Camocho de Sorihuela (1.826)

ASCENSIÓN DESDE HERVÁS

POR LA PORTILLA DEL ZAPATERO

El Camocho de Sorihuela está situado en el tramo más occidental de la Sierra de Candelario, cuando ésta pierde ya altitud hacia el Puerto de Honduras y los Montes Tras la Sierra. Aunque lejos de alcanzar la cota 2.000, se trata de una montaña grande, con desniveles que superan el kilómetro en ambas vertientes. Sus características se ajustan a lo habitual en esta zona del Sistema Central. Posee una morfología alomada y la roca sólo aparece en contados lugares, en canchos de dimensiones modestas; sin embargo, sus laderas son altivas, sobre todo al norte, donde se quiebran en empinadas canales. La cubierta vegetal es la típica: pinos y robles en las zonas bajas, retamas y enebros a media altura, y pasto duro poblando las culminaciones. Los caminos, abundantes en las faldas de la montaña, desaparecen a media altura, antes incluso de llegar al nivel de los collados, en ésta que, posiblemente, sea la cima de su categoría más solitaria de la cordillera.

La ascensión la realicé por la ruta más transitable desde la vertiente de Hervás, remontando el Lomo del Zapatero hasta la portilla homónima, para tomar ahí la cuerda hasta la cima. Respecto a la bajada, para variar, recurrí a un itinerario más directo, consistente en dejarme caer por el lomo noreste, hasta la pista que atraviesa la vertiente a media ladera. Luego me encontré con que ese descenso, aparentemente simple, no lo es tanto.

El Camocho de Sorihuela, primero de la izquierda, visto desde el norte

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Béjar (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Candelario
  • Base de partida: Hervás (Cáceres)
ACCESO: La Casa de la Luz de Hervás está 115 km al NE de Cáceres por Plasencia, Aldeanueva del Camino y Hervás. En marzo de 2020, el puente por el que la pista cruza el Arroyo del Horcajo estaba caído y, por tanto, allí tuve que comenzar a caminar. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 814 / 1.826
  • Mi tiempo efectivo: 5h54
  • Mi tiempo total: 7h56
  • Dificultades: F. Destrepes cortos, con buenos y abundantes agarres (I) en roca segura, en la bajada directa desde la cumbre. Peores son los trechos empinados por matorral denso y enmarañado.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde el cruce previo al Embalse de Hervás, vadear el Río Ambroz y seguir a la izquierda (N) la pista que se dirige a la Casa de la Luz. Tomar allí la Senda de la Chorrera, que sale a la derecha (SE) y remonta el bosque hasta una balsa de agua en lo alto del lomo, para seguir luego la acequia que la alimenta. Cuando la senda se divide, girar a la derecha (SE), para seguir por la cuerda, dejando la conducción. En La Tablaílla, cruzar la Pista Heidi y seguir remontando el Lomo del Zapatero. Tras pasar dos carriles transversales, cuando la cuerda se yergue en una zona de grandes bloques, buscar a la derecha (S) los hitos que señalan la salida de una estrecha vereda que atraviesa la ladera en suave ascenso hasta la Portilla del Zapatero. Girar a la derecha (S) para recorrer el amplio cordal hasta el Camocho de Sorihuela.

Descender al NE por El Horno, lomo que se alza justo al O de la Gargantilla Honda. Al principio, el terreno, aunque muy empinado, es cómodo: regular y poblado de hierba y matorral rastrero. Pero, a partir de la cota 1.500, aparece la roca, requiriendo un par de destrepes fáciles (I) y poner atención para localizar el paso. A continuación, la mitad inferior de la bajada es una incómoda combinación de pedreras y monte bajo cerrado, desesperante por momentos. Así, será un gran alivio llegar a la Pista Heidi (F), que atraviesa la vertiente norte de la sierra. Tomándola a la derecha (E), se llega enseguida a La Tablaílla, desde donde sólo quedará deshacer el camino de ida para regresar al cruce junto al Embalse de Hervás.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ascensión muy bonita en un área poco visitada del Sistema Central, pero donde las cimas tienen entidad. Sólo hay que ver la cara norte de este Camocho de Sorihuela en las fotos, con ese tubo entre las cimas principal y occidental, que tan buena pinta tiene para actividades invernales. Pero no era el caso este día. Sin nieve, si repitiera la ascensión, en vez de bajar por El Horno, regresaría por el itinerario de subida, a falta de otro itinerario hacia el norte más llevadero. Ese penoso descenso no añade nuevas perspectivas, ni pasa por parajes especialmente bonitos. Yendo y viniendo por la subida, la actividad carece de dificultad, pero se incrementan distancia y desnivel.

Respecto al lugar de salida, la falta del puente sobre el Ambroz alargó la distancia en un kilómetro y, el desnivel, en unos 100 m, respecto a la Casa de la Luz. No es mucho pero, cuando reparen el puente, lo lógico será salir de ahí. Creo que también se puede llegar en coche  por un carril que llega del oeste a medio camino desde el cruce de donde partí, pero no sé dónde se coge.

