OTROS
DATOS:
- Cota mínima / máxima: 1.357 / 2.141
- Mi tiempo efectivo: 3h39
- Mi tiempo total: 4h49
- Dificultades: Ninguna. Algún
tramo un poco incómodo por el matorral.
- Track para descargar en Wikiloc
Mapa
tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA
LA RUTA: En la Vega Curueñón, tomar la pista forestal
que remonta el Río Curueño y dejarla por el segundo carril que sale a la
derecha (SE), remonta la ladera oriental del valle y entra en la cuenca del Arroyo Seco. Al paso por un lomo herboso que baja de Peña Navares, dejar el camino por la
derecha (SE), remontarlo y continuar cresteando al NE hasta la cumbre de la Peña Agujas.
Descender al SE por la
arista hasta la Collada Agujas y
dejarse caer a la derecha (SO), entrando en la cuenca del Arroyo Cacabillo, cuyo curso hay que seguir para regresar a la Vega Curueñón.
Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Hacía 19 años
que había ascendido a la Peña Agujas
pero, como casi todo el mundo, lo hice por el Circo de Cebolledo, que es la
vertiente más alpina pero la más estropeada por las instalaciones de la
estación de esquí de San Isidro. Tampoco la noroeste se libra de esos
artilugios, pues aloja la de Fuentes Invierno. Por tanto, cuando quise buscar
una ruta más solitaria y silvestre a esta cumbre y, a la vez, práctica, escogí
la suroeste. No he encontrado referencias a rutas salvo en el correspondiente
cuadernillo de los que, allá en el pleistoceno, publicó Luis Alejos en
Pyrenaica, donde menciona esta posibilidad, sin mucho detalle, como alternativa
interesante a las rutas habituales.
La ruta está
bien; muy leonesa y muy cantábrica. Sin dificultad ni obstáculos relevantes,
transcurre en su mayor parte sin camino ni señales, pero, desarrollándose por
cuerda y barranco, la orientación es obvia; Por otro lado, el matorral, bajo y
poco denso, es muy llevadero. Creo que solucioné estupendamente el acceso a la
Peña Navares, pero no puedo decir lo mismo de la bajada por el Arroyo
Cacabillo, donde terminé, en terreno empinado de matorral. Supongo que habrá
mejor descenso, pero no lo sé. En todo caso y salvando ese inconveniente, la
ruta es una bonita subida a la Peña Agujas, menos alpina que las de la
vertiente de Cebolledo, pero también bonita.
RELATO GRÁFICO:
En el
cruce citado en el apartado “ACCESO”, dejé de lado el ramal que desciende el
valle y el que entra en el Arroyo Cacabillo, yendo a la izquierda (N) por el
que remonta el Río Curueño por su vertiente oriental.
A mi
izquierda, veía la gran Vega Curueñón bajo la Peña el Salto y con la Cuerda del
Ajo al fondo.
Pronto
llegue a la salida de un desvío a la derecha y a contramano (SE), que tomé
para...
...
comenzar a remontar gradualmente, en amplias lazadas, la ladera. El camino era
amplio y estaba medio invadido por vegetación.
En las
curvas más meridionales, me asomaba a la vertiente del Arroyo Cacabillo, que
aparecía entonces dominado por el Cuetu Cerulleda.
La
pendiente se atenuó aún más al llegar a un gran rellano al pie de la Peña
Navares, que pasó a dominarme a la derecha. Pero no me dirigí directamente a
ella, sino que continué al norte, rodeando su base, siguiendo...
... el
camino, cada vez más lleno de un matorral que no llegaba a incomodar. Al entrar
en la cuenca del Arroyo Seco, comencé a...
... ver a
mi derecha, entre denso ramaje, un lomo herboso que ascendía hacia la Peña
Navares.
La
vegetación se interrumpió al cambiar de vertiente y dejé el camino por la
derecha (SE), para remontarlo. La subida fue cómoda, aunque...
...
laboriosa por la extremada pendiente. Pronto fui dominando el valle, viendo al
volverme el boquete del Puerto de Vegarada, entre el Pico de Mediodía, o de la
Solana, y el Salto.
