El Nevero (2.211)

ASCENSIÓN DESDE LOZOYA

POR EL MIRADOR, LAS ESPARTERAS Y EL CAMINO DEL CARRETERO

El Nevero es la máxima altura del cordal entre Peñalara y el Puerto de Somosierra, extremo oriental del Guadarrama. Este tramo de divisoria del Sistema Central ancha y monótona, con una altitud media en torno a los 2.000 metros, donde los pinos rozan la cresta cubierta de prado y retama. A tono con ello, el Nevero es una cima cupular de ligera convexidad, con amplia culminación y laderas suaves, excepto en los “hoyos”, pequeños circos de origen glaciar abiertos en la vertiente de Lozoya. Salvo en esos enclaves rocosos, la montaña, como ya se ha dicho, está cubierta de un denso manto vegetal.

La ruta es un itinerario circular, de los varios posibles, para visitar al Pico del Nevero desde el pueblo de Lozoya. La subida transcurre por los caminos que remontan la ladera suroriental de la cumbre, visitando la Peña del Cuervo y el Hoyo de Pinilla entre otros parajes curiosos, para rematar la ascensión por el lomo de Los Espartales, que alcanza la cima desde el suroeste. Para el regreso, cruzaremos el Puerto de Navafría y recorreremos un trecho del Camino Horizontal, a fin de buscar el viejo Camino del Carretero, que, en rápido descenso al sur, nos devolverá al pueblo.

El Pico del Nevero, visto desde el este

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra de Guadarrama (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Guadarrama
  • Base de partida: Lozoya (Madrid)

ACCESO: Lozoya está a 86 km de Madrid, por San Agustín de Guadalix y Lozoyuela. El cruce de donde sale la carretera que sube al Puerto de Navafría es un buen lugar para partir. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.106 / 2.211
  • Mi tiempo efectivo: 5h52
  • Mi tiempo total: 6h49
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo, salvo una breve subida por un barranco, empinado pero libre de obstáculos.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Tomar en Lozoya la carretera que sube al Puerto de Navafría y dejarla por la primera calle a la izquierda (SO) para, a los pocos metros, tomar a la derecha (NO) una pista de tierra. En un cruce frente a un depósito de agua, seguir por la izquierda (O), remontando el lomo oeste de la Cerrada del Hoyo, hasta llegar a un cortafuegos. Subir por el mismo a la izquierda (NO), pasando por el Área del Mirador. Cuando el carril acaba, girar a la izquierda (SO), cruzar un barranco y atravesar un trecho de la ladera hasta una segunda torrentera, que se remonta a la derecha (NO) hasta alcanzar la Peña del Cuervo. Seguir ladera arriba hasta una senda horizontal y tomarla a la izquierda (O) para alcanzar, a través del lomo de Las Esparteras, la cumbre de El Nevero.

Seguir la cuerda al E hasta el Puerto de Navafría y seguir allí recto (E), por el Camino Horizontal de la vertiente sur del Reajo Alto. En El Ventoso, tomar a la derecha (SE) un camino que baja a los Collados Gordos. Allí, seguir por la izquierda (NE) en una bifurcación y, en una segunda cercana, tomar el Camino del Carretero a la derecha (S). Ya no queda más que seguir éste para acabar de vuelta en Lozoya.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta ruta es una prolongada caminata por terrenos forestales combinada con el ascenso a una cumbre principal y un corto cresteo. Una excursión variada aunque quizá algo larga en el retorno. Transcurre por terreno cómodo, libre de obstáculos, salvo el corto tramo entre el final del cortafuegos y la Peña del Cuervo. El mapa marca que hay una senda entre ambos puntos, pero no existe; la subida que improvisamos no sé si será la mejor pero no es mala.

RELATO GRÁFICO:

En Lozoya, echamos a andar por la carretera que sube al Puerto de Navafría. Poco después, giramos a la izquierda (SO) por la primera calle para, a los pocos metros, tras un puente, tomar a la derecha (NO), una pista de tierra que, entre campos, nos llevaba hacia la sierra. En lo alto, sobre las laderas boscosas que íbamos a atravesar, se elevaba la cresta desnuda del Nevero.

En un cruce frente a un depósito de agua, giramos a la izquierda (O). La pista pasó al poco a ser un camino más estrecho que ascendía entre muros y arbolado pero...

... fue por poco tiempo, volviendo a ensancharse enseguida. Atravesando el denso robledal de la Cerrada del Hoyo, topamos con una pista horizontal, que cruzamos (NO).

