Cabeza de Hierro Mayor (2.380)

ASCENSIÓN DESDE LA ANGOSTURA

POR VALHONDILLO

Las Cabezas de Hierro son la segunda cumbre del Guadarrama y culminan la llamada Cuerda Larga; es decir la parte de la alineación meridional del conjunto que se extiende entre los puertos de Navacerrada y la Morcuera. Íntegramente situada pues en la provincia de Madrid, separa el Valle del Lozoya de la llanura. Se trata de una montaña típicamente guadarrameña, con lomo ancho y redondeado cubierto de prado interrumpido por grandes pedreras y algún crestón de escaso porte. Más abajo, en sus laderas poco empinadas y de gran desnivel, prosperan piornos y retamas sobre los extensos pinares de las faldas. En suma, una montaña bella y apacible, sin verticalidades, situada en medio de un entorno encantador.

El topónimo Valhondillo hace referencia tanto al lomo que cae al noreste de la cima de Cabezas de Hierro, hacia el valle del Lozoya, como al barranco que corre bajo su flanco oriental. En esta excursión, voy a recorrer los dos, subiendo por el lomo, donde el terreno es más incómodo, y dejando la senda que sigue el arroyo para el descenso. Como todos los barrancos septentrionales de la Cuerda Larga, no es éste un lugar transitado, pero esconde rincones muy bonitos.

La Cabeza de Hierro Mayor sobre la loma y el arroyo de Valhondillo

SITUACIÓN:

  • Zona: Cuerda Larga - Sierra de la Morcuera (Sistema Central)
  • Unidad: Cuerda Larga
  • Base de partida: Rascafría (Madrid)
ACCESO: Vamos a salir de un aparcamiento situado en el K.35 de la carretera M-604, 100 km al norte de Madrid, por Lozoyuela y Rascafría, concretamente a 10 km de esta población última hacia del Puerto de Cotos. Es más corto ir por Villalba y los puertos de Navacerrada y Cotos, pero el tramo entre estos dos últimos suele congestionarse los fines de semana, por lo que suelo preferir el rodeo por la A-1. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

Pulsa aquí para consultar la tabla MIDE

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.346 / 2.380
  • Mi tiempo efectivo: 5h41
  • Mi tiempo total: 6h55
  • Dificultades: Muy fácil. Tramos por matorral y bosque sin senda ni señalización, pero con pendiente definida para orientarse.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del aparcamiento del k.35 de la M-604 por la senda que baja al SE, siguiendo el curso del torrente. Al desembocar en una pista junto al Lozoya, tomarla a la izquierda (E) y, al poco, dejarla por el desvío que, a la derecha (SO), cruza el río por el Puente de la Angostura. En el cruce al otro lado, seguir recto (SE), para remontar en amplias lazadas la ladera. Tras cruzar por segunda vez el Barranco del Valhondillo, al alcanzar el siguiente lomo, dejar la pista por la izquierda (SO) y remontar esa Loma de Valhondillo, por terreno sin indicar pero de buen andar, hasta la cumbre misma de las Cabezas de Hierro.

Tomar la Cuerda Larga a la izquierda (E) hasta el Collado de la Peña de los Vaqueros y bajar a la izquierda (NE) por la vaguada, buscando los hitos que marcan el buen paso en el descenso del Arroyo de Valhondillo. El trazo es discontinuo pero, donde falta, el terreno es cómodo. Al dar con el final de una pista, dejarla de lado, bajando por senda a la derecha (SE), para cruzar el río y visitar el Tejo de Barondillo. Continuando por esa vereda, se acaba en la pista forestal del principio, precisamente donde cruzamos por segunda vez el Arroyo Valhondillo. Ya sólo queda deshacer el camino de ida por el Puente de la Angostura, para regresar al aparcamiento.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: La ascensión no presenta otros obstáculos que desarrollarse en parte sin camino ni señales. Pero no se echan mucho de menos: el terreno es cómodo, despejado o con un matorral de escasa densidad. Tanto la loma como el barranco de Valhondillo son amplios y no excesivamente empinados y, además, ¿quién necesita hitos para recorrer accidentes de ese tipo? En el tramo de bosque tras dejar la pista, la orientación se complica un poco, pues el lomo es aquí tan amplio y suave, que se llega a perder la sensación de la pendiente, pero no es grave desviarse un poco; al final, cuando la cuerda se define más, el terreno acaba por llevarnos de vuelta al buen camino.

RELATO GRÁFICO:

Al fondo del pequeño aparcamiento, sale un sendero al sureste. Por él comencé la excursión, descendiendo, junto a un torrente, hacia el fondo del valle.

Llegando al Lozoya, desemboqué en la pista forestal que sigue su curso y la tomé a la izquierda (E). Tras seguirla brevemente en suave bajada, ...

... tomé a la derecha un desvío que va a cruzar el río por el Puente de la Angostura, al otro lado del cual hay un cruce. Continué por la misma pista (SE), pasando a...

... y comencé a remontar gradualmente, en amplias lazadas, la vertiente septentrional de la Cuerda Larga. Durante este trayecto, crucé varios arroyos, entre ellos...

... el de Valhondillo, por dos veces, la segunda junto a un depósito de agua. Tras ese segundo cruce, en el siguiente lomo, dejé la pista por la izquierda (SO), para...

... comenzar a remontar la Loma de Valhondillo, que no en otra me hallaba, la cual asciende hasta la cumbre misma. Al principio, caminaba entre los pinos, sin senda ni hitos pero por terreno cómodo e indudable. De vez en cuando, surgían de la hierba modestas pilas de bloques y me fijé que siempre estaban en la divisoria. No es mala referencia.

