Alt del Griu (2.876)

ASCENSIÓN DESDE LOS CORTALS D'ENCAMP

CRESTA DESDE EL PIC D'ENSAGENTS (2.852)

El Alt del Griu es el segundo pico más alto de las montañas que, al sur de la divisoria pirenaica, se extienden entre el territorio andorrano y la Cerdaña. Quizá sea también la más individualizada, merced a su altivez piramidal y alzarse al extremo de una estribación, destacándose del núcleo del macizo hacia el centro de Andorra. Se trata de un pico rocoso, con una cima puntiaguda (en apariencia), donde convergen aristas de aspecto accidentado. Desde allí, por su aislamiento orográfico, las vistas son despejadas hacia las crestas circundantes. La ruta escogida parte del vecino Pic d’Ensagents, otra cima afilada, recorriendo una cresta estrecha y cuajada de agujas, que luego resultó más fácil de lo esperado.

Llegando al Pic d’Ensangents, cresta desde ésta hasta el Alt del Griu

SITUACIÓN:

  • Zona: Andorra (Pirineos)
  • Unidad: Montañas de Envalira
  • Base de partida: Encamp (Andorra)
ACCESO: El Merendero Camí Pleta dels Orris, en los Cortals d'Encamp, está 13 km al NE de Andorra la Vella, por Encamp. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.918 / 2.876
  • Mi tiempo efectivo: 5h50
  • Mi tiempo total: 8h20
  • Dificultad: PD-, en las condiciones del día (nieve dura en el entorno de cresta). Pequeñas trepadas (I / II) y pasos expuestos sobre nieve helada en la cresta de acceso al Pic d’Ensagents. Terreno confuso, pero fácil en la arista desde éste al Alt del Griu.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Tomar, en los Cortals d'Encamp, la senda que remonta el Riu d’Ensagents y, pasando por el Refugi d'Ensagents, alcanza la Collada dels Pessons. Girar allí a la izquierda (N), para recorrer el cordal hasta el Pic d'Ensagents (PD-), que presenta cortos pasos expuestos con pequeñas dificultades (II), especialmente en su último tercio. Continuando el cresteo a la izquierda (NO), por terreno más fácil (I) si se evitan los grandes bloques que jalonan la arista, se llega al Alt del Griu (F).
Bajar a la izquierda (SO) por un suave lomo pedregoso y en la Collada d'Entinyola, girar a la izquierda (S), para proseguir el descenso por la vaguada, ya por senda. Ésta desemboca en el camino del Riu d'Ensagents, que ya se usó de subida. Tomándolo a la derecha (NO), ya sólo resta deshacer camino para regresar a los Cortals d'Encamp.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Bonita ruta pirineísta, que reúne los atractivos habituales de las vías paranormales de la cordillera: pequeñas dificultades, que dan emoción sin obligar a emplearse a fondo, y un entorno pródigo en bellezas, tanto próximas como lejanas. O puede que yo llevara más de un año (¡13 meses!) sin pisar el Pirineo (he echado cuentas: desde 1.986 no pasaba eso). No creo; realmente la ruta es una preciosidad y, en las crestas, es más importante localizar el paso bueno, no siempre obvio, que la técnica que se tenga trepando.

Acabé de noche (no está mal, hacía años que no recurría a la linterna frontal que siempre llevo en la mochila... ¡ha servido para algo!). Dos causas: la primera, que me confié y ya salí tarde. La segunda, las numerosas puestas y quitadas de crampones en la cresta al Ensagents; y encima, como esperaba pisar muy poca nieve (como así fue), llevé los crampones de correas para las botas blandas. Lo que me encontré fue horcadas expuestas cubiertas de nieve dura, separadas por tramos de bloques que, por lo resbaladizo, no me atreví a pasar sobre puntas. La consecuencia es que debí perder una hora o más en poner y quitar pinchos. Por acabar de noche, varié la primera intención, que era bajar del Alt del Griu por el lomo occidental hasta el final; Regresé al Riu d’Ensagents desde la Collada d’Entinyola, ya que sabía que el camino del valle, si bien un poco más largo, es mejor para ir con la frontal.

RELATO GRÁFICO:

Desde el desvío al área recreativa citada en el apartado “ACCESO”, tomé un camino que sale a la izquierda de la entrada a un prado cerrado con barrera. La vereda en cuestión está señalizada con un cartel que reza “Camí d’Ensagents - Madriu”.

La vía es amplia y cómoda, aunque, desde el inicio, asciende reciamente a través del denso pinar. Está marcada con unos puntos de pintura amarilla e...

... indicada con cartelería en los desvíos. Por ejemplo, en este primero, seguí por la derecha (S), siempre a Ensagents.

Al paso por el barranco de Feritxet, el bosque se abrió y me dejó ver las crestas circundantes, que me iban envolviendo según me internaba en el macizo.

