Puigpedrós (2.914)

ASCENSIÓN DESDE MALNIU

POR ENGORGS

El Puigpedrós es el pico más alto de las montañas que abrazan el valle de Campcardós, al norte de la Cerdaña. Monte contundente de formas redondeadas, sus laderas se escalonan, además, en rellanos herbosos bajo el amplio lomo culminante. Lomas transversales de gran desarrollo abrigan barrancos, que son buenos ejemplos del relieve periglaciar, con cabeceras en circo, lagos en los rellanos y fondo plano. Típico Pirineo Oriental, las vertientes están pobladas por densos en sus partes más bajas, a los que suceden los prados de altura, sin apenas presentar matorral. En este apacible entorno, la roca surge en muy pocos lugares, aunque, cuando lo hace, es de forma espectacular.

La ruta comienza con un desplazamiento en horizontal al oeste, hasta el barranco de Engorgs, que se remonta para alcanzar la cuerda y ascender por ella a la cumbre. El retorno es por la ruta habitual desde Malniu, recorriendo el ancho contrafuerte del Serrat de les Perdius Blanques.

El Puigpedrós culmina suavemente la montaña de Campcardós

SITUACIÓN:

  • Zona: Cerdaña (Pirineos)
  • Unidad: Campcardós
  • Base de partida: Meranges (Gerona)
ACCESO: Meranges es una población y municipio gerundense situado en el extremo occidental de la provincia, en la verteint5e meridional del macizo de Campcardós, que forma parte del tramo de Pirineo que cierra el valle de la Cerdaña por el norte. El punto de partida es el Refugi Malniu, situado por encima de Meranges, a unos 10 km de excelente pista. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.123 / 2.914
  • Mi tiempo efectivo: 4h20
  • Mi tiempo total: 6h07
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por sendas o terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Refugi de Malniu por una pista al fondo del aparcamiento (O), que se prolonga por la senda del GR11. Al cabo de un buen rato atravesando la ladera meridional de la sierra, se llega junto al cauce del Torrent d'Engorgs. Girar a la derecha (NE), abandonando la senda y remontando el circo homónimo por los prados y pedreras de su vertiente oriental hasta la Portella Blanca de Meranges. Tomar allí el cordal a la derecha (SE) hasta la cumbre del Puigpedrós.

Bajar directamente el sureste, por el suave plano inclinado de las Molleres de Puigpedrós. La bajada continua, por senda, siguiendo el ancho espolón del Serrat de les Perdius Blanques hasta topar de nuevo con el GR 11, que se toma a la derecha (E) para regresar al Refugi de Malniu.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ascensión muy fácil y agradable, casi un paseo familiar. Lo habitual es realizar subida y bajada por el Serrat de les Perdius Blanques, ruta que empleé para descender; sin embargo, por esa opción más directa se pierde la mayor parte del atractivo de esta ruta: el tramo horizontal de GR sirve para calentar las piernas y transcurre, a la sombra de los pinos, por parajes encantadores y con bonitas vistas; el circo de Engorgs tiene su belleza, dentro de su modestia. Respecto al tramo de cuerda, también posee estupendas perspectivas. Todo ello, sin tener que afrontar una mayor dificultad; es más, la subida es por ahí más reposada. El coste es prolongar en poco más de una hora una jornada que, incluso así, es corta. Todo esto viene a que, ya que vamos a Malniu para subir al Puigpedrós, es una pena limitarse a subir y bajar directamente: sólo con emplear un poco más de tiempo, se tiene una ruta mucho más atractiva.

RELATO GRÁFICO:


Ya hacía calor cuando salí del Refugi de Malniu siguiendo las marcas de pintura del GR 11 que me llevaron, inicialmente, por un ancho camino que sale, en dirección oeste, del fondo del aparcamiento. Al pasar junto al ibón vecino, el carril acaba y se prolonga por una senda que asciende a una loma herbosa, donde un cartel anuncia la dirección al Refugio de Engorgs, por si hubiera alguna duda.

El camino me llevó por la ladera meridional de la montaña, en una travesía prácticamente horizontal a través de un pinar poco denso, desde el que veía, entre los árboles, la larga barrera de las sierras de Cadí y... 

... Moixeró, al otro lado de la Cerdaña.

También se veía la silueta de la Sierra de Montgrony.

Al doblar el espolón de Pedradreta, entré en otra cuenca y el bosque se adensó, al tiempo que apareció, al fondo, la Portella de Engorgs, marcando la cercanía del final del flanqueo.

Pero, antes, una corta pero pronunciada bajada me llevó a un claro atravesado por un torrente, el de Coma Pregona, buen lugar para hacer un alto al sol y gozar de las vistas sobre...

... el valle del Río Duran, cuya cabecera estaba rodeando. Tras atravesar otra banda de bosque, salí a...

... terreno despejado a la entrada del profundo y árido tajo que abre el Torrent d'Engorgs.

