Pico de la Pila (1.266)

ASCENSIÓN DESDE LA GARAPACHA

CARA SUR Y BAJADA POR LA RUTA NORMAL, CON LOS CENAJOS (1.226)

El Pico de la Pila corona la sierra homónima, segmento de la Cordillera Prebética que se eleva en el centro - este de la Región de Murcia. Como es típico de las montañas del sureste peninsular, surge en medio del liso altiplano, separada totalmente de sus vecinas sierras de Ricote y el Carche, con las que no llega a formar una cadena continua. Morfológicamente, se trata de un macizo de laderas empinadas, donde surge altiva la caliza en forma de aristas y paredes espectaculares. Respecto a la vegetación, hay que distinguir las áridas vertientes exteriores, donde crecen encinas y un variado matorral duro, de una cuenca interna que aloja un denso pinar.

La subida no puede ser más simple y evidente; consiste en remontar directamente la rampa de cantos, encinar y tierra que va del poblado de La Garapacha a la cumbre. Para el retorno, tras visitar el vecino pico de Los Cenajos, escogí lo que sería la ruta normal, combinación de caminos que da la vuelta a la sierra, pasando por su vertiente occidental en busca el paso más cómodo.

Pico de la Pila visto desde Los Cenajos

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Ricote, la Pila y el Carche (Cadenas Béticas)
  • Unidad: Sierra de la Pila
  • Base de partida: La Garapacha (Murcia)

ACCESO: La Garapacha está 40 km al norte de Murcia por Molina de Segura y Fortuna. A través del caserío disperso, subir hasta las casas más altas del extremo norte siguiendo los carteles indicadores a “Sierra de La Pila”. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 627 / 1.266
  • Mi tiempo efectivo: 2h26
  • Mi tiempo total: 3h36
  • Dificultades: F. Numerosas trepadas (I) de pocos metros durante la subida.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de La Garapacha por la pista que sube al norte por la ladera de la sierra. En la zona del Cerro de la Pedriza, cuando el carril gira hacia el NO, dejarlo por un camino menos marcado que asciende en diagonal a la derecha (NE). Tras cruzar la torrentera que baja entre los dos picos de La Pila, girar a la izquierda (N) y, siguiendo unos hitos, emprender la subida directa por La Solana, primero por el cauce y luego por el contrafuerte oriental, que cae de la cumbre principal. Alternando tramos de caminar por pendientes medianas con cortas trepadas fáciles (I), se llega al Pico de la Pila (F).

Dejar la cumbre por una pista que baja al oeste y, en la bifurcación de la horcada intermedia, seguir por la izquierda (NO) para visitar el mirador de Los Cenajos. De vuelta en el collado 1.147, continuar bajando a la izquierda (N). Tras rodear la arista NE y entrar en la cara norte de Los Cenajos, dejar el carril por una senda a la izquierda (O), la cual rodea la montaña en suave descenso, atravesando El Lentiscar hasta salir a la pista del principio. Tomarla a la derecha (S) para regresar a La Garapacha.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Este itinerario combina la ruta más habitual de ascensión a La Pila desde el sur, como bajada, con una subida mucho más agreste y, aunque señalada, mucho menos utilizada. La superación de la ladera de La Solana es espectacular, en un ambiente de media montaña rocosa y con unas bellas panorámicas hacia el llano salpicado de montañitas que rodea Murcia, que además se van ampliando a medida que se gana altura. Las dificultades no son significativas, la exposición en las trepadas es mínima y el matorral no llega a constituir un impedimento a la progresión en ningún momento. Respecto al descenso por la senda balizada (PR), es reposado, apacible incluso; muy bonito y relajado; ideal para soltar piernas.

Total, que he salido encantado de esta visita a una cumbre muy conocida localmente pero que no suele figurar en las listas de picos importantes a nivel nacional. Por lo demás, aparte de una forma física adecuada (en la Solana, se superan unos 450m de desnivel en poco más de un kilómetro de distancia), requiere poca preparación para ser acometida con éxito. Al alcance de la mayoría de montañeros y senderistas.

RELATO GRÁFICO:

Tras dejar el coche cerca de las casas más altas de La Garapacha, comencé a caminar subiendo por una pista asfaltada que se dirige al norte, directo hacia la cara sur del Pico de la Pila, en cuya cima principal se veía la esfera blanca del radar de AEMET.

Este inicio de la ruta está marcado como PR y es una subida habitual a la Pila, aunque las señales no son abundantes. Pronto me llamó la atención, a mi izquierda, un pico especialmente airoso; es el más alto del modestísimo cordal de la Sierra del Águila. Más adelante volverá a salir.

