La Muela (2.104)

ASCENSIÓN DESDE SAN MAMÉS

POR LA CHORRERA Y REAJO ALTO, BAJANDO POR EL LOMO GORDO

La Muela es el dosmil más oriental del Guadarrama. Aquí empieza la Somosierra: los relieves se hacen aún más suaves y los pinares llegan casi a la cuerda, tan amplia que, en algunos lugares, el llano culminante llega a tener un kilómetro de ancho y se pierde la sensación de cresta. Sin embargo, desde los bordes de ese lomo, donde el terreno se desploma hacia el llano, están las mejores vistas del Valle del Lozoya y la estepa sin límites al norte. Ambas vertientes están pobladas de grandes masas de pino albar, a cuya sombra prosperan los helechos; y, aunque son bosques muy explotados y atravesados por una densa red de pistas, conservan su encanto.

La ruta es un itinerario circular que alcanza la cuerda por los lomos que limitan el Arroyo del Chorro y visita, de paso, su popular cascada.

La cuenca del Arroyo del Chorro se abre en la vertiente oriental de La Muela

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra de Guadarrama (Sistema Central)
  • Unidad: Somosierra
  • Base de partida: San Mamés (Madrid)

ACCESO: La Quesería Artesanal Santo Mamés está a 75 km al norte de Madrid, por Buitrago de Lozoya y el pueblo de San Mamés. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.190 / 2.104
  • Mi tiempo efectivo: 4h51
  • Mi tiempo total: 5h54
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En El Arenal, seguir por la pista que llega desde la carretera. A poco de pasar la Casa del Leñador, en una curva a la derecha, continuar recto (O) por el camino, más estrecho, que conduce a la Chorrera de San Mamés. Seguir por la senda que remonta la ribera izquierda del torrente hasta salir una pista y tomarla a la izquierda (SO). Seguirla durante unos 200 m y dejarla por la derecha (S) para remontar el pinar hasta dar con un camino cuya salida se ha perdido. Subir por el mismo hasta la llamada Pista Horizontal y tomarla a la izquierda (E). Pasado el lomo SE de Reajo Alto, subir a la derecha (O) por el cortafuegos que lo recorre, hasta la cresta de la sierra. Seguirla a la derecha (NE) hasta Reajo Alto y girar allí a la izquierda (N) para alcanzar la cumbre de La Muela.

Seguir la cuerda a la derecha (NE) hasta el Lomo Gordo. Girar a la derecha (SE) para descender por un cortafuegos y, cerca de la cota 1.769, seguir a la derecha (S) por otro. Bajando a través del Tercio del Hoyo, al llegar a una pista, tomarla a la derecha (O). A partir de ahí, escogiendo en las bifurcaciones siempre la rama que baja, se cierra la ruta en la Casa del Leñador y se vuelve por el camino de ida a El Arenal.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta ruta carece de dificultad y es atractiva; el recorrido roza los 1.000 metros de desnivel, pero resulta muy llevadero por la comodidad de los caminos y su moderada pendiente. En suma, que está al alcance de cualquier andarín medianamente preparado. Sobre sus atractivos, éstos son variados, pues, además del panorámico paso por la cresta, incluye la Chorrera de San Mamés y es bastante adecuada para épocas de calor, pues una parte considerable del mismo transcurre a la sombra de los pinos.

Por cierto, que los pinares de esta parte de Guadarrama no tienen mucho que envidiar en cuando a desarrollo y densidad a los famosos de Valsaín o Rascafría, aunque sean bastante menos conocidos. Precisamente, aunque este tramo de cordal, entre los puertos de Navafría y Somosierra, está lleno de pistas y es tan hermoso y panorámico, es de los lugares menos transitados de la montaña madrileña e incluso los fines de semana, se suele caminar en soledad la mayor parte del tiempo.

RELATO GRÁFICO:

Salimos de las instalaciones ganaderas de El Arenal caminando por la misma pista por la que habíamos llegado con el coche. El día se presentaba propicio, con nubes altas protegiendo del sol. Por fin, tras un verano extremadamente caluroso, teníamos una temperatura razonable para salir a la sierra. Al principio, atravesamos un paisaje abierto, de prados resecos...

... salpicados por pequeños grupos de árboles que se diría que hacían de avanzadilla del robledal que puebla la falda del Reajo Alto.