RELATO GRÁFICO:

Desde la pista de acceso al Embalse de Hervás, poco antes de llegar, sale a la izquierda un desvío que cruza el río homónimo y va a la Casa de la Luz, donde pensaba comenzar la ruta. Pero me encontré el puente caído; así que aparqué y me dispuse a cubrir caminando el kilómetro final de la aproximación. Para vadear el torrente, aproveché un tronco atravesado un poco a la derecha de donde estuvo el puente. Al otro lado, el carril se bifurca y, siguiendo las indicaciones de la Senda de La Chorrera, giré a la izquierda (NO).

La pista asciende suavemente por el valle del Ambroz, entre abundante vegetación hasta que, tras dejar de lado dos desvíos a la izquierda,...

... acaba junto a la casa de la Luz. Pocos metros antes, me desvié a la derecha (SE) por el itinerario a La Chorrera, con sus marcas de PR, que pasa a remontar la ladera, transformado en...

... una senda estrecha pero muy bien acondicionada. La misma se bifurca a los pocos metros, pero las señales no dejan duda: hay que seguir por la derecha (SO). A continuación, un trazado en zigzag permite superar sin esfuerzo la vertiente, entre los robles.

Salí del bosque en lo alto del lomo de Marinejo, junto a un estanque que acumula el agua para alimentar los generadores de la Casa de la Luz.

Desde allí, se disfruta de una primera visión de la cumbre: el Camocho de Sorihuela muestra su cara norte al otro lado del valle del Río de Hervás.

El agua dirigida a la Casa de la Luz procede del Río Ambroz y, tomada de la Chorrera, va al estanque de acumulación prácticamente por lo alto de este lomo, mediante una acequia que la senda va siguiendo. Así, al asomarme a la otra vertiente, al este vi la silueta altiva del Canchal Pinajarro, en el núcleo más alto de la Sierra.

No tardé en llegar a un paraje en que la senda y la conducción se separan de la cuerda. Allí, me desvié a la derecha (SE), por un camino que continua ascendiendo por el lomo, abandonando de paso el itinerario señalizado. Antes, me asomé, más a la derecha, a...

... un mirador, desde el que se goza de un buen panorama del embalse y el pueblo de Hervás, con las sierras de Gata y la Peña de Francia, quebrando al fondo el horizonte.

El nuevo camino es ancho y vuelve a entrar entre los robles, para salir de los mismos...

... en La Tablaílla, rellano empradizado con un par de casetas y alberca. Al fondo del mismo, pasa la Pista Heidi, que atraviesa la vertiente de la sierra sobre Hervás, a entre 1.000 y 1.200 m de altitud. Para continuar remontando el lomo, crucé el carril y busqué entre los árboles...

... un trazo borroso, que no tardó en aclararse, aunque como senda es mediocre.

Al dejar atrás el arbolado, me encontré ante el Lomo del Zapatero, que se prolongaba hasta culminar el Camocho de las Mesas, a la izquierda de la portilla donde ganaría el cordal principal. También fueron apareciendo algunos hitos, muy distantes unos de otros, aunque, en este terreno, no los eché de menos.

Las vistas eran espléndidas. A la izquierda, el Pinajarro, junto al que ahora era visible el Canchal de los Campanarios.

Al otro lado, la doble cima del Camocho de Sorihuela. Bajo el pico principal, el más cercano, y a la izquierda, el lomo por el que luego bajaría; por una vez, la realidad del matorral fue peor que las apariencias. También se aprecian, abajo, el casco urbano de Hervás y la Pista Heidi cortando la vertiente.

A media subida por el lomo, me encontré con otra pista. Sólo la seguí unos metros, lo que me vino cómodo para remontar la cuerda.

Con la ganancia de altitud, se fue ampliando el panorama al noroeste: en el horizonte, junto a las sierras del Gata y Francia, se iba descubriendo la de Tamames.

Hacia la cota 1.500, tras una zona en que se acumulan grandes peñascos, la cuerda se yergue. Es el momento de dejarla para atravesar la ladera a la derecha (S). Hay senda y, aunque el trazo se interrumpe, se encuentra buscando, entre los bloques más bajos de ese lado,...

... un par de hitos muy oportunamente colocados. Tras unos metros de matorral y grandes cantos,...

... el trazo pasa a atravesar, en diagonal suavemente ascendente, una ladera de pasto hacia la horcada entre el Camocho a secas y el de las Mesas.

La perspectiva del Camocho de Sorihuela iba cambiando. Aquí se apreciaba ya la cuerda a recorrer para alcanzar la cumbre.

La Portilla del Zapatero no se descubrió hasta los metros finales donde, por cierto, el trazo se perdió, pero la pelea con el matorral fue leve, ya que no me pasaba de la rodilla.

Al llegar al collado, giré a la derecha (S), para continuar subiendo junto al muro que marca la divisoria, aprovechando el hueco que abría en la retama.

