Montón de Trigo (2.161)

ASCENSIÓN DESDE EL VALLE DE LA FUENFRÍA

CON CERRO MINGUETE (2.026)

El Montón de Trigo, de ahí su nombre, es un pico cónico que se eleva entre el Puerto de la Fuenfría y el cordal de la Mujer Muerta, del cual constituye el engarce con la divisoria principal del Guadarrama, y del Sistema Central. Su cumbre rocosa surge del mar de pinos de la Fuenfría, Valsaín y El Espinar, contrastando su color gris con el verde intenso circundante, lo que, con su altivez, hace que este monte relativamente modesto destaque en el paisaje. Por otro lado, situado en pleno nudo de cordales, el Montón de Trigo es, en mi opinión, el mejor mirador sobre toda la mitad occidental del Guadarrama, desde Peñalara hasta el Abantos.
La ruta, saliendo del Valle de la Fuenfría, se encarama a la divisoria del Sistema Central por lo más cercano y la recorre hasta el Montón de Trigo. Ante una ascensión que ha sido corta, porlonga la jornada bajando al norte, a la Pradera de la Venta, para tomar la antigua calzada y volver por ella, atravesando el Puerto de la Fuenfría, al punto inicial.

Montón de Trigo y Cerro Minguete desde el oeste

SITUACIÓN:
  • Zona: Sierras de Malagón, Quintanar y Siete Picos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Quintanar / Valle de la Fuenfría
  • Base de partida: Cercedilla (Madrid)

ACCESO: El Parking de Majavilán, el más alto del Valle de la Fuenfría, está 58 km al NO de Madrid, por Guadarrama y Cercedilla. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.380 / 2.161
  • Mi tiempo efectivo: 5h09
  • Mi tiempo total: 6h44
  • Dificultad: Muy fácil. Caminos diversos, con algo de pedrera hitada.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Tomar, en Majavilán, una senda que sale junto a la barrera de la carretera que va al Albergue de Peñalara y remonta al NO la ladera. Cuando se bifurca, girar a la derecha (N) y continuar subiendo hasta el Collado de Marichiva. Tomar la Vereda del Infante a la derecha (NE), para dejarla, en la primera curva, por una senda con hitos a la izquierda (N), que asciende hasta la cima de la Peña Bercial. Seguir la cuerda a la derecha (NE), para ir, pasando por Cerro Minguete, al Montón de Trigo.

Bajar por el lomo que cae a la izquierda (NO) al Collado de Tirobarra y girar a la derecha (NE), para atravesar la vertiente septentrional del Montón de Trigo por una senda que va a la Pradera de la Venta. Tomar allí la Carretera de la República a la derecha (SO) y, al paso por el Puerto de la Fuenfría, cambiar a la Calzada Romana, para bajar por Los Corralillos a Majavilán.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Caminata muy bonita y panorámica, que transcurre casi en su totalidad por pistas y veredas. Pero es que, incluso las breves pedreras que defienden la cumbre del Montón de Trigo están hitadas y muy asentadas por el paso de montañeros, de modo que la dificultad técnica es prácticamente nula, tanto por obstáculos como por orientación. El regreso podría ser más corto, pero la vuelta por la vertiente de Valsaín, llegando a la Pradera de la Venta, pone un epílogo relajado y bonito a la ascensión. Únicamente hay que advertir que se pasa por una cresta que está por encima de 2.000 metros y bastante expuesta a las inclemencias.

RELATO GRÁFICO:

Junto a la barrera que corta el paso de vehículos hacia la pradera de Los Coralillos, donde está el albergue del Club Peñalara, sale una senda al noroeste, que remonta la ladera del Valle de la Fuenfría. Por ella inicié el recorrido, subiendo suavemente a través del bosque.

Tras pasar una cancela, desemboqué en un carril horizontal, que tomé a la derecha (N). Este ancho camino está marcado con los discos de la red de senderos de la Fuenfría, rojos en este caso, y el doble trazo de PR.

Cuando ambas señales se dividieron, continué por la izquierda (O), siguiendo los círculos y volviendo a ascender.

Al ganar altitud y clarear algo los pinos, empecé a ver algún retazo de paisaje. Aquí, los dos primeros de los Siete Picos, al otro lado del valle.

O, en esta otra, la loma de Peña Bercial a Cerro Minguete, primer tramo del cresteo previsto para ese día.

El camino se estrechó y empinó considerablemente en sus metros finales, además de cubrirse de piedra suelta, haciendo incómodo el paso. Acabada de superar la ladera, llegué al Collado de Marichiva, donde salí del pinar y me encontré con la Vereda del Infante y la loma de Cerro Minguete más allá. Para dirigirme allí, tomé la pista a la derecha (NO).

A mi derecha, el Cerro Ventoso y Siete Picos dominaban el Valle de la Fuenfría, por cuya boca...

... se veía un retazo de llanura madrileña, cubierta por una bruma que jugaba con las crestas de las sierrecillas del Pie de Monte.

Al otro lado, entre las lomas cercanas veía la parda llanura abulense extendiéndose hasta las Parameras.

Dando la espalda, pues, a la Peña del Águila, caminé por la Senda del Infante hasta...

... la primera curva, que es a la derecha. Allí dejé la pista por la izquierda (N), para tomar una senda estrecha y borrosa en su inicio, pero señalada en su arranque por un par de hitos. El caminillo se aclaró enseguida, mientras remontaba la ladera, se abriéndose paso a través del denso pinar.

Al dejar atrás el arbolado, pude ver atrás la Peña del Águila sobre el Collado de Marichiva. Más allá, asomaban sucesivas la Peñota y el Abantos a la izquierda y la Sierra de Malagón al otro lado. Incluso se llegaba a distinguir el horizonte sombreado por los Montes de Toledo y Gredos.