Con la ganancia de altitud, muy suave pero constante, pronto fueron surgiendo a nuestra espalda las crestas de la Cabrera, el Mondalindo y la Cruz.

Tras seguir por la izquierda (NO) en una bifurcación, entramos en el Arroyo del Chorro, que la pista remonta por su vertiente izquierda. Al fondo, el verde oscuro de los pinos estaba interrumpido por los canchos por donde se desliza la Chorrera de San Mamés.

Al ratito, pasando junto a la Casa del Leñador, entramos en el pinar. Y, enseguida, dejamos la pista, continuando recto (O) por un desvío cuando ésta gira en redondo a la derecha. El nuevo camino es ancho al principio y atraviesa la ladera hacia el fondo del barranco.

Al salir de los árboles, se transforma en una senda estrecha y accidentada, pero clara. Por ella, cruzamos un torrente y superamos un cancho antes de que, al doblar un lomo, apareciera ante nosotros la Chorrera de San Mamés. Este cordón de agua deslizándose sobre una gran lancha de roca puede no ser muy espectacular, pero...

... resulta bonito en su modestia. Además, al levantar la vista desde lo alto de la cascada,...

... se contempla una bonita perspectiva de las sierras meridionales de la zona de Ayllón.

Tras una corta parada, continuamos remontando el Arroyo del Chorro, ahora por una borrosa senda. Aunque al principio estaba señalada con hitos, éstos no tardaron en desaparecer, al tiempo que el trazo acababa de difuminarse hasta desaparecer. Parece que por aquí la gente se da la vuelta... a pesar de que el terreno no es empinado ni incómodo y que la orientación, llevando a la izquierda el fondo del barranco, es obvia.

Al poco de volver bajo los pinos, salimos a una pista amplia y casi horizontal. Tomándola a la izquierda (SO), cruzamos el riachuelo que veníamos remontando y avanzamos por la vertiente opuesta durante 250 m. Buscábamos...

... la salida de un camino señalado en el mapa y, al ver que sobrepasábamos claramente el lugar sin que apareciera, dejamos el carril por la derecha (SO) para subir a través del pinar, despejado y de pendiente llevadera. Tras ganar una veintena de metros en diagonal a derechas (O), dimos...

... con el camino de marras. Éste es amplio, de firme y trazado buenos, pero con evidentes signos de abandono. Se ve que, en algún trabajo en la pista, se cargaron el acceso y ya no se usa. En fin, que tomamos el carril a la izquierda (O) y...

... continuamos remontando el Arroyo del Chorro, ahora por su ribera derecha y lejos del cauce. Si al principio el camino estaba poblado de matorral, más arriba casi desapareció bajo unos pinos de repoblación; pasados éstos,...

... salimos a la propiamente llamada Pista Horizontal, que, durante muchos kilómetros, recorre la ladera meridional de la sierra hacia los 1.800 m de altitud. Tomándola a la izquierda (E), nos llevó bajo los pinos y luego...

... a través de una empinada vertiente de pasto y pedregal hacia el lomo SE de Reajo Alto, definido a esta altura por un vistoso roquedo.

Enfrente, al otro lado del Arroyo del Chorro, podíamos ver el Lomo Gordo, así como el cortafuegos que baja cortando el pinar, por el cual descenderíamos desde el cordal.

También había una buena perspectiva desde aquí hacia las crestas de Ayllón.

Según doblamos el espolón, viendo que el terreno por encima de la pista era favorable, la dejamos por la derecha (SO) y comenzamos a remontar este lomo, amplio y herboso.

Enseguida nos topamos con un cortafuegos, que debe salir de la misma pista un poco más adelante. Lo fuimos remontando, contemplando...

... la Sierra de la Cabrera y el Mondalindo a nuestra izquierda y...

... la cima del Reajo Alto, ya bastante cercana, al otro lado.

Al llegar a un entronque de lomas, se descubrió al oeste el Reajo Capón.

Y, volviéndonos, toda la Cuerda Larga y Peñalara sobre el Valle del Lozoya, en... 

... una estupenda perspectiva.

Giramos a la derecha (NO) y seguimos ascendiendo por el cortafuegos, entre un matorral denso y bajo.

Cerca del lomo de la sierra, pasamos a caminar entre unos pinos de escaso desarrollo y el cortafuegos se transformó en un carril...

