... a mi
izquierda podía ver, en primer término, el perfil del lomo por el que iba a
bajar.
Así
llegué al Pinar de Don Timoteo, cruzando una cancela bajo los primeros árboles.
Enseguida,
dejé de lado un desvío a la izquierda, que cruza el Arroyo de Peña Negra junto
al que la pista avanzó un corto trecho, hasta que separarse del mismo girando a
la derecha para...
...
encaramarse al contrafuerte septentrional de La Muela, dando inicio a la
verdadera ascensión. Cuando la pista traspone su cuerda, la dejé por la
izquierda (S), para...
... tomar
un amplio carril que traza una empinada línea directa ladera arriba.
La subida
de este tramo es cómoda y regular y transcurre a la sombra, lo que no quita que
sea de las tomarse con calma. Durante este tramo, crucé un par de pistas
horizontales, antes de...
... que
el carril acabara, aunque parece continuarlo una traza borrosa que, además
aparece y desaparece. Aunque hay dos referencias claras para orientarse: la
pendiente y, al poco, una cerca de alambre que llega desde la derecha y junto a
la cual caminé llevó un rato, hasta que, hacia...
... los
1.850 m de altitud, se va hacia la vertiente oriental. Entonces, la crucé (los
alambres estaban destensados ahí; no soy el único) y continué la subida...
...
encarando la pendiente, ahora algo más intensa, entre árboles de menor porte
pero más densos.
Al salir
del bosque, me encontré con el roquedo cimero a tiro de piedra, surgiendo de
una rampa herbosa.
Atrás, la
vista se extendía ya muy lejos sobre la Meseta. Ancha es Castilla y, quien lo
dude, que se pase por aquí.
A mi
izquierda, corría el tramo más monótono de la, de por sí monótona, Somosierra.
Lo que confirmé es que, con nieve, hay potencial para subidas fáciles y
divertidas.
Al otro
lado, los lomones del Nevero.
Y,
delante, un tramo final empinado para alcanzar lo que creía crestón cimero, que
gané caminando por las rampas de hierba y pedrera de la izquierda. Al
culminarlo, descubrí que era falsa cumbre, aunque...
... tiene
unas vistas espectaculares al norte; mejor que las de la cima, ya que ésta...
... está
situada al sur, en lo alto de una suave vertiente y pierde perspectiva a este
lado.
Desde lo
más alto de La Muela, al este se ven sobresalir, por encima de la Somosierra,
las crestas de Ayllón, donde se distinguen los núcleos del Lobo, el Ocejón y la
Sierra de La Puebla.
Al otro
lado, pese a que los vecinos Reajo Capón y Nevero tapan algo, se ve la Cuerda
Larga y, especialmente destacada, Peñalara.
La cumbre
del Guadarrama, mostraba además su lado más agreste.
Para mejorar
las vistas hacia el Valle del Lozoya, hay que asomarse al sur del cordal, que
es aquí anchísimo. Precisamente el Reajo Alto, vértice de este monte, estaba
allí: podía verlo destacar sobre un vecino cabezo de suavísimas vertientes. Y
me dirigí allí caminando por el pasto, a través de un matorral cortado por
abundantes pasillos.
Desde el
vértice, hay al sureste hay un panorama de Ayllón, extendiéndose más allá del
llano del curso inferior del Lozoya.
Al otro
lado, al sur y suroeste, todo el cordal meridional del Guadarrama, con las
sierras de la Cabrera y Morcuera y la Cuerda Larga, más allá de las tendidas
laderas que caen a ese lado.
Antes de
regresar hacia Gallegos y, ya que estaba aquí, iba a recorrer un buen tramo de
cordal hacia el noreste. Así que lo primero fue caminar entre el abierto
matorral al norte para volver a la divisoria.
Allí me
encontré con el carril que la recorre y que tomé a la derecha (NE). El lomo es
amplio y monótono, aunque tiene sus puntos destacados. El primero, Lomo Gordo,
que, con su modesta prominencia de 13 metros, permite al menos...
...
apreciar, mirando atrás, la cumbre de la Somosierra, con sus dos puntas: La
Muela a la derecha y Reajo Alto a la izquierda.
El cordal
continúa en bajada suave, por un hombro y otra mínima eminencia del terreno,
llamada Las Canchas. Allí me salí del camino a la izquierda para asomarme a la
vertiente norte y...
...
apreciar la caída a ese lado, primero hacia atrás y...
... luego
adelante. Es bonita la combinación que forman canchos y enebro.
Más
adelante, en un hombro entre Las Canchas y Los Loberos, me encontré con una
buena perspectiva de Ayllón, con sus montes más cercanos y, por efecto del
avance del día, mejor luz.
Viene
luego otra pequeña prominencia en La Pedriza, donde la cuerda gira a la
izquierda antes de hundirse en el Puerto de la Linera.
Por ese
desplazamiento al norte, perdería de vista le Valle del Lozoya. Así que, tras
despedirme de la Sierra de la Cabrera y el Mondalindo, ...
... cubrí
el último tramo de cuerda, hasta la antecima norte (1.883) de La Pedriza.
Desde
allí hay, por cierto, una buena perspectiva del tramo de cresta recorrido desde
La Muela, más el lomo por el que había subido y con el fondo del pico del
Nevero.
A
continuación, giré a la izquierda (NO) y abandoné la divisoria serrana para
bajar, sin senda pero por cómodo terreno de pasto, por lo alto de un lomo que
cae hacia la llanura.
Al poco, llegué
a la linde superior del pinar y proseguí el descenso, usando como guía entre
los árboles la cerca que recorre la cuerda, hasta que...
...
encontré un carril de saca, que me sirvió para progresar aún con más comodidad.
Al llegar
a una pista que corta la ladera, la tomé a la derecha (N) y pasé a...
...
perder altura más gradualmente, al ritmo de las lazadas, dominado por la
boscosa ladera y la cresta de donde descendía.
Casi en
el pie de monte, la pista que llevaba desembocó en otra, horizontal, que tomé a
la derecha (NE), la cual...
...
pronto llegó a un segundo cruce, donde fui a la izquierda (NO), para cruzar una
cancela situada a pocos metros y, ya fuera del pinar, salir al llano bajo la
sierra.
Siguiendo
este carril sin desviarme en ninguno de los cruces que pasé, acabé llegando
a...
... una
nueva cancela, al otro lado de la cual me encontré con la Cañada Real Soriana,
que tomé a la izquierda (SO) para dirigirme hacia Prado Toro, de donde había
partido. Durante el corto trayecto, podía contemplar a la izquierda, ...
... la
mayor parte de la ruta recorrida, desde La Muela hasta el modesto cabezo junto
al Puerto de la Linera donde había abandonado el cordal principal del Sistema
Central, ambas cimas mostrando los lomos por los que había subido y bajado.
Comentarios
Publicar un comentario