Cancho Gordo (1.563)

CRESTA DE LA CABRERA

DESDE EL ESPALDAR

El Cancho Gordo es la máxima altura de la Sierra de la Cabrera, espectacular cresta granítica situada en el extremo oriental de la alineación sur del Guadarrama. Encajada entre poblaciones y carreteras y con una altitud que resulta modesta, incluso en relación con los montes próximos, es una montaña muy humanizada. Por otro lado, la altivez y aspecto aéreo de su rocosa vertiente sur atrae la atención en la distancia. Hoy, sin embargo, además de recorrer la cresta, vamos a conocer El Espaldar, que viene a ser el reverso de esa imagen habitual de la Sierra de La Cabrera. Se trata de su vertiente septentrional, que cae hacia el Valle del Lozoya en forma de suave rampa poblada de pinos y lanchares.

Vertientes septentrionales de la Sierra de la Cabrera y Mondalindo

SITUACIÓN:

  • Zona: Cuerda Larga - Sierra de la Morcuera (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de La Cabrera
  • Base de partida: La Cabrera (Madrid)
ACCESO: La Cabrera está 55 km al norte de Madrid, por la A-1. No es necesario entrar en el pueblo, sino que, tras tomar la salida 60, justo antes de pasar por debajo de la autovía, hay que desviarse a la derecha (N) por un carril asfaltado y seguirlo durante 2,5 km, hasta un puente sobre la autovía. Cruzarlo y aparcar para empezar la ruta. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

Pulsa aquí para consultar la tabla MIDE

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.023 / 1.563
  • Mi tiempo efectivo: 4h00
  • Mi tiempo total: 5h38
  • Dificultad: F. Trepadas fáciles (I) pero prolongadas y expuestas en el acceso a ambas cimas.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde el puente sobre la autovía en Los Quiñones, continuar al NO por la misma pista que habíamos llegado. Al poco, tomar a la izquierda (SO) el carril que sube al Depósito de Cabeza Mala y continuar por la senda que lo prolonga. En el collado, seguir el lomo a la derecha (O) y, al llegar a un rellano herboso, tomar a la izquierda (S) la senda que rodea la sierra por el este. Al pasar el Collado de la Tejera, coger la senda balizada (PR) que remonta a la derecha (SO) la ladera y, al ver acceso despejado a las placas que defienden la cima, dejarla por la izquierda (SE) y trepar hasta el Pico de la Miel (F)Regresar a la senda y seguir por ella la cresta a la izquierda (O) hasta el Collado del Alfrecho. Dejar allí el PR por otra senda que sale a la izquierda (SO), se encarama a la cumbre de La Cabrera y la rodea por el sur hasta salir a una pradera encajada bajo la cara oeste del risco cimero. Trepar por una evidente sucesión de repisas fáciles (I) a lo más alto del Cancho Gordo (F).

Bajar por ladera en diagonal al NO para regresar a la senda y retomarla a la izquierda (O), hasta el Puerto del Medio Celemín. Según se llega al mismo, al pasar entre unos canchos (1.321), girar a la derecha (N) y descender la vaguada por lo más cómodo, entre pinar y cantos, con la guía ocasional de algún hito. Al salir a un roquedo despejado, tomar en su extremo izquierdo (O) un carril que enseguida desemboca en otro y seguir por la derecha (NE). El camino acaba en una excelente pista, la del inicio, que tomada a la derecha (NE), nos llevará a travesar El Espaldar hasta el puente de Los Quiñones.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Ruta muy bonita, tanto por el panorama como por el entorno inmediato, donde los buitres serán una presencia constante, y con la emoción de un ligero contacto con el vacío. Casi toda ella transcurre por caminos; más o menos señalizados y en mejor o peor estado, pero caminos al fin y al cabo. Sin embargo, el acceso a las dos cimas que marcan los extremos de la cresta de La Cabrera requiere trepar, por terreno muy fácil, pero vertiginoso y ciertamente expuesto. Con la roca húmeda,  estas trepadas resultarán delicadas.

RELATO GRÁFICO:

Comencé la excursión en la explanada del lado occidental del puente sobre la autovía en Los Quiñones, caminando por la pista que, en dirección noroeste, se interna en el pinar de la vertiente norte de la Sierra de La Cabrera, tras dejar de lado un desvío a la izquierda que va al pueblo.

