Gamoniteiro (1.791)

ASCENSIÓN DESDE LA COBERTORIA

POR LA CRESTA DE PEÑA PODRE (1.618)

El Gamoniteiro es el pico más alto de la Sierra del Aramo, cordal del interior de Asturias que, prolongando una estribación al norte del Macizo de Ubiña, separa las cuencas de los ríos Trubia y Caudal. Se trata de un gran lomo calizo altamente karstificado, de ancha y árida culminación, sostenida por laderas empinadas, cubiertas de pasto y helechos sobre los robledales y hayedos del fondo de valles y barrancos. Como sucede con frecuencia en estas montañas cantábricas alejadas de la dorsal, el relieve no es simple: la divisoria traza una línea ondulada y proyecta abundantes cordales secundarios.

Aunque se puede acceder en vehículo y por asfalto a la cumbre, que aloja un gran repetidor de comunicaciones, la importancia orográfica de esta cumbre, con sus más de 600 m de prominencia y la belleza de su entorno la hacen merecedora de una ascensión sin motorizar. Escogí para ello la afilada arista que, desde el collado meridional de la cumbre, traza un arco abierto al este frente a la cresta del macizo. El retorno, para terminar de evitar el asfalto, lo hice contorneando dicho cordal pero “por fuera”, ruta más larga pero más tranquila que los itinerarios habituales, aunque más dificultosa de lo esperado por haberse perdido en parte las sendas.

Cima del Gamoniteiro, con la cresta de Peña Podre delante, vistas desde el sur

SITUACIÓN:

  • Zona: Cordales Asturianos (Cordillera Cantábrica)
  • Unidad: Del Trubia al Nalón
  • Base de partida: Pola de Lena (Asturias)
ACCESO: El Altu la Cobertoria está 40 km al sur de Oviedo, yendo por Pola de Lena. Faltando 1,2 km para llegar al alto, tomar a la derecha (N) un desvío indicado al Gamoniteiro y seguirlo otro tanto, hasta la Collá del Fresno, donde hay a la izquierda una pequeña explanada. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.156 /1.791
  • Mi tiempo efectivo: 5h41
  • Mi tiempo total: 7h18
  • Dificultades: F. Numerosas trepadas (I) cortas en arista. Varios tramos con matorral cerrado y orientación poco clara.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde la Collá el Fresno, seguir la carretera del Gamoniteiro, subiendo hasta la Fuente les Choves. Girar a la izquierda (NO) y encarar la ladera de hierba y cantos para alcanzar el  Pico de la Bobia, donde se inicia la cresta que, aérea por momentos pero fácil, lleva a la Peña Podre (F). Sobrepasada esa cima, cuando el terreno lo aconseja, descender a la derecha (NE) entre el matorral, atravesar el Collado de Bárgana y remontar la empinada ladera de prado pedregoso de enfrente, hasta la cima del Gamoniteiro.

Continuar cresteando al NE, para visitar la Peña Xistra. Volviendo a la collada previa a la cima, tomar una senda que sale a la derecha (O) y cuyo arranque está señalado por un par de hitos. El caminillo baja por el circo que aloja el Llago de la Cueva y acaba junto al mismo, ante un cruce de caminos. Tomando el primero de la derecha (N), se alcanza enseguida el amplio puerto de la Cruz del Fresno, del que  se sale por la izquierda (O), para pasar a rodear  por el oeste y el sur la cresta antes recorrida. La senda se incorpora enseguida a una pista, que se sigue hasta que se lanza ladera abajo. Entonces, en la curva a la derecha, seguir recto (S), por estrecha vereda, que pronto es comida por el matorral. Manteniendo cota y orientación en lo posible y aprovechando lo que queda del trazo, se traviesan las vertientes de la Fuente del Abedul y la Mortera de Muriellos, hasta salir a un extenso prado bajo la Peña Podre. Allí, el rastro seguido parece que se encuentra con una pista, pero esta muere a los pocos metros y hay que salir de la pradera por uno de los varios trazos que atraviesan la ladera de La Cutiella manteniendo cota. Se trata de alcanzar la Fonfría, de donde sale un camino más claro, que lleva a la. Collá el Fresno.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta ruta de ascensión al Gamoniteiro tiene el atractivo esencial del recorrido de la panorámica cresta de Peña Podre, que es fácil y aérea. En unos pocos sitios hay que ayudarse de las manos y nunca en los pasajes más expuestos. Respecto al regreso, que tracé pensando en alejarme de encontré  las sendas, que se ven muy bien en las fotos aéreas de Iberpix, comidas por helechos que me llegaban por encima de la cintura y a veces escondían zarzas. Mientras esos caminos permanezcan así, creo que es mejor regresar por la otra vertiente: el asfalto se puede evitar con facilidad por los prados que se extienden a los lados y, además, existe la posibilidad de bajar del Gamoniteiro por el cordal del Rosal y la Campana. En este caso, se puede salir de más arriba, de los alrededores de la Fuente les Coves, acortando la ruta. En resumen que, mientras no se vuelvan a abrir las sendas, hay opciones mejores para regresar que por donde yo lo hice.

