Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Esta ruta es
una alternativa de dificultad moderada a la masificada normal de la Pica de
Estats que, de todas formas, se recorre a la bajada. También se podría bajar hasta
el Port de Sotllo por la arista, pasando el Pico Verdaguer; de esa manera se haría
la travesía integral de la Pica de Estats y se evitaría perder desnivel en la
vertiente norte, pero al precio de afrontar pasos delicados en bajada.
He planteado salida y
llegada en el Refugio de Vallferrera. Estando tan próximo el aparcamiento de la
Molinassa, no es necesaria aproximación; si se hiciera desde el coche en el
día, habría que añadir unos 120 m de desnivel y media hora.
RELATO GRÁFICO:
Hacia las
siete de la mañana dejé el Refugio de Vallferrera por la senda que sale al
norte y remonta el pinar en cerradas lazadas. La mañana estaba limpia y, cuando
los árboles me dejaban, podía ver al otro lado de la Vall Ferrera cómo el sol
iba iluminando los picos de Gerri y Norís.
Al poco,
llegué a un cruce de sendas y, siguiendo las indicaciones de un cartel, tomé la
de la izquierda (NO), que recorre manteniendo cota la ladera de Pales d'Areste
hacia la visible boca del…
… Barranco
de Sotllo, que había de remontar. Según lo tuve a la vista, me encontré una
bifurcación y una señal advirtiendo que siguiera por el “camino lateral” pues
me encaminaba a un “paso peligroso”. Sin duda se refiere al…
…
relativamente famoso escalón que hay que salvar para bajar al cauce del
barranco. Y, por tanto, continué recto hacia sus ocho metros de caída. Impresiona
algo desde arriba, pero…
… no es
tan vertical como parece y está cortado por varias repisas; durante el
descenso, no tuve que apoyar las manos más que un par de veces y puntualmente (I).
A continuación,
la senda me llevó primero a un cruce con cartel, donde continué por la derecha
(N), y luego junto al cauce del Barranco de Sotllo, que crucé por una pasarela.
Una vez en su vertiente derecha, comencé a remontarlo. Al principio en llano,
mientras atravesaba un extenso prado donde el torrente se remansa y forma
meandros. Al fondo hay una cascada, por encima de la cual vi asomar, por
primera vez en el día, la Pica de Estats.
La senda
me guio para superar cómodamente el resalte, desde lo alto del cual se veía así
de bonito el Pico de Gerri por encima del rellano que acababa de cruzar.
Llegué entonces
al primero de los ibones del valle, el Estany de Sotllo, que rodeé por la
izquierda mientras la Pica de Estats iba desvelándose cada vez más imponente.
Más
arriba, el torrente se encajona en un estrecho rocoso a la salida del cual hay
una pasarela. En ese momento dejé la senda de la ruta normal por la derecha
(NE) para cruzarla y seguir…
… remontando
el barranco por la orilla izquierda, por la que también va una senda.
Por ella
llegué al siguiente rellano, que aloja el Estany d'Estats, el más alto del
barranco y ya a los pies de la Pica y el Port de Sotllo. Giré a la derecha (E)
para rodear su orilla y dirigirme…
… hacia
el barranco de Coma Gelada. La senda desapareció al llegar a la gran pedrera
que lo llena, pero había hitos indicando el paso más estable.
Más
arriba, los neveros me facilitaron aún más la subida hasta la parte más alta,
donde el barranco se estrecha y el terreno se torna rocoso.
Atrás
quedaba la lámina azul profundo del Estany de Estats, contrastando con el color
rojizo de los picos que lo dominan, entre los que se empezaba a ver un
horizonte de montañas nevadas en la lejanía: los Besiberris.
Del
estrechamiento, salí a un rellano con un pequeño estanque a los pies del Pic de
Canalbona. A mi izquierda (NE), se elevaba…
… un lomo
mixto de hierba y roca y, cruzando el torrente, me dirigí a él. Ya sin hitos,
lo fui remontando por donde me pareció, alternando rampas de hierba con breves
resaltes, nunca de más de dos metros y muy fáciles (I). Posiblemente, todos se
puedan rodear, pero creo que es más práctico y divertido afrontarlos
directamente.
Al ganar
altura, pude ver a mi espalda esta bonita perspectiva del Pico del Lago Fondo
sobre el pequeño ibón de Coma Gelada.
Cuando
alcancé la parte superior del lomo, asomaron a mi izquierda las cimas de la
Pica de Estats y la Punta Gabarró y pude apreciar el perfil de la cresta…
… entre
ambas, incluyendo el muro que constituye el paso más difícil de la ruta (III-).
Al
tiempo, iban descubriéndose, al sur, la Sierra del Monteixo más allá del Lago
Fondo y, al…
… oeste,
los macizos de la Maladeta y el Perdiguero asomando a los flancos del Pico
Baborte.
Todo esto
lo veía desde el reborde meridional de la cubeta que aloja el Estanyet de la
Conca Gelada, que, a 2.880 m de altitud, es la masa de agua permanente más alta
del Pirineo oriental y uno de esos parajes donde la soledad y el silencio se sienten
con una intensidad especial. Al otro lado del lago, se elevaba el primero de
los tres picos de la cresta a recorrer. El camino hacia él es obvio: tras
rodear el lago por la izquierda, remonté la pedriza que constituye su ladera.
