Puigmal (2.910)

ASCENSIÓN DESDE NURIA

LOMA DE EUGASSERS, CON EL PIC DE SEGRE (2.843)

El Puigmal es la gran cumbre más oriental del Pirineo y la cúspide del Ripollés. Pese a elevarse a una altitud digna de los grandes macizos, este monte carece de la bravura alpina del tramo central de la cordillera. Crestas alomadas y pendientes suaves convergen en su amplio domo cimero, hasta donde llega la hierba, aunque sea rala. Al abrigo de sus valles cortos y profundos, crecen los pinares anunciando el cercano Mediterráneo. Pero, si el paisaje no es bravío, este Macizo de Nuria posee una belleza plácida que transforma las ascensiones en tranquilas caminatas durante las que dejar que la vista navegue en la lejanía.

La ruta es una de tantas alternativas de mínima dificultad para subir al Puigmal. Se trata de subir al Pic de Segre, otro de los principales del circo de Nuria, por su lomo oriental, para ir luego al Puigmal por la cuerda. El descenso, por la ruta normal de la Coma de l’Embut, que se abre al noreste de la cima.

Desde el Pic del Segre, vista Petit y el Puigmal sobre la Coma de l’Embut

SITUACIÓN:

  • Zona: Alto Ripollès - Conflent (Pirineos)
  • Unidad: Macizo del Puigmal
  • Base de partida: Queralbs (Gerona)
ACCESO: El santuario de Nuria está situado, a cerca de los 2.000 m de altitud, en la vertiente meridional del Macizo del Puigmal, que forma parte del tramo de cadena axial pirenaica que domina la comarca del Ripollés. Pertenece al municipio gerundense de Queralbs, situado en el noroeste de la provincia, desde el cual se puede acceder por el tren Cremallera de la Vall de Nuria. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen hasta el aparcamiento de la estación en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.960 / 2.910
  • Mi tiempo efectivo aproximado: 4h30
  • Mi tiempo total: 6h05
  • Dificultades: Muy fácil (en las condiciones del día, con nieve consistente casi continua por encima de los 2.500). Prolongadas rampas de nieve con pendientes suaves, siempre menos de 30º. Algo de pedregal sin senda, pero también sin dificultad.

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Nuria remontando el Torrent de Finestrelles. En la Jaça de la Llebrada, seguir por el arroyo que sube a la izquierda (E), entre las peñas de Eugassers y la Maula. Tras el estrechamiento, al ensancharse la cuenca del Torrent de Finestrelles, derivar a la izquierda (SO) para encaramarse a la Loma de Eugassers y subir a la derecha (O) hasta el cordal principal del macizo. Girar a la izquierda (S) y seguir por el Pic de Segre y el Pic Petit, hasta el Puigmal.

Bajar por la cara NE, buscando las pendientes más convenientes para descender la Coma de l'Embut. Dejar el barranco por la derecha (E) a la altura del Pla de l'Ortigar para pasar dicha collada y bajar por su vaguada oriental hasta Nuria.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Subir al Puigmal desde Nuria es la opción más atractiva de la vertiente sur, aparte de la más cómoda y extremadamente fácil. Incluso en invierno no plantearía más problema que ir convenientemente calzado y abrigado. Ya que desde Nuria es tan corto y lo mejor de esta montaña son las vistas, el día puede completarse recorriendo parte del cordal del macizo. Por lo mismo, pueden seguirse en la subida barrancos o lomas poco utilizados. Así, las posibilidades y combinaciones por todo el circo son infinitas.

RELATO GRÁFICO:

Eran las ocho y cuarto de una mañana despejada cuando, tras bajar del tren, me ajusté la mochila y abandoné la estación de Nuria, camino del Puigmal. Me dirigí hacia el Torrente de Finestrelles, visible al fondo de las instalaciones y sobre el que brillaban al sol el Pic de Segre y el Coll de Finestrelles, por donde alcanzaría la cumbre.