Segundo desvío, también señalizado: a la izquierda (SE).

Después, llegué a un prado más amplio, desde el que podía ver, atrás, las crestas del grupo del Salòria y parte del macizo de Coma Pedrosa, cuya cumbre asomaba por los pelos.

Aquí, en lo alto del claro, tercera bifurcación: al Alt del Griu, decía el cartel que por la izquierda. Pero como yo quería pasar antes por el Pic d’Ensagents, fui por la derecha (SE). Según mi idea original, aquí cerraría la parte circular del itinerario pero, por disponer de un camino más claro para caminar a la luz de la frontal, volví al fondo del valle d’Ensagents más arriba.

A partir de ese desvío, la senda se acabó de acercar al cauce del Riu d'Ensagents. Para remontarlo pegado a su orilla. Si bien la traza era estrecha estaba muy clara y bien acondicionada, con pasarelas como la de la foto, tendidas sobre los torrentes y zonas encharcadas.

Más arriba, el camino volvió a despegarse del río para superar un resalte, sobre el cual se veían asomar los picos dels Pessons y dels Llops.

Por encima, en un amplio rellano herboso, se encuentra el Refugi d’Ensagents, coqueto como suelen serlo en Andorra y situado justo en el paso del bosque a la alta montaña. Siguiendo con la ascensión, superé la pendiente cabecera del prado,... 

... desde lo alto de la cual, merece la pena detenerse a contemplar el paisaje a nuestra espalda: entre los macizos de Salòria, a la izquierda, y Coma Pedrosa, asomaban montañas del Pallars Sobirà y, sorprendentemente, sobre ellas, la lejana cresta de la Maladeta. También se veía, a la derecha, la Pica d’Estats.

Allí hay otra bifurcación, con su cartel. Por la izquierda, se va directamente al Alt del Griu, y es por donde luego bajé. Continué pues, por la derecha, o, mejor dicho, recto (SE), hacia la Collada dels Pessons, que se veía ya al fondo, justo encima del cartel.

Entré a continuación en un rellano lacustre, pasando entre varios ibones. El primero, éste, dominado las Crestas del Gargantillar, que dejé a mi derecha.

Luego, pasé junto a otro mayor, también sin nombre y tras el que se veía el Alt del Griu, que ahora estaba rodeando por el sur. Más a la derecha,...

... la cima del Pic d’Ensagents asomaba a través de una collada, junto a la punta anónima de cota 2.815, que pasaría camino del mismo.

Tras el rellano, la subida final para ganar cresta transcurrió por un tubo ancho y moderadamente empinado. La traza se difuminó hasta casi desaparecer pero unos hitos seguían marcando el camino. De todas formas, el terreno es tan uniforme que da igual seguirlos o no. Yo preferí dejarlos de lado para ir por la izquierda,... 

... evitando así pisar la nieve helada por donde iban las señales, pero no muy lejos del eje, para no incomodarme metiéndome en pendiente lateral. Desde el tercio inferior del tubo, otra perspectiva del Alt del Griu, ahora acompañado por el Pic de l’Aspra. Entre ambos está el collado donde dejé el cresteo y, por debajo, se ve la rampa de hierba inicio del descenso.

Así, si mucha incomodidad, fui llegando a la Collada dels Pessons.

Mirada atrás: el Gargantillar domina la cabecera d’Ensagents.

Girando a la izquierda (N), inicié el cresteo, remontando una ancha pala nevada hacia esa cota 2.815, que tapaba toda perspectiva. Empecé a caminar sin más y, en primer canto que encontré, procedí a ponerme los crampones: pese a ser casi la una del mediodía, la nieve era cristal.

A mi derecha, me asomaba de vez en cuando a la vertiente de Pessons, donde destacaba la cara norte del pico homónimo.

Desde esa punta 2.815, tuve la primera visión competa de la cresta que une los picos d’Ensagents y del Griu. Aunque sembrada de agujas, parece que todas ellas, o la gran mayoría, van a ser evitables.

Al llegar al pie del Pic d’Ensagents propiamente dicho, desapareció nieve. Fuera crampones y a subir, por una cuerda ahora algo menos ancha y bastante más empinada, teniendo ya que ayudarme ocasionalmente de las manos para superar algunos bloques (I).

En esta arista hasta la cima, se suceden varias puntas secundarias, separadas por horcadas fáciles. Aquí, una mirada atrás desde la segunda (o tercera, no lo recuerdo con precisión).

Los hitos marcaban los pasos fáciles y nunca la dificultad fue considerable: II- en roca y nieve de pendiente suave y con huella. Lo malo fue la alternancia de tramos por nieve helada, donde, pese a la huella, los crampones resultaban más que aconsejables, con...

... otros por arista, con escasa dificultad (II) pero expuestos, y por una roca donde las puntas resbalaban demasiado para pasar sobre ellas.