Al poco llegué a este otro desvío, también a la izquierda (SO), y lo tomé para subir hacia Cabeza Mala.

Al ganar altura, en los claros del arbolado, se extendía la vista por el Valle del Lozoya, limitado al fondo por las alturas de la Somosierra y Ayllón.

Pasado un depósito de agua, el carril se transformó en senda y, enseguida, alcanzó una collada, donde salí del bosque y pude ver ante mí el Pico de la Miel, primer objetivo del día. Allí, dejé la senda por la derecha (O), para...

... remontar las lanchas de granito del lomo, bastante tendidas.

Unos hitos marcaban el itinerario. Sobre las placas, me llevaron por el paso cómodo a través de un terreno de canto y matorral. A mi espalda, pronto fueron visibles, por encima de Cabeza Mala, las peñas de Las Cabreras (en plural; no confundir con esta sierra).

Al remitir la pendiente, dejé el trazo que iba siguiendo por otro a la izquierda (SO), que...

... me llevó hacia una terraza que se extiende al pie del Pico de la Miel.

Al desembocar en un carril, lo tomé obviamente a la izquierda (SE), para seguir acercándome al cerro.

Al llegar al pie de la ladera del Pico de la Miel, volvía desviarme, ahora por una senda a la derecha (SO), que...

... se abre paso a través del monte bajo y el pedregal, en recia pendiente, y está señalizado con las marcas blancas y amarillas del PR-M 13, que seguiré durante el cresteo.

Al mirar atrás, la vista al este se había ampliado con el Embalse de El Atazar, más allá de Las Cabreras.

Hacia los 1.330 m de altitud, cuando vi a mi izquierda (SE) que el paso a las placas que defienden la cima estaba expedito, dejé la senda para trepar, primero por unos bloques (I) y, luego, por...

... unas placas no muy empinadas y con muchas discontinuidades que facilitan la superación (I). 

Sin embargo, hay que poner cuidado. La exposición es real y la roca no agarra demasiado bien; simplemente con la humedad de primera hora de la mañana, algún paso llega a ser delicado. Al cabo de unos 60 metros de trepada, llegué...

... al hito y se desplegó ante mis ojos la llanura que se extiende al sur, destacando el Cerro de San Pedro y el caserío de La Cabrera a mis pies. Volviendo la vista a la izquierda,...

... brillaba El Atazar encajado entre las últimas estribaciones meridionales de Ayllón y más allá de las Cabreras.

Siguiendo con el giro, el llano del curso inferior del Lozoya, limitado por unas crestas tapadas por las nubes. Aunque se llegaba a distinguir el boquete del Puerto de Somosierra.

Al oeste, se extendía la cresta de la Sierra de la Cabrera, hasta el Cancho Gordo, la otra cima de la jornada. Para ir hacia allí, destrepé un poco a la derecha (NO) de la foto, por...

... las placas (I), sirviéndome de referencia el trazo de la senda, que veía más abajo.

Al pasar por aquí, se lleva uno alguna perspectiva de los roquedos altivos de la cara sur.

Al llegar a la senda, tras una mirada atrás, al Pico de la Miel, me reincorporé a la misa tomándola a la izquierda (SO).

El PR me condujo con toda comodidad por el rellano herboso que se extiende, al pie de la cresta, a lo largo de la vertiente norte de la sierra.

El panorama a la derecha era extenso; lástima de las nubes del fondo.

Poco a poco, fue quedando atrás el Pico de la Miel y...

... apareciendo, con el fondo sombrío del Mondalindo, el Pornoso, siguiente risco de la cresta, que hoy no tocaba visitar, sino rodear por el norte.

Durante el trayecto, pasé algunas bifurcaciones, como ésta ante la peña del Águila. Como en todas, seguí las señales del PR. Pasado este otro risco, me encontré ante...

... la parte más rocosa de La Cabrera, con los canchos de la Bola, Gordo y Largo dominando el panorama.

Pasando por la peña del Águila, la senda toca la cresta y se pueden contemplar bonitas vistas del Pornoso o...

... del Cancho de la Bola o, simplemente, de...

