Cap de Boumort (2.077)

ASCENSIÓN DESDE HORTONEDA

LOMO SUROESTE, CON LA COGULLA (1.624)

El Cap de Boumort es la culminación de la sierra del mismo nombre, que forma parte del Prepirineo central catalán, ocupando concretamente el tramo entre los ríos Noguera Pallarresa y Segre. El Boumort es un extenso macizo de flancos empinados culminado por una extensión suavemente ondulada. Grandes riscos cuelgan sobre los barrancos circundantes, mientras pinares y praderas se alternan en ese curioso y panorámico altiplano a más de 1.500 m que, si hoy se encuentra atravesado por pistas para uso principalmente cinegético, antiguas masías, bancales y majadas dan testimonio de una ocupación más estable en tiempos pasados, pese a que las condiciones de vida debían de ser durísimas. Sus principales atractivos son un entorno solitario y apacible, con notables vistas en todas direcciones, que van del Cotiella al Puigmal, pasando por todo el arco intermedio.

La ruta consiste en ir recorriendo cordales en un itinerario circular entre el pueblo de Hortoneda y la cima de Boumort.

La mole del Cap de Boumort desde la Cogulla, pequeña prominencia del lomo suroeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Prepirineo Central Catalán
  • Unidad: Sierra de Boumort
  • Base de partida: Hortoneda (Lérida)

ACCESO: Hortoneda está 107 km al NE de Lérida por Camarasa y La Pobla de Segur. Rodeando el núcleo principal del pueblo, tras pasar junto a la iglesia, tomar a la izquierda la Calle de la Font, hasta una plazoleta donde hay una fuente con abrevadero. Es el lugar más idóneo para aparcar. No hay establecimientos públicos en Hortoneda; el último lugar con tiendas, bares, etc., es Pobla de Segur, 13 km antes. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 988 / 2.077
  • Mi tiempo efectivo: 6h43
  • Mi tiempo total: 8h25
  • Dificultades: Ninguna. Sólo hay un breve tramo sin marcar por pinar y la orientación consiste en seguir la pendiente. El resto es camino o terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Llegar hasta el final del asfalto en Hortoneda y seguir por la pista de tierra que continua la carretera al E. En la primera bifurcación que se encuentra, girar a la derecha (SE) para remontar la Serra del Banyader hasta salir al lomo del Boumort. Tomar a la izquierda (NE) el camino que recorre la cuerda, desviándose del mismo si se quiere pisar la cima de La Cogulla. En la Era del Comú, desviarse a la izquierda (N) por una senda poco marcada que remonta la ladera hasta el Pletiu dels Roquissos, que se recorre al E manteniendo la altitud, hasta la Refugio de Boumort. A partir de aquí, subir directo al NE a través del pinar, hasta salir de los árboles y llegar al Cap de Boumort.

Bajar por el lomo O, pasando por el Planell Ras y cruzando una pista hasta dar con otra en las proximidades del Bony del Comú, que se toma a la derecha (NO) para continuar por el cordal. Siguiéndola, se llega a la Ermita de San Cristòfol, que merece una visita. Para regresar al pueblo, retroceder un poco, hasta las terrazas de las Bordes de Segan, donde se deja la pista por una senda que sale al O (derecha a la vuelta). Cuando desemboca en otra pista, en el Llau de Mitgenca, tomarla a la izquierda (SO) para llegar a Hortoneda.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Aunque el refugio de Boumort puede alcanzarse en vehículo, creo recomendable alargar la ruta saliendo a pie de Hortoneda: se visita una variedad de parajes bonitos y con amplios panoramas. La ruta no tiene así otra dificultad que su longitud, que tampoco es para tanto, pues el terreno es muy cómodo. A cambio, adquiere una entidad que creo que está más a tono con la categoría de la montaña.

La subida desde la cabaña queda algo más suave yendo un poco por la vertiente sureste (pista) y subiendo por terreno despejado, en vez de ascender directamente por el bosque. Si ascendí directamente, fue para protegerme del viento que soplaba fuerte por allí y, la verdad, el interior del pinar no presenta obstáculos y, si bien no hay hitos ni senda, la orientación es fácil: “parriba hasta que sacabe el mundo”, que dicen en mi pueblo, y ya está.

El otro tramo sin camino, por la loma occidental, también es más o menos cómodo y, el único problema, que el cordal es tan amplio y romo que cuesta distinguir la curvatura. Pero se puede. Total, que alguien medianamente ducho en moverse por el monte no debería tener ningún problema.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar en la plazoleta de la fuente, proseguí, ya andando, por la carretera y, cuando acabó el asfalto, por la pista que deja Hortoneda por el este. Un cartel a pocos metros de la última casa indica que por ahí se va al Coll de la Creu; pero no era ése mi camino, sino que, enseguida, tomé a la derecha (SE) una pista algo menos marcada, la cual sube hacia el ancho lomo de la Serra del Banyader, cordal secundario por el que iba a ganar la cresta.