A la izquierda, había aparecido Gredos, concretamente el macizo occidental, donde destacaban el Alto del Corral del Diablo (con nieve) y la Covacha, entre varios de sus satélites. A la izquierda, se llegaba a ver también algo del sector central, pero irreconocible, y las grandes cumbres permanecerían tapadas.

Al llegar a la cima del Cerro Camocho, el panorama se amplió a ese lado con la Sierra de Tormantos, que muestra sus núcleos de los Infiernillos y la Panera sobre el Valle del Jerte.

Volviéndome, podía ver lo más alto de la Sierra de Candelario alzarse al otro lado de la Portilla del Zapatero. De izquierda a derecha, se destacan los picos del Pinajarro, los Campanarios, el Torreón, el Turmal y la Campana.

Más a la izquierda, bajo el Lomo del Zapatero, corre el valle del Hervás, mientras en el horizonte se alinean las sierras de las Batuecas y las Hurdes.

Desde esta primera cima del día, giré a la derecha (O), para alcanzar sucesivamente, por la cuerda, el Alto de la Portilla de Sorihuela y el Camocho de Sorihuela, más allá de los cuales se llegaban a ver la punta occidental (1.789) de éste y el Valdeamor. El lomo es ancho, suave y despejado, poblado de pasto y sólo un escaso matorral, sin densidad ni porte como para molestar. Aunque por momentos se veía un trazo en la hierba, no lo seguí estrictamente.

Desde el Alto de la Portilla de Sorihuela, hay una bonita vista atrás.

A continuación, sólo queda una imperceptible bajada, seguida de una subida de más entidad pero muy tendida, para la cumbre de la jornada.

A punto de culminar el Camocho de Sorihuela, panorama al noreste: fachada occidental de la Sierra de Candelario, de la Sierra de Béjar a los vecinos Camochos.

Al sureste, extremo oeste de Gredos y Sierra de Tormantos sobre el Jerte.

Al oeste, siguen los Montes Tras la Sierra, con el pico de Valdeamor, su máxima altitud, bien visible. Pero lo que impresiona es, a la derecha,...

... la caída en embudo de la gran canal de la cara norte y los roquedos del pico occidental.

Pero bueno, iba siendo tiempo de volver. No conocía otra ruta razonable, sin nieve, que la de subida. Pero mirando el mapa y fotos, me había trazado un retorno más directo por el lomo que cae noreste, llamado El Horno en el mapa. Así que comencé bajando en esa dirección, con la referencia del pico del Pinajarro. Tras unos metros muy suaves, en que no llegaba a ver el valle, la pendiente se intensificó y apareció el contrafuerte que iba a seguir, al menos hasta un cancho a media altura. Este tramo no es malo; aunque es empinado y sin senda, el principio es por hierba rala y, luego, por...

... un matorral de poca altura y que no llega a estar cerrado del todo. Tras el mismo, al llegar a...

... la zona rocosa, vi a la derecha un hito de buen tamaño sobresaliendo del matorral. Parece que no soy el primero en bajar por aquí. La señal me llevó a...

... flanquear el risco por una terraza herbosa adosada a la derecha, muy cómoda hasta que...

... de repente se acabó el mundo, en un desplome de 20 ó 25 m. Afortunadamente, estaba además de estar lleno de fisuras y repisas,...

... no era tan vertical como parecía, de modo que el destrepe resultó fácil (I).

A partir de aquí, el descenso iba a transcurrir a través de un matorral alto, denso y duro, terriblemente incómodo. Y poniendo cuidado, pues el suelo bajo el mismo era poco estable y empinado. Por otro lado, salvo alguna perspectiva afortunada como ésta,...

... las vistas hacia el Pinajarro, que podían ser el atractivo de este descenso, no aportaban nada a lo ya visto.

La bajada era tan mala que las ocasionales pedreras que encontré resultaban un alivio.

Finalmente, salí del monte bajo muy cerca de la Pista Heidi, cuando sólo me quedaban unos pocos metros hasta el carril, que tomé a la derecha (NE).

En los metros últimos de descenso, buscando mejor paso, había derivado al flanco oeste (izquierdo) del lomo, buscando terreno más despejado, aunque fuera también más abrupto. Desde la primera curva de la pista, podía ver la mitad inferior, a partir del risco de los destrepes, del lomo por el que acababa de bajar.

La pista me llevó a cruzar el Río Hervás y, a partir de ahí, a...

... ascender suavemente sobre su valle, al otro lado del cuál...

... se alzaba la cumbre.

Así llegué a La Tablaílla, donde reencontré el itinerario de subida. Ya sólo me quedaba, dejando la pista por la izquierda (NO), deshacerlo para regresar, por...

... el lomo de Marinejo, desde donde me despedí del Camocho de Sorihuela, a la Casa de la Luz y al cruce de pistas bajo el Embalse de Hervás donde había dejado el coche.

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