... cualquiera de las peñas anónimos junto a las que se pasa.

Así, hasta llegar ante el Cancho Gordo. Aquí, dejé el PR por una senda, igualmente clara, que sale a la izquierda (SO) y conduce al...

... Collado Alfrecho, donde, aparte de un hito descomunal, hay un cruce de caminos.

Continué recto (SO), el mismo trazo, que, ahora, remonta la ladera del Cancho gordo, por una zona que, mayormente poblada por hierba, evita los riscos. Con la altura, una mirada atrás nos regala una impresionante imagen de la cresta.

Al llegar a este rellano, aunque la senda parece seguir recto (acaba en un vivac preparado donde los arbustos del fondo), giré a la derecha (O), para...

... remontar, por una traza más sutil, una breve y última pendiente, que me dejó ante...

... una ancha pradera que se extiende al pie de la cara occidental del risco cimero del Cancho Gordo. Para superar sus 30 metros de altura, me acerqué a una especie de saliente de roca muy tendido en el extremo suroeste. En su parte más alta, comencé la trepada tomando a la izquierda (N)...

... una repisa irregular y llena de cantos, pero muy fácil (I).

Si se quiere abreviar, las placas por encima no son muy difíciles (II), pero...

... es más cómodo seguir la repisa hasta su extremo, de donde sale otra a la derecha. En la foto, hacia abajo, se ve la primera repisa desde mitad de la segunda. La mayor parte del tiempo no hay ni que apoyar las manos, pero, como puede verse, digo lo mismo que con el Pico de la Miel: el terreno es expuesto y, si está mojado o helado, hay que ir con cuidado.

Desde lo alto del Cancho Gordo, se puede ver el resto de la Sierra de la Cabrera, con el contraste entre sus dos vertientes. Por desgracia, las nubes y la bruma seguían estropeando el panorama al fondo.

Al sur, hacia Madrid, lo mismo; se aprecia lo extenso del llano, pero nada más.

Al este, del resto del Guadarrama, sólo se distinguía el vecino Mondalindo.

Para regresar, bajé del risco por el mismo itinerario de subida y giré a la derecha (NO), para recorrer hasta el final la pradera, de donde sale...

... una nítida senda, marcada además con hitos, que me llevó a descender del Risco Gordo...

... trazando una prolongada diagonal hacia el Puerto del Medio Celemín, que se abre, anchísimo, bajo el Mondalindo.

Poco antes de llegar al mismo, me reencontré con el PR, que tomé a la izquierda (O), pero para...

... dejarlo enseguida. Al llegar ante los peñascos al fondo del primer prado del puerto, dejé la senda por la derecha (N) y...

... recorrí el rellano, junto a los riscos, hasta su borde.

Desde allí, eché una mirada atrás, a la cresta que forman los canchos Gordo, Largo y Monejo, antes de...

... emprender la bajada por la vaguada. Hace muchos años, bajé por aquí siguiendo una senda. No la encontré, pero sí una banda de terreno cómodo entre los pinos y, ya alago más abajo,...

... unos hitos que no llegaban a mantener la continuidad. El trazo se ha perdido, pero la bajada sigue siendo cómoda si uno no se complica la vida y procura ir por lo mejor. Sorteando arboledas y riscos en dirección general norte, acabé...

... a un amplio claro se suelo rocoso ante las crestas del Pornoso, la Peña del Águila y el Cancho de la Bola.

También se veía delante la cresta de la Sierra del Rincón, que se había despejado. Con esa referencia, giré a la izquierda (NO), para buscar...

... un carril que sale en esa dirección y desemboca enseguida en otro camino (en la foto, el cruce), que tomé a la derecha (NE).

El pedregoso y empinado camino me dejó, tras haber pasado ante un desvío a la derecha, en una pista forestal, que tomé a la derecha (E), pasando a...

... faldear la sierra al pie de la ladera de El Espaldar. Durante el trayecto pasé ante varios desvíos como el de la foto, prosiguiendo en todos ellos por la pista principal.

No tardé en entrar entre los pinos, a cuya sombra transcurrió la mayor parte este tramo final de la excursión, hasta...

... aquel primer desvío de Cabeza mala y, enseguida, el inicio de la excursión junto al puente sobre la autovía.

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