A mi
izquierda, el Arroyo Seco trepaba hacia una Peña Agujas todavía apenas intuida.
Al otro
lado, se extendía la Sierra de Faro, con el Huevo asomando apenas a la
izquierda del Pico de la Solana y la Morala destacado más al sur.
Durante
este tramo, apareció al sur el Bodón, poniendo un toque bravío entre tanta
verde suavidad.
La
pendiente cedió bastante cuando alcancé la roca, que apareció como un crestón,
más afilado pero sin dificultad, que recorrí caminando. A continuación y...
... ya
hasta la cumbre, encontré una arista pedregosa, amplia y libre de obstáculos.
Desde la
Peña Navares, mejora mucho la perspectiva sobre el curso superior del
Cacabillo, dominado por el Cuetu Cerulleda, que ahora dejaba ver a su hermano
mayor, el Pico de la Espina.
Al otro
lado, eran ya bien visibles las cimas de la Peña Agujas y la Cuerna, a ambos
lados de un pico aparente, que era en realidad un hombro de la arista suroeste
de la primera. Ese era mi camino a la cumbre y hacia allí me dirigí,...
...
descendiendo al collado intermedio por un lomo amplio, mixto de hierba y
piedras, que...
... no
presentaba obstáculos ni pendientes intensas. Tras cruzar la horcada,...
...
acometí la subida subsiguiente, que consistió en una prolongada rampa poblada
de monte bajo. No observé traza ninguna, pero tampoco fue un inconveniente pues
el matorral no era denso ni duro y su altura no pasaba generalmente de mis
rodillas.
En el
hombro que antes parecía pico, señalado con la cota 1.961 en el mapa, me
encontré una vieja fortificación de la guerra civil, triste recuerdo de que la
belleza de un paraje no lo mantiene libre de la locura humana. Pese a ello, no
puede dejar de admirar la fina factura artesana de los parapetos, armados con
piedras sueltas sin trabajar y con sus aspilleras dirigidas hacia el Puerto de
Vegarada... ¡Cuánto esfuerzo al servicio de la estupidez!
Al lado
opuesto, se elevaba cercana la cumbre, al cabo de una arista amplia de moderada
pendiente, mi camino a ella, y sobre una cabecera pedregosa, por la que iniciaría
la bajada.
Tras
perder algo de altura y observar el bonito aspecto de este modesto saliente
desde el lado del monte,...
...
ascendí por la arista hasta el hombro en que ésta se funde con la noroeste.
En este
tramo, observé a mi derecha una sucesión de crestas a contraluz, a través de la
Collada Agujas.
En el
entronque, giré a la derecha (E) y continué hacia la cumbre.
Al otro
lado, hacia el norte, se me descubrió el Arroyo de Riopinos, dominado por la
Cuerda del Ajo, y, más allá, el Retriñón y el Pico Torres, entre otras crestas
asturianas.
Desde la
cumbre de la Peña Agujas, el panorama occidental es extenso, comprendiendo las
montañas de Faro y más lejos, visibles a través del Puerto de Vegarada,...
...parte de los montes del Cuadro, destacando el Brañacaballo y la
blanca Peña Celleros, y el Macizo de las Ubiñas, que mostraba su cresta
principal.
Al norte,
ya lo describí, aunque desde la cima misma se ven mejor las paredes
meridionales del Torres y se distinguía también cómo la bruma inundaba los
valles asturianos más lejanos.
Al este,
el terreno caía en el degradado Circo de Cebolledo, que...
... la
cresta de Sentiles separa del no menos estropeado de Requejines. Lo mejor,
levantar la vista para evitarse la más fea versión de la huella del hombre y,
de paso,...
...
reconocer las siluetas etéreas de los Picos de Europa,...
... el
Mampodre, el Espigüete, las Peñas Pintas, etc.
Más a la
derecha, al sureste, la cresta se comba hacia la Cuerna y el Pico Redondo.
Y, si uno
se vuelve al suroeste, puede observar, sobre una árida cuenca tributaria del
Arroyo Cacabillo, más allá del Pico de la Espina y...
