Pollegó Superior del Pedraforca (2.509)

ASCENSIÓN DESDE EL MIRADOR DE GRESOLET

POR EL COL DEL VERDET Y BAJADA POR LA TARTERA

El Pollegó Superior es el más alto de los picos que coronan el Pedraforca, descomunal peñasco de caliza clara que surge del mar de pinos del Berguedá. Creo que es una de las cumbres más bellas de la cordillera, por aislamiento y altivez. Este pequeño macizo está desprendido al sur de la alineación que forman las sierras de Cadí y Moixeró, de modo que queda prácticamente en el centro del Berguedá, rodeado del resto de sus montañas. Sus ascensiones reúnen atractivos tanto deportivos como estéticos, lo que, unido a una altitud mediana y unos buenos accesos hacen de este pico uno de los más frecuentados de Cataluña y de todo el conjunto de la cadena.

La ruta de Gresolet al Coll del Verdet es bien conocida; rodea la vertiente norte de la montaña antes de ganar la cresta en dicha horcada y recorrerla luego hasta la cumbre. La bajada es más fácil, pero menos agradable y consiste en dejarse caer por los guijarros que llenan el canalón que baja al este de la Enforcadura y retornar al punto de partida a través del bosque de la vertiente oriental. Así, además de visitar la cumbre, se acaba rodeando todo el monte.

El sol matutino dora la vertiente oriental del Pedraforca

SITUACIÓN:

  • Zona: Prepirineo Oriental
  • Unidad: Sierra de Cadí - Moixeró
  • Base de partida: Saldes (Barcelona)

ACCESO: El Mirador de Gresolet está 145 km al norte de Barcelona, por Tarrasa, Berga y Saldes. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.567 / 2.509
  • Mi tiempo efectivo: 4h44
  • Mi tiempo total: 6h04
  • Dificultades: F+. Varias trepadas fáciles (I+), cortas y poco expuestas.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En el Mirador de Gresolet, tomar el sendero balizado que sube al Refugi Lluís Estasén y continuar a la derecha (O), por el que faldea el Pedraforca y, pasando por la Bauma de la Rua Gran, alcanza el Coll del Verdet. Seguir la cresta a la izquierda (S), tocando en el Cim Nord (F+), el Cap de la Canal del Verdet (F+) y el Cap de la Canal Roja, hasta la cumbre del Pollegó Superior (F).

Proseguir por la senda al SE para bajar a La Enforcadura y girar a la izquierda (SE), a través de la Tartera de Pedraforca. Hacia los 1.800 m de altitud, la ruta balizada vira al NE y emprende un flanqueo por la ladera hasta desembocar en el Refugi Lluís Estasén. Ya sólo queda deshacer el camino de ida para volver al  Mirador de Gresolet.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ascensión corta e intensa, subida y bajada transcurren por parajes espectaculares; desde la cumbre el panorama es muy bello. Aunque la mayor parte del recorrido transcurre por sendas bien señalizadas, unas pocas trepadas fáciles, cortas y poco expuestas, añaden juego a la experiencia, sin llegar a ser muy limitantes. Y, en esos lugares de mínima dificultad, unas marcas de pintura señalan la manera más fácil de superarlos.

Así, con sus pequeñas trepadas, esta ruta es muy frecuentada. Subí un sábado, es cierto, pero fui en procesión casi todo el rato. Por otro lado, el que haya excursionistas de todo tipo provoca atascos en los pasos, sobre todo al subir hacia el Cim Nord. Por ello, tal como cuento en la descripción de detalle, en algunos lugares me salí de las marcas para trepar más directamente, pero manteniéndome en dificultades bajas (II / II+).

Se pueden tocar el resto de las puntas de la cresta (el Calderer y las dos del Pollegó Inferior), con un mínimo incremento de dificultad (PD) y sin alargar mucho la actividad. Pero no lo hice porque, una vez pisada la cumbre, el cuerpo me pedía bajar: la noche anterior, víspera de San Juan, tuve una verbena bajo la ventana y prácticamente no había dormido. De hecho, la idea que llevaba de ascensión era otra, bastante más exigente, pero que no me pareció prudente acometerla con el cuerpo flojo y una colmena anidada dentro de la cabeza. En fin, que ya tengo una excusa para repetir visita.

RELATO GRÁFICO:


Tras aparcar en el Mirador de Gresolet, merece la pena, perder unos minutos en bajar las escaleras que llevan a la plataforma pues, sólo desde ella, se llega a ver sobre el pinar la cara norte del Pedraforca, con el Calderer como falsa cumbre. A la derecha de éste, podía contemplar toda la cresta que iba a recorrer, del Coll del Verdet al Pollegó Superior, el cual resulta bien reconocible por la gran diagonal herbosa que tiene debajo.

A continuación, inicié la verdadera ruta volviendo a la explanada del aparcamiento y caminé unos metros por la carretera de acceso, para tomar a la derecha (N) el camino, balizado con pintura amarilla y como PR, que se interna en el bosque y...

