Pico del Chagonacho (1.873)

ASCENSIÓN DESDE FONDUVEIGAS

CRESTEO CON EL PICO LOS GRALLOS

El Pico del Chagonacho es el más alto de la Sierra de Degaña, corto cordal que separa los altos valles de los ríos Ibias y Navia, en el extremo occidental de la Cordillera Cantábrica. Culmina una loma de laderas de pendiente moderada, pero que salvan un desnivel considerable desde los valles. El relieve es discretamente suave; no presenta caídas verticales ni crestas vertiginosas, pero tampoco puede decirse que sea romo. Toda la montaña está cubierta de vegetación, con bosques en la parte baja y un denso matorral en niveles medios y altos que, sin sendas, sería casi impenetrable. También hay que destacar una abundancia poco habitual de rebecos. Situado en la transición entre los Montes Galaico-Leoneses y la Cordillera Cantábrica por los Ancares, es un estupendo mirador sobre el sector oriental de estos últimos.

La ruta consiste en recorrer el segmento de cresta que incluye al Chagonacho y su satélite más próximo, alcanzándola y dejándola por los collados más accesibles desde la vertiente sur.

El Pico del Chagonacho domina, desde lo alto de su regular ladera, el valle del Ibias

SITUACIÓN:

  • Zona: Cordales Asturianos (Cordillera Cantábrica)
  • Unidad: Del Navia al Narcea
  • Base de partida: Fonduveigas (Asturias)

ACCESO: Fonduveigas está 115 km al SO de Oviedo, por Grado, Doriga y Cangas de Narcea. Sin llegar a entrar en el pueblo, al pasar un puente sobre el Regueiro del Mangueiro (no es coña, se llama así), hay una explanada a la derecha (SO) de la carretera; aparcar, pues el itinerario se inicia pocos metros más allá. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 744 / 1.873
  • Mi tiempo efectivo: 5h07
  • Mi tiempo total: 4h36
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Cerca de Fonduveigas, tomar la pista que sale de la carretera hacia el NO y remonta en lazadas la ladera de la Sierra de Degaña por la cuenca del Regueriro del Mangueiro, hasta la Braña de Fondevega. Dejar allí el carril por una senda que sale a la izquierda (N), rodea una cabaña y continúa ganando altitud hasta ganar la cuerda en el collado sobre la Ubia del Reconco. Seguir el lomo a la derecha (NE), por terreno razonablemente cómodo de matorral rastrero y cantos, hasta el Pico los Grallos y, posteriormente el del Chagonacho.

Bajar por la cuerda al SE hasta el collado junto a la Laguna Brañolina y tomar allí a la derecha (SO) la senda que lo atraviesa. Cuando al poco se bifurca, seguir por la izquierda (O), flanqueando por el sur el Cascarín para llegar a la Braña de Fondevega. Al reencontrar allí la pista del inicio de la excursión, regresar por ella a Fonduveigas.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Caminata larga, pero que se lleva muy bien por la comodidad del terreno y sabio trazado de los caminos, que ha conseguido moderar las pendientes. Los principales atractivos de esta ruta son las vistas y la tranquilidad, pues no parece que venga por aquí mucho excursionista, pese a lo cómodo de la ascensión. Es de remarcar que en 2022, si bien se aprecian los troncos secos de los árboles que ardieron en 2017, el matorral se había recuperado y su verde alegraba las laderas, sin que quedara rastro de tierra quemada.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar, caminé hacia Fonduveigas por la carretera y, antes de entrar en el pueblo, me desvié a la izquierda (NO), por una pista que sube por...

... la ladera de la Sierra de Degaña trazando diagonales. Pronto, se fueron descubriendo las crestas que dominan el valle del Ibias, tanto aguas abajo como...

... hacia la cabecera.

Las vistas se limitaron al entrar en el bosque.

El carril ascendía, siempre suavemente, por la vertiente izquierda del Regueiro del Mangueiro, en cuyas...

... márgenes, la vegetación no era muy densa y podía haber acortado distancia remontándolo por la orilla, pero preferí la comodidad de la pista.

Al clarear el arbolado, iba surgiendo al otro lado del valle la cresta de los Ancares Orientales, con el núcleo de Peña Rogueira al suroeste y...

... el del Miro al sureste.

También se veía bonita, al oeste, la Sierra del Rañadoiro.

Al pasar un alto, por encima ya de los 1.500 m de altitud, ya se veían así de bien las cimas al este de la Peña Rogueira. Destacaban, sucesivamente, los picos de Turrunteira, la Camposa, Teso Mular y Moredina.

