Cabezo de Mijares (2.191)

ASCENSIÓN DESDE EL PUERTO DE SERRANILLOS

IDA Y VUELTA POR EL CORDAL

La Sierra del Cabezo es la más alta de las que se alinean en el Macizo Oriental de Gredos. Se trata de una loma de formas redondeadas que se extiende entre los puertos de Mijares y Serranillos. Como todo Gredos, presenta una gran disimetría entre la vertiente norte, más suave, y la sur, que se levanta como una muralla de más de 1.500 metros sobre el Valle del Tiétar. Las laderas de esta montaña están cubiertas de bosque en las zonas más bajas y de prado y matorral, sobre todo retama, en la mitad superior, llegando a las crestas. La roca sólo aparece en forma de extensas pedreras y en los vistosos pero modestos riscos que jalonan el cordal.

La ruta queda descrita suficientemente en el título.

Vertiente norte de la Sierra del Cabezo, desde el oeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Macizo Oriental de Gredos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Cabezo
  • Base de partida: Serranillos (Ávila)
ACCESO: El Puerto de Serranillos se abre en el cordal oriental de Gredos, separando las sierras del Cabezo y el Torozo. Las poblaciones más cercanas, ambas abulenses, son Serranillos (al norte, 6 km) y San Esteban del Valle (15 km, al sur). Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al inicio de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.568 / 2.191
  • Mi tiempo efectivo: 4h13
  • Mi tiempo total: 6h05
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Puerto de Serranillos por una pista que se dirige al NE y rodea por el norte el cordal hasta Majada Llana. Continuar faldeando la ladera, ahora por senda, hasta el Puerto de Lagarejo. Allí se alcanza la divisoria y se acomete, siguiendo hitos a través del matorral, la subida al Risco de Miravalles. Una vez en la cresta, seguirla al NE hasta la cima del Cabezo de Mijares. Regresar al Puerto de Serranillos por el mismo camino.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ésta es la subida más breve a la cima más alta del sector oriental de Gredos, que es un excelente mirador y culminación de una bella montaña. Se trata de un itinerario cómodo; sólo la fuerte pendiente de la subida del Puerto de Lagarejo al Miravalles es algo más exigente físicamente pues, en lo que respecta al terreno, el paso es cómodo pese al aspecto que tiene la ladera: los hitos marcan una senda, estrecho pero suficiente, a través el denso retamar. En realidad, hubo varios trazados, pero el señalizado ha quedado mientras el resto se va perdiendo. A la bajada, me desvié a la derecha para rodear el Risco de Miravalles; el ahorro es mínimo, apenas 15 metros de desnivel, pero la traza que antes permitía pasar con comodidad ya estaba casi cerrada, en 2013; aunque está en el track y en el croquis, desaconsejo ese rodeo al regresar: es preferible regresar por el mismo camino de subida.

Ésta fue una jornada especial para mí. Tras una grave lesión, con cirugía y más de cuatro meses de recuperación sin garantías de poder volver a la montaña, era mi primera actividad de una mínima entidad. Lógicamente, las semanas previas había dado algún paseo por la sierra y, en Nochevieja, no me perdí la San Silvestre (a gatas, si fuera preciso, hubiera ido...). Pero, este día, aunque aún me quedaron un par de meses de puesta a punto, ya pude prever una recuperación completa.

RELATO GRÁFICO:

Pese a ser las once y media de la mañana, hacía frío en las umbrías y soplaba un viento helado cuando salí del Puerto de Serranillos por una pista, cerrada con cancela, que se dirige al nordeste y va rodeando, en subida ligera, la cresta de la sierra por su vertiente norte.

Según ganaba altitud, iba apareciendo a mi espalda, a través del collado, las crestas de la zona de La Mira y los Galayos.

Al doblar el lomo del Cimorro, me encontré con la visión, más allá del Calamocho, del trozo de cresta que recorrería más tarde: del Risco de Miravalles al Cabezo de Mijares, cuya...

... cumbre se veía helada.

Pero, antes de acometer la subida a la cresta, continué rodeando la curva del monte, tomando dirección sur hasta Majada Llana, prado cabecero del barranco que llevaba a la izquierda. Allí, el carril gira al este y cruza la loma donde se alza el Calamocho para terminar en...

