Erata (2.005)

 ASCENSIÓN DESDE ORÓS BAJO

CRESTA CABECERA DEL BARRANCO DE ESPIERRE

La Erata es un pico importante del Alto Serrablo, comarca montañosa de complejo relieve, que constituye el sector más occidental de las Sierras Interiores. Se trata de una gran loma herbosa que, sobresaliendo de los bosques que pueblan los valles circundantes, se alza frente a la Tendeñera; precisamente, su mayor atractivo es el panorama hacia esta sierra, además del entorno amable, digamos que más campestre que montañero, en que transcurrirán las excursiones. La actividad humana es abundante, sobre todo la ganadería, pero sin llegar a estropear el ambiente apacible de estos montes. Respecto a la ruta escogida, se trata de recorrer las dos vertientes y la cresta cabecera del Barranco de Espierre o dos Lucars, que nace en la vertiente occidental de la Erata, a los pies mismo de la cumbre, para ir a desembocar al Gállego, combinando el panorámico recorrido por el cordal con prolongados trechos a través de prado y bosque.

La cresta de Erata, vista desde el Monte Labayo, al suroeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras Interiores (Pirineos)
  • Unidad: Alto Serrablo
  • Base de partida: Orós Bajo (Huesca)
ACCESO: Orós Bajo está 60 km al norte de Huesca, por Sabiñánigo y la carretera de Biescas. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.


OTROS DATOS:
  • Cota mínima / máxima: 865 / 2.005
  • Mi tiempo efectivo: 5h54
  • Mi tiempo total: 6h35
  • Dificultad: Ninguna. Itinerario por caminos.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Orós Bajo por la pista que remonta el Barranco Dos Lucas y tomar el primer desvío a la izquierda (N). Al cruzar una carretera, continuar recto (NE), para llegar a Barbenuta. Salir del pueblo por la carretera que lleva a Espierre y, tras bordearlo por arriba, tomar a la derecha (E) una pista que remonta en diagonal la ladera. Al estar a la vista de la Collada Espierre, dejarla por la izquierda (NE) para alcanzar la horcada y tomar a la derecha (SE) la senda que va por la cuerda. Al pie del domo cimero, desviarse a la izquierda (E) para atajar hacia el collado norte y visitar el Pico de Yésero, estupendo mirador. Volver luego a dicho collado y continuar por la cuerda hasta la Erata.

Proseguir el cresteo al sur hasta el hombro de San Benito y pasar a seguir otro cordal, que sale a la derecha (O). Pasada la Punta Chunda, en un alto u hombro, las rodadas que iban por la cuerda se trasforman en una pista forestal y continua bajando por el ancho lomo. Tras una bifurcación en que se sigue por la izquierda (SO), el carril abandona el lomo en el collado de Los Forcones, pasando a descender en diagonal a través de la vertiente septentrional. Cuando, en la zona de El Perdón, la pista gira cerradamente a la derecha, dejarla por una senda que sigue recto (O) en la curva y desemboca en el extremo de otra pista que, a la izquierda (NO), conduce a Orós Bajo, a través de una confusa zona de cruces y atajos entre campos.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Caminata muy apacible, a través de un amable entorno de prados y bosques, incluyendo un lomo con buenas vistas a nivel local. Tanto la progresión como la orientación carecen prácticamente de dificultades. Los únicos tramos sin camino son breves y transcurren por prados despejados y suaves. En la única zona confusa, llegando a Orós, creo que es lo mismo tomar por uno u otro sitio en los desvíos: se tardará un poco más o menos, pero se acaba llegando al pueblo; además, se lleva el caserío a la vista. Por último, desnivel y distancia, siendo medianos, se llevan muy bien, pues no hay pendientes fuertes ni terreno irregular en el recorrido.

RELATO GRÁFICO:


Salí de Orós Bajo por la pista que remonta el Barranco Dos Lucas y que está indicada para llegar a una cascada bastante renombrada. Enseguida, y siguiendo unas indicaciones de GR, la dejé por el primer desvío a la izquierda (N), que...

... me condujo a remontar la ladera en cómodas lazadas. No tardaron en hacerse visibles las puntas de la Sierra de la Partacúa, al otro lado del valle del Gállego.

Al topar con una carretera, seguí recto, cambiando las señales del GR por otras de PR y...

... continué remontando la ladera, ahora por un camino más descuidado pero igualmente cómodo. Antes de doblar un lomo, me detuve a...

... mirara atrás, hacia el valle de Tena y Orós Bajo, que...

... iban a aquedar ocultos por un rato al internarme en el barranco. A pesar del violento contraluz, ya se distinguían los tejados de Barbenuta.

Al llegar a este coqueto pueblecito, tomé la calle con que topé a la izquierda (E), para atravesarlo y...

... salir por la única carretera que accede al mismo. Cuando ésta se bifurca, continué por la izquierda (NE), subiendo hacia Espierre.

A la entrada de este otro pueblo, junto a la iglesia, hay una bifurcación, en que seguí por la izquierda (NE) para rodearlo por arriba. Un cartel indicaba ya que, por ahí, se iba a la Erata.

Ya por encima de las casas, desemboqué en una pista, que tomé a la derecha (SE), cruzando una cancela, para continuar atravesando la vertiente septentrional del barranco, ganando altura en una muy tendida diagonal.

