Alto del Cuervo (1.882)

ASCENSIÓN DESDE VINIEGRA DE ARRIBA

CON CASTILLO DE GANIQUETE (1.838) Y CABEZO DE LA SOLANA (1.811)

El Alto del Cuervo es el pico más alto de las sierras de Cameros. Está situado entre los valles de Viniegra y Brieva, muy cerca del Puerto de Montenegro, donde este complejo conjunto se proyecta al noreste desde las estribaciones septentrionales del Urbión. Se trata, como es habitual en la zona, de un gran domo verde, con laderas y culminaciones pobladas de pasto con manchas de pinos o robles aquí y allá. Aunque las formas del relieve son curvas, los desniveles son considerables y, las vertientes, empinadas, dando lugar a valles y barrancos profundos y angostos entre los anchos lomos. Por otra parte, su situación convierte a este monte en un estupendo mirador sobre la Sierra de la Demanda y el propio Urbión. Y esto, más su alejamiento de cimas más famosas, en un escenario para un tranquilo disfrute estético de la montaña.

Las tres cimas que definen la ruta se alzan alrededor del Arroyo de la Fuentecilla, que desemboca en Viniegra de Arriba en el río homónimo. Partiendo pues del pueblo, se trata de recorrer en su integridad el cordal que rodea su cuenca.

El Alto del Cuervo, cubierto de pinos, y el Castillo de Ganiquete, con su cima rocosa, vistos desde el este

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Neila, Urbión y Cebollera (Cordillera Ibérica)
  • Unidad: Montes de Cameros
  • Base de partida: Viniegra de Arriba (La Rioja)
ACCESO: La población de Viniegra de Arriba pertenece a la comarca riojana de Las Siete Villas, situada en el suroeste de la provincia, entre las estribaciones septentrionales del Urbión y los Montes de Cameros. Un buen lugar para iniciar la ruta es junto a la Fuente de los 3 Caños. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.179 / 1.882
  • Mi tiempo efectivo: 4h52
  • Mi tiempo total: 5h48
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos y terreno cómodo e indudable.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Viniegra de Arriba por la parte alta del pueblo para remontar al norte el lomo que cae del Cornudillo y seguirlo luego al NO hasta el Castillo de Ganiquete. Descender a la derecha (N) al collado homónimo y tomar una senda que, a la izquierda (NO) atraviesa la ladera hasta el lomo occidental del Alto del Cuervo, por el que se alcanza la cumbre.

Continuar por la cuerda hasta el siguiente collado (1.722) y tomar la pista que lo atraviesa a la derecha (E). Al llegar a otro collado, dejarla por la derecha (SE) para seguir el lomo del cordal hasta el Cabezo de la Solana. Proseguir el cresteo hasta el Mojón de los Cuatro Términos. Tomar allí la pista que lo cruza a la derecha (S) y, en el siguiente collado (1.654), dejarla por la derecha (SO) para descender por lo alto del lomo del Monte Robledal hasta Viniegra de Arriba.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Caminata panorámica, sin dificultad y con la sola incomodidad de algunos pasajes muy empinados al final de la bajada, llegando ya al pueblo. También, está la posibilidad de que se pierda el trazo en una torrentera que hay que cruzar entre el Ganiquete y el Cuervo, pero ya explico en la foto correspondiente cómo se puede soslayar el paso. Aunque es una actividad de cierta longitud, se lleva bien precisamente por el buen terreno, incluso donde no hay senda, pues los lomos por donde transcurre son amplios, regulares y están cubiertos de hierba. Y nada más.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar junto a la Fuente de los Tres Caños, tomé, al otro lado del edificio, a la derecha (NE), la calle por donde…

… corre el Arroyo de la Fuentecilla. Luego, lo crucé por ese puente y continué callejeando hacia la izquierda (NO) hasta…

… salir del pueblo por lo más alto y continuar…

… la subida por un ancho lomo de lomo y matorral que asciende al norte. Sin marca ni hitos, el terreno es tan cómodo que no los eché en falta.

Al ganar altitud, fue descubriéndose, a mi derecha y atrás, la cabecera del valle de Viniegra.

Tras cruzar una pista horizontal, llegué a un extenso rellano. Luego, el terreno presentaba unos escalones, restos de…

… viejos bancales arruinados. Volviéndome mientras los superaba, podía ver el domo verde del Rastraculos al otro lado del valle.

Luego, pasé junto por un abrevadero junto a un árbol solitario, donde me encontré con una senda, la cual se perdió al poco.

Pero daba igual, pues el terreno seguía siendo regular y compacto y, entre el matorral, había paso despejado de sobra. A mi derecha, empecé a ver el cerro Berezales, a cuyos pies pasaría al regresar al pueblo para descender por lo alto del…

… lomo que cae a su derecha. Por cierto, que, por encima del mismo, se iba viendo la Sierra de Cebollera entre el Puerto de Piqueras, por el que asomaban nubes, y el Castillo de Vinuesa.

Llegando al hombro del Cornudillo, apareció la cumbre del día, asomando ligeramente sobre el horizonte cercano, y, a la izquierda, el empinado arranque de la subida final al castillo de Ganiquete.

Desde el rellano, se veían los picos del Urbión asomando a los lados del Rastraculos. Zurraquín a la izquierda y la Muela, Muñalba y Alrucea al otro lado.