Fui siguiendo orilla izquierda del arroyo, pasando por una zona de acampada y junto a una pista de esquí, hasta llegar a un puentecillo de madera por el que cambié de ribera para tomar un camino a la derecha (NO), siguiendo la indicación de un cartel que marcaba el camino al Puigmal y Finestrelles. Enseguida, llegué a una represa de cemento, que aproveché para volver a cruzar a…

… la orilla izquierda y continuar remontando el curso por una senda estrecha pero bien marcada. Delante mía iba viendo una confluencia de barrancos, la Jaça de la Llebrada. Allí vadeé el torrente a la izquierda (SO) y subí por la orilla opuesta, ganado altura por la pradera empinada.

A mi derecha, podía ver la Coma de la Llebrada, que recoge las aguas que bajan de los picos de Finestrelles y Nuria. Al dar con…

… un claro sendero que corta la vertiente, ascendiendo suavemente en diagonal a bastante altura sobre el cauce, lo tomé a la derecha (O) y por él remonté el barranco, que se abre entre el Roc de Eugassers y el de la Maula.

Donde la senda baja al torrente y lo cruza para alejarse hacia los picos de Finestrelles y Nuria, la dejé para continuar por…

… un trazo más borroso que gana altura en cortas lazadas. A mi espalda, empezaban a asomar por la boca del valle las crestas que rodean la Coma del Clot.

A la altura del Roc de la Maula, se acabó de esfumar la senda, pero no fue un problema; por encima del abrupto tajo por donde corre el torrente, una ladera herbosa de inclinación moderada, permite caminar con comodidad. A mi derecha, …

… el agua se despeñaba en atractivas cascadas. Es bonito este rincón y, apartado de la senda principal, no debe pasar demasiada gente por aquí.

Y cuanto más arriba, más amplias las vistas; a mi derecha y…

… a mi espalda, donde era ya visible toda la cresta que baja del Pic de la Fossa del Gegant.

Poco después, el tubo del barranco se difuminaba en la amplia cuenca de la Coma de Finestrelles, donde encontré los primeros neveros. Al llegar allí, giré a la derecha (NO) como para dirigirme…

… al Coll de Finestrelles. Pero cambié de idea. A la izquierda (S), en…

… lo alto de una ladera de mediana inclinación, estaba la Loma de Eugassers, que baja del cordal principal, cerca del Pic de Segre. Pensé que podía ser una bonita forma de alcanzarlo y, de paso, quizás hubiera desde ella panorámicas interesantes. Así que me puse a remontar la pendiente, derivando un poco a la derecha para suavizar la subida, al tiempo que ganaba terreno.

Al ganar la Loma de Eugassers, pude ver toda la cresta de Nuria, desde el Coll de Finestrelles al Pic de l’Áliga rodeando la hoya donde está el santuario.

La cuerda, amplia y de mediana inclinación, me la encontré cubierta de piedras sueltas, pero bastante estables.

Ascendí por ella cómodamente hacia la cresta del macizo. Me había esperado una buena perspectiva del Puigmal, pero quedaba prácticamente oculto. En la anónima cota 2.817, alcancé el cordal principal y giré a la izquierda (S) para, en unos pocos minutos, llegar al Pic de Segre.

Desde el cordal principal, pude ver, al otro lado del macizo, la Cerdaña limitada al noroeste por un largo telón de montañas, donde destacaban el Carlit y el Peric.

Eran las once de la mañana, el cielo se estaba cubriendo y aquí arriba soplaba un viento húmedo poco agradable. Ante el cambio de tiempo, me daría por contento con recorrer el breve tramo de cresta hasta el Puigmal, ahora totalmente visible. Todavía quedaba bastante nieve en su vertiente noreste, lo que me haría más cómoda la bajada.

Apenas estuve diez minutos en el Pic de Segre antes de reemprender el camino por la cuerda, que todo el tiempo es ancha y redondeada, sin oponer dificultad ninguna al avance. El piso mezclaba tramos de cascajo estable y nieve consistente.

El inicio del tramo es una empinada bajada al suroeste, que conduce a una horcada intermedia, desde donde la subida al Pic Petit de Segre es algo más corta y suave.

Esta cima es alargada y plana y, a sus pies, en…

… la vertiente del Embut, me llamó la atención el modesto Estanyet, que pone una nota brillante en este adusto paisaje.

También me fijé en que a mi derecha (SO), llegaba a verse la Sierra del Cadí, donde había estado el día anterior, junto a la Tossa d’Alp. Incluso se veían borrosamente el Pedraforca y las nieves de Port del Comte.

