Alto de las Guarramillas (2.262)

ASCENSIÓN DESDE NAVACERRADA

POR LA CUERDA DEL INFIERNO

El Alto de Las Guarramillas o “Bola del Mundo”, es un cerro redondeado, coronado por cuatro prominencias cupulares. Situado en el extremo oeste de la Cuerda Larga, inmediatamente  sobre el Puerto de Navacerrada, entroncan en él las lomas que van a Cotos (el Noruego) y a la Maliciosa. Pese a esa importancia orográfica, no suele considerarse a Las Guarramillas una cumbre de interés, sino más bien mero punto de paso hacia otras. Además, la pista de cemento que sube a la cima desde el Puerto de Navacerrada convierte su ascensión en un paseo trivial. Pero esta montaña posee vías alternativas más montañeras: las que suben desde la Barranca de Navacerrada son empinadas y se desarrollan entre roquedos de fuerte carácter elevados sobre uno de los pinares más hermosos de estas sierras, que ya es decir.

Bajo la cima de las Guarramillas, las cuerdas de las Cabrillas y el Infierno

SITUACIÓN:

  • Zona: Cuerda Larga - Sierra de la Morcuera (Sistema Central)
  • Unidad: Cuerda Larga del Guadarrama
  • Base de partida: Navacerrada (Madrid)
ACCESO: El Aparcamiento Barranca de Navacerrada está 53 km al NO de Madrid, por Collado Villalba y el pueblo de Navacerrada. El día que corresponde a la descripción, hube de salir de más abajo (ver comentarios), pero el itinerario de aproximación en coche es el mismo. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.


OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.252 / 2.262
  • Mi tiempo efectivo: 4h28
  • Mi tiempo total: 5h10
  • Dificultad: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: A partir del aparcamiento más alto donde se pueda llegar en coche, remontar la Barranca de Navacerrada hasta el desvío que, a la derecha (NE), sube por el Regajo del Pez, y tomarlo. Al llegar a la Fuente de la Campanilla, dejar el camino por la izquierda (NO), buscando un trazo borroso, reforzado con hitos, que cruza el torrente y remonta la ladera norte del barranco. Al alcanzar la Cuerda del Infierno, siempre siguiendo la senda, remontarla íntegramente hasta la cima de Las Guarramillas.

Descender a la izquierda (O), para tomar la pista de cemento que va al Puerto de Navacerrada. Antes, en el paso más bajo por la Cuerda de las Cabrillas, dejarla por la izquierda (SO) y descender por el lomo hasta el paraje de El Emburriadero. Allí, cruza la divisoria una senda. Tomarla a la izquierda (E) y, en dos bifurcaciones sucesivas, seguir respectivamente por la derecha (SO) e izquierda (E), desembocando finalmente en el Camino de la Barranca, que tomado a la izquierda (E), nos llevará de vuelta al lugar de donde partimos en la Barranca de Navacerrada.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: En ausencia de nieve, creo que esta es la ascensión más bonita a Las Guarramillas. No presenta dificultades de ningún tipo y su exigencia física es mediana, ya que la Cuerda del Infierno, que no amerita el topónimo, tiene tramos muy empinados, aunque la senda los haga llevaderos. Por otra parte, el retorno de cumbre práctico no es el que hicimos, sino bajar por el Regajo del Pez. Si volvimos por donde lo hicimos, fue para “explorar” las sendas que bajan a la Barranca desde la parte alta de la Cuerda de las Cabrillas, con vistas a futuras excursiones.

El día de la descripción, por la pandemia de COVID-19, no se podía acceder en coche al aparcamiento habitual de la Barranca de Navacerrada. En vez de eso, hubo que dejar los coches al inicio de la carretera que la remonta. Cuando se pueda acceder al aparcamiento, habrá que reducir el desnivel en unos 130 metros y, la distancia, en 2,5 km, todo por asfalto; es decir, a mi ritmo, entre 50 minutos y una hora menos.

RELATO GRÁFICO:

Tal como conté antes, hubimos de echar a andar al inicio mismo de la carretera que se interna en la Barranca de Navacerrada. Bueno, aunque empezara pisando asfalto, al menos el paisaje es bonito y pronto, al fondo, empecé a ver asomar la cumbre, a la izquierda de La Maliciosa, que domina apabullante estos parajes.

Pasado el aparcamiento y el final del asfalto, nos internamos en el pinar, por el que la pista, ahora de tierra, prosigue su gradual ascenso. Al llegar al desvío que, a la derecha (NE), se mete en el Regajo del Pez, lo tomamos.

Enseguida llegamos a la Fuente de la Campanilla, donde dejaríamos este otro camino, buscando y encontrando, justo a la izquierda de la fábrica,...

... un trazo bastante borroso, que sale al noroeste, hacia el cauce del torrente. De hecho, lo localizamos más por los troncos dispuestos para cruzar una zona encharcada, que por el trazo en la pinaza.

Por aquí, el regajo del Pez no es difícil de vadear, pero resulta más confortable si lo remontamos previamente unos metros, como hicimos. Luego, una vez en la otra orilla,...

... emprendimos el ascenso de la empinada ladera, siguiendo el senderillo que, por este lado, estaba algo más claro y, además, lo habían marcado con hitos. La traza a tira monte arriba, sin apenas lazadas, así que conviene tomársela con calma.

Al clarear el arbolado, el terreno se tornó pedregoso y se empinó aún más. No llegaba a presentar dificultades, pero sí cierta incomodidad.