Cuando atravesamos uno de los pocos claros de esta subida, pudimos ver al sureste, por encima de Lozoya, el cercano cerro de la Cruz y las lomas que caen de la Sierra de la Morcuera.

Pero mayor parte del tiempo sólo veíamos robles, muy hermosos, eso sí, y con algunas hojas ya otoñadas. En una o dos semanas esto va estar precioso.

En otra zona despejada, vimos a nuestra espalda, al noreste, el tramo de cordal del Nevero al Reajo Alto.

Luego, entramos en el mundo del pino y cruzamos el Arroyo del Palancar.

Cuando salimos del bosque, ya se veía abajo el Embalse de Pinilla bajo los Altos del Hontanar y el Mondalindo al fondo.

Y, por encima, el Nevero y el Alto del Puerto, en cuyas vertientes meridionales se iban ya distinguiendo los Hoyos de Pinilla.

Al desembocar en otra pista, la tomamos a la derecha (NE), para...

... enseguida y a la vista de la carretera del puerto, girar izquierda (NO) para subir por un cortafuegos, muy poco empinado para lo que son estas obras, que nos dejó en el Área Recreativa del Mirador. La cruzamos y salimos...

... por el otro lado para tomar, detrás de la fuente, la continuación del cortafuegos. A su través vimos la Peña del Cuervo, hacia la que nos dirigíamos.

Al final del cortafuegos, salía un camino a la derecha, que no nos convenía. Y la senda que marca el plano, que debía de seguir recta no la encontramos. Pensamos continuar subiendo con la guía del barranco que teníamos a la izquierda pero...

... vimos unos trazos en la ladera opuesta y, cruzando el cauce seco, nos acercamos al de mejor pinta.

El mismo nos llevó a atravesar horizontalmente al suroeste la ladera de pinar diáfano y, enseguida, nos encontramos en otra torrentera. Como la vegetación se cerraba en las riberas, giramos a la derecha (NO) y remontamos el cauce, afortunadamente seco, pedregoso pero despejado de matorral. A media subida, topamos con un camino y un hito. Pensamos coger la senda pero iba horizontal y no parecía convenirnos. Así que proseguimos barranco arriba hasta...

... las cercanías de la Peña del Cuervo. Al encontrarnos además fuera del bosque, nos desviamos a la izquierda (O) para remontar la ladera de ese lado.

Por entonces, las vistas se habían ampliado considerablemente desde la última vez que habíamos estado en terreno despejado. Por ejemplo, al este, las sierras de la Puebla y la Cabrera eran visibles sobre La Cruz.

Aprovechábamos para avanzar los huecos entre arbustos y ocasionales sendas, clarísimas, pero que se desvanecían tan súbito como aparecían.

En una lazada al oeste, tocamos el lomo que baja a la Peña Morena y descubrimos, más allá, la Cuerda Larga, cuyas cimas mayores...

... Cabezas de Hierro y Valdemarín, forman con Peñalara la cabecera del Lozoya. También se veían las Guarramillas, a través del Puerto de los Cotos.

Llegados al mirador de la Peña del Cuervo, pudimos ver Lozoya, a orillas del Embalse de Pinilla y, más cerca, el corte que hace en el pinar el cortafuegos y el área de El Mirador.

Volviendo la vista a la izquierda, la Sierra de la Puebla asoma por la ladera del Reajo Alto.

Detrás, la cresta se veía ya cercana, dominando los Hoyos de Pinilla.

Del mirador, salía ya una verdadera senda, que subía al noroeste por lo alto de un lomo. Por ella, llegamos enseguida a...

... la vereda que viene horizontal del aparcamiento de Las Lagunillas, bajo el Puerto de Navafría. La tomamos a la izquierda (O) para ir a la cara meridional del Nevero, que veíamos surgir sobre la ladera.

Cruzamos el límite municipal entre Lozoya y Pinilla, materializado por un muro de piedras, desde el que hay una bonita vista de Peña Morena. El sendero se difuminaba aquí pero abundantes hitos marcaban la continuación.

Teníamos el Nevero sobre nosotros y, girando a la derecha, remontamos la ladera hacia su masa rocosa.

En la base de la cara suroriental, encontramos la lagunilla con bastante agua. Dejándola a la derecha,...

... remontamos la pedregosa ladera del contrafuerte que cierra por el oeste el cóncavo. Una vez arriba, giramos a la derecha y...

... lo remontamos entre matojos. Aunque un cancho que cortaba el ancho lomo, una discontinuidad permite salvarlo sin dificultad y los hitos seguían indicando el camino.

