Tozal de Guara (2.078)

ASCENSIÓN DESDE NOCITO

POR EL PUERTO DE PETREÑALES Y FENALES

El Tozal de Guara es la máxima cumbre de la sierra que le da nombre y de todo el tramo aragonés del Prepirineo. Rodeado de valles profundos y sin altitudes próximas que puedan estorbar la vista, ante su cumbre se despliega el Pirineo desde el Valle de Ansó al Macizo de la Maladeta. Como en toda montaña caliza, peñas y estratos coloridos sobresalen de los densos bosques conformando un sugestivo entorno, que en esta Sierra de Guara lo es en grado sumo. Las laderas del Tozal son abruptas, pero permiten ascensiones fáciles. De no estar tan cerca los Pirineos, a buen seguro que sería ésta una montaña aún más famosa y visitada.

La ruta es un recorrido circular que, partiendo de la vertiente norte, sube y baja de la cuerda de la Sierra de Guara por sus accesos más prácticos, visitando en medio la cumbre durante un breve cresteo.

El Tozal de Guara visto desde el oeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Prepirineo Jacetano y Serrablés
  • Unidad: Sierra de Guara
  • Base de partida: Nocito (Huesca)
ACCESO: La población de Nocito, perteneciente al municipio oscense de Nueno, está situada hacia el centro de la provincia, en medio de las estribaciones septentrionales de la Sierra de Guara. La ruta comienza junto al Puente Medieval de Nocito. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta allí en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 880 / 2.078
  • Mi tiempo efectivo aproximado: 7h15
  • Mi tiempo total: 8h15
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos, aunque hay que cruzar unos pocos torrentes.
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Nocito por la pista que se dirige al sur siguiendo el Río Guatizalema. Al poco de pasar las ruinas del Mesón de Nocito, tomar un desvío a la izquierda (E), entrar en el Barranco de la Pillera y seguir su cauce. El camino cambia varias veces de orilla antes de llegar a la salida de una senda a la derecha (E). Tomarla y remontar el Barranco de la Espátula hasta el Collado de Chemelosas. Siempre por senda, girar a la izquierda (SO) y atravesar la ladera hasta el Puerto de Petreñales. Derivar a la izquierda (S) para continuar la travesía de la falda del Tozal hasta La Cubilota. Ahí, volverse a la izquierda (NE) y subir directamente a la cresta de la sierra, que se sigue a la derecha (E) hasta el Tozal de Guara.

Continuar por la cuerda al este hasta el primer collado y tomar una senda que baja a la izquierda (NE) para cruzar en diagonal La Ronera. Tras atravesar el bosque de La Baruela, al salir a una pista, tomarla a la izquierda (O), pasando a continuación por el Refugio de Fenales y Can de Used. Algunas curvas se pueden atajar mediante buenas sendas. Frente a Used, la pista llega a la carretera de Nocito; tomarla a izquierda (O) y seguirla hasta el paraje de El Collado. En el vértice de una curva a la derecha, dejarla por una senda a la izquierda (O) que baja, siguiendo un barranco, hasta Nocito.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ruta de considerable desnivel, pero muy fácil y con una variedad de paisajes que hacen muy amena la andadura. Tomándoselo con calma, puede ser acometida por cualquier excursionista en una forma física mediana y, desde luego, compensan el esfuerzo la belleza del entorno y las vistas maravillosas de medio Pirineo. El único punto que se podría mejorar, disponiendo de dos vehículos, es ahorrarse la hora de asfalto entre Used y Nocito; pese a transcurrir bajo la impresionante cara norte del Tozal, termina haciéndose largo. Posteriormente, me he enterado de que hay una senda que atraviesa en diagonal el pie de monte entre la zona de Can de Used y el Collado, pero no la he recorrido nunca; desde luego, a poco que esté en un estado decente, es una opción para ahorrarse asfalto.

RELATO GRÁFICO:

Llegué a Nocito hacia las diez menos cuarto de la mañana. Hacía mucho frío y el cielo se presentaba despejado. Tras aparcar junto al puentecillo que hay a la entrada del núcleo viejo del pueblo, tomé la pista que sigue el curso del Río Guatizalema al sur. Iba viendo delante el Tozal de Guara, como marcando camino, y el Puerto de Petreñales, hito clave de la subida, a la derecha.

Al poco de dejar atrás las ruinas del Mesón de Nocito, apenas visibles entre la vegetación, tomé un desvío a la izquierda (E) y…

… crucé el Guatizalema, en el primero de los varios vadeos del día, antes de penetrar en el bosque y remontar el Barranco de la Pillera junto al torrente. Según iba profundizando en este vallecito, el entorno…

… se fue haciendo más agreste, con la caliza surgiendo …

… de un espeso manto vegetal en que se mezclaban el verde oscuro y los tonos otoñales.

Los cruces del río fueron en general fáciles, aunque algo incómodos y en alguno hube de tener cuidado con la escarcha que cubría las piedras. Llegando ante los estratos del Posento, encontré, a…

… la derecha (SE), por donde volví a ver la cima del Tozal, una…

… senda muy clara que remonta la ladera. La tomé y, tras cruzar un lomo, entré en…

… el Barranco de la Espátula, tributario del de la Pillera, cuyo cauce no tardé en cruzar.