RELATO GRÁFICO:

En la Collá el Fresno, dominada por el extremo oriental de la cresta que culmina en la Peña Podre, se encuentran el GR-106 (final de la ruta de retorno) y la carretera del Gamoniteiro. Comencé la excursión siguiendo esta última vía, evitando el asfalto por...

... los prados que flanquean la calzada. Pronto la collada fue quedando abajo. Como sucedería a lo largo de todo el día, las nubes iban y venían, tapando o...

... descubriendo partes del paisaje, como, en esta foto, lo que tenía a mi izquierda: el valle del Trubia, dominado por la Sierra de Sobia.

Tras cruzar un par de veces la carretera, terminé caminando por un trazo de ganado que faldeaba la cresta que pretendía recorrer. Al pasar un cambio de rasante, cerca de la Fuente les Choves,...

... el terreno a mi izquierda (NO), se abrió en una extensa cara triangular de mediana pendiente, cubierta de hierba cortada por algunas bandas calizas. Girando a ese lado, encaré la subida, dejándome llevar por las ondulaciones de la ladera, a fin de suavizarla.

A mi izquierda, se veía la cresta del Macizo de Ubiña, desde el Fariñentu a la Comal.

Atrás, al este, el mar de nubes era más espeso. Sobresalían sólo, de izquierda a derecha, el Pico Torres; las crestas de Faro y Casomera, y el Cellón.

Pronto fui topando con la primera roca del día. De momento, sólo para verla realzar el paisaje.

Al asomarme a la arista meridional (izquierda) de la ladera, descubrí la aldea de Chanuces, rodeada de prados y bosques bajo las grises paredes. Por encima de la cresta de las Ubiñas, la ganancia de altitud me permitía ver ahora algunas cimas de la zona de Saliencia.

Especialmente destacable, la vista de Peña Rueda, entre la Peña Ubiña Pequeña y los Fontanes (la Grande, en medio de estas dos, quedaba tapada).

De nuevo las crestas sobre el mar de nubes al este. A la izquierda del Torres y la Sierra Magrera, se llegaba a adivinar la cresta del Cornión.

Llegando a la culminación de la ladera, apareció el Gamoniteiro, con sus antenas.

Un momento después, en el Pico de la Bobia, puede ver toda la cresta a recorrer hasta Peña Podre, antes de acometer la subida definitiva a la cumbre del macizo. Como se ve, ésta no es una ruta de trazado práctico; se trata de disfrutar del camino, por la quizá sea la posibilidad más montañera que ofrece. En todo su recorrido, la arista es discretamente aérea y alterna tramos herbosos con...

... otros de roca, nunca difíciles: casi siempre se puede ir caminando, aunque poniendo atención a dónde se colocan los pies y...

... con un considerable patio, sobre todo a la izquierda.

Al llegar a la punta del Pozalón, segunda de la cresta, bonita vista atrás.

A continuación, el terreno se ensancha y cae en la amplia depresión de La Muezca.

La posterior subida a la Peña Zarrea es menos aguda, aunque presenta un par de riscos previos, que rodeé por la derecha.

Desde esta tercera cota con nombre de la jornada, se iba distinguiendo mejor el cordal que proyecta el Gamoniteiro al sureste. De haber sabido cómo sería el regreso, hubiera bajado por él.

Tras la Zarrea, una imperceptible bajada me llevó a la subida hacia Peña Podre, donde la arista volvió a afilarse. Presentando como única dificultad un par de escaloncitos como éste (I), abundaban...

... los pasajes estrechos y expuestos, auténticas pasarelas... pero sin barandilla, claro.

Y tras un buen trecho en ese plan, pasadas un par de falsas cimas, llegué a lo alto de la Peña Podre, donde lo primero fue echar una mirada atrás. ¡Puñeteras nubes!

Al oeste, todo cubierto. Apenas unas crestas que, ni yo, me atrevo a identificar.

Al otro lado, el propósito principal de la visita a este pico secundario: la vista del Gamoniteiro y su lomo suroriental.

Para ir a la cumbre, comencé por seguir un poco más la cresta, que a partir de aquí se transforma en lomo, siguiendo...

... un estrecho trazo dibujado en el matorral del lado occidental (izquierdo).

Cuando, al cabo de doscientos y pico metros volví a la arista, el rastro desapareció, pero me encontré ante mí una especie de pasillo de hierba y cantos, sin matorral ni obstáculos reseñables, que bajaba en fuerte pendiente hacia el Collado de Bárgana.

Llegando al mismo, vi en la ladera de enfrente un trazo que ascendía en diagonal y fui a por él. Pero resultó morir junto a unas cabañas en ruinas, ganado muy poco desnivel.

