Loma de Bailanderos (2.133)

 ASCENSIÓN DESDE EL HUECO DE SAN BLAS

POR LA CANAL DE PRADO HERRERO

La Loma de Bailanderos es uno de los cerros que se alinean en la Cuerda Larga. Es de los menos destacados del conjunto y su ascensión individual se justifica, más que por la cima en sí, por aprovechar para visitar algunos impresionantes parajes situados un poco a trasmano. Parajes éstos que fueron auténticos huecos en el mapa del Guadarrama hasta hace pocas décadas, pero que, hoy, si bien siguen estando entre los menos transitados, ya no se suele encontrar en ellos la soledad total; pero no iremos en romería, eso sí. Respecto al pico, la Loma de Bailanderos comparte las características generales de la Cuerda Larga: cima redondeada y pedregosa sobre unas laderas empinadas, cubiertas de pasto y matorral por encima del pinar, salvo allí donde la roca brota en riscos no muy grandes, pero sí bravíos.

La Loma de Bailanderos, en el centro, sobre el Hueco de San Blas

SITUACIÓN:

  • Zona: Cuerda Larga - Sierra de la Morcuera (Sistema Central)
  • Unidad: Cuerda Larga
  • Base de partida: Soto del Real (Madrid)
ACCESO: El Aparcamiento Hoya San Blas está 50 km al norte de Madrid, por Colmenar Viejo y Soto del Real, los últimos seis por pista de tierra apta para turismos. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

Pulsa aquí para consultar la tabla MIDE

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.147 / 2.133
  • Mi tiempo efectivo: 4h23
  • Mi tiempo total: 5h18
  • Dificultad: Muy fácil. Itinerario por caminos, salvo una repisa de roca sin apenas dificultad, en la subida, y una parte de la bajada por piedras sueltas.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde el Aparcamiento Hoya de San Blas, caminar por la pista hacia el fondo del valle (NO). Tras cruzar el Arroyo de Matasanos, cuando el camino alcanza el siguiente lomo, tomar a la izquierda (NO), por el ancho carril que lo remonta, el cual, más arriba se reduce a una senda estrecha pero muy clara, que lleva hasta Hoyo Cerrado.  En la boca del circo, girar a la derecha (N) y vadear el torrente para dirigirse a la canal que cae del Collado de Pedro de los Lobos y remontarla hasta la cuerda. Una vez allí, tomar la senda que la recorre a la derecha (NE) para alcanzar la cima de la Loma de Bailanderos.

Continuar cresteando hasta el collado este de Bailanderos, para tomar, en su extremo occidental, un trazo marcado con hitos que sale al SE y pierde altura en diagonal por la vertiente meridional, a través de pinar y monte bajo, hasta dar con la canal de la Najarra, donde gira a la derecha (S) para lanzarse a una bajada empinada y bastante rota. Al llegar al extremo de una vereda ancha y en mejor estado, la toma y continua el descenso, cruzando otro camino antes de desembocar en una pista. Cruzarla y bajar por el prado hasta otra pista más abajo; tomándola a la derecha y cruzando el Arroyo del Mediano, se llega enseguida al primer cruce de la mañana. Y ya sólo queda deshacer camino hasta el Aparcamiento Hoya de San Blas.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Ya lo he dicho casi todo en la introducción; ésta es una excursión que transcurre por parajes apartados, muy tranquilos para estar en el Guadarrama. Carece prácticamente de dificultad técnica, aunque es físicamente exigente por los tramos empinados que hay tanto a la subida como a la bajada. Por otro lado, es un recorrido bellísimo y que enseña una cara de estas sierras poco conocida, pese a estar cerca de alguno de los lugares más concurridos de las mismas.

RELATO GRÁFICO:
Salí del aparcamiento de la Hoya de San Blas, caminando por la pista que se dirige hacia la Cuerda Larga, de la cual se veían las cimas de la Loma de Bailanderos (por poco) y la Najarra.

Al poco, entré en el pinar, por el cual iba a transcurrir toda la primera parte de la ascensión.

Salí de los árboles para cruzar el Arroyo de Matasanos, al fondo del cual se elevaban los riscos de La Pedriza.

De vuelta en el bosque, la pista me llevó a lo alto de un lomo, en el cual vuelven a acabar los árboles y sale a la izquierda (NO) un desvío; se trata del trazado del antiguo Cordel de Prado Herrero. Quédate con el nombre, pues en este punto se cierra el itinerario de excursión.

Como tal camino de cordel, al principio es muy ancho y, remontando la cuerda, presenta tramos empinados. En esta parte de la subida, dejé de lado un par de desvíos y crucé una pista.

Al rato, el carril se redujo a una senda que se desvió a la ladera de la derecha, tendiéndose bastante.

Tras otro buen trecho, salí del pinar justo frente a La Najarra, que muestra su lado más agreste. Por esa canal a la izquierda de los riscos, transcurriría la parte media de la bajada.

