El Nevero (2.211)

ASCENSIÓN DESDE NAVAFRÍA

POR LAS MESILLAS Y REGAJOHONDO, CON EL PORRINOSO (2.171)

El Nevero es la máxima altura del cordal entre Peñalara y el Puerto de Somosierra, extremo oriental del Guadarrama. Este tramo de divisoria del Sistema Central ancha y monótona, con una altitud media en torno a los 2.000 metros, donde los pinos rozan la cresta cubierta de prado y retama. A tono con ello, el Nevero es una cima cupular de ligera convexidad, con amplia culminación y laderas suaves, excepto en los “hoyos”, pequeños circos de origen glaciar abiertos en la vertiente de Lozoya. Salvo en esos enclaves rocosos, la montaña, como ya se ha dicho, está cubierta de un denso manto vegetal.

La ruta es una amplia circular que alcanza el cordal al oeste de la cumbre para recorrer un buen segmento del mismo. Luego, sigue un trecho más por la cresta antes de descender por el itinerario más habitual, que va por los Colladillos y Regajohondo. Todo ello, aprovechando la densa red de caminos que atraviesa el bosque.

El Pico del Nevero, visto desde el este

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra de Guadarrama (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Guadarrama
  • Base de partida: Lozoya (Madrid)

ACCESO: El Refugio del Chorro está 35 km al este de Segovia, por Torrecaballeros y Navafría. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.321  / 2.211
  • Mi tiempo efectivo: 5h15
  • Mi tiempo total: 5h50
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del área recreativa de El Chorro por la continuación de la pista forestal que remonta la garganta del río Cega. En la bifurcación junto al Refugio de la Fragua, continuar por la derecha (SO) para cruzar el torrente y remontar la vertiente occidental hasta el Raso de la Atalayuela. Girar a la izquierda (SO) para seguir el lomo. Rodeando por el norte el Romalo Pelado, girar a la izquierda en dos bifurcaciones (SO y S respectivamente), para encaramarse al monte de Las Mesillas y atravesar el ondulado altiplano que se extiende entre éste y el cordal principal. Seguirlo a la izquierda (E), culminando sucesivamente Peñacabra, el Porrinoso y El Nevero.

Bajada de la cumbre al NE por la cuerda, buscando una pista que va por la vertiente septentrional (izquierda), un poco por debajo de la cuerda. Ésta, tras rodear el Alto del Puerto, va siguiendo el lomo que remata el Picardeñas. Sin llegar al mismo, pasado el modesto Cerro de los Colladillos, llegué a un cruce múltiple y giré sucesivamente a derecha (E) e izquierda (NO), tomando un carril asfaltado. En la siguiente encrucijada junto al Refugio de Regajohondo, escoger en los distintos cruces la pista que sigue la orilla derecha del Arroyo del Chorro. Más adelante, a pocos metros del mirador de Las Cebadillas, dejar el asfalto por un camino que baja a la izquierda (NO) y, tras cruzar el torrente, desciende en lazadas por la boscosa ladera hasta El Chorro.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Cómodo itinerario, un poco largo pero de buen llevar, para ascender al Nevero por su vertiente menos frecuentada. Al combinar prolongados tramos de bosque, altiplano y cordal, reúne en la misma jornada los atractivos estéticos de los tres medios. Dada la densidad de caminos en estos bosques, hay otras posibilidades, aunque creo que la que expongo aquí es el mejor recorrido para que resulte cómodo sin alargar más de la cuenta.

RELATO GRÁFICO:

Salí del aparcamiento de El Chorro caminando por la misma pista por la que había llegado desde Navafría, que prosigue remontando suavemente el Río Cega a partir de la barrera. Tras un rato de caminar bajo los pinos, oyendo sólo en rumor del torrente,...

... llegué al refugio de la Fragua. Allí, la pista se bifurca y yo continué por la derecha (SO), junto al río,...

... que no tardé en cruzar para pasar a remontar, en prolongadas lazadas, la vertiente occidental del barranco.

La subida fue siempre gradual y, la pista, inmejorable. Rodeado de bosque denso, fue la luz la que me rebeló que estaba cerca de alcanzar...

... el Raso de la Atalayuela, pequeño claro abierto en el remate del lomo que se proyecta al norte de Peñacabra. Allí, tras rodear una balsa vallada, giré a la izquierda, casi en redondo (SO) para...

... tomar un camino no tan bueno, que va por lo alto este amplio cordal entre pinos dispersos y de mucho menor porte que lo visto hasta entonces.

Tras cruzar una barrera, el camino se bifurcó y continué por la izquierda (SO). A ese lado, se abrió entonces el arbolado en...

... un verde prado encharcado, más allá del cual se veía la masa oscura de la cuerda principal de la sierra.

Al poco, mi camino desembocó en otro, que tomé a la izquierda (S).

Acabando de rodear el Romalo Pelado, traspuse el collado al otro lado del cual el terreno volvía a elevarse en Las Mesillas.