Continuando al sur, una bajada un tanto brusca pero muy corta me dejó en la Collada d’Er, desde donde empecé a remontar la loma del Puigmal y…

… el resto de cresta que rodea la Coma del Embut quedaba atrás. El entorno era el típico del Ripollés: suave, apacible, adusto; con un atractivo desolado.

Tras una subida cómoda y hasta algo monótona por el ancho lomo, apareció la abundante quincalla que, como en toda cumbre “significativa”, puebla la cima del Puigmal, ante un fondo magnífico de montañas que llenaba el horizonte. Eran las doce y cuarto y, por tanto, me había llevado en torno a una hora recorrer el tramo de cordal. Seguía desapacible por el viento, sin llegar a estarse mal del todo, y el cielo oscureciéndose.

Al noreste, a través del Collado de Noufonts, entre las crestas que rodean el alto Ter, veía las pirámides rocosas de dos picos modestos pero hermosos: el Racó Gros y el de Coma Mitjana.

También reconocí el Pic de l’Infern y el Bastiments, que había unido en una bonita jornada el año anterior.

Al este, la bruma difuminaba el paisaje más allá de la Serra de Borrut.

Al noroeste, un horizonte montañoso se extendía sobre la Cerdaña, destacando la gran pirámide del…

… Carlit.

Desde la cima del Puigmal no llega a verse Nuria y, para asomarme al gran agujero, fui a una punta ligeramente más baja al este, desde la que también se domina la Coma del Embut, por donde bajé.

Así que inicié el descenso, poco después de la una de la tarde, dirigiéndome al noroeste por el cordal para, poco antes de llegar a la Collada d’Er, girar a la derecha (NE) y…

… bajar por la Coma de l'Embut, cubierta de nieve excepto en sus primeros metros.

El descenso fue cómodo y rápido por esta pendiente nevada, de poco más de 30º, hacia una pequeña planicie ondulada que se forma en la confluencia de las vertientes del Puigmal y el Pic de Segre.

Allí, un poste ayudaba a no perder la orientación. Hacia él me encaminé para acercarme al borde del rellano, desde donde…

… vi más abajo otro par de terrazas, separadas por rampas de pendiente moderada. El pluviómetro que hay en una de ellas es otra buena referencia para mantenerse en el eje de este ancho valle.

A continuación, la coma se abarranca en un tubo de formas suaves, pero donde se define mejor el camino a seguir.

La nieve empezó a escasear poco después, precisamente cuando el torrente entra en un paso más estrecho. Como además no me fie de su consistencia y oía el agua correr debajo, me salí del cauce y bordeé esa zona por los prados de la ribera izquierda. Enseguida, vi la clara traza de un camino en la otra orilla, así que vadeé a la primera ocasión para tomarlo y continuar más cómodamente aún la bajada. Me volví entonces a echar una última mirada y despedirme del Puigmal, que poco después perdería de vista.

Pronto empecé a ver un amplio hombro o collada que remata la loma de la derecha (E); allí debía llegar. Sin embargo, el camino cambia a la orilla izquierda para evitar una zona abrupta. Se puede continuar por el mismo lado, atravesando unas placas de inclinadas, como hice en mi primera ascensión hace años, pero es más cómodo seguir la senda y volver luego a la orilla derecha.

Cuando la senda se acerca al cauce para luego volver a alejarse, la dejé por la derecha (SE) y, siguiendo un trazo más difuso, vadeé el torrente para subir en diagonal por la orilla opuesta al Pla de l'Ortigar. Salí de esta collada por la vaguada que se abría a mi derecha (SE), desde la cual…

… pude ver ya los edificios de Nuria. Iba siguiendo una senda, borrosa al principio, pero que…

… luego se iría aclarando según me acercaba a la estación. Ese caminillo me llevó a cruzar un torrente y luego a atravesar de un pinar antes de…

… llegar, hacia las dos y veinte, a Nuria. Entré en el complejo por un parquecito infantil que hay a la espalda del santuario. Pese a que el cielo seguía cubierto, el ambiente era agradable y casi me arrepentí de haber salido de Ribes de Freser y no haber tomado el tren en Queralbs pues bajar por las Gargantas de Nuria hubiera sido un bonito final para la excursión.

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