Poco después, entré en la cuenca que aloja la Braña de Fondevega, dominada por el Pico los Grallos. Dejando la pista por un camino a la izquierda (N), me dirigí a la cabaña para tomar la senda desbrozada que sale a su espalda. Crucé por ella el eje del barranco y, después, cuando se bifurca, seguí por la derecha (NO) para...

... continuar ganando altura hacia el fondo de la cuenca.

Luego, giré hacia el este y vi, por primera vez en el día, la cumbre.

Estaba pasando bajo la ladera del Pico los Grallos. Antes de sobrepasarlo, alcancé...

... el rellano de la Ubia del Reconco. Allí, al pie de la vaguada que se abre entre el pico del Chagonacho y el Cascarín, giré a la izquierda, casi en redondo (NO), para...

... acometer por terreno aún más tendido, siguiendo un trazo cada vez más borroso, lo que me quedaba para ganar el collado entre los picos del Retrellón y los Grallos.

Allí, en la cuerda, el panorama al norte se llenó con los cordales suaves que dominan el curso del Río Narcea.

Al este, Chagonacho y Cascarín mostraban una bonita perspectiva.

Girando a la derecha (NE), remonté el lomo del cordal hacia el Pico los Grallos, sin senda, pero por un terreno cómodo de matorral bajo y cantos.

A mi espalda, más allá del Pico del Retrellón, en la Sierra de Rañadoiro se veían ya sus máximas alturas.

Al suroeste, sobre la cresta de su cordal oriental, se empezaban a ver algunas cimas del principal de la Sierra de los Ancares.

A falta de un tercio de subir, apareció este crestoncillo que, sin suponer obstáculo, ponía un discreto toque agreste en la cuerda.

A mi izquierda, se iba desvelando el Caniellas, al otro lado del valle del Narcea.

Al otro lado, fueron el Bigardón y el Miro, lo más alto de los Ancares Orientales, los que surgieron en el horizonte al acercarme a la cima.

Mirada atrás desde lo alto del Pico los Grallos.

Por delante, un suave lomo combado me separaba del Pico del Chagonacho. Más allá, muy lejos destacaban a la izquierda del valle del Narcea el Cornón de Peñarubia y el Cueto de Arbás. A la derecha, más allá del resto de la Sierra de Degaña y del Bustatán, las sierras de Villabandín y Gistreo eran meras sombras. Continué el cresteo...

... descendiendo el cómodo lomo meridional del Pico los Grallos.

Al paso por el collado intermedio (1.774), así se veía el Caniellas, más allá de la vaguada que bajaba hacia el Narcea, con su lagunita totalmente helada.

La subida al Pico del Chagonacho tampoco planteó el menor problema, a pesar de que seguía sin haber senda, como en todo el recorrido por la cuerda.

Al llegar a la cumbre, el cordal más al este y, en segundo término, el Bustatán y el núcleo del Miro.

Al noreste el Caniellas. Hacia la parte del Cornón, parece que la atmósfera estaba algo más clara ahora.

Al noroeste, las bonitas aristas que caen del Pico los Grallos.

Al oeste, la Sierra del Rañadoiro.

Al suroeste, entre los picos de los Ancares Orientales, se veían ahora, en una segunda línea,...

... los picos de la Ferreira, Mustallar y Cuiña, en la Sierra de Ancares.

Inicié el descenso siguiendo la cresta hasta la Boqueta de la Brañolina, que se veía así con su diminuta laguna y el grupo del Miro como fondo.

Este lomo, aunque con algo más de matorral, tampoco resultó incómodo.

Al paso por el collado, una mirada de despedida a la vertiente del Narcea antes de tomar, a la derecha (O), la senda que lo atraviesa, la cual...

... me llevó a bordear por el norte la Laguna Brañolina, que conforma con los Ancares Orientales esta hermosa perspectiva.

Poco después, el camino se bifurca. La rama más ancha y marcada sube al noroeste, hacia la horcada entre el Cascarín y el Chagonacho, pero yo me desvié a la izquierda (O), por un...

... difuso trazo que rodea ese primer cabezo y que, según avanzaba, fue...

... haciéndose más claro, mientras la vista a la izquierda...

... se ampliaba hasta alcanzar toda la cresta del Miro a la Peña Rogueira. Del valle del Ibias, mil metros más abajo, sólo se veía algún retazo.

Al llegar a la vista de la Braña de Fondevega, la senda se transformó en pista. Era la misma por la que inicié la excursión, así...

... que sólo me restó volver a recorrerla, ahora en bajada, para...

... volver al punto de partida en las cercanías de Fonduveigas.

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