Moncayo (2.315)

ASCENSIÓN DESDE VOZMEDIANO

POR PEÑA NEGRILLA (2.117)

El Moncayo es la máxima cumbre de la Cordillera Ibérica y una montaña de renombre en España. Su figura masiva y achaparrada es bien visible desde muy lejos y, en consecuencia, desde su cumbre se goza de amplísimas vistas. Sus circos y lomas son redondeados pero de líneas elegantes y en invierno, blanqueados por la nieve, poseen una belleza serena y austera; no son parajes espectaculares sino seductores. Respecto al medio natural, está en general bien conservado pese a la presencia del hombre, con pistas recorriendo sus laderas y pueblos asentados tan arriba como lo permite la pendiente. Densos bosques pueblan las zonas bajas mientras el prado de altura se extiende desde los 1.700 ó 1.800 metros hasta las culminaciones.

La cumbre del Moncayo se alza sobre el Collado de Pasalobos, bajando de Peña Negrilla

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra del Moncayo (Cordillera Ibérica).
  • Unidad: Macizo del Moncayo.
  • Base de partida: Ágreda (Soria).
ACCESO: El punto de partida de la ascensión es el cruce del Barranco de los Prados con una pista por encima de Aldehuela de Ágreda, que se encuentra 56 km al este de Soria, por Ágreda. Pasada esta última población, poco antes de llegar a Aldehuela, tomar en un cruce en un collado, una excelente pista de tierra a la derecha (SE) y seguirla un par de kilómetros.Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen en el siguiente link a GoogleMaps.

Pulsa aquí para consultar la tabla MIDE

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima1.191 / 2.315
  • Tiempo real en movimiento5h30
  • Tiempo real total6h37
  • DificultadMuy fácil. Itinerario por caminos, excepto un prolongado descenso sin marcar por pedrera incómoda.
  • EquipoNada especial: ropa y calzado adecuados para la estación.
  • Track para descargar en Wikiloc

IGN, serie MTN25, tomada de Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA


LA RUTA: Remontar la senda del Barranco de los Prados hasta los Neveros del Moncayo. Tomar allí, a la izquierda (S), la pista que llega a la cercana cota (1.856) y seguirla hasta estar junto a la (1.871). Tomar entonces una senda que sale a la izquierda (SE), sube por la ladera hasta el Cerro Cagalobos y toma la cuerda, pasando por Peña Negrilla y el Collado de Pasalobos, antes de llegar a la cumbre del Moncayo.

Bajar por la pedregosa y despejada ladera septentrional, por donde mejor parezca, hasta topar con la Senda de los Cazadores, que corta la vertiente 500 metros más abajo. Tomarla a la izquierda (O) y, en el Barranco de Castilla, girar a la derecha (NE) por la que sigue su curso. Este nuevo camino desemboca en una pista  en el Hayedo de las Canalejas, que tomada a la izquierda (NO), nos llevará hasta la del inicio, la cual, también a la izquierda (SO), conduce al Barranco de los Prados.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Larga caminata de dificultad mínima y muy bonita, tanto por el entorno, en los hayedos, como por el panorama, en las laderas superiores y crestas. Incluye, como único tramo agreste, el descenso directo por el norte, pero que no estoy seguro de que merezca la pena, ya que es muy incómodo y las vistas no aportan nada a lo ya disfrutado desde la cumbre; ni siquiera sobre el Cucharón, del que pensé  llevarme alguna perspectiva espectacular, y no. Salvo que la nieve cubra el pedregal, recomendaría más bien volver al Collado de Pasalobos para tomar la senda del Barranco de Castilla o, mejor, si se dispone de tiempo, descender por la ruta normal del Santuario, en busca de la Senda de los Cazadores. Como sea, por su facilidad para la progresión y orientación, incluso con el tramo de pedrera, es ésta una ruta al alcance de cualquier senderista con buena preparación física.

RELATO Y FOTOS: 

Tras aparcar el coche en las inmediaciones del cruce mencionado en “ACCESO”, tomé una senda balizada que, saliendo del carril, asciende al sur cerca del cauce. Tras un primer tramo entre matorrales, desde el cual podía ver cómo...


... quedaban atrás las pardas ondulaciones de la Tierra de Ágreda, entré...


... en el denso hayedo que cubre las faldas del Moncayo.


Durante el trayecto por el bosque, pasé unos pocos desvíos. Esta bifurcación al pie de un roquedo es la única que, sin cartel, podría suscitar alguna duda. A la izquierda, iría al Peirón de Peña Rajada, por donde también se puede ascender a Peña Negrilla, de manera más directa, pero eso lo supe después, ya en casa, buscando el lugar en Internet. Como mi objetivo inmediato eran los neveros, seguí por la derecha (S).


Poco después, los pinos sustituyeron a las hayas y, enseguida, salí del bosque y...


... pasé a caminar por una ladera herbosa hasta...


... alcanzar los Neveros del Moncayo, o mejor dicho, sus restos. Bastante modestos comparados con otros, pero cuentan con un inusitado lujo: un banco de forja para tomar el sol.


