Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Esta ruta es
una prolongada caminata por terrenos forestales combinada con el ascenso a una
cumbre principal y un corto cresteo. Una excursión variada aunque quizá algo
larga en el retorno. Transcurre por terreno cómodo, libre de obstáculos, salvo
el corto tramo entre el final del cortafuegos y la Peña del Cuervo. El mapa
marca que hay una senda entre ambos puntos, pero no existe; la subida que
improvisamos no sé si será la mejor pero no es mala.
RELATO GRÁFICO:
En
Lozoya, echamos a andar por la carretera que sube al Puerto de Navafría. Poco
después, giramos a la izquierda (SO) por la primera calle para, a los pocos
metros, tras un puente, tomar a la derecha (NO), una pista de tierra que, entre
campos, nos llevaba hacia la sierra. En lo alto, sobre las laderas boscosas que
íbamos a atravesar, se elevaba la cresta desnuda del Nevero.
En un
cruce frente a un depósito de agua, giramos a la izquierda (O). La pista pasó
al poco a ser un camino más estrecho que ascendía entre muros y arbolado
pero...
... fue
por poco tiempo, volviendo a ensancharse enseguida. Atravesando el denso
robledal de la Cerrada del Hoyo, topamos con una pista horizontal, que cruzamos
(NO).
Cuando
atravesamos uno de los pocos claros de esta subida, pudimos ver al sureste, por
encima de Lozoya, el cercano cerro de la Cruz y las lomas que caen de la Sierra
de la Morcuera.
Pero
mayor parte del tiempo sólo veíamos robles, muy hermosos, eso sí, y con algunas
hojas ya otoñadas. En una o dos semanas esto va estar precioso.
En otra
zona despejada, vimos a nuestra espalda, al noreste, el tramo de cordal del
Nevero al Reajo Alto.
Luego,
entramos en el mundo del pino y cruzamos el Arroyo del Palancar.
Cuando salimos
del bosque, ya se veía abajo el Embalse de Pinilla bajo los Altos del Hontanar
y el Mondalindo al fondo.
Y, por
encima, el Nevero y el Alto del Puerto, en cuyas vertientes meridionales se
iban ya distinguiendo los Hoyos de Pinilla.
Al desembocar
en otra pista, la tomamos a la derecha (NE), para...
...
enseguida y a la vista de la carretera del puerto, girar izquierda (NO) para
subir por un cortafuegos, muy poco empinado para lo que son estas obras, que
nos dejó en el Área Recreativa del Mirador. La cruzamos y salimos...
... por
el otro lado para tomar, detrás de la fuente, la continuación del cortafuegos.
A su través vimos la Peña del Cuervo, hacia la que nos dirigíamos.
Al final
del cortafuegos, salía un camino a la derecha, que no nos convenía. Y la senda
que marca el plano, que debía de seguir recta no la encontramos. Pensamos
continuar subiendo con la guía del barranco que teníamos a la izquierda pero...
... vimos
unos trazos en la ladera opuesta y, cruzando el cauce seco, nos acercamos al de
mejor pinta.
El mismo
nos llevó a atravesar horizontalmente al suroeste la ladera de pinar diáfano y,
enseguida, nos encontramos en otra torrentera. Como la vegetación se cerraba en
las riberas, giramos a la derecha (NO) y remontamos el cauce, afortunadamente
seco, pedregoso pero despejado de matorral. A media subida, topamos con un
camino y un hito. Pensamos coger la senda pero iba horizontal y no parecía
convenirnos. Así que proseguimos barranco arriba hasta...
... las
cercanías de la Peña del Cuervo. Al encontrarnos además fuera del bosque, nos
desviamos a la izquierda (O) para remontar la ladera de ese lado.
Por
entonces, las vistas se habían ampliado considerablemente desde la última vez que
habíamos estado en terreno despejado. Por ejemplo, al este, las sierras de la
Puebla y la Cabrera eran visibles sobre La Cruz.
Aprovechábamos
para avanzar los huecos entre arbustos y ocasionales sendas, clarísimas, pero
que se desvanecían tan súbito como aparecían.
En una
lazada al oeste, tocamos el lomo que baja a la Peña Morena y descubrimos, más
allá, la Cuerda Larga, cuyas cimas mayores...
...
Cabezas de Hierro y Valdemarín, forman con Peñalara la cabecera del Lozoya.
También se veían las Guarramillas, a través del Puerto de los Cotos.
Llegados
al mirador de la Peña del Cuervo, pudimos ver Lozoya, a orillas del Embalse de
Pinilla y, más cerca, el corte que hace en el pinar el cortafuegos y el área de
El Mirador.
Volviendo
la vista a la izquierda, la Sierra de la Puebla asoma por la ladera del Reajo
Alto.
Detrás,
la cresta se veía ya cercana, dominando los Hoyos de Pinilla.
Del
mirador, salía ya una verdadera senda, que subía al noroeste por lo alto de un
lomo. Por ella, llegamos enseguida a...
... la
vereda que viene horizontal del aparcamiento de Las Lagunillas, bajo el Puerto
de Navafría. La tomamos a la izquierda (O) para ir a la cara meridional del
Nevero, que veíamos surgir sobre la ladera.
Cruzamos
el límite municipal entre Lozoya y Pinilla, materializado por un muro de
piedras, desde el que hay una bonita vista de Peña Morena. El sendero se
difuminaba aquí pero abundantes hitos marcaban la continuación.