Tras el paso rocoso, veíamos ya la cresta a nuestra izquierda, proyectándose por Peñacabra hacia Peñalara.

No vimos el sólido hito cimero del Nevero hasta pocos metros del mismo, al alcanzar la cresta un poco al oeste.

Hacia el norte, la cumbre se prolonga en una gran loma saliente, de manera que apenas se puede ver nada en esa dirección.

Al este, más allá del Reajo Alto y sobre la Sierra de la Puebla, se apreciaba ahora la mole del Ocejón.

Aunque, sin duda, el panorama más impresionante desde el Nevero es al sur, con el valle del Lozoya corriendo bajo las alturas de la Sierra de la Morcuera, la Cuerda Larga y Peñalara.

Por cierto, que, sobre la cuerda al este de la cumbre del Guadarrama asomaba la Mujer Muerta.

Emprendimos la bajada caminando al este por la cuerda, anchísima y herbosa en este primer tramo. Ante nosotros, llevábamos el masivo cordal de Somosierra, más allá del cual asomaban las cimas mayores de Ayllón.

Tras un suavísimo subibaja, alcanzamos la antecima oriental (2.165), desde donde...

... hay una mejor visión de la submeseta norte, más allá de la cúpula verde de Peña Cabra.

A continuación, la cuerda se estrechó un poco y se empinó, al pasar sobre...

... el Hoyo Grande.

Al entrar en el pinar, el camino, cada vez más definido, se hizo empinado y pedregoso, tornándose incómoda la bajada. Al menos, ésta fue breve hasta el Puerto de Navafría donde, sin detenernos, cruzamos el asfalto para tomar...

... la pista forestal que sale al este para recorrer horizontalmente la ladera meridional de la Somosierra. Bueno, precisamente le llaman el Camino Horizontal y se trata de un magnífico carril que atraviesa un hermoso pinar, tan denso que...

... sólo en un par de ocasiones llegamos a vislumbrar el valle del Lozoya, a nuestra derecha, o...

... la cresta de Reajo Capón, que nos dominaba.

A la altura del Cancho del Guijo, llegamos a una bifurcación y continuamos por la derecha (S), doblando a continuación el espolón.

Como en su lomo el arbolado se abre, pudimos contemplar la mole roma del Nevero sobre el contrapunto agreste de los hoyos. Bajo el mismo,...

... el valle del Lozoya, en una perspectiva diferente.

Un par de contrafuertes más y llegamos al conocido como El Ventoso. Allí se cruzaba con nuestra pista otra, que tomamos a la derecha (SE).

Emprendimos entonces un prolongado descenso diagonal al suroeste, muy cómodo pues el piso era excelente y, la pendiente, nunca excesiva. El entorno predominante era pinar denso aunque, alguna vez, se abría mostrando hermosos panoramas como éste de Peñalara.

En Collados Gordos, rellano sobre el mismo espolón que el Cancho del Guijo, desembocamos en un carril horizontal, que tomamos a la izquierda (NE) para...

... recorrer un corto espacio de ladera ya por debajo del pinar y llegar...

... a una nueva pista, llamada Camino del Carretero, que tomamos a la derecha (SO). Viendo ya cerca el Embalse de Pinilla, referencia del final de la ruta, entramos en...

... el dominio del roble. Si bien el arbolado no tenía mucho porte, nos volvió a dejar sin panorama hasta estar...

... muy cerca del pueblo. Al salir del bosque, nos encontramos en una zona de campos y corrales y con los tejados de Lozoya a la vista, enmarcados por el valle del Lozoya.

Volvimos a ver el Nevero y el Alto del Puerto, ahora 1.000 metros por encima de nosotros.

La pista se prolongó en una calle de cemento que atravesó entre unos chalés y fue a desembocar en la carretera que sube de Lozoya al Puerto de Navafría. Podíamos haber bajado por ella pero, en vez de eso, para evitar el asfalto, giramos a la derecha (E) en el vértice mismo de la curva, por...

... un caminillo de tierra que parece apuntar al Cerro de la Cruz. Siguiéndolo, giramos para tomar dirección sur,...

... cruzamos una rústica cancela y bajamos a una zona de campos al fondo de los cuales empezaba el caserío. Allí, tomamos a la derecha (SO) uno de los caminos que cortaban el que llevábamos (hay varios y creo que da igual), el cual nos introdujo en Lozoya, por cuyas calles fuimos avanzando un poco al azar, intentando mantenernos al suroeste, hasta dar precisamente con la plazuela de la que habíamos partido.

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