Finalmente, las muchas veces que tuve que ponerme y quitarme los crampones (encima de correas, que desde hacía años no los usaba casi nunca) me hicieron emplear más de una hora en pasar una arista que, con la roca limpia, no creo que me llevara más de quince o veinte minutos. Bueno, de momento y pese a la lata del quita y pon, iba tan feliz viendo variar la perspectiva hacia el Alt del Griu y la arista desde el Ensagents.

Y acabé llegando a la cima de éste. Aquí una mirada atrás, a las dos últimas puntas, más allá de las cuales asomaban el Pic del Pessons y, por encima del mismo, la Tossa Plana de Lles. A los lados, las crestas de Pessons y Gargantillar, a cada cual más tremenda.

Otra vista de la cara norte del Pessons.

Panorama oriental. El Circ dels Pessons, con su multitud de laguitos, enmarcado por crestas de la Cerdanya.

Al norte, más allá del Circ d’Emportona y el Alt del Cubil, los grupos del Estanyó, Anrodat y Juclar.

Al oeste, el Alt del Griu dominaba el panorama, sobre un magnífico fondo de montañas. Hacia allí continué, bajando en primer lugar por...

... un ancho y suave lomo cubierto de nieve (penúltima puesta de crampones).

Pero, a partir de la primera horcada, el cordal se volvió movido, con la arista sembrada de bloques de gran tamaño, pero que se podían contornear,...

... siempre por la izquierda, con alguna incomodidad, pero sin encontrar dificultades ni pasos muy expuestos.

El recorrido es muy bonito, con las crestas heladas del Gargantillar al fondo de la vertiente de Ensagents, a la izquierda, y...

... el Alt del Cubil sobre...

... la de Emportona, al otro lado.

La única dificultad que le encontré a este tramo no es relativa a la progresión, sino a lo que se podría llamar microorientación: no vi hitos ni marcas (tampoco los busqué, es cierto) y, en este terreno caótico, hay que poner atención para elegir el paso y evitar enroques y pérdidas de tiempo.

Poco a poco, fue quedando atrás el Pic d’Ensagents. Desde aquí se ve el perfil de la arista y todas esas horcadas nevadas y puntas limpias, que me hicieron poner y quitar tantas veces los crampones.

Un último rodeo de un cancho más potente en la arista, por la izquierda como siempre, me llevó al pie de una empinada ladera herbosa, en lo alto de la cual me esperaba...

... la cima del Alt del Cubil. Desde allí, mirando atrás, la cresta recorrida, enmarcada por un horizonte de montañas que se extiende de la cresta de Lanoux a la Tossa Plana, pasando por picos famosos como el Carlit, la Font Negra o el Puigpedrós. Y, entre los dos últimos, la vista llega a la cresta de Nuria.

Al norte, pese a la lejanía, destacaban por altivez los picos de Ruf y l’Albe.

Más a la izquierda, el grupo de Estanyó - Serrera. Por cierto, el punto más alto no es ese hito que se ve, sino los bloques desde los que se tomó la foto, señalados también con unos palos.

Por entonces, en vista de la luz declinante ya había decidido volver por lo más corto al camino del Riu d’Ensangents. De momento, comencé a descender por la arista suroeste, que se inicia como un amplio plano inclinado, que estaba cubierto de nieve, la cual, por fin, no necesitó crampones. El contraluz destacaba el horizonte occidental, en el cual seguía viéndose la cresta del Macizo de la Maladeta, entre las crestas de Salòria y de Coma Pedrosa - Tristaina. Ahora se distinguía mejor la pirámide cimera del Aneto.

Algo bueno tenía que tener bajar a estas horas: las vistas, preciosas. Unas veces en plan sombrío, y otras...

... por una transparencia del aire que pocas veces se aprecia en pleno día.

Abajo, aparecieron las casas de Encamp y los prados de Cortals, según me acercaba a la Collada d’Entinyola, donde abandonaría la cuerda,...

... bajando por la vaguada de la izquierda (SE), en cuya hierba se dibujaba claramente una senda.

Perdiendo altura, aparecieron los lagos d’Ensagents, que dejaría a la izquierda, bordeando la orilla del más bajo. Llegando a éste,...

Una mirada atrás, al inicio de la bajada de la cuerda y al Pic de l’Aspra, que, visto desde aquí, casi parecía más monte que...

... el Alt del Griu.

Más abajo, ese laguito anónimo semihelado con la cresta de Gargantillar detrás me suena: iba llegando al fondo del valle.

Efectivamente, un momento después, apareció el cartel de la última bifurcación de esa mañana. Ahora, giré allí a la derecha (NO), para tomar de bajada el camino del Riu d’Ensagents, que, sin más que seguirlo,...

... me llevaría de regreso a los Cortals d'Encamp, primero caminando entre dos luces y luego a través de la franca oscuridad, aunque el camino, dad su claridad, se seguía perfectamente a la luz de la frontal.

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