Continué ganando altura muy gradualmente, casi sin sentir. La Peña de las Chemelosas, por cuyo collado inmediato debía pasar, apareció muy cerca al aclararse el bosque. Y, a mi izquierda, apareció…

… la cresta caliza de la sierra sobre las pedreras.

Al llegar al Collado de Chemelosas, me encontré en un claro con bastante buena visión en casi todas direcciones. Mirando atrás, podía ver el Pirineo nevado surgiendo sobre una sucesión de cordales más cercanos, destacando…

… las Tres Sorores.

La cresta de Guara a mi izquierda y…

… el Corcuruezo al otro. Hacia allí proseguí, por…

… la senda, que me llevó ahora a rodear, perdiendo algo de cota, la cabecera de un barranco. Por el hueco del mismo, veía…

… un segmento mayor de cordillera.

Al llegar al Puerto de Petreñales, me encontré en un otro claro, donde derivé a la izquierda, bajando un poco hacia la pradera del Llano de los Hongos, visible bajo la cresta de Guara. Desde el prado en cuestión, una…

…  mirada atrás, al Pirineo visto a través del Puerto de Petreñales, antes de…

… seguir adelante en travesía hasta salir a La Cubilota, donde me asomé a la vertiente sur de la sierra. La niebla cubría la Hoya de Huesca.

Desde la Cubilota, ya era visible casi todo lo que quedaba de ascensión, así que me puse a ello, tomando…

… una senda que sale monte arriba por lo alto de la loma, abriéndose camino entre manchas de matorral. Al poco me encontré un cartel marcando una bifurcación, aunque ambos caminos llevaban al tozal. Me decidí ir por el de la izquierda, que…

… me llevó, trazando lazadas tanto para evitar rocas y matorrales como…

… para dulcificar la pendiente, hasta…

… la cuerda de la sierra, que remonté hasta la cima. En los últimos, la senda va por la vertiente sur, más abrigada que divisoria.

Menos mal pues, incluso así el viento soplaba de lo lindo. Pasadas las dos de la tarde, llegué a la cima del Tozal de Guara, donde me encontré a bastante gente, tras una ascensión solitaria. Volviendo la vista, …

… más allá de la arista recorrida, se veía la bonita cresta del Monte de la Ronera. 

Al este, la sierra se prolonga hacia unos cerros más redondeados y herbosos, pero que tenían bonita estampa.

Al sur, más allá del Agujero de Guara, la llanura cubierta de bruma.

Como ya venía viendo, la caída al norte, hacia el Barranco de la Pillera es abrupta.

El día estaba muy claro y el Pirineo oscense se desplegaba casi completo ante los ojos, de la Peña Forca al Turbón. A modo de ilustración, el tramo entre el Macizo de Balaitús y las Tres Sorores. A destacar, …

… la Sierra de Tendeñera, …

… el Vignemale y…

… Monte Perdido y su corte.

Hacia las tres menos cuarto, inicié el descenso, caminando al este por la loma de la sierra. Según dejé la punta más alta y antes de llegar a la prominencia vecina, me encontré este empinado tubo a la izquierda.

Al llegar al primer collado, un par de hitos me invitaron a desviarme de la cresta a la izquierda (NE) y así lo hice. 

Tras una mirada a la cumbre, entré en la ladera nombrada en el mapa como La Ronera, que atravesé…

… por una clara senda, perdiendo altura en diagonal a derechas. El terreno suave, la buena senda y la luz horizontal colaboraron a que me perdiera en mis pensamientos mientras descendía plácidamente, con…

… el Pirineo siempre a la vista.

Luego, entré en el bosque, de La Baruela y lo atravesé hasta salir a…

… una pista junto a un barranco. La tomé a la izquierda (O) y llegué enseguida al Refugio de Fenales. Pasé de largo frente a él, siempre siguiendo la pista, que me llevó a cruzar el Barranco Petrino y rodear la loma del otro lado.

Una prolongada curva del carril pude atajarla merced a una senda muy clara, y marcada con hitos, que sale a la izquierda (N).

Poco después salí del bosque en la zona de Can de Used, donde hay varios corrales y majadas ruinosos. En este terreno despejado, pese a estar bastante abajo, aún podía ver las Tres Sorores en el último horizonte y, al otro lado, …

Siempre por la pista, terminé por salir frente al pueblo de Used, más allá del cual se divisaba el Cotiella.

El carril desemboca en una carretera que tomé a la izquierda (O). Me quedaba una hora de camino al menos hasta Nocito y eran más de las cinco de la tarde, así que no me demoré caminando por el asfalto, siempre bajo el Tozal.

El sol se puso estando de camino y empezaba a oscurecer cuando llegué a El Collado, en realidad el arranque de un barranco que conduce directamente a Nocito. Por él desciende una senda que tomé dejando la carretera por la izquierda (O) cuando ésta hace una curva cerrada a la derecha (es la única de todo el trayecto). Aunque no llegué a necesitar la frontal, la visibilidad era ya muy escasa cuando llegué al pueblo pocos minutos después de las seis de la tarde.

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