Salí de
Villarejo por su extremo norte, por un camino que remonta la falda de la
sierra, dominado, ya desde su arranque, por los roquedos culminantes de los
Cantos de la Cuna y los Carramales. En medio, el Portezuelo, donde iba a ganar
la cuerda.
Cuando el
camino pasa junto a un depósito de agua, los dejé por una senda más estrecha a
la derecha (E), que,...
... tras
cruzar una torrentera, retoma el ascenso hacia el Portezuelo, de momento a través
de unos prados bastante suaves.
Al ganar altitud, fui viendo surgir, al
oeste, los picos mayores de la sierra. De momento, La Joya, el Risco Redondo y,
por los pelos, el Zapatero.
A mi espalda, se iba descubriendo el sector
oriental de Gredos de la Sierra del Valle al Torozo.
Tras cruzar una cerca a media altura, el
terreno se fue tornando pedregoso y, los riscos a mis alrededor,
impresionantes.
Llegando al Portezuelo, el panorama al sur
se había ensanchado, llegando por el oeste hasta la...
... cresta del Circo de Gredos.
La senda llegó junto a un abrevadero, de
donde arranca una pista, por la que cubrí los últimos metros hasta la cuerda.
Allí, sin cruzar la cerca que va por la divisoria, giré a la izquierda para
subir directamente hacia un risco inmediato a la horcada, que venía viendo
desde abajo y que, aunque anónimo y de escasa prominencia, me pareció que podía
tener buenas vistas. Tras acercarme por una suave pendiente de matorral
disperso y cantos, trepé por su cara norte,...
... breve placa inclinada, atravesada por
varias repisas que facilitan la trepa (I+).
Desde arriba se amplió algo el panorama al
norte que, en esta parte del cordal, está muy limitado. Al fondo, se
distinguían las siluetas de las sierras de Ojos Albos y Guadarrama.
Al este, había una buena perspectiva, la
mejor del día, de Los Carramales.
Y, por supuesto, Gredos al sur, más allá de
los caseríos de Villarejo y San Juan del Molinillo.
Al oeste se erguía Peña Cabrera, pero de
camino quería visitar los Cantos de la Cuna, conjunto de canchos sobre un
espolón destacado al sur del cordal, que se ve a la izquierda. Por cierto, que,
bajo la cumbre de Peña Cabrera, hay una...
... curiosa formación rocosa.
El acceso al más alto (1.758) y cercano de
los Cantos de la Cuna no tenía más dificultad que ir rodeando el matorral y
pasando los canchos por lo mejor.
Desde el mismo, se veía al fondo la cota más
destaca al sur (1.756), la que realmente me interesaba, y continué hacia allí.
Cerca de llegar, descubrí una brecha que la
separa del resto del conjunto. También, que había que trepar un poco para
alcanzarla (I).
Un poco más difícil (II) fue el destrepe
para bajar a la horcada.
La vista hacia el valle del Alberche desde
este balcón es muy bonita, pero mejor es...
... al noroeste, donde se alza Peña Cabrera
y, más allá, el Cuchillo y el Zapatero.
Continué, volviendo al canto más alto, para,
desde allí,...
... ir hacia la Piedracanal, siguiente pico.
Tras una ligera bajada entre matorral, subí directamente hacia una placa
triangular bajo la cima, que se puede contornear, pero que,...
... no siendo difícil (II-), remonté directamente.
En lo alto de la placa, aparte de echar una
mirada a los Cantos de la Cuna, continué...
... subiendo por un resalte de roca,
bastante vertical pero con mucho apoyo (II).
El panorama septentrional desde la Piedracanal
se había ensanchado.
Al otro lado, se veía ya muy bien la Joya y,
más a la derecha,...
... Peña Cabrera. Bajo la cima a la
izquierda, se aprecia un hombro, al que quise acercarme para asomarme a la
canal oeste, viejo proyecto invernal que tengo y a la que quería asomarme por
este lado. Así que comencé a caminar directamente hacia allí por los cantos que
forman la cresta, pero pronto me encontré ante un corte vertical. Entonces,
bajé a la derecha (NE), por...
... una serie de destrepes escalonados,
alguno, a tomar con cuidado (II).
Una vez abajo,...
... sin hacer caso a unos hitos que
derivaban al norte, giré a la izquierda (O) para seguir la cuerda, primero a
través del matorral abierto y, luego, encaramándome a un roquedo, por...
... la rampa de pedrera de su vertiente
norte.
Desde su lomo rocoso, aunque lo más
espectacular es asomarse al vacío de la cara sur, hay...
... bonitas perspectivas, tanto atrás, hacia
las cimas pasadas y Los Carramales, como...
... adelante, donde esperaba Peña Cabrera,
al otro lado de un lomo de roca y matorral bastante pacífico, ancho y tendido.
Delante, se veía ya cerca el lomo al que me he referido ya antes.
Al llegar al mismo, se descubrieron las cimas
más al oeste, desde la Joya al Cuchillo, pasando por el Zapatero. Allí, giré a
la derecha (N) para acercarme al pie del cono cimero.