Fuera del pinar, lo primero que pudimos ver fue la Cuerda de las Cabrillas a nuestra izquierda.

Volviéndonos, más allá del bosque del que acabábamos de salir, la Cuerda de las Buitreras y, más a la derecha,...

... el tajo de la Barranca enmarcaba la Cabeza Mediana y la Serranía de la Paloma, plantadas ya en la llanura.

Al alcanzar el lomo de la Cuerda del Infierno, giramos a la derecha para remontarlo, siempre siguiendo la senda que, aunque precaria, abría paso suficiente a través del piornal. Así, alternando tramos empinados y pedregosos, con otros...

... más tendidos y poblados de pasto, fuimos ganando altura y acercándonos a un roquedo de mediana potencia y que es de los menos conocidos y frecuentados de estas sierras: las Peñas de la Barranca.

A nuestra izquierda, sobre la Cuerda de las Cabrillas, se fueron haciendo visibles partes de las sierras de Malagón y Gredos. De esta última, llegaba a ser visible, a la derecha del oscuro domo de Cueva Valiente,...

... un blanqueado Circo de Gredos. También, quebrada silueta de la Sierra de la Paramera.

A la derecha, la Maliciosa comenzaba a mostrar su cima.

Más arriba, otra vista hacia Las Cabrillas. Además de que ahora ya asomaban otras cimas guadarrameñas (Peñota, Peña del Águila, Siete Picos, Mujer Muerta), era interesante ver una clara senda que baja en diagonal a la derecha: es el camino por el que, de vuelta de la cumbre, descenderíamos desde El Emburriadero a la Barranca.

A la izquierda también, pero más a la derecha, empezamos a ver signos de la cercanía de la cumbre al otro lado del Arroyo de Peña Cabrita: la Primera Guarramilla, con unas instalaciones de esquí en lo alto y (apenas se distingue en la foto), unos puntitos que subían por lo alto de la loma, por donde va la pista de acceso a la Bola del Mundo.

La senda, sin meternos en más complicaciones que cruzar alguna breve pedrera, nos llevó a través de las Peñas de la Barranca, cuya...

... contemplación cercana nos amenizó...

... este tramo de ascensión.

Sin perder nunca de vista La Maliciosa, claro, ni...

... los cada vez más numerosos cordales y montañas que se iban descubriendo al oeste.

Cuando la Maliciosa nos mostró claramente su culminación, apareció al otro lado...

... la cima de Las Guarramillas, casi al alcance de la mano, en lo alto de un casquete de escasa pendiente. También sobresalían, sobre ese primer horizonte, las cabezas de Hierro, que...

... se acabarían de descubrir, junto con el Cerro de Valdemartín y la Pedriza, cuando alcanzamos la cumbre.

Al sur, La Maliciosa, con el fondo de la llanura, oscura, pero limitada por un horizonte brillante, en el que se llegaban a distinguir...

... las crestas de los Montes de Toledo, como flotando sobre la bruma.

Al oeste, los Montes Escurialenses, Gredos, Las Parameras, junto a otras cimas más cercanas. Concretamente, de Gredos, se veía...

... desde el Pico Casillas al Circo de Gredos.

Iniciamos el descenso yendo hacia la izquierda (O), para bajar por la pista de acceso al repetidor, que va, trazando lazadas, por el lomo de ese lado.

Al ir por el cordal, se descubrió Peñalara y...

... un retazo de sombría llanura castellana.

La pista atraviesa varias veces el lomo de la Cuerda de las Cabrillas. En el más bajo de estos pasos, la dejamos por la izquierda (SO), tomando una senda que recorre el cordal.

Al desplazarnos al sur, se iba descubriendo La Maliciosa a nuestra izquierda, asomando sobre la Cuerda del Infierno.

En El Emburriadero, primer rellano que encontramos en la Cuerda de las Cabrillas, atraviesa la cuerda un camino. Lo tomamos a la izquierda (E), despidiéndonos, por hoy, de...

... las crestas de la Peñota, Siete Picos y compañía, para pasar...

... a descender por la vertiente de la barranca. Concretamente, por el brazo oriental o Arroyo de Peña Cabrita, domando por las Guarramillas. Al poco, llegamos a una bifurcación, donde proseguimos por la derecha (SO), tal como además señalaban los hitos y unas marcas de PR.

Bajamos en suave diagonal paralela a la cresta, hasta una encrucijada, donde giramos, de nuevo con las señales, a la izquierda (E).

Hay buena perspectiva, desde aquí, de la Maliciosa, con la cuerda por donde habíamos subido delante, y no nos cansábamos de mirar.

Al bajar y desplazarnos, se abrió el hueco del Regajo de la Pez y descubrimos, tanto el roquedo de las Peñas de la Barranca, junto al que habíamos pasado, como el de Peña Cabrita, más abajo.

Y, en estas, llegamos al bosque y se acabó el panorama.

Bueno, salvo en este claro, que nos dejó ver lo más rocoso de la Cuerda de las Buitreras.

Poco después, nuestra vereda desembocó en una pista de excelentes piso y trazado. Es el Camino de la Barranca, que, tomado a la izquierda (E), nos llevaría de vuelta al punto de partida y final de la excursión, pasando en el trayecto por aquel primer cruce de la mañana, donde nos habíamos desviado para ir a la Fuente de la Campanilla.

Durante este apacible tramo final, tuvimos la oportunidad de fijarnos, volviendo la vista, en el imponente aspecto de las Peñas de la Barranca asomando entre las copas de los pinos.

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