Al ganar de nuevo altura, pude ver ya un buen trozo de divisoria serrana, incluyendo las cimas de La Muela y El Nevero. A mi izquierda,...

... a través del tajo de un arroyo, pude ver las borrosas crestas de Ayllón.

Acabé de subir al punto culminante de Las Mesillas, donde hay un vértice erróneamente denominado como Pelado (el pico de ese nombre está sobre la divisoria).

Al dejar atrás los últimos pinos, pude ver a mi espalda un retazo de meseta. No mucho ni muy bien, entre la turbidez de la atmósfera y la limitada perspectiva que hay al norte desde esta parte de la sierra.

Por delante, a partir de Las Mesillas, tenía un ondulado altiplano que se extendía hasta la cuerda. En ésta, proyectada contra el cielo, se destacaban los tres picos del día; de izquierda a derecha, Nevero, Porrinoso y Peñacabra... pero había que saber verlos.

No llegué a la divisoria por el camino que iba siguiendo. Antes, cuando me pareció oportuno, atajé por la izquierda (SE), pasando sobre...

... la cota anónima 2.138, sobre la que empezaron a asomar la Sierra de la Morcuera y parte de la Cuerda Larga.

Atrás, Las Mesillas y el Romalo Pelado tapaban prácticamente la llanura septentrional.

Una vez en la cuerda, giré a la izquierda (E) y, cuando vi un trazo de senda que va por ella, lo seguí hacia Peñacabra, primera de las tres elevaciones que iba a visitar durante el cresteo.

Esta punta apenas tiene relevancia orográfica, pero, situada al oeste del grupo, se disfruta desde la misma de una estupenda perspectiva de Los Pelados rematando los canchos de Hoyo Pelado. Más a la izquierda,...

... se abría la cabecera del valle del Lozoya, dominada por las dos cumbres mayores del Guadarrama:...

... Cabezas de Hierro y Peñalara.

Continué por el cordal, ascendiendo suavemente al Alto del Porrinoso, siguiendo...

... el extenso y suave lomo herboso, tanto que el trazo se desdibuja por innecesario. Desde allí, hace un bonito contraste el prado cercano con las montañas del fondo. Por cierto, que además de la Cuerda Larga y Peñalara, se veía también un poco más lejos la Mujer Muerta.

Al norte, se veía la ondulada extensión que conforman Las Mesillas y el Romalo.

Continué por el cordal hacia el Nevero, que se elevaba suavemente al otro lado de un amplio collado.

A media subida, el Alto del Porrinoso muestra un bonito aspecto.

Desde lo alto de la cumbre del día, se abre al sur el valle del Lozoya.

Al este de la cima, se abría el Hoyo de Pinilla, con sus lagunillas. Más a la izquierda,...

... la cordillera se prolongaba por las crestas de la Somosierra y Ayllón. En esa dirección inicié el descenso, dejando a la derecha la cuerda para atravesar un abierto plano inclinado hacia unos caminos que se distinguían más abajo. Entre ellos,...

... tomé el inferior, que, tras faldear el Alto del Puerto, va por lo alto del boscoso lomo rematado por el cerro Picardeñas. Al avanzar, se fue descubriendo...

... a la izquierda del verde domo el caserío de Navafría, al cabo del tajo que abre el Río Cega.

No tardé en retornar al bosque, del que ya no saldría. Pasado el Cerro de los Colladillos, con su mínima subida y nulas vistas,...

... llegué a un cruce múltiple, donde giré sucesivamente a la derecha (E) y la izquierda (NO), siguiendo las indicaciones a El Chorro de un cartel y marcas de PR.

Siguiendo esas señales, que ya me acompañaron hasta el final, dejé de lado el camino que continua por el cordal hacia el Picardeñas y llegué a otra encrucijada, también compuesta. En primera instancia giré a la derecha (N), por...

... un carril asfaltado que pasa junto al refugio de Regajohondo. Por el mismo, dejé de lado un par de desvíos de tierra mientras...

... seguía el curso del Arroyo del Chorro.

A la vista del mirador de Las Cebadillas, y sin llegar al mismo pues no aporta nada como se verá, dejé el asfalto por un camino que se interna en el pinar a la izquierda (NO). A los pocos metros,...

... pasé un breve claro desde donde pude contemplar algo de meseta a través de la boca del barranco del Cega.

Al otro lado del Arroyo del Chorro, se elevaba una potente peña, junto a cuya cima iba a pasar tras...

... bajar al cauce y cruzarlo por un puentecillo.

Luego, el camino, magnífico, me llevó a través del pinar, rodeando el peñasco de antes y bajando luego en lazadas hasta la turística Cascada del Chorro, junto a cuya base desemboqué en un camino más ancho. No me acerqué a ver el salto de agua, pues la plataforma estaba llena de gente, como de costumbre.

Ya sólo me quedaba seguir a la izquierda (N) el nuevo camino, que, en pocos minutos, me dejó en aquella pista del Río Cega por donde había iniciado la excursión, pocos metros por encima de la barrera que limita el tráfico y, por tanto, del aparcamiento de El Chorro.

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