Tossal Bovinar (2.842)

ASCENSIÓN DESDE EL REFUGI DEL PRADELL

POR LA CRESTA OESTE

El Tossal Bovinar es uno de los picos de jalonan el tramo de cordal que, culminado en la Tossa Plana de Lles, separa la Cerdaña del valle del Río Madriu, en Andorra. Sin ser el más alto ni el más prominente, por su situación centrada, es una cima destacada y con bonitas perspectivas. Se trata de un monte con dos caras bien distintas. Al norte, una gran pared vertical, estriada por diedros y aristas, cae a pico hasta las pedreras descarnadas que flanquean el fondo boscoso del valle de Madriu. Por el contrario, al sur, la vertiente se ondula en anchos lomos y barrancos abiertos, deslizándose suavemente hacia la Cerdaña en pendientes de hierba y pedregal primero, y pinares después, hasta los pueblos y campos que ocupan la falda de la montaña.

Como la mayor parte de los cordales de esta zona de la cordillera, la cresta en que se engarza el Tossal Bovinar puede recorrerse caminando sin afrontar prácticamente ninguna dificultad y, en mi opinión, no hay manera más bella de llegar a una montaña que con los ojos perdidos en un extenso panorama. Así que aprovechemos la ocasión, ascendiendo al primer puerto importante al oeste de la cumbre, para luego dirigirnos a ésta por la cuerda, visitando de paso, como propina, un par de picos secundarios.

El cordal recorrido, visto desde el suroeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Cerdaña (Pirineos)
  • Unidad: Montes de La Llosa
  • Base de partida: Lles de Cerdaña (Lérida)
ACCESO: El Refugi del Pradell está 170 km al NO de Lérida, por Balaguer, Ponts, La Seo de Urgell, El Pont de Bar y Lles de Cerdaña, de los cuales los cinco últimos son por pista forestal en perfecto estado para turismos. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 2.126 / 2.842
  • Mi tiempo efectivo: 5h36
  • Mi tiempo total: 7h31
  • Dificultades: Muy fácil. Algún tramo incómodo, por pedregoso y empinado.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: A partir del Refugi del Pradell, seguir al oeste las marcas del GR 11.10, que, primero por pista forestal y luego por buena senda, conducen, por Pollineres y el Refugi dels Estanys de la Pera, a ganar la divisoria pirenaica en el Collet de Sant Vicenç. Tomar allí la cuerda a la derecha para alcanzar, sin más dificultad que algún corto pasaje escabroso, la cima del Tossal Bovinar.

Descender directamente al NE, por la empinada ladera, de piso mayormente estable formado por pasto duro y cantos, que cae a Coma Extremera. Una vez en el fondo del barranco, girar a la derecha (SE) para descender hasta la Bassota de Setut, de cuyo desagüe salen unos hitos. Guiados por ellos, proseguir el descenso, al principio a través de los prados y luego, a partir de media altura por una senda que irá mejorando paulatinamente. Al desembocar en el ancho camino que marca la ruta normal de la Tossa Plana, tomarlo a la derecha (S), alcanzando en pocos minutos la pista del inicio, muy cerca del Refugi del Pradell.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Excursión panorámica, variada y muy fácil, de una longitud media. De haber dispuesto de más tiempo, se podría completar llegando a la Tossa Plana pero, tal como realicé la ruta, descender del Tossal Bovinar por la Coma Extremera me permitió conocer ese apartado paraje, que posee un encanto sereno, de típico Pirineo oriental. No encontré allí hitos ni sendas y no deja de sorprenderme que lugares accesibles tan bellos se dejen de lado. Pero no voy a lamentarlo. Por otro lado, creo que esa cara NE del pico por la que inicié el descenso podría ser una ruta normal atractiva con nieve.

RELATO GRÁFICO:

El Refugi del Pradell tiene una ubicación magnífica. Situado en un rellano empradizado de la montaña de La Llosa sobre los 2.100 m de altitud, desde el mismo se contempla una hermosa vista de la cara norte de la Sierra del Cadí. Bueno, aunque, ese día, aún las vería mejores.

Aparcado el coche y calzadas las botas, comencé a andar hacia el oeste por la misma pista por la que había subido desde Lles, y que aquí va atravesando la ladera en horizontal y luce las marcas del GR-11.

Aunque los árboles a los lados del camino me limitaban bastante la visión, al principio tuve ocasión de ver el Tossal Bovinar. Estaba bajo la cima de la jornada, pero es que, en esta ocasión, iba a compensar el desplazamiento del cresteo antes del mismo.

Al poco, la pista entró en el valle del Riu del Molí, impresionantemente dominado aquí por el Monturull, girando hacia el noroeste para remontarlo, hasta...