... el
Cuetu Cerulleda, no sólo el Bodón, ya totalmente al descubierto, sino también
la Peña Valdorria a la izquierda y la cima del Polvoredo, asomando levemente a
la derecha, sobre el último horizonte.
Estuve
bastante rato en la cima, antes de iniciar la bajada, caminando por una senda
que recorre la cresta al sureste, contorneando una prominencia, desde la que,
volviéndose,...
... se
pueden ver las agujas que dan nombre a este pico.
Llegué a
continuación a la Collada Agujas, donde giré a la derecha (SO) para dejarme
caer por la fuerte pendiente que constituye la cabecera de un desolado barranco
que va a verter al Arroyo Cacabillo.
La bajada
fue intensa y no encontré ni rastro de senda o señales, pero la ruta es obvia
y, el terreno, cómodo y libre de obstáculos. Una vez en el fondo del circo,...
... lo
atravesé para descender hacia un segundo rellano, que debe de inundarse en
épocas más húmedas. La pendiente de este tramo no pasó de mediana y...
... lo
encontré poblado de un matorral rastrero que no entorpece el paso. Desde abajo,
la perspectiva deja ver la cresta y algunos resaltes rocosos pero no la cumbre.
En ese
lugar, nace un torrente, seco en sus primeros metros pero con el cauce marcado
y poblado de vegetación densa. Junto a la huella del agua, una banda de hierba
corta me permitió caminar con comodidad.
Cuando el
matorral se cerró en el cauce y el agua corriendo fue haciendo incómoda la
progresión por el fondo del barranco,...
... gané
altura por la ribera derecha. Gracias además a la abundancia de rastros de
animales, el avance no fue penoso.
Volví al
fondo ya cerca del final de la bajada, cuando de nuevo apareció la banda de
hierba, hasta que...
...
alcancé la confluencia con el Arroyo Cacabillo, que forma un ancho prado con
restos de viejos rediles, al pie del Cuetu Cerulleda.
Allí giré
a la derecha (O) para continuar el descenso por el valle principal,
primeramente siguiendo su eje por donde mejor me pareció, a través de la hierba
y el matorral.
Luego, a
partir de un segundo rellano más abajo,...
... tomé
una senda que sigue la orilla izquierda del arroyo. Ésta se alejó del cauce...
... al
entrar en la Umbría del Pico Cueto, la senda se transforma en un carril, pero
que no lleva la dirección adecuada, sino que va al sur. Así pues, dejé el
camino por la derecha (O) y atravesé el amplio prado. Caminando hacia la
referencia del Picón de la Solana, llegué al borde del rellano y...
...
proseguí la bajada, manteniendo la dirección hacia un otro prado más abajo,
donde fui derivando a la derecha (SO). Al otro lado del mismo,...
... me
encontré una fuerte pendiente poblada de matorral, que acababa en otra terraza
y, luego en el fondo del valle. No viendo mejor alternativa, bajé directamente
hacia el prado más bajo. El descenso fue haciéndose cada vez más penoso, hasta
que terminé,...
... en
los últimos metros, con hierba y cardos hasta el pecho y teniendo que pasar,
como puede, un par de alambradas. Así, volví al eje del Arroyo Cacabillo en...
... un
amplio rellano cubierto de hierba alta. No sé si habrá una alternativa de
bajada mejor en la otra vertiente pero bueno; ésta, aunque confusa e incómoda,
sólo tiene los últimos metros finales malos de verdad. En fin, que, girando a
la izquierda (O), proseguí el descenso del Arroyo Cacabillo y,...
... al
poco, tras cruzar una cancela, me encontré el inicio de un carril que, en pocos
minutos, me dejó en el cruce del inicio.
ayer la hice y me encanto gracias por compartir siempre quise subir al agujas por otro sitio que no fuera el degradado circo de cebolledo pero no encontraba ningun trak gracias al tuyo he conocido unas majadas preciosas y una alternativa fantastica otra vez gracias
ResponderEliminarGracias. Es siempre gratificante constatar que el trabajo de documentar y colgar las rutas es aprovechado por alguien.
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