... llega al Refugi Lluís Estasén, donde se encuentran varias veredas. Dejando el edificio a la derecha, tomé la que, al oeste, vuelve bajo los pinos para atravesar en imperceptible subida la vertiente norte del Pedraforca.

El camino era magnífico y estaba bien señalizado. El bosque impedía ver más allá de unos metros, aunque en compensación regalaba una sombra que, pese a no ser aún las ocho de la mañana, se agradecía ya. Pasé varios barrancos sucesivos; en esos momentos, podía contemplar las paredes que me dominaban a la izquierda o...

... el pinar del valle de Gresolet al otro lado, bajo las montañas vecinas. Al principio, la vertiente sur del Comabona llenaba ese horizonte.

Luego, al cambiar la perspectiva, aparecieron, sobre el Coll de la Cabana junto al que brillaba el refugio, líneas de cresta paralelas que se sucedían hasta las del Puig Llançada y el Montgrony.

En otro claro, constaté que había sobrepasado la vertical del Pollegó Superior.

Luego, el bosque se fue aclarando y empeoraron algo las condiciones de la senda, al tiempo que ganaba altura más decididamente bajo el risco que aloja la Bauma de la Rua Gran.

Doblando su espolón rocoso, hay un paso estrecho, entorpecido además por un tronco caído. Desde allí, vi entre los árboles otro espolón más al este y, junto a su culminación, un collado herboso; por allí acabaría pasando, pues...

... rodeada la cota de la Bauma de la Rua Gran, no encontré el desvío a la derecha que, según algunos mapas, debía llevarme hacia el Coll del Verdet. Debe de existir, pues luego me encontré su continuidad pero, en ese momento, el terreno a mi izquierda era empinado y abrupto, mientras que la senda, aunque sin marcas, seguía clara ante mí cruzando el arroyuelo que bajaba de la cascada que tenía encima. Luego, continué remontando en diagonal de la ladera hasta...

... una segunda torrentera, ésta seca, que la senda me llevó a remontar.

Esta subida me llevó al collado de cota 1.986, situado en el lomo nororiental del Cap del Coll del Verdet. Allí salí del bosque y, mirando al este, descubrí un amplio panorama sobre el complejo relieve del Berguedá oriental. Más cerca, se distinguía el mirador del que había salido. También, el risco de la Bauma de la Rua Gran, por cuyo espolón debía de ir la senda. Volvería a él más arriba.

Para ello, en la bifurcación que hay en el collado 1.986, giré a la izquierda (SE) para atravesar la ladera por senda horizontal. Tras doblar un contrafuerte poco marcado, entré en una cuenca, desde donde tuve la mejor perspectiva de toda la jornada de las sucesivas puntas que iba a tocar: de derecha a izquierda, Cim Nord, Cap de la Canal del Verdet, de la Canal Roja y Pollegó Superior. Tras atravesarla, al encontrarme con el contrafuerte opuesto,...

... mi senda desembocó en otra más ancha y marcada y volví a ver las marcas de pintura de antes. Seguí por la derecha (SE), terminando de encaramarme al lomo.

Desde allí, mirando abajo, podía ver cercana la cota 1.982, la de la Bauma de la Rua Gran, y la 2.007, junto a la que había acabado el rodeo al oeste, más a la izquierda.

Dominado por una impresionante cara norte,...

... la senda me llevó a girar al suroeste para subir hacia el Coll del Verdet, primero más o menos cerca del lomo y...

... más tarde, cerca del final, por el fondo pedregoso de la vaguada. Llegando a la horcada, se distinguía la pradera del refugio, marcada por el brillo del tejado.

Al alcanzar el Coll del Verdet, asomaron al otro lado las montañas de la parte occidental del Berguedá: sierras del Verd, Port del Comte y Cadí. En medio de todo, la masa verde del Cloterons, con Gósol a sus pies.

Comencé el cresteo girando a la izquierda (S) y rodeando un risco que se alza junto a la horcada para...

... ganar altura al otro lado por un suave lomo pedregoso. Al elevarme sobre el collado, pude ver mirando atrás la cresta del Cadí hasta el Pic de Costa Cabirolera sobre el Cap del Coll del Verdet.

A mi izquierda, la vista sobre el valle del Gresolet y las crestas que lo dominan, del Costabona al Puig Llançada, se había ampliado.

No tardé en dar con la base del roquedo que corona la montaña. Para empezar a remontarlo, no sé por qué las marcas amarillas van la rampa a la izquierda de la foto, obviamente más fácil. En lugar de ello, derivan a esa especie de cono invertido en sombra que se ve sobre los dos montañeros más cercanos. En su base,...

... giran a la derecha (E) para remontar una repisa. Yo, previendo atasco en el trazado establecido, continué recto (S) para trepar por unas gradas muy fáciles (I) y hasta...

... una terraza que sube en diagonal a la derecha, donde reencontré las marcas. En lo alto de la misma, estaba el siguiente paso de trepa.

Antes de llegar, viendo gente parada, volvía a desviarme, ahora por una repisa que subía a la izquierda. Empieza fácil (I) pero...