Al poco dejé el asfalto por un ramal de tierra que sale a la izquierda (N) y se mantiene subiendo.

Pese a estar al inicio de la ascensión, las vistas al sur ya se anunciaban amplias. Al doblar un espolón, aparecieron en lontananza las sierras de Carrascoy y Espuña. Más cerca, destacaba la Sierra de Lúgar.

Cuando la pista se bifurca, continué por la derecha (N).

Al doblar un espolón, el panorama se amplió al sureste con la Sierra del Corqué en primer término y la de Orihuela más lejos. Justo a continuación de la curva,...

... dejé la pista, tomando a la derecha (NE) un camino menos marcado, que remonta la ladera en una suave diagonal.

Tras cruzar una torrentera que baja de la cresta, abandoné el carril por la izquierda (N) para remontar la ladera junto al cauce. Algunos hitos marcaban esta subida.

Poco después, crucé un segundo camino y entré en una garganta empinada y pedregosa entre grandes riscos.

Siguiendo siempre los ocasionales hitos, cuando el cauce se tornó incómodo y vi la oportunidad, en forma de unas placas grises sólidas y tendidas, me salí por la vertiente de la derecha (hidrográfica izquierda) y... 

... proseguí ascendiendo más o menos paralelo al barranco y a cierta altura. A mi espalda, la vista se iba ampliando al sur y...

... al oeste, donde, a los montes antes visibles, se sumaron las sierras del Cambrón y Ricote.

Más arriba, volví al cauce para pasar un estrechamiento. A partir del mismo,...

... el terreno, al buscar el mejor paso, me hizo ganar de nuevo altura por la vertiente oriental, pero dejé de ver hitos. Igual van por el fondo pero no puedo confirmarlo y, en todo caso, la ladera por donde subí es cómoda: terreno firme con vegetación abierta y pendiente moderada.

Pronto pude ver, al otro lado del barranco, los canchos bajo los que había pasado antes en toda su magnitud.

Siguiendo el terreno más firme y despejado, aprovechando especialmente lajas de roca, decidí ganar el lomo que cae de la cumbre, identificable por su globo blanco. Además ése me parecía un camino lógico y directo a la cima.

Lo alcancé hacia los 1.030 m de altitud; es decir, algo más de 200 por debajo de la cima. Entonces, se me abrió el panorama al este, añadiéndose al mismo las sierras de Crevillente, Abanilla y Callosa.

Atrás quedaba el barranco, donde no volvería a entrar.

Al suroeste, más allá del espectacular cordal curvado del Águila, la Sierra de Ricote era ya totalmente visible y, a su derecha, iba descubriéndose la del Oro. No deja de resultarme peculiar, pese a llevar unas cuantas visitas, esta disposición de las montañas murcianas, cercanas unas a otras pero aisladas, con las alineaciones cortadas no por collados sino por espacios llanos.

El contrafuerte sur del Pico de la Pila es ancho, de suave curvatura y bastante cómodo de caminar pese a los abundantes pinitos, que nunca llegan a cerrarse. Ya al principio, me cortaron el paso un par de escalones rocosos; el primero de un par de metros y muy inclinado y, el segundo, más alto (4 m) y vertical pero lleno de apoyos (I). Seguro que se pueden evitar por los lados, pero no me molesté en buscar la manera. A continuación,...

... encontré una tercera micro-trepada sumamente fácil y...

... dejé atrás esa primera zona rocosa para afrontar un tramo de pendiente mediana. Éste acaba ante un cancho de más entidad, cuya base rodeé hacia la izquierda (NO) para superarlo por una canal marcada por los pinos, sobre la cual se veían las antenas cimeras.

En su interior, empinado y pedregoso, la vegetación se adensó, así que, en cuanto pude, me salí del mismo superando una panza rocosa que se ve a la izquierda y...

... más cerca en esta foto. La trepada corta (3 m) y tan fácil como las anteriores (I), me dejó ante un corte vertical. Bajando hacia la derecha por terreno empinado pero sin dificultad, llegué a...

... un pequeño rellano ante otro cancho, ya a pie de cima. Éste lo superé remontando la pendiente pedregosa a la derecha, con la referencia del radar.

Justo antes, me detuve a contemplar el panorama al sur: el llano de Murcia, salpicado y rodeado de pequeñas montañas y serrezuelas, altivas en su aislamiento. Perdón por la calidad de la foto pero la luz estaba ese día imposible.