Desde el
Pic Rodó de Canalbona, hay una buena perspectiva de la parte superior del
Barranco de Sotllo. Al llegar, me encontré…
… ante el
vallecito francés de Riufred, que se abría a mis pies. Giré entonces a la
izquierda (N) para dirigirme…
… por la cuerda
a la Punta Gabarró, bajando por roca sólida hasta la horcada intermedia, donde
me desvié a la izquierda para evitar un resalte inicial. La ladera es pedregosa,
pero trazas de paso me ayudaron a remontarla en diagonal hasta salir a …
… la arista a media altura. A partir de ahí y…
… hasta
el hito cimero de la Punta Gabarró, la cresta es de roca firme y, aunque no es
muy ancha, la recorrí caminando tranquilamente. Un paseo aéreo, con la bonita
cresta del Pic des Trois Seigneurs a la vista.
Pese a
ser el más bajo, es en este pico donde está la señal de vértice geodésico, al
llegar a la cual descubrí la cruz que marca la Pica de Estats más allá de una
arista afilada, rocosa y muy empinada a partir de la horcada.
La bajada
es movida, pero aún se puede realizar caminando entre los bloques.
Lo más
bajo es un lomo sólido de roca horizontal, tras el que me encontré un muro de
unos 3 m de roca oscura, vertical y con pocos apoyos. Un hito me llevó a
rodearlo por el lado izquierdo, donde…
… la roca presenta más apoyos, aunque la trepada sigue siendo expuesta y
no carece de dificultad (III-), pues las presas, aunque buenas, están bastante
separadas. En todo caso, superé ese corto diedro vertical con razonable
seguridad, reganando la arista entre dos bloques.
Una mirada atrás, antes de
afrontar el último tramo, empinado, aéreo y con bloques que me
obligaron a cortas trepadas, la mayoría de I grado y alguna de II. Después,
encontré otro muro parecido al del inicio de la subida; éste lo rodeé por la
derecha y el retorno a cresta resultó bastante más fácil (II). Tras ese último
obstáculo, la arista se ensancha, pierde pendiente y se hace regular, de modo
que alcancé caminando…
… la cima
de la Pica d'Estats. Eran las once y media de la mañana, comenzaba a hacer
calor y me encontré a las primeras personas que veía desde que salí del
refugio; un grupo de franceses y una pareja catalana que había subido desde
Pinet. Al suroeste corría a mis pies el Barranco de Sotllo, montaña pallaresa
toda verde y rojiza, manchada por el azul oscuro de los ibones. El día era tan
claro que, entre los macizos de la Maladeta y el Perdiguero, …
… se distinguía la cresta de las Tres Sorores y, más a la derecha, …
… los dos núcleos del Macizo de Néouvielle.
Al norte,
sin embargo, aunque el sol iluminaba las crestas, la niebla cubría las llanuras
y valles franceses.
Finalmente,
al este, un mar de crestas verdes sucesivas se extendía hacia el aún lejano Mediterráneo.
Tras pasar
más de media hora en cumbre, comencé el descenso. Había decidido ir ahora por
la normal, así que comencé por bajar al noroeste, hacia el collado que se abre
entre la Pica de Estats y el Pico Verdaguer, donde giré a la derecha (NE),
tomando una clara senda que…
… baja por la vaguada septentrional al Coll de Riufred. No hubiera sido
necesario alcanzarlo, pues podía haber girado antes a la izquierda para bajar
por los neveros que había sobre la Cometa de Estats. Pero antes quise llegar a
la horcada e incluso algo más allá, tomando altura por la cresta hacia el Montal
para…
… despedirme de la Pica de Estats, contemplando desde otra perspectiva la
cumbre, que se iba llenando de montañeros según avanzaba el día. De hecho, aún
me cruzaría bajando a bastantes grupos, que no sé a qué hora pensaban hacer cima.
De vuelta
en el collado, bajé por su vaguada oeste, alternando neveros, que encontré blandos,
aunque aún transitables, y tramos de pedrera fina y movediza. Durante esta
bajada hacia la Cometa d'Estats y el semihelado Estanyet de Barz, no me
faltaron los trazos en el cascajo y las huellas en la nieve, jalonados siempre
por abundantes hitos. Sin llegar al laguito, las trazas me hicieron girar a la
izquierda, …
… rodeando el Pico Verdaguer hasta entrar en la vaguada norte del Port de
Sotllo, hacia la mitad de su altura. En este tubo nevado encontré la nieve más pina,
aunque…
… sin llegar a los 30º. Una breve y cómoda remontada en diagonal me
llevó a la horcada.
Atravesé
el Port de Sotllo bajo las impresionantes vertientes del Pico Verdaguer y la
Pica, pasando de nuevo a…
… la vertiente meridional del macizo. Veía desde aquí el Estany de Estats
y la Coma Gelada, por donde había dejado esa mañana la vía normal, así que
estaba claro el cierre de la ruta. Pero antes hube de descender…
… una empinada rampa de grava y guijarros sueltos, donde una muy pisada
traza me hizo cómodo el descenso bajo la impresionante cara sur de la Pica. Luego,
el terreno se allana y se cubre de hierba en las proximidades del…
… Estany
d'Estats, que la senda rodea por la derecha. Pasado el desagüe, me encontré
enseguida con…
… la pasarela por donde había cruzado el torrente esa mañana.
A partir
de ahí, el regreso lo hice por terreno conocido, bajando por el Barranco de
Sotllo hasta salir…
… por las Pales d’Areste a la Vall Ferrera. Llegué al refugio hacia las
tres y media de la tarde, justo cuando el día pasaba de cálido a ardiente; es
decir, justo a tiempo.
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