Enfrente, a mi derecha, quedaba el otro cordal, que definiría la bajada y mostraba una hermosa mezcla de prado y bosque en sus laderas superiores.

Atrás, se volvía a ver, o al menos adivinar el valle de Tena.

Sobre la cuerda que me dominaba, sobresalía la Peña Telera.

Tras pasar un par de lazadas, de la primera de las cuales sale un desvío borroso,...

... di vista a la Collada de Espierre, que quedaba un poco por encima de la pista. Dejé entonces el carril por la izquierda (NE), para remontar su abierta y suave vaguada herbosa.

Desde la horcada, mirando atrás, hacia el barranco que había ido siguiendo, me fijé en que más allá asomaba la Peña Oroel.

Al otro lado, se alzaba la Sierra de Tendeñera, pero desde aquí quedaba medio tapada por los árboles.

Girando a la derecha (SE), pasé a seguir el cordal, recorrido por una clara senda, marcada como GR.

El amplio lomo de herboso incluía el paso por pequeños pinares.

Por los tramos despejados, podía ver la Sierra de Tendeñera, ya más completa.

También, atrás, la Telera.

Y, enfrente, el cordal de la bajada.

El trazo se dividió al pie del domo cimero de la Erata. Antes de dirigirme a la cumbre, giré a la izquierda (E), para cortar la vertiente hacia el collado norte.

Desde esa horcada, se descubre al otro lado la Manchoya sobre el Barranco de Otal, al fondo del cual se alzaban el Canciás y Guara.

Desde el Pico de Yésero, hay una buena perspectiva de Monte Perdido y su corte (qué lástima la atmósfera turbia), así como...

... la esperable de toda la Sierra Tendeñera y, hacia la izquierda...

... el Barraco de Sía, con Biescas asomando en su desembocadura, y las peñas Oroel y Telera al fondo.

Volviéndome, me dirigí a la Erata, siguiendo el amplio lomo herboso.

Las vistas hacia Tendeñera y el Macizo de Marboré no difieren en lo substancial desde la cumbre; sólo, que ahora se ve el Pico de Yésero delante.

Mejor perspectiva, eso sí, hacia el cordal septentrional del Barranco de Erata, Espierre o Dos Lucas, que de todas esas formas lo he visto nombrar, por donde iniciaría el retorno a Orós. Detrás, se veía ahora la cima de Oturia, además de una más amplia vista de la Oroel.

De momento, continué cresteando al sur, pasando por el cabezo donde está el vértice geodésico.

Otra vista del cordal de la Manchoya.

Atrás, la Erata y el Yésero delante de Tendeñera. Lo dicho, Pirineo amable.

El recorrido de este cordal acabó en un hombro conocido como San Benito, donde hay una caseta. Allí giré a la derecha (O), para seguir otra cuerda, proyectada hacia allá, que...

... se ondula en la Punta Chunda y el Monte Labayo. Al poco de tomarla, se dibujaron unas rodadas en la hierba, que...

... hacían aún más cómoda la andadura. Cuando se desviaron para rodear la Punta Chunda, las dejé momentáneamente para pasar por dicha elevación y...

... disfrutar de esta bonita vista de Oturia.

También, una bonita vista de la cresta recorrida, con el fondo de la Tendeñera.

Además (maldita turbidez), desde este lugar, a través del corte de Tena, la Telera aparecía acompañada del Midi d’Ossau.

Tras volver a las rodadas, éstas me llevaron al Monte Labayo, apenas un hombro, desde donde...

... eché una mirada de despedida a la Erata y compañía, que...

... perdería de vista al bajar por una pendiente algo más intensa al otro lado. Además, las rodadas, transformadas ya en pista, me metieron enseguida bajo los pinos.

Al poco de iniciar esta bajada, que transcurrió en cómodas lazadas, llegué a una bifurcación, donde, para seguir la cuerda, giré a la izquierda (SO). 

Más adelante, vería salir algún otro desvío, pero, más deteriorado y estrecho que la pista, no daban motivo a la duda. El bosque se fue haciendo más denso al perder altitud.

En el claro que se abre en el collado previo al monte de Los Forcones, el camino abandonó el cordal, girando a la derecha para...

... continuar la bajada por la vertiente septentrional, ahora en diagonal. Todo este tramo se hace un poco largo pues, aunque el bosque es bonito, limita las vistas y hay poca variedad. Sólo de vez en cuando asomaba alguna cresta por el tajo del camino.

Cuando el carril gira bruscamente a la derecha, en la zona señalada en el mapa como El Perdón, es el momento de abandonarlo. Continué recto (O), en la curva, para pasar una cancela improvisada con un somier y...

... una senda estrecha y descuidada que abre un corte en la densa vegetación.

Al ratito, ya bastante cerca del final, desemboqué en una pista que tomé a la izquierda (NO), saliendo a continuación del pinar.

Esta zona final es un poco confusa, pero, con lógica y situándose respecto al caserío de Orós cuando se le puede ver, no presenta problemas. En esta curva, por ejemplo, tomé esa senda que se ve salir recta, sabiendo que más abajo volvería a encontrar el carril.

Así, alternando trozas de buena senda con la pista, que da muchas vueltas entre campos,...

... acabé entrando en Orós Bajo, muy cerca de donde había aparcado.

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