Desde el hito, elevado sobre una plataforma a la espalda de las instalaciones de AEMET, pegué un nuevo repaso a lo visto. Dentro de todo lo que se veía, destacaban, de derecha a izquierda, las sierras de Ricote, Espuña,...

... Carrascoy, Lúgar,...

... Orihuela, Corqué, Callosa y Abanilla.

Al este, un pequeño dédalo de sierras, aún más modestas y salpicadas de canteras.

Al norte, las del Carche y Salinas aparecían aisladas en la llanura amarillenta que se extiende más allá del pinar que llena la cuenca interior de la Sierra de la Pila.

Al oeste, se levantaba el pico de Los Cenajos, donde hay un mirador mejor hacia aquel lado. Así que me encaminé hacia allí, bajando por una pista asfaltada.

Merece la pena dejar el carril por un momento para asomarse desde lo alto al barranco que sirvió de referencia al inicio de la remontada de la montaña, para ver además La Garapacha muy abajo.

Esta carreterita da servicio a las instalaciones que hay en las dos cimas de esta cresta. Caminando por ella, llegué a una bifurcación en el collado entre ambas y, girando a la izquierda, llegué en breve a lo alto de Los Cenajos, donde hay un pequeño refugio y un mirador.

Desde el mismo, lo primero que llama la atención es la cresta que se despeña al noroeste, al pie de la cual pasaría de vuelta. Más allá, el curioso paisaje arrugado de la Sierra Larga, que se alza al sur de Jumilla.

Al oeste, ahora veía en primer término el boscoso núcleo occidental de la sierra, culminado en el Alto de las Manojeras. Sobre su lomo...

... destacaba en la lejanía el carácter abrupto de la Sierra del oro y sus satélites el Almorchón y la Palera. Muy lejos, llegaba a distinguir en el horizonte las masas aisladas del Mojantes y La Sagra y, a la derecha, las crestas de la Sierra de Moratalla.

Al suroeste, panorama conocido, ahora más despejado,...

... lo mismo que al sur.

Al este, una bonita estampa del Pico de la Pila. Para comenzar la bajada, abandoné Los Cenajos por donde había llegado y, al llegar al cruce del collado, continué el descenso a la izquierda (N), pasando a...

... caminar entre empinadas laderas cubiertas de pinos mientras rodeaba Los Cenajos por su ladera oriental, primero, y norte después.

Al entrar en esta última vertiente, la carretera va recta un trecho; a la entrada de una curva a la derecha, tomé una senda muy clara que sale a la izquierda (SO) y, tras una corta subida,...

... atraviesa horizontal la vertiente. Aquí me reencontré con las marcas de PR (había vuelto a la “ruta normal”), que ya no abandonaría hasta el final. Aunque me rodeaba densa vegetación, ésta...

... se abrió un par de  veces a mi derecha, dejándome ver la vecina Sierra del Carche. 

Continuando el rodeo, doblé el contrafuerte noroeste de Los Cenajos. Allí, me encaramé a un pequeño cancho a la derecha del camino, para admirar el desolado panorama al oeste y...

... la altiva arista de Los Cenajos al otro lado.

También veía la continuación del camino, que ahora faldeaba por la ladera oeste, bajo la cual se abre el surco verde del Barranco del Mulo, que separa los dos núcleos de la sierra.

El camino era cada vez más ancho y cómodo.

Desde aquí, el pico más alto de la Sierra del Águila, anónimo hasta donde sé y que ya me llamó antes la atención, mostraba una cima espectacular. Y el resto de la cresta tampoco es manca.

Ante un collado, sin bajar al mismo, las señales me llevaron a girar a la izquierda (SE), entrando en la ladera del Lentiscar.

Por cierto, que, volviéndose, hay una buena vista de Los Cenajos.

La senda se estrecha a veces pero está siempre clara, mientras desciende gradualmente bajo los canchos. Al poco de dejar atrás el collado, proseguí recto (SE) ante un desvío a la izquierda, cuyo trazo veía ante mí, subiendo en diagonal por la ladera.

En este final relajado, me fui entreteniendo con las vistas, amplias a la derecha y...

... espectaculares a la izquierda.

Casi sin darme cuenta, me encontré caminando por una pista y fueron asomando las Casas de La Garapacha monte abajo.

La Sierra del Águila, no me cansaba de mirarla.

La bola de la cumbre me anunció la cercanía del final.

Poco después de verla aparecer, llegué al cruce donde esa mañana había abandonado esta pista. Yendo a la derecha (S),...

... no tardé en reencontrar la pista asfaltada y el caserío de La Garapacha.

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