... luego tiene unos metros más lisos y empinados (II), justo antes de...

... llegar al muro de salida. Son tres o cuatro metros verticales pero con muchos y buenos apoyos (II+). Este recorte poco difícil no lo he considerado para calificar la dificultad  de la ruta (F+), pues no es obligado. Basta seguir las marcas amarillas para ir por un itinerario todavía más fácil y menos expuesto.

La cosa es que esa última trepada me dejó al pie de una pendiente pedregosa breve y extremada (I), superada la cual me encontré el Cim Nord del Pedraforca. Mirando atrás, se veía el Coll del Verdet 180 m más abajo.

Al oeste, el panorama ya conocido, más amplio.

La continuación de la cresta por el Cap de la Canal del Verdet, presentaba un importante resalte tras el collado de donde ésta cae. Las marcas, que había retomado en la cima, me llevaron a rodearlo por la derecha.

Más arriba, tras remontar una rampa herbosa, para recuperar la arista hube de primero trepar por una placa cortada por abundantes viras (I), cuya salida está marcada a la derecha por...

... un breve paso en diagonal liso y bastante expuesto, aunque no difícil (I+).

De vuelta en la arista, queda a la izquierda una bonita perspectiva del Cim Nord sobre el fondo oscuro del Cloterons.

Al otro lado, el hito cimero del Cap de la Canal del Verdet se encontraba a pocos metros de lomo suave y sin dificultad.

Desde esta punta ya se veía la cumbre más allá del siguiente pico secundario, el redondeado Cap de la Canal Roja.

Para llegar a éste, pasé el tramo más fácil de la cresta: un lomo rocoso amplio y suavemente combado. Aquí hice otra variación: me pareció más fácil recorrer la arista que ir por la vertiente sur, donde se ve a los montañeros, tal como señalan las marcas. Parece que hay pasitos de I grado, mientras que yo fui andando de una punta a otra.

Como fuere, estaba en el Cap de la Canal Roja, prácticamente al pie de la cumbre del Pollegó Superior. Para llegar a ella, bajé al este por una rampa rocosa, sin dificultad pero donde conviene poner cuidado, hasta...

... la angosta brecha donde nace la Canal de la Grallera, que enmarcaba bellamente el Comabona.

A continuación, una trepada un tanto prolongada (30 – 40 m) por la vertiente sur, a través de terreno rocoso muy escalonado (I), me llevó de vuelta a la arista, que alcancé pocos metros a la izquierda del hito cimero.

Al asomarme a la vertiente norte, el panorama era vertiginoso. Obsérvese la pradera del refugio y el aparcamiento del mirador.

Alzando la vista, el Comabona.

Al oeste, las tres puntas por donde había pasado camino del Pollegó Superior, con el fondo de Cloterons, Cadinell y Cadí.

Siguiendo con el giro a la izquierda, las sierras del Verd y Port del Comte, sobre la vaguada occidental de la Enforcadura.

En fin, al sureste, el Calderer al alcance de la mano. Hacia allí comenzaría el retorno, avanzando unos metros por la arista hasta...

... ver caer a mi derecha (S), la empinada senda que baja, con sus marcas amarillas, a la Enforcadura; es decir, el collado que se abre entre el Pollegó Superior y el Inferior.

Cerca de alcanzar la horcada, al bifurcarse el trazo, me desvié...

... a la izquierda (SE), en dirección al Pollegó Inferior, y...

... crucé el pórtico que éste forma con el superior para...

... dejarme caer por la empinadísima rampa de grava y tierra sueltas de la Tartera del Pedraforca. El descenso está dulcificado por el trazo del PR, que va dibujando cortas lazadas, afirmadas artificialmente. No conviene atajarlas, pues fuera de la senda, la bajada es resbaladiza y acaba siendo más lenta. El entorno es espectacular, tanto por la vertiginosa visión del bosque allá abajo, como por...

... los riscos que enmarcan el tubo; el Calderer a la izquierda y...

... el Pollegó Inferior a la derecha.

Al rato, la disminuyó la pendiente y fue apareciendo algo de vegetación dispersa entre...

... el pedregal, hasta llegar al límite superior del bosque. Entonces,...

... fue como cambiar de mundo. A la sombra de los pinos, la senda precaria que seguía giró al noreste y se hizo camino amplio, de inmejorable condición, para atravesar en horizontal la vertiente oriental del Pedraforca.

Entre los pinos, sólo de vez en cuando veía la base de las paredes sobre mí, a la izquierda, o...

... el valle abajo, al otro lado. En uno de esos huecos, reconocí el mirador, ya cerca.

Luego, dejé a la derecha un desvío que, según el cartel indicador, baja a Saldes y,...

... un momento después, salí al claro del Refugi Lluís Estasén. Crucé el prado ante el edificio derivando a la derecha (NE), para encontrar el camino que baja al aparcamiento del Mirador de Gresolet, el mismo por el que comencé la excursión y que ahora me devolvería allí.

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