Teníamos el Nevero sobre nosotros y, girando a la derecha, remontamos la ladera hacia su masa rocosa.
En la
base de la cara suroriental, encontramos la lagunilla con bastante agua.
Dejándola a la derecha,...
...
remontamos la pedregosa ladera del contrafuerte que cierra por el oeste el
cóncavo. Una vez arriba, giramos a la derecha y...
... lo
remontamos entre matojos. Aunque un cancho que cortaba el ancho lomo, una
discontinuidad permite salvarlo sin dificultad y los hitos seguían indicando el
camino.
Tras el
paso rocoso, veíamos ya la cresta a nuestra izquierda, proyectándose por Peñacabra
hacia Peñalara.
No vimos el
sólido hito cimero del Nevero hasta pocos metros del mismo, al alcanzar
la cresta un poco al oeste.
Hacia el
norte, la cumbre se prolonga en una gran loma saliente, de manera que apenas se
puede ver nada en esa dirección.
Al este,
más allá del Reajo Alto y sobre la Sierra de la Puebla, se apreciaba ahora la
mole del Ocejón.
Aunque,
sin duda, el panorama más impresionante desde el Nevero es al sur, con el valle
del Lozoya corriendo bajo las alturas de la Sierra de la Morcuera, la Cuerda
Larga y Peñalara.
Por
cierto, que, sobre la cuerda al este de la cumbre del Guadarrama asomaba la
Mujer Muerta.
Emprendimos
la bajada caminando al este por la cuerda, anchísima y herbosa en este primer
tramo. Ante nosotros, llevábamos el masivo cordal de Somosierra, más allá del
cual asomaban las cimas mayores de Ayllón.
Tras un
suavísimo subibaja, alcanzamos la antecima oriental (2.165), desde donde...
... hay
una mejor visión de la submeseta norte, más allá de la cúpula verde de Peña
Cabra.
A
continuación, la cuerda se estrechó un poco y se empinó, al pasar sobre...
... el
Hoyo Grande.
Al entrar
en el pinar, el camino, cada vez más definido, se hizo empinado y pedregoso,
tornándose incómoda la bajada. Al menos, ésta fue breve hasta el Puerto de
Navafría donde, sin detenernos, cruzamos el asfalto para tomar...
... la
pista forestal que sale al este para recorrer horizontalmente la ladera
meridional de la Somosierra. Bueno, precisamente le llaman el Camino Horizontal
y se trata de un magnífico carril que atraviesa un hermoso pinar, tan denso que...
... sólo
en un par de ocasiones llegamos a vislumbrar el valle del Lozoya, a nuestra
derecha, o...
... la
cresta de Reajo Capón, que nos dominaba.
A la
altura del Cancho del Guijo, llegamos a una bifurcación y continuamos por la
derecha (S), doblando a continuación el espolón.
Como en
su lomo el arbolado se abre, pudimos contemplar la mole roma del Nevero sobre
el contrapunto agreste de los hoyos. Bajo el mismo,...
... el
valle del Lozoya, en una perspectiva diferente.
Un par de
contrafuertes más y llegamos al conocido como El Ventoso. Allí se cruzaba con
nuestra pista otra, que tomamos a la derecha (SE).
Emprendimos
entonces un prolongado descenso diagonal al suroeste, muy cómodo pues el piso
era excelente y, la pendiente, nunca excesiva. El entorno predominante era
pinar denso aunque, alguna vez, se abría mostrando hermosos panoramas como éste
de Peñalara.
En
Collados Gordos, rellano sobre el mismo espolón que el Cancho del Guijo,
desembocamos en un carril horizontal, que tomamos a la izquierda (NE) para...
...
recorrer un corto espacio de ladera ya por debajo del pinar y llegar...
... a una
nueva pista, llamada Camino del Carretero, que tomamos a la derecha (SO).
Viendo ya cerca el Embalse de Pinilla, referencia del final de la ruta,
entramos en...
... el
dominio del roble. Si bien el arbolado no tenía mucho porte, nos volvió a dejar
sin panorama hasta estar...
... muy
cerca del pueblo. Al salir del bosque, nos encontramos en una zona de campos y
corrales y con los tejados de Lozoya a la vista, enmarcados por el valle del
Lozoya.
Volvimos
a ver el Nevero y el Alto del Puerto, ahora 1.000 metros por encima de
nosotros.
La pista
se prolongó en una calle de cemento que atravesó entre unos chalés y fue a
desembocar en la carretera que sube de Lozoya al Puerto de Navafría. Podíamos
haber bajado por ella pero, en vez de eso, para evitar el asfalto, giramos a la
derecha (E) en el vértice mismo de la curva, por...
... un
caminillo de tierra que parece apuntar al Cerro de la Cruz. Siguiéndolo,
giramos para tomar dirección sur,...
...
cruzamos una rústica cancela y bajamos a una zona de campos al fondo de los
cuales empezaba el caserío. Allí, tomamos a la derecha (SO) uno de los caminos
que cortaban el que llevábamos (hay varios y creo que da igual), el cual nos
introdujo en Lozoya, por cuyas calles fuimos avanzando un poco al azar,
intentando mantenernos al suroeste, hasta dar precisamente con la plazuela de
la que habíamos partido.
Comentarios
Publicar un comentario