La senda alcanza la cuerda a medio camino de Peña Bercial y Cerro Minguete. Como quería pasar por la primera, me desvié a la izquierda (NO) cerca de culminar, cuando vi cerca sus canchos cimeros. En medio, hube de remontar una rampa moderada de matorral abierto.

Llegando a Peña Bercial, descubrí a mi derecha Siete Picos y el tramo occidental de la Cuerda Larga, de las Guarramillas a Cabezas de Hierro.

Desde esta modesta cima, se abría un impresionante panorama al sur: el Valle de la Fuenfría desemboca en la llanura, brillante de bruma, entre estribaciones sucesivas.

Al suroeste, más allá de la garganta de El espinar y la Sierra de Malagón, Gredos y las Parameras se extendían en el horizonte.

Enfrente, la Sierra de Quintanar, incluyendo su cresta famosa: la Mujer Muerta, que también puede, echándole imaginación, distinguirse desde aquí.

Y, por último, más a la derecha, al norte, el cordal a recorrer: Cerro Minguete, Montón de Trigo y el Collado de Tirobarra, con la cumbre de Peñalara asomando levemente sobre el primero. Así que, girando a la derecha (E), me puse a ello.

En su inicio, el cresteo no puede ser más cómodo y relajado; hasta el Cerro Minguete había un rastro de senda pero, en un terreno tan despejado no hay por qué seguirlo.

Tras recorrer este corto tubo verde, en la segunda cima de la jornada, me volví a contemplar de nuevo las cimas de Malagón y Gredos, esta vez sirviendo de fondo a la peña Bercial.

Pero es al otro lado donde está el panorama destacado desde el Minguete: la gran hoya boscosa bajo las cumbres de Peñalara, las cabezas de Hierro y Siete Picos. A la izquierda, al...

... sur, esperaba el Montón de Trigo. En medio, un lomo algo más incómodo, por pedregoso y empinado, que lo caminado hasta entonces. Ahora sí viene bien el trazo. Ya desde aquí pude observarse, además del carácter pedregoso de la cima, cómo la senda se divide en el collado formando una “V”. La bifurcación está en el mismísimo collado... 

... junto al hito. Por la izquierda, se rodea el pico; por la derecha (N), se le asciende. La senda, tras atravesar un pinar abierto, alcanza...

... unas pedreras empinadas y que serían incómodas, si no fuera porque están hitadas y el paso repetido de montañeros ha asentado los bloques hasta disponerlos, casi, como si de una acera se tratara. Llegando a la cima, una mirada atrás, hacia el cordal recorrido y el fondo que ya he comentado, y no se cansa uno de mirar.

Volviéndome hacia la izquierda, la Cuerda Larga, que ahora deja ver la Maliciosa, y Siete Picos.

Al otro lado del bosque de Valsaín, Peñalara y, más a la izquierda, un...

... trozo, no muy grande pero significativo, de meseta.

Y, al noroeste, la Sierra de Quintanar, que se prolonga por la Mujer Muerta. Hacia allá continué la ruta, siguiendo una precaria senda que cae un poco a la izquierda (NO), según la dirección por donde había llegado, a través, primero de pedrera y, luego, por...

... terreno despejado con algo de matorral, donde se fue dibujando una traza, según quedaba atrás la cumbre.

Al llegar al Collado de Tirobarra, dejé la senda del cordal por otra a la derecha (NE), tras...

... echar una última mirada a la garganta de El Espinar, que perdería de vista para el resto de la jornada.

El nuevo camino, borroso en su inicio pero bien señalado con hitos, sale horizontal, como apuntando a Peñalara, y sigue por lo alto un testero proyectado al noreste.

A continuación, gira a la derecha para, bajo la ladera del Montón de Trigo, meterse en...

... una verde vaguada, que va a desembocar en...

... los Corrales de Cabras. Aunque aquí se perdió el trazo en la hierba, los hitos me ayudaron a localizar su continuación a la entrada del pinar.

Ya dentro del bosque, la senda se transformó, casi inopinadamente, en un camino ancho, que acabó de faldear por el norte el Montón de Trigo, hasta...

... desembocar en la Carretera de la República, concretamente en la Pradera de la Venta, que aquí tenemos, con las crestas de las Guarramillas y Siete Picos como telón de fondo. Tomé la nueva vía a la derecha (SO), pasando a...

... atravesar ahora, en suave ascenso, la vertiente oriental del Montón de Trigo. A partir de la Fuente de la Reina, se puede elegir entre seguir la carretera o el trazado de los caminos antiguos, que es lo que yo hice. Pese a la densidad del pinar, de vez en cuando asomaba un trocito de cresta entre las copas.

Atravesé el Puerto de la Fuenfría, regresando a la vertiente meridional de la sierra.

Antes de dejarme caer por la misma, un vistazo de despedida al Montón de Trigo.

Para iniciar la bajada, se puede tomar la Calzada Romana, que va por el fondo de la vaguada (S), o lo que ahora llaman “Camino Viejo de Castilla”, que, en realidad, es un ramal que hace un par de lazadas, endulzando la pendiente final de la rectilínea calzada. Por variar, que no por otra cosa, tomé esta variante suave, que sale (SE) entre la carretera y la calzada.

En todo caso, al poco acabas en la  vía romana igualmente.

Por encima de los pinos, ahora asomaban, los dos primeros de los Siete Picos.

En fin, que pasé sin desviarme de la vía por Los Corralillos y el Puente del Descalzo, desembocando en el aparcamiento de Majavilán, sin otra cosa que comentar que la placidez de la tarde soleada. Qué distintos la montaña y el bosque a como estaban en la lluvia dos días atrás. Y no sabría decir cuándo me parecieron más bonitos.

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