En vista de lo regular y despejado del terreno que tenía por encima, encaré directamente la pendiente. Tomándomelo con calma, eso sí, que se pone de manos.

A media subida, di con unos postes metálicos que parecían jalonar una subida a base de diagonales, bastante empinadas, pero más cómodas, sobre todo porque el terreno aún conservaba entre las señales cierto aterrazamiento y estaba libre de piedras.

Atrás, las nubes estaban acabando de comerse la Peña Podre.

Tras reencontrarme con la carretera, llegué a la cima del Gamoniteiro. Bueno, la verdadera queda a la derecha y es inaccesible, pero han colocado una cruz en el punto más alto al que se puede subir.

Desde la misma, se veía despejado hacia la Peña Xistra y, pensando tener una buena perspectiva de la cumbre, me dirigí hacia allí. Tras una intensa bajada por hierba escalonada,...

... el lomo se presentaba amplio y cómodo. No había senda, pero tampoco se echaba en falta.

Por el camino, se fueron cerrando las nubes y, al culminar Peña Xistra, no se veía ya casi nada. Esto es lo más despejado, creo que al noreste.

Tocaba ya regresar y volví sobre mis pasos hacia el collado intermedio. Al llegar ante esa prominencia en primer plano a la derecha bajo la cumbre, me desvié a la derecha (O), para...

... cambiar de vertiente, siguiendo unos hitos: se ven dos en la foto, uno muy cerca a la izquierda y, el otro, sobre una roca, a la derecha de la prominencia.

Me encontré entonces en lo alto de una empinadísima ladera, al final de la cual yacía el Lago de la Cueva. Bajé unos metros por la hierba y, enseguida, di con una senda que desciende en diagonal. Tomándola a la derecha (N)...

Acabé el descenso, para luego seguir por lo alto del lomo que cierra la cuenca, desde donde...

... hay esta bonita vista del lago, dominado por el circo septentrional del Gamoniteiro.

Al llegar al desagüe, me encontré con varios caminos saliendo en distintas direcciones. Tomé el de más a la derecha (N), estrecho trazo que pasa junto a una balsa y sale al...

... extenso puerto de la Cruz del Fresno, que se abre entre el Gamoniteiro y el grupo del Barriscal. Siguiendo el rastro, giré para dejar el prado por la vaguada de la izquierda (O).

En el portillo de salida de la misma, la senda me incorporó a un camino más ancho, por el que giré al sur para atravesar la vertiente occidental de la cresta que previamente había recorrido y que, ahora, se encontraba ya totalmente tapada por nubes bajas.

Pese a ello, el paisaje a mi derecha tenía su encanto. Bueno, hay que consolarse ¿no?

Cuando el carril giró a la derecha para lanzarse ladera abajo, continué recto (S) por otro camino, peor acondicionado.

Por encima, las nubes tapaban la parte superior de la ladera.

Hacia el valle, algo se veía, aunque poco y con una luz bastante chunga.

El camino acabó en un trazo estrecho que, de vez en cuando, se bifurcaba. Sin otra referencia, iba procurando mantener cota pero, unas cuantas veces, hube de atajar por los helechos para cambiar de rastro. A partir de pasar sobre la Fuente del Abedul, que vi por debajo mía, fui...

... encontrándome tramos de matorral cerrado. No le di mucha importancia: eran suaves helechos. Lo malo es que escondían zarzas y ortigas, que no veías hasta tocarlas. Como había (o hubo) varios trazos paralelos, siempre encontraba otra traza a la salida.

Pasada la Mortera de Muriellos, al ir a entrar en la vertiente de Chanuces, vi a mi derecha un buen camino, que parecía converger con mi senda. Por ahí va además el GR-106 y, por tanto, vale con seguir sus señales para terminar el regreso. Entre el ambiente sombrío y el inesperado matorral, iba deseando abreviar.

Preo descubrí dos cosas: el camino moría enseguida, en un amplio prado. Y las marcas del GR estaban borradas casi todas. Lo bueno es que ahora veía ya, a la derecha, la Collá el Fresno, para servirme de referencia. Al ir a salir del prado siguiendo la travesía de la ladera, me encontré con un...

... haz de trazos divergentes. No había marcas y tomé el que mejor me pareció. Efectivamente, poco después estaba atravesando el helechar, descendiendo en buscar otro más bajo. Así, hasta llegar a ese prado, poco antes de la Fonfría.

Allí desaparecieron los trazos, pero, atravesando la hierba en dirección a la Collá el Fresno, me encontré...

... el arranque de un camino, al principio estrechado entre matorral, pero bien trazado, que fue mejorando mientras me llevaba hasta la Collá el Fresno, hasta terminar casi como una pista. Incluso llegué a ver un par de marcas del GR (donde menos falta hacía, como es habitual).

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