... su cabecera, sobre la que brillaba el piramidal Perafita.

En las proximidades Pollineres, la pista alcanza el cauce. Pero, antes del cruce, la dejé por la derecha (NO), por una senda señalizada por un cartel que indicaba los Estanys de la Pera y por la que seguían las marcas rojiblancas.

El caminillo, muy claro, cruzó un par de veces la pista al principio antes de pegarse a la orilla del Riu del Molí.

También atravesé la corriente de agua algunas veces pero, como éste de la foto, ninguno de los vados planteaba el menor problema.

Bastante arriba ya, pasé por un rellano en que los árboles se abrían. Buen lugar para detenerse a echar una mirada hacia la Cerdaña. Enfrente, a través del Coll de Pendís que se para el Moixeró del Cadí, se veía brillar un mar de nubes sobre el Berguedà.

Poco después llegue al Refugi dels Estanys de la Pera. La senda se pierde aquí unos metros, pero, rodeando el refugio por la derecha, al llegar a su parte trasera, ...

... vi a la derecha la continuación, señalada con cartel, que remonta en suave diagonal la ladera.

Al ganar altura, se descubrió a mi izquierda el Estany Petit de la Pera, dominado por el Monturull y la pista que lleva al refugio.

Superada la pendiente, llegué a un amplio rellano herboso al pie del Collet de Sant Vicenç, o Port de Perafita. A fin de suavizar la subida, la senda da un rodeo hacia la derecha, para luego girar y...

... afrontar una subida final aprovechando una terraza que asciende en diagonal llevadera.

Al alcanzar el collado, lo primero una mirada atrás, al valle de donde llegaba.

Al otro lado, asomaron oscuras las montañas que limitan Andorra por el noroeste; es decir, la zona de Coma Pedrosa, Tristaina, etc.

Ahora se trataba de tomar la cuerda a la derecha (NE) y seguirla hasta el Tossal Bovinar. De momento se presentaba como un ancho lomo herboso de moderada pendiente, sin rastro de senda, ni falta que hacía.

Al ganar altura se fueron desvelando a mi espalda los dos Estanys de la Pera bajo los picos de Monturull y Perafita.

Al llegar a un hombro, descubrí la continuación de la cresta, que se afila sobre una vertiente norte rocosa y vertical. Aunque la cuerda seguía sin presentar obstáculos ni pasos expuestos, al menos hasta la primera cima, el Pic del Sirvent, que es la segunda punta que se ve en la foto.

Abajo, del lado andorrano, se abría una inmensa cuenca de pedrera, la Raconada de la Maiana, que bajaba hacia el verde valle del Riu Madriu. La cresta que la limita al otro lado está rematada por una llamativa elevación; se llama Pic de Serra Mitjana y servirá de referencia del avance.

Volviéndome al noroeste, las nubes habían abierto un hueco y ahora el sol iluminaba las crestas de Capifonts, Coma Pedrosa – Tristaina, por encima de la cual asomaba la silueta picuda y rojiza de...

... la Pica d’Estats, entre el Sotllo y el Montcalm.

Fui yendo hacia el Pic del Sirvent, pasando antes por una punta anónima (2.728), caminando por la cresta, que es estrecha y, aunque caía vertiginosa a la izquierda, ...

... no presentaba dificultad alguna; es más, caminar por ella era más cómodo que por muchos caminos. Desde la cima del Pic del Sirvent, destacaba al oeste, entre crestas lejanísimas, una cúpula descomunal: el Montsent de Pallars.

Al sur, la visión sobre la Sierra del Cadí y la Cerdaña estaba limitada, pero era aun así bonita.

Continué el cresteo hacia el siguiente pico, llamado dels Estanyons o de la Colilla según vertiente, por terreno similar.

Y, si en algún momento la cresta se tornaba demasiado accidentada para caminar, unos hitos aparecían para señalar cómo evitar la dificultad por el flanco meridional.

De vuelta en la arista en la anónima cota (2.769), una mirada atrás: la cresta recorrida desde el Pic del Sirvent.

Las vistas impresionantes se sucedían, como ésta hacia el Riu Madriu, con la Serra Mitjana centrada en una brecha.

Otras veces eran las formas airosas del roquedo inmediato. Todo este entorno tan abrupto que llevaba a la izquierda, contrastaba vivamente con...

... la suave caída del terreno al otro lado.

Y así llegué al Pic de la Colilla que, al estar destacado al norte, proporciona una bonita vista de la cresta y su vertiente andorrana. También recibe esta cima el nombre de Pic dels Estanyons, que recibe de...

... dos iboncitos que se divisaban abajo en el valle de Madriu. En sus cercanías, algunos árboles otoñados ponían un toque de color variado en el verde de las coníferas dominantes.