Ascendiendo suavemente entre matorral y arbolitos dispersos, pude contemplar cómo quedaba atrás el pueblo, situado en un alto rellano entre riscos y con un fondo de montañas que iba descubriéndose paulatinamente.

Entre los primeros, destacaba el Roc de Santa, sobre la que asomaba el complejo roquedal de la Sierra de Gurp.

En el horizonte, la nieve aparecía pintando las montañas de Aigües Tortes, con el Pic de Mariolo en el centro.

Según remontaba la loma, al salir a lo alto de la misma, vi a mi izquierda la Torreta de l’Orri más allá de un par de cordales. Allí iría al día siguiente.

La visión del Cap de Boumort y la Cogulla un poco más tarde, me anunció que acercaba a la cresta.

En el entronque de la Sierra de Banyader con la misma, el terreno se ensancha en un alto llano herboso. Allí, ante un cerro boscoso, el carril se dividió en dos y yo tomé el de la izquierda (SE), para dejar éste de lado y...

... salir a la cuerda en un ancho collado abierto al este. Allí, el camino que seguía desembocó en otro que recorre el cordal y que tomaría a la izquierda (NE).

Antes, me volví a contemplar el panorama al noroeste: tras una primera línea formada por las montañas que cierran Boí por el sur y el Montsent, se desplegaban algunas crestas de más porte, destacando el Macizo del Posets a la izquierda.

Recorriendo la cresta hacia el Cap de Boumort, dejé el camino un par de veces por la derecha para asomarme al...

... vallecito de Carreu.

Mirando atrás, veía las dos partes de la Sierra de Montsec más allá del corto tramo de cresta que había recorrido.

Tras una corta y llevadera subida por el lomo de La Cogulla, el camino soslaya este pico por el este. Para pisar esta cima, dejé el carril por la izquierda, en un lugar marcado con un hito, del cual sale una marcada traza al norte, la cual me condujo en muy gradual ascenso hasta lo alto del cerro.

Desde allí, hay unas notables panorámicas. La principal novedad, que era visible el Mont Roig entre sus satélites.

Al sur, la vista se había ampliado hacia el más meridional reborde del Prepirineo.

Al este, aparecieron el Turbón y, por muy poco, el Cotiella.

También era buena la vista sobre el Cap de Boumort, incluyendo la subida: entre el verde de los pinos y el pasto seco, se notaba la inflexión en la ladera del Pletiu dels Roquissos, que recorrería en diagonal ascendente. Para llegar allí, bajé de la Cogulla directamente al este, sin senda pero por terreno cómodo de pastizal, hasta reencontrar el camino del cordal, el cual me llevó hasta el collado de la Era del Comú.

Allí, dejé este carril, tomando unas rodadas que salían a la izquierda (N), las cuales dejé a su vez a los pocos metros, en una curva a la izquierda, para subir recto (N) siguiendo...

... lo que podría ser el muy borroso trazo de una senda, que abría un surco despejado en el matorral.

Dejándome llevar por lo mejor y con la referencia de una torrentera a la derecha, fui ganando altura por la ladera, cruzando aquella cerca de su arranque, lugar desde donde se ve bastante bien el cerro de la Cogulla.

Enseguida, di con unos aterrazamientos o grandes corrales, no estoy muy seguro, construidos con cantos rodados. Un par de hitos parecían confirmar que estaba en el buen camino, aunque ni vi más ni la traza estuvo clara en ningún momento. Sobre mí, se comenzaba cercano un pinar. No penetré bajo los árboles, sino que, derivando a la derecha (E),...

... remonté en diagonal este Pletiu dels Roquissos siguiendo más o menos la linde del bosque. Luego, ésta fue quedando atrás y, entonces,...

... me encontré con un camino que recorre la ladera ganando altura en una muy suave diagonal. Lo tomé a la derecha (SE) y...

... continué flanqueando y ascendiendo poco a poco.

Enfrente, en la Serra del Carreu, se abría el boquete del Forat dels Prats, a través del cual aparecían anónimas crestas a contraluz.

Alternando tramos despejados y a la sombra de los pinos, fui llegando al refugio del Boumort.

Allí, el camino desembocó en otro horizontal, el cual crucé para acometer la última parte de la ascensión: una subida directa a través del pinar, que se presentaba abierto y  moderadamente empinado bajo los árboles.