Enseguida, salí al lomo rematado por la cota (1.856) y di vista a la vertiente occidental, donde unas nubes bajas apenas dejaban ver nada. Allí topé con un carril, que, tomado a la izquierda (S), me...


... acercó a la base del Cerro Cagalobos o punta norte de Peña Negrilla. En el punto más cercano, junto a la cota (1.871), lo dejé por una senda que sale a la izquierda (SE) y...


... remonta la ladera, primero por pasto y luego por pedrera, donde el trazo se pierde pero los hitos seguían dirigiendo el paso.


El cantizal estaba bastante pisado y no resultaba incómodo, de modo que pronto fui viendo cerca la cima.


Precisamente llegando a lo alto de este Cerro Cagalobos, me pilló la niebla. Ahí, giré a la derecha (S) para...


... seguir la cuerda. La nitidez del lomo y la reaparición del trazo facilitaban la orientación. Tras una suave y corta bajada, pasé...


... el collado intermedio, donde hay un rústico cobijo y los vapores tuvieron el detalle de abrirse para dejarme ver la cima de Peña Negrilla.


Es más, por un momento, llegué a contemplar un Valle del Ebro sorprendentemente soleado a mi izquierda.


Y, así, entre nubes entrando y saliendo, culminé Peña Negrilla. Para bajar, giré a la izquierda (E) con...


... la senda, para bajar hacia el Collado de Pasalobos.


Bastante abajo, abrieron la ventana y pude ver la cumbre ante mí. También, parte del trazo de la senda que sube. 


Pasando el collado, a la derecha, la Sierra de Toranzo.


En mitad de la ladera, hay un arbolito. Y sólo uno.


Incluso en las pedreras, había un trazo bien pisado. La niebla iba y venía y, tan pronto se veía sólo a unos pocos metros, como...


... se abría el cielo. Y, así, llegué a la cumbre del Moncayo.


Atrás, Peña Negrilla y los llanos de la Tierra de Ágreda.


Al norte, izquierda al llegar, el Valle del Ebro más allá del pie de monte quedaba tapado por las nubes.


Al oeste, el ancho lomo se proyecta hacia el  san Juan y el Corralejo. Estaba claro en el entorno de cumbre, pero se veía muy poco a lo lejos. Apemas las siluetas borrosas de alguna sierra. A la izquierda, se ve un pequeño mojón; por debajo de él, está...


... la salida del tubo principal del Circo del Cucharón, del que hay una buena perspectiva.


Estaba sobre el lomo que cae al noreste de la cumbre, hacia Haya Seca. No había traza ni hitos ni nada, pero el terreno parecía abordable y comencé a descender directamente.


Luego, las pedreras sustituyeron al pasto. Estaban sin pisar, irregulares y bastante movedizas. La bajada era incómoda y, además, las vistas hacia el Cucharón no eran tan buenas como esperaba y...


... tampoco hacia el pie de monte se mejoraba el panorama desde la cumbre.


El matorral, aunque bajo, era duro y tampoco por él se progresaba con comodidad. En resumen, este lomo es incómodo y las  vistas desde el mismo no lo compensan. Quizá con nieve sí sea una buena opción, pero no con las piedras al descubierto. En los comentarios de más arriba, doy un par de alternativas.


La bajada terminó, para mi alivio, en la Senda de los Cazadores, que corta la ladera. Cuando, hacia la izquierda (O) empecé, a ver marcarse el trazo en el matorral, atajé hacia allí, pues hacia ese lado iba a tomar...


... el camino, bien marcado y señalado, el cual me llevó hacia la vaguada septentrional del Collado de Pasalobos o...


... Barranco Castilla, por donde pensaba bajar.


En el eje del mismo, hay un gran hito y la senda se bifurca. Yo seguí hacia abajo, a la derecha (NE), primero...


... siguiendo la linde de un pinar, y luego...


... bajo los pinos, que no tardaron en...


... ser sustituidos por hayas. Durante este tramo boscoso, pasé ante varios desvíos. No me entretengo en enumerarlos; vale con que siempre hay que seguir bajando y por la opción más marcada.


Al llegar a un camino más ancho, casi una pista, al inicio de una curva. Lo tomé a la izquierda (O), pero para dejarlo enseguida, a la salida de la misma, por una senda borrosa a la izquierda (O), que...


... prosigue el descenso directo.


Alcancé un segundo carril, precisamente en un claro desde donde era visible la cumbre del Moncayo. Tomé este nuevo camino a la izquierda (NO) volviendo...


... enseguida a caminar bajo las hayas, ahora llaneando. Por aquí, también dejé de lado la salida de un par de sendas.


Al tiempo que salía del bosque, llegué a otra pista, aún mejor. Era aquella por la que había llegado esta mañana y que ahora, tomándola a la izquierda (O), me devolvería al lugar de partida.


A mi derecha, la Tierra de Ágreda se extendía hasta las lejanas tierras de la Ibérica Riojana, mientras que...


... sobre mí se alzaba la mole del Moncayo. Y, así, en pocos minutos, me encontré en la confluencia del Barranco de los Prados.



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