... no muy marcado. Siguiéndolo, sobrepasamos la divisoria y topamos con el camino que sigue el cordal. Tomándolo a la derecha (N), fuimos ganando muy suavemente altura por él. Al salir a terreno despejado, vimos a nuestra derecha una ligera elevación en el monótono altiplano cimero: Reajo Alto. Dejando por la derecha (E) la vereda, fuimos directamente hacia allí por el prado.

Aunque la subida apenas era perceptible, notamos la ganancia de altitud al volvernos: las Cabezas de Hierro, Peñalara y el Nevero se habían descubierto más allá de Reajo Capón y el suave terreno circundante.

Al llegar al hito que marca el vértice geodésico de Reajo Alto, recuperamos la visión de la Sierra de Ayllón, con casi todos sus dosmiles perfectamente identificables: Buitrera, Tres Provincias, Lobo y Cerrón.

Más a la derecha, las grandes sierras meridionales del macizo: Robledal y la Puebla. Respecto a las vistas sobre el Valle del Lozoya seguían siendo magníficas.

Éste vértice no sólo no es la cumbre de Somosierra; ni siquiera es el punto culminante de esta elevación. El mismo (dos metros más según las lecturas del GPS) es una pequeña prominencia cubierta de matorral y situada 130 m al ONO (creo que justo donde el límite provincial hace un ángulo en el mapa y donde he pintado el triángulo rojo). Tras una buena parada, nos acercamos al mismo y...

... proseguimos hacia La Muela, caminando al noroeste a través de un suave terreno ondulado de pasto y matorral abierto. Ahora sí que estábamos en el punto más alto entre los puertos de Navafría y Somosierra y en el dosmil (que merezca tal nombre) más oriental del Guadarrama.

Al desplazarnos al norte, las vistas habían cambiado. En primer lugar, Peñalara aparecía por el boquete del Puerto de Navafría, bellamente enmarcado por el Reajo Capón y el Nevero.

Además, está la inmensidad castellana, invisible desde el Reajo Alto, así como...

... la hermosa caída norte de la Somosierra, cuya curvatura me ha parecido siempre especialmente armónica.

Tras otra parada corta, dejamos el lugar dirigiéndonos al sureste, a fin de retomar el camino que recorre la cuerda hacia la izquierda (NE) para...

... dirigirnos por el mismo hacia el siguiente pico, o mejor decir domo, de la misma: el Lomo Gordo, al que llegamos tras unas suavísimas bajada y subida.

La vista hacia atrás desde esta pequeña prominencia impresiona por anti-alpina: ¿es esto alta montaña? Pues, según los geógrafos, sí. El Reajo Alto mide más de 2.000 m, lo cual no quita para que su cima sea extensa y que la culminación del cordal en que se engarza se pueda calificar de llanura, más que cresta o loma.

Más allá del Lomo Gordo, el cordal prosigue alto, ancho y suave, hacia el Puerto de Somosierra, del que nos separaban 20 km: ésta sí que es la cuerda más larga de estas sierras... y mucho menos recorrida que la que recibe tal nombre. En fin, que giramos a la derecha (SE), para...

... bajar por lo alto de un lomo que cae a ese lado, recorrido por un cortafuegos.

Tras cruzar la Pista Horizontal, la suave pendiente por la que descendíamos acabó en un rellano vecino a la cota 1.769, donde paramos a mirar atrás. Nos despedimos de la cumbre, pues allí, al girar a la derecha (S), entramos...

... en el pinar, que atravesamos por el empinado cortafuegos que atraviesa el Tercio del Hoyo. Tras una bajada breve pero muy intensa, topamos con...

... una pista que lo cruza. La tomamos a la derecha (SO) y fuimos atravesando el pinar casi en horizontal. Al poco, tomamos un desvío a la izquierda (SE) que baja con más decisión.

Poco veíamos entre los árboles; sólo algún ocasional hueco entre el denso ramaje nos dejaba contemplar, por un instante, alguna de las crestas circundantes.

No tardamos en pasar por el cruce donde habíamos abandonado la pista para ir a la Chorrera de San Mamés, pues esta pista es la misma por la que habíamos comenzado la ruta.

Sin más que seguirla, sin hacer caso de algún que otro desvío, salimos del bosque por la Casa del Leñador y atravesamos los prados hasta El Arenal.

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