Al este, también se veía la cresta continuar, con tónica similar, hasta la Tossa Plana. A la izquierda de esa cumbre principal del área, destacaban unos picos invisibles hasta entonces: se trata del...

... grupo de Envalira en primer término y las crestas del Capcir detrás, entre las que destacan l’Esquine d’Ase a la izquierda; Puigpedrós de Lanoux en medio y Carlit a la derecha.

Al sur, a la derecha de la alineación Moixeró-Cadí y por encima de las estribaciones del Monturull, se llegaban a distinguir las siluetas perfiladas por la bruma del Montsec y el Boumort.

Continué por la cuerda al este, camino del Tossal Bovinar., que presenta hasta tres puntas, siendo la más alta la central, según el mapa.

La bajada del Pic dels Estanyons es cómoda y carece de dificultad.

Lo mismo que la subida posterior. Antes de dirigirme a la punta más alta del Tossal Bovinar, pasé por otra (2.835) destacada al norte, sobre la que se veía lo que parece un hito de vértice; no es tal, sino un simple canto oblongo, colocado de pie.

Lo que más impresiona desde ese espolón septentrional es la vista al noroeste, con el valle de Madriu bajo un extenso panorama de crestas montañosas. Entre ellas, se siguen viendo las de Estats, ahora... 

... realzadas por la vista axial del valle de Arinsal.

Al este, la cresta sigue hasta la Tossa Plana. Debería de haber reservado más tiempo para esta excursión; apenas una hora más hubiera sido suficiente, pero hoy no disponía de ella.

Recorrí en pocos minutos la breve cresta hacia la cima principal.

Destacada al sur, desde la punta mayor del Tossal Bovinar, cambia la perspectiva de la cresta recorrida. Y se ve mejor, al fondo del todo y ligeramente a la izquierda del Pic de la Colilla, ...

... la cresta del macizo de la Maladeta, con todos sus picos reconocibles pese a estar a más de 80 km en línea recta. También se aprecia el lamentable estado del Glaciar del Aneto, pero hay que hacerse a la idea: es lo que ha tocado.

Al sur, se extendía el llano cimero, con el fondo de las sierras de Moixeró y Cadí y, ahora, también a la izquierda la cresta del Puigmal. En esa dirección emprendí el descenso, concretamente yendo hacia la Tossa d’Alp (SE). Al llegar al borde de la planicie, ...

... el terreno se desplomó a mis pies, apareciendo la Bassota de Setut muy abajo. No descendí directamente, sino que, guiándome por la línea de puntos rojos que marca el mapa de la Alpina, giré a la izquierda (NE), para...

... bajar en diagonal por la ladera, mixta de hierba y pedregal. No había rastro alguno de traza o hitos, pero, con algo de tiento, la progresión fue cómoda. Al pasar un lomo cercano, ...

... entré en la cara noreste del Tossal y, cuando el terreno me pareció bueno, giré a la derecha para encarar una bajada más directa. El terreno era pedregoso, pero más firme de lo que parece y...

... la pendiente no pasaba de moderada. A media bajada, me llamó la atención lo bonita que se veía la Portella de Setut.

Al pie de la pendiente, una mirada atrás. Efectivamente, no hay traza, ni rastro de ella. Pero el terreno es accesible y cómodo; además, esta ladera nevada debe de ser una subida fácil y agradable.

Estaba en la Coma Extremera, vallecito desolado en que la soledad se palpaba. De hecho, seguían sin aparecer senda ni señales, pero tampoco es que hagan falta. Girando a la derecha (SE), comencé a descender por este suave tubo herboso.

No tardé en volver a aparecer la Bassota de Setut, bajo una bajada más intensa pero también cómoda. Al pie de la misma, hay...

... una buena perspectiva de la vertiente suroriental del Tossal Bovinar.

A continuación, bordeé el pequeño y apacible ibón hasta su desagüe, donde...

... encontré unos hitos, pocos y espaciados, que me invitaron a seguir el curso del torrente, alternando una y otra orilla. Si bien los prados por donde discurre el descenso al principio y...

... el arbolado disperso más abajo no obligan a seguir los hitos, conviene hacerlo por lo que diré. Pasados los 2.300 m de altitud, éstos derivaron paulatinamente a la izquierda (SE) y...

... se fueron separando del torrente, hasta dar con lo que parece el arranque de una senda, que, ya en dirección este, atraviesa horizontalmente la ladera.

Efectivamente, el caminillo era tal y no tardó en aclararse al tiempo que entraba en el pinar. Poco después, desemboqué...

... en un ancho camino que descendía directamente. Es la ruta normal de la Tossal Plana desde el Pradell y, tomándolo a la derecha (S), me llevó hasta la pista por la que había comenzado excursión, muy cerca del refugio y del coche.

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