También, una visión más completa del Alto del Cuervo, único pico del entorno cubierto de pinos. Pero, de momento, quería pasar antes al castillo de Ganiquete. Así que, en vez de tomar la pista que pasa al otro lado del collado y me hubiera permitido rodear éste, remonté la especie de carril, empinado y rectilíneo, que va por la cuerda. Pasada esa recia subida, una mirada…

… atrás, donde, más allá de las lomas cercanas, incluida la que seguiría en la bajada final, se veían las nubes desbordando la Sierra de Cebollera. Se quedarían ahí.

A partir de ahí, el terreno se tiende hasta la cima del Castillo de Ganiquete, única rocosa por aquí (¿de ahí el nombre?). Mirando a la derecha, podía ver…

… el Cabezo de la Solana, tercera cima de la jornada, al otro lado de la cabecera que estaba rodeando.

Desde las rocas cimeras, se veía ya completa la cresta del Urbión, al final de los cordales convergentes del Rastraculos, el Cerro Alrucea y la Cabeza Herrera. Más a la derecha, la…

… Sierra de Neila, el Pico Alcaste, Mencilla, muy lejos, y…

… la Sierra de la Demanda llenado el horizonte noroccidental. Hay que ver cómo destaca el san Lorenzo. Acabando el giro, el…

… siguiente hito de la jornada, el Alto del Cuervo. Para llegar a él, comencé por descender a la derecha (N) hasta el collado, donde giré a la izquierda (NO) para, buscando subida fácil, tomar…

… una senda que corta horizontal la ladera, abriendo un pasillo en los pinos, hasta el lomo oeste del pico.

Durante la travesía, atravesé esta torrentera. Las lluvias recientes se habían llevado la traza y hube de poner cuidado, pero…

… si lo hubiera visto muy mal, podía haber vuelto al collado a tomar uno de los trazos que se veían pasar más abajo. Al precio de perder cien metros de desnivel, claro. Así que atravesé por arriba.

La siguiente vez que salí del pinar, tenía…

… esta vista del castillo de Ganiquete y el Urbión.

Estaba en el lomo occidental del Alto del Cuervo, sobre el Alto de la Cuchilla. Fui atravesando la ladera hasta dar con…

… un cortafuegos, que tomé a la derecha (SE) para remontar la cuerda.

Tras un primer trecho empinado, el lomo…

… se tiende a la vista de la cumbre, que queda un poco a la derecha del cortafuegos.

Al llegar al Alto del Cuervo, volví a ver la Sierra de Cebollera en el horizonte suroriental, más allá de la cabecera que iba rodeando. Girando la derecha, fui pasando por…

… los picos del Urbión, …

… Neila, Mencilla, …

… la Sierra de la Demanda y, más cerca, ya…

… al norte, el Cerro Urbaña, para finalizar la vuelta con…

… el San Cristóbal, al noreste, y…

… la Muela y Cabeza del Santo. En esa dirección (E), continué el recorrido, bajando por el lomo hasta volver…

… al carril y llegar, por él, al siguiente collado (1.722). Allí, tomé a la derecha (E) la pista que lo cruza, bajando a otro collado…

… donde está el Refugio El Balneario.

Donde la pista cambia de dirección, la dejé por la derecha (SE) para ascender directamente por la hierba al…

… Cabezo de la Solana, desde donde se veían así de bien el Castillo de Ganiquete y el Alto del Cuervo.

También, el Urbión.

Al otro lado, hacia las tierras de Cameros, el panorama no era tan espectacular, pero no dejaba de ser bonito, con todas esas lomas verdes.

En esa tercera cima del día, giré a la derecha (S) y continué por la cuerda, ancha y cómoda, con…

… suaves subibajas. Al poco, además, me encontré un carril que la seguía. A mi izquierda, iba viendo …

… el Cabezo del Santo y, al otro lado, …

… el lomo por el que iba a bajar hasta el pueblo, despejado y regular, en casi toda su longitud.

Tras una bajada más prolongada e intensa, pasé este collado (1.619) y emprendí la última subida importante de la jornada, que…

… me llevó al Mojón, cota secundaria desde la que…

… tuve una perspectiva más precisa del lomo del Monte Robledal, al pie del cual llegaba a distinguir Viniegra de Arriba.

Luego, un breve llaneo me llevó al Mojón de los Cuatro Términos, collada donde di con una pista que tomé a la derecha (S) para…

… llegar, pasado el siguiente collado (1.654) al entronque del lomo que domina el Monte Robledal. Durante esa breve travesía, podía ver a mi derecha…

… las tres cimas de la jornada, aunque, la punta principal del Cabezo de la Solana permanecía oculta.

La pista va unos metros por lo alto del lomo que buscaba. Cuando gira para abandonarlo, continué recto (O), caminando por…

… la despejada y regular cuerda, mullida por la hierba. Por tan cómoda alfombra, pude recrearme en las vistas a uno y…

… otro lado.

Ya había bajado bastante cuando el lomo se estrechó un tanto y el terreno se volvió algo más incómodo por los cantos y matojos. En busca de un descenso más confortable, me dejé caer unos metros por la vertiente derecha, la que da al…

… Arroyo de la Fuentecilla, donde…

… había unos rastros paralelos de ganado por los que se caminaba bastante bien.

La misma traza que iba siguiendo me devolvió a la cuerda ya cerca del pueblo. La parte final del descenso fue, quizá, lo más incómodo del día. Pese a que acabé encontrando una senda, ésta era muy empinada, pedregosa en algunos momentos y resbaladiza en otros. Pero fue por poco tiempo esa incomodidad antes, de volver a entrar en Viniegra de Arriba.

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