La senda prosigue horizontal, a cierta altura del cauce, hasta que al final una breve subida lleva a...

... lo alto del lomo que cierra el corte por la derecha. Desde esa pequeña prominencia, veía a mi derecha una ancha vaguada verde. Al otro lado del torrente estaba el refugio, hacia el que no es necesario dirigirse; en vez de eso, abandoné la senda por la derecha (NE) para remontar el amplio valle. Para no perder altura en el terreno ondulado, me encaramé a la terraza sobre las pedreras de la vertiente oriental que, pese al aspecto que presentaban, encontré bien asentadas.

Al ir ganando altura, fui empezando a ver a mi izquierda el circo cabecero de esta cuenca de Engorgs que, sin llegar a ser espectacular, presenta ya...

... un ambiente de alta montaña.

Lo que aparentaba ser el collado, es en realidad el borde de un rellano, cerrado por una antigua morrena, que ascendí tras cruzar el nevero bajo el que corría el torrente. Al otro lado, la subida continuaba, aún más suave, por terreno de prado pedregoso hasta, esta vez sí, la cresta del macizo, bien marcada por el pico oriental de Engorgs.

Extrañado por no haber visto los laguitos que figuran en el mapa, fui mirando hacia el oeste según subía, hasta que se descubrieron como lo que en realidad son: unos rellanos pantanosos que el IGN nombra con propiedad como Molleres (Turberas) de Engorgs.

Al alcanzar la Portella Blanca de Meranges, se abrió a mis pies el valle francés de Campcardós, corazón del macizo, sobre el que se elevaban los Pics de Fontnegra. A la derecha,...

... una cresta rocosa caía al norte desde el cordal principal. Sobre ella, imponente, la Roc Colom. Aún más a la derecha (SE),...

... remonté la cuerda, de pendiente mediana y recorrida por una senda. Posiblemente, también la cuenca de Engorgs pueda remontarse por una traza pero fue tan cómoda la subida por donde me marcó el terreno, que no la eché de menos.

No necesité subir mucho para dominar, volviéndome, toda la cuenca de Engorgs, sobre cuya cresta asomaba la cumbre de la Tossa Plana.

Con el cambio de perspectiva, pude ver toda la cresta de la Roc Colom, rematada en su extremo por la Peiraforca, diferente pero también bonita.

Cerca ya de cumbre, el horizonte occidental se llenó con las montañas andorranas.

También comencé a ver el Carlit, por la misma vertiente por la que había subido el día anterior.

La pendiente cedió en las cercanías de la cumbre, que se presenta como un amontonamiento de bloques en medio de una extensa culminación herbosa de ligera convexidad. Cuando me encaramé al mismo, vi más allá...

... otra pequeña elevación. Allí, está el vértice geodésico del Puigpedrós. Según el GPS, ambas puntas tienen exactamente la misma altitud… haremos caso al IGN. Eran las 12 de la mañana y la brisa permitía estar bastante bien en la cima. Además, como la punta oeste, con su gran hito de piedras parecía atraer más gente, estaba bastante tranquilo en la oriental. Hasta llegar a cumbre, sólo me había encontrado un par de personas durante el trayecto pero, mientras estuve allí, no pararon de subir y bajar excursionistas por la ruta directa desde Malniu. Desde la cumbre principal y más allá de la otra punta, el horizonte occidental estaba lleno de montañas.

La Tossa Plana.

Coma Pedrosa y Medacorba.

Al noreste, el Carlit.

Finalmente, al sur, la calima apenas dejaba intuir la sombra de Cadí, Moixeró y Montgrony. A la una menos cuarto emprendí el descenso, que realizaría directamente hacia Malniu, por el camino más usual. En primer lugar, guiado por abundantes hitos, bajé de la cima al sureste, hacia un extenso llano de ligera inclinación: las Molleres de Puigpedrós. Aunque varias alineaciones de hitos lo atraviesan, el terreno es tan suave y cómodo que me limité a caminar directamente hacia la esquina derecha del plano inclinado, donde un par de hitos más grandes destacaban contra un fondo difuminado.

Desde allí, en el extremo de este gran pradera, me despedí de la cumbre y emprendí...

... el descenso del Serrat de les Perdius Blanques, empinado y anchísimo espolón, cubierto de hierba y piedras, que se precipita al valle del Duran. Una senda, difusa al principio pero que se iba aclarando poco a poco al unirse itinerarios, facilitaba el descenso.

A media bajada, cerca del Coll de les Molieres, que dejé a la derecha,...

... el terreno perdió pendiente y la senda giró a la izquierda.

Posteriormente, el descenso se volvió a empinar, al tiempo que encontraba los primeros pinos y comenzaba a ver el lago cercano al refugio.

No tardé mucho en topar con el GR 11, que tomé a la izquierda (E) para, por el camino que ya había recorrido esa mañana, alcanzar en poco tiempo y con comodidad el Refugi de Malniu, donde estuve antes de las dos y media.

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