Al topar con la pared, la seguí a la
izquierda (NO) por una repisa herbosa que me llevó, sin dificultad, hacia esa
horcadita que se ve centrada en la foto. Desde allí,...
... me asomé a lo alto de la canal oeste (lo
que me sirvió para confirmar su regularidad). Entonces, al volverme a la
derecha (N) y examinar la pared sobre mí, vi...
... esta chimenea de hierba y roca, que
asciende hacia la cresta. Pareciéndome accesible, comencé a trepar por ella.
Tras un acceso de dos metros y pico
verticales, pero no difíciles (II+), siguió un tramo de diez metros de chimenea
regular y con buenos apoyos (II).
Sobre esta primera parte,...
... viene un rellano herboso, del que sale
otra chimenea de otros doce o quince metros, de bloques y bastante más tendida
(I), que desemboca en...
... la cresta cimera de Peña Cabrera, desde
donde descubrí, ahora sí, una amplia visión de la meseta al norte, incluyendo
la Sierra de Ávila a la izquierda.
A este, la Sierra de la Paramera se extiende
hacia su extremo, por Los Carramales y el Lanchal de la Cancha.
El bloque que se suele considerar más alto,
lo tenía unos metros al oeste. Pero, mirando hacia allí, me pareció ver otro
claramente más alto, unos 50 m más allá. Me dirigí hacia allí, caminando (con
tiento, que alguno se mueve), por los bloques que forman la cresta.
En medio, me encontré la brecha adonde sube
la diagonal de la vía normal. El destrepe de bajada, carece de dificultad,
aunque haya que apoyar alguna mano, pero, la subida al otro lado es un resalte
vertical, con mucho apoyo (II), pero con diez metros de altura y cierta
exposición. Posiblemente, ese escalón sea el responsable de que las ascensiones
suelan culminarse al otro lado.
Desde esta otra punta, panorama al sur,
prácticamente igual al de la cima oficial.
Al oeste, el grupo del Zapatero se muestra
algo mejor, aunque la perspectiva sigue sin ser completa, salvo que se
recorriera la cresta en su integridad, lo que implica dificultades más serias a
la bajada. De hecho, fui un poco hacia allá.
Desde el punto más occidental al que llegué,
se comprueba, que esta punta es un poquito más alta, efectivamente. También se
ve la brecha y los últimos metros de terraza diagonal de la vía normal. Hacia
allí volví, y, en la horcada, giré a la izquierda (NO) para...
... descender por este amplio pasillo de
hierba, empinado pero libre de obstáculos. Al final, hay un poco de pedrera,
pero estaba muy pisada.
Luego, ya en los prados, pude comprobar que
este lado de Peña Cabrera tiene unas cuantas trepadas fáciles, si se quiere
jugar un poco y no subir y bajar por el mismo sitio.
Pero, ahora, era cuestión de regresar a
Villarejo. Comencé por dirigirme a una cerca, de donde sale una pista, que,
dando un pequeño rodeo por el norte, me llevó hacia...
... el Portacho del Cuchillo, donde la dejé
por la izquierda (S), cruzando una cancela para trasponer el collado y tomar...
... la senda que desciende por la vaguada de
ese lado.
A poco de iniciar la bajada, pasé junto a
esta impresionante aguja.
Vista de la Peña Cabrera, al otro lado del
barranco.
Sobre mí, roquedos bajo el pico del
Cuchillo.
Al avanzar, variaba la perspectiva sobre
Peña Cabrera. Aquí, se ven el corredor oeste y la gran placa meridional.
A media altura, la senda dejó de bajar y se
dirigió al oeste cortando la ladera. Aquí, hay que ir pendiente, mirando hacia
abajo para localizar, en uno de los ligeros lomos que se atraviesan,...
... unos hitos sobre los cantos que
sobresalían del matorral. No hay senda, pero marcan la menos incómoda de las
bajadas posibles hacia Las Cervigueras, esa arboleda con rediles que hay al pie
de la pendiente, por donde hay buen cruce del torrente, girando a la izquierda
(E) al llegar bajo los primeros árboles.
Antes, otra mirada a Peña Cabrera.
Tras cruzar el arroyo de un paso un poco más
largo, me encontré al otro lado una senda que bajaba junto a la corriente... y
por donde circulaba más agua que por el cauce. Bueno, enseguida se secó y, poco
después,...
... también desapareció el trazo. Derivé
entonces a la izquierda (E), para atravesar la ladera manteniendo cota a través
del pastizal. Al dar con un cercado, lo rodeé por abajo, donde...
... encontré un trazo muy claro que, tras
sobrepasar la valla, fue a desembocar en...
... una pista, que tomé a la derecha (SE),
pasando a bajar suavemente en diagonal, en busca del Arroyo de Piedracanal, que
se abría ante mí, dominado por los Cantos de la Cuna, por encima de cuyo lomo
meridional se veía la cresta de Los Carramales, anunciando el final.
Llegando al arroyo, una última mirada a la
cresta de la sierra, antes de cruzarlo y...
... desembocar en otro carril, de mejor
condición, que tomé a la izquierda (E), para acabar de regresar a Villarejo,
entre unos árboles cuya sombra se iba agradeciendo.
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