... una segunda pradera. Siguiendo el límite del matorral por la derecha, busqué una senda algo borrosa que se interna en el matorral y va al este, hacia la ladera occidental del Risco de Miravalles.

Durante el trayecto contorneando la ladera del Majal Grande, veía a mi izquierda la Garganta del Puerto de Pedro Bernardo caer hacia Serranillos y la Sierra de la Paramera al fondo.

La senda es muy cómoda pero cruza varios chorros, que encontré helados esa mañana. Como no me iba a poner los crampones para dos metros, busqué el paso bueno subiendo o bajando para recuperar luego la senda. A la vuelta, ya mediada la tarde, seguían congelados.

Finalmente salí, sin haber variado casi de cota, al Puerto de Lagarejo, desde donde se descubre...

... la vertiente sur de la sierra, destacando la loma de las Queseras, y el Valle del Tiétar, con los Montes de Toledo al fondo.

Al otro lado del collado, se alza el empinado lomo oeste del Miravalles, poblado de matorral del que sobresalen grandes cantos. Un gran hito ante mí marcaba el inicio de un trazo balizado, estrecho pero suficiente, que se abre paso en el denso monte bajo o aprovecha eventuales claros en el mismo.

Los hitos estaban bastante espaciados pero eran siempre visibles. En algún lugar, tuve que apoyar un poco las manos pero la remontada es cómoda en general, aunque se mantiene empinada todo el tiempo y es conveniente tomársela con calma. Atrás, al ganar altitud, las cumbres mayores de Gredos iban blanqueando el horizonte más allá de las sierra de Cabeza Aguda y el Torozo.

Un grupo de agujas se alza a la derecha, cerca del final de esta cuesta.

La pendiente se fue atenuando según me acercaba a la cuerda, que alcancé...

... un poco al oeste del Risco de Miravalles. Girando a la izquierda (NE), me dirigí a él. Luego, el resto del camino hasta la cumbre estaba claro: seguir al nordeste la amplia cuerda de pendiente moderada.

Cubierta de hierba y matorral rastrero, algunas rocas afloran aquí y allá, pero sin estorbar el paso. Si me volvía, el panorama al oeste se iba tornando cada vez más amplio.

La subida final es algo más intensa pero, siendo el terreno tan apacible, se lleva muy bien. Además, las rocas de la cumbre y de la vecina Picota, parecían tirar de mí.

Eran las dos y cuarto de la tarde cuando alcancé el Cabezo de Mijares, entre cuyas rocas pasé un buen rato, pese al fuerte viento que soplaba. No en vano llevaba más de cuatro meses ayuno de cumbres.

Al oeste, en el macizo central de Gredos,...

... el Almanzor, La Galana y compañía presentaban un aspecto magnífico.

Volcando la vista al norte, la vecina Picota, con la Serrota al fondo. Más a la derecha,...

La Sierra de la Paramera.

Un poco al sureste de la cumbre, un cartel marca la punta secundaria llamada Cabezo de Gavilanes. Subí, con cierta precaución por sus rocas escarchadas, pues merece la pena la visita. Una par de metros más baja que la punta principal, es mejor punto de vista...

... al este, donde se prolonga la cuerda, y...

... al sur, con la bruma invadiendo el valle del Tajo y los Montes de Toledo más allá.

Hacia las tres de la tarde, emprendí el regreso, casi por el mismo camino. La única variación es que, al pasar por el punto más bajo del cordal entre el Cabezo y el Miravalles, me desvié a la derecha por un borroso trazo marcado por un hito, para rodear este último pico por la vertiente septentrional de la sierra. No merece la pena. Conocía esta senda pero esta vez la encontré mucho más cerrada y perdida a trozos. Es mejor mantenerse todo el rato por el mismo trazado que usé en la subida.

Una vez en ese trazo principal, bajé sin sobresaltos de vuelta hacia el Puerto de Serranillos, que alcancé hacia las cinco de la tarde, cuando con el sol, ya bajo, perfilando las crestas gredenses.

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