la
única bien visible era la que, a la derecha (NO) remonta el lomo de matorral y
cantos que sube hacia el cordal de la Cabeza del Cervunal.
Al ganar
altura, pude ver a mi espalda el Arbillas y la cuerda que cae hacia el Valle
del Tiétar: otra posible ruta.
A mi
derecha, iban haciéndose visibles las sierras del Gredos Oriental.
Sobre mí,
fue dibujándose una depresión en el horizonte; es la Portilla del Pubisal,
siguiente hito de la ruta.
Allí,
gané la cuerda principal que cae al sur de La Mira y descubrí, al oeste, la crestería
del Circo de Gredos. Los hitos me llevaron entonces a girar a la derecha (N),
para...
...
culminar la subida por un lomo más accidentado, pero en el que, siguiendo las
señales, dispuse siempre de un trazo que evitaba toda incomodidad.
Es difícil
de decir en qué dirección el panorama desde la Cabeza del Cervunal es más fascinante.
Al este, el comienzo del Gredos Oriental por el Torozo y el Cabezo, más allá
del Peñón del Mediodía, se veía sobre la cuerda de los Galayos, cuyas...
...
agujas mayores se mostraban terribles desde aquí. Claro que, inmediatamente a
la izquierda,...
...
estaba la cima de La Mira, al otro lado de la cuerda del Raso.
Siguiendo
con la vuelta, al oeste se veía las cimas del Circo de Gredos remataban una
zona de largas lomas y gargantas, mostrando desde este lado...
... una
de las mejores perspectivas del Almanzor reinando entre los cuchillares.
Al sur,
la situación destacada de esta cima y hace que el panorama del valle del Tajo,
limitado a 80 km por los Montes de Toledo, se de los más extensos que conozco.
En esa dirección, inicié...
... el
retorno, que transcurrió por la mismo itinerario que la subida, sin otro cambio
que...
... el de
la luz, que permitía una visión más clara de las sierras orientales o...
... de la
garganta del Río Pelayos, bajo La Mira y...
... los
Galayos, que no se cansa uno de mirarlos.
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