Del mismo salí ya a la culminación de la sierra, terreno de prado suavemente ondulado. Al otro lado de una hoya boscosa, vi una banda de roca y hacia él me dirigí trasponiendo la depresión por donde mejor me pareció.

Superado el modesto cancho, llegué a la amplia cúpula herbosa que constituye la cumbre del Cap de Boumort.

Esta cima es un excelente mirador, comenzando por el sur, donde el Montsec aparecía silueteado por la bruma más allá de la vecina Serra de Carreu.

Al sureste, la silueta inconfundible de Montserrat asomaba sobre la Serra de l’Aubenç.

Siguiendo con el giro a la izquierda, montañas del Berguedà: Cadí, Pedraforca, el Verd, Port del Comte,...

Luego, Puigmal, Monturull, montañas de Andorra, Salòria, Pica de Estats y Torreta de l’Orri.

A los lados del Mont Roig, eran ahora visibles el Certascan y el Mont Valier.

Ya al noroeste, el Montsent, las montañas de Aigües Tortes y el cordal meridional del Valle de Boí.

Más lejos, Turbón, Cotiella y Posets dejaban entrever otros montes difícilmente reconocibles.

Al oeste, llegaba a ver en el horizonte el Tozal de Guara. Bajando en esa dirección comencé el regreso, caminando por un ancho lomo herboso. Tras dejar atrás una cabaña, entré en el pinar para...

... continuar el descenso siguiendo el lomo occidental de la montaña, ancho y poco marcado. El suelo mostraba a veces lo que podría ser un rastro de paso, pero es mejor fiarse del terreno y avanzar al oeste y suroeste por lo más cómodo.

Alternando tramos más y menos empinados y siempre despejados bajo los árboles, llegué a una pista que cruza la loma. La tomé a la izquierda (S), para...

... dejarla muy poco después, en la siguiente curva, por la derecha (SO), cuando me pareció el paso bueno entre los árboles.

En este segundo tramo de loma, encontré incluso zonas en que la misma aparecía despejada entre los árboles, aunque las vistas seguían tapadas.

Al rato, cerca del Bony del Comú, llegué a un nuevo camino. Éste lo tomé a la derecha (NO).

Salí enseguida a terreno despejado, llevando el Montsec ante los ojos y...

... el profundo corte del Llau de Perauba a la derecha. Sobre éste, se elevaba espectacular el rocoso flanco del Montpedrós; a su izquierda distinguía una casita en el collado: la Ermita de Sant Cristòfol, a la cual me dirigía.

El camino rodeó la zona de terrazas y corrales de las Bordes de Segan. Proseguí sin hacer caso a ningún desvío y...

... tras pasar una breve arboleda, desemboqué en el collado donde se levanta la ermita.

Ésta es un rustico edificio, pequeño y gracioso, en cuyo interior abierto hay una imagen del santo, un pequeño altar, ofrendas, un libro de firmas,... los cuales, curiosamente, no han sido vandalizados.

Pero el gran atractivo del lugar es la vista que se tiene del Cap de Boumort mostrando su lado más agreste.

Para continuar el regreso, volví un trecho por el mismo camino, fijándome en que ya veía de nuevo Hortoneda.

Al llegar al laberinto de muros de las Bordes de Segan, tomé a la derecha (SO), la salida no muy visible de un camino que sigue el lomo del monte y parece dirigirse derecho al Roc de Santa, visible al fondo.

Más tarde, el carril se definió algo más, contando también con la referencia, al principio, de ir con un muro a la derecha.

El camino se interrumpió en una balsa. No encontré la salida al otro lado, o no supe verla, y dejé el lugar por la derecha (NO),...

... siguiendo una traza que cortaba el matorral, descendiendo en diagonal por la ladera. Sin embargo, pronto me di cuenta de que no me llevaba en buena dirección y lo dejé por la izquierda (SO) para...

... bajar directamente a través de las terrazas, hasta dar con...

... la continuación del camino original. Éste es por aquí, en la vertiente del Llau de Segan, una veredas estrecha pero muy clara y marcada por hitos. Supongo que el despiste vino de no haber insistido, en la balsa, en continuar en la dirección que llevaba. Total, tomé la senda a la derecha (NO) y, tras un trecho entre encinas,...

... salí a terreno despejado bajo el Serrat de Segan, el cual faldeé por la izquierda al pie de unos llamativos canchos.

Aquí, el sendero se abalcona.

Tras doblar un espolón y cruzar un torrente, el paso de un segundo contrafuerte me dio entrada al...

... Llau de Mitgenca, donde llegué a una pista. Es la misma por la que había dejado el pueblo y, tomándola a la izquierda (S),...

... no tuve más que seguirla brevemente para llegar a Hortoneda con la tarde ya declinando.

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