Cuando paré a tomar un bocado, aproveché para encaramarme a uno de estos canchos, lo que me permitió ganar los metros justos para ver Peñalara sobre los árboles.

La subida, aunque agradable, se hacía algo monótona en un terreno tan regular y con el bosque limitando las vistas. Por otra parte, había momentos, como éste en que miro atrás, en que la pendiente era tan escasa y el lomo tan amplio, que se perdía totalmente la sensación de cresta y era difícil seguir la divisoria. Lo más destacado de este tramo, el cruce de una pista.

Cuando los árboles empezaron a clarear, sin embargo, la arista se definió y apareció el matorral, haciendo la progresión menos confortable, pero facilitando la orientación y amenizando la marcha con vistas como ésta primera perspectiva del Arroyo de Valhondillo, por donde bajaría luego.

Sobre el mismo, empezaban a distinguir crestas de la Cuerda Larga: Najarra y Bailanderos.

Al otro lado, Peñalara seguía presidiendo el paisaje, mostrando ahora con claridad la vertiente de la Laguna Grande.

El ascenso proseguía constante por esta Loma de Valhondillo, amplia, suave y regular, poblada de un matorral abundante, sin llegar a estorbar el paso.

Mirando atrás, el Valle del Lozoya se iba descubriendo, encajado entre los dos cordales de Guadarrama.

Llegando cerca de un cabezo anónimo cotado en el mapa como 2.083, que es la única prominencia de todo este lomo, comenzó a asomar la cumbre de las Cabezas de Hierro.

Al llegar a la cota, se descubrió también, a mi derecha, el grupo del Montón de Trigo y la Mujer Muerta, invisible hasta ese momento.

Al otro lado, la Cuerda Larga se veía ya cercana.

Esa cota (2.083) apenas tiene bajada, antes de acometer la subida final (aún quedaban 300 m de desnivel) a la cumbre, primero entre matorral y luego por pedrera.

Curiosamente, ese piornal, algo más denso pero de menos altura que hasta entonces, estaba atravesado por un trazo bastante claro, único que vi durante toda la remontada de la loma y que...

... desapareció al llegar al canchal. Éste resultó bastante más cómodo de lo esperable, tanto por la pinta que tenía visto desde abajo, como por la experiencia en estos montes. Éste estaba formado por cantos mayormente planos y muy estables.

Para entonces, había ido asomando la Pedriza, y hasta el Cerro de San Pedro, por encima de la Cuerda Larga.

Al otro lado, bajo Peñalara, se distinguían ahora las praderas del Puerto de Cotos.

Al llegar a la antecima, un respiro para mirar atrás, hacia el Valle del Lozoya, pues...

... a continuación el terreno se tiende y aparece la cumbre al extremo de un lomo horizontal. A la derecha, se veían también las cimas de la mitad occidental de la Cuerda Larga.

Aquí las tenemos desde el Hito; de cerca a lejos, la Cabeza Menor, con la Maliciosa a la izquierda; Valdemartín, que casi tapa las Guarramillas, y Siete Picos muy al fondo, junto a una Mujer Muerta cubierta de nubes.

Llevando la vista al sur, de la llanura madrileña apenas se distinguía nada, más allá de las estribaciones serranas que la enmarcaban: a la derecha, la Cuerda de los Porrones y, a la izquierda, la Pedriza, con...

... su mundo de riscos.

Para regresar, tomé a la izquierda (E) la Cuerda Larga, recorrida por un buen sendero, como corresponde a una de las rutas más populares de la sierra. Al terminar la bajada de la Cabeza Mayor en el Collado de la Peña de los Vaqueros, dejé la senda por a la izquierda (NE), para buscar, en la ancha vaguada herbosa,...

... los hitos que marcan el descenso del Arroyo de Valhondillo.

Aunque el terreno es muy cómodo y suave (y delicioso, dicho sea de paso) al principio, es conveniente no perderlos mucho de vistas, pues...

... luego vienen zonas más estrechas y abruptas, que los hitos evitan ganando altura por la ladera. Además, en los tramos de matorral, ayudan a encontrar los trazos para pasar con más comodidad.

Un par de veces, los hitos me dirigieron a bajadas intensas por torrenteras para volver junto al cauce.

Así, entre rellanos y resaltes, con sus praditos y pequeños saltos de agua, fue transcurriendo la bajada.

Al pasar la cota 1.900, apareció al fondo el Valle del Lozoya, dominado por los picos del Nevero y Reajo Alto. Se anunciaba el final. Para entonces, por cierto, el incierto trazo discontinuo que, al principio, marcaban los hitos, se había transformada en una senda pasable, y así seguiría hasta dar con las pista del inicio.

Poco después, tras pasar junto a unos llamativos riscos, ...

... llegué al bosque, tras lo cual no tardé mucho en...

... topar con el extremo de una pista forestal. Se trata del final de la que había utilizado al principio, pero, para evitar un considerable rodeo, es mejor no tomarla. En lugar de eso, bajé a la derecha (S), por...

... la continuación de la senda, la cual cruza aquí el Arroyo de Valhondillo por un vado preparado con grandes bloques.

Enseguida, pasé junto al Tejo de Barondillo, ejemplar notable de esa especie, al que se calculan entre 1.500 y 1.800 años de edad.

La bajada por la senda continuó a través del pinar, cruzando algunos torrentes, hasta...

Topar con la pista del inicio, precisamente junto al segundo cruce del Valhondillo, aquél del depósito de agua. Aquí, aunque se puede seguir por senda, sí tomé la pista para regresar, concretamente a la derecha (NE), pues la distancia que se ahorra no merece la pena. Y ya sólo me quedó deshacer el camino de la ida para regresar al aparcamiento de la M-604 de donde había partido.

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