Ganando altura suavemente, ahora entre matorrales, fue quedando atrás ese monte y abriéndose la perspectiva a través de la boca del valle.

Al tiempo, me iba acercando al fondo del valle, en lo alto del cual se veían ya cercanos los roquedos de Bailanderos. Paulatinamente, fue descubriéndose un hueco en la ladera.

Allí acaba la senda, en un extenso prado al pie de un empinado circo de vertientes pedregosas que culminan en el Asómate de Hoyos. El paraje recibe el apropiado nombre de en Hoyo Cerrado y, para ganar la cuerda, giré a la derecha (NO) al final de la senda, para...

... cruzar el torrente y atravesar la hierba hacia la base de un tubo que remonta el circo cerca de su límite derecho. Como se ve, en el acceso y primeros metros de subida, hay matorral abierto, pero...

... más arriba se cierra, lo que combinado con la fuerte pendiente hacía incómoda la progresión. Vi varios hitos situados para que sobresalieran del monte bajo, pero, si hubo trazo alguna vez, había desaparecido.

Así que, cuando vi cercano el roquedo que limita la canal por la derecha, me encaramé al mismo, pasando a progresar por una serie de terrazas elevadas unos metros sobre el tubo y que, si las hubieran picado a posta, no serían más cómodas. No encontré ninguna dificultad ni para acceder ni para progresar por ellas.

Así, fui ganando altitud y, más allá del prado donde acababa la senda, se iba abriendo el panorama a través de la boca del valle, dominado de momento por el Cerro de San Pedro.

La terraza se fue acabando a la vez que me devolvía al tubo, por...

... cuyo eje superé los últimos metros, por pedrera entre matorral.

La pendiente acabó en el rellano ocupado por un nevero que se veía desde abajo y, desde el cual, había este bonito panorama al sur.

Pero no estaba aún en la cuerda, sino unos 50 metros por debajo del Collado de Pedro de los Lobos, ya por terreno mucho más tendido. A la derecha, además, se veía ya cercana la cima y los riscos que jalonan este tramo de Cuerda Larga.

Al ganar la divisoria, apareció Peñalara, al otro lado del valle del Lozoya. Es sorprendente cómo aguanta la nieve en su cara sureste. Allí giré a la derecha (NE), para...

... completar la ascensión por la senda de la Cuerda Larga, muy marcada con hitos y pintura y que me llevó cómodamente a través de las pedreras que defienden la cima, mientras iba viendo a mi izquierda el valle del Lozoya bajo el cordal principal del Guadarrama.

Desde la Loma de Bailanderos, al sur destacaba el Cerro de San Pedro, enmarcado por la Najarra y la Pedriza. En la boca del Hueco de San Blas, al pie del lomo de la derecha, está el aparcamiento donde comencé la excursión.

Al oeste, de la Cuerda Larga se veían el Asómate de Hoyos y las Cabezas de Hierro; más allá, asomaba la Mujer Muerta.

En el arco norte, al otro lado del Puerto de Cotos se extendía el cordal principal del Guadarrama, desde Peñalara al Puerto de Somosierra. Incluso se distinguía la sombra de la Sierra de Ayllón.

Y, en fin, al este, la Najarra, por delante de las siluetas de las crestas de la Sierra de la Morcuera. En esa dirección inicié la bajada, siguiendo la senda de la Cuerda Larga. Por poco tiempo: hasta el collado oriental de la Loma de Bailanderos, ese prado que se ve camino de la Najarra.

Justo a la entrada de la hierba, giré a la derecha (SE) y me dirigí al cercano matorral, en busca de...

... los hitos que marcan un trazo estrecho y borroso en su arranque, que corta el piornal, perdiendo altura en suave diagonal.

El itinerario se abalcona sobre la vertiente y las vistas, mejores que desde la cuerda misma, pronto se extendieron por la Loma de Bailanderos,...

... la Pedriza y...

... el pie de monte al sur, ocasionalmente enmarcado por algún roquedo cercano, en los que este monte es pródigo.

Alternando tramos de prado y pinar, los hitos me fueron llevando hacia la Najarra, hasta ir a parar a...

... la pedregosa canal que yace a los pies de su arista suroeste, que es posiblemente el roquedo más espectacular de todo el Guadarrama. En el fondo del tubo, giré a la derecha (S) y...

... me lancé a un descenso empinado e incómodo, por terreno pedregoso, muy suelto.

Los hitos seguían, pero casi daba lo mismo hacerles caso o no. Así, fue un alivio ver el extremo de un camino, ya muy cerca, en la vertiente izquierda de la canal.

Las señales me llevaron a la vereda, que es magnífica y baja en sabias lazadas. Desde ella, un vistazo arriba, a la canal.

Al poco entré en el pinar y el camino se encontró con otro en doble cruce. Así, para seguir bajando, seguí por la derecha (NO) en esta primera bifurcación y por la izquierda (NO) en la siguiente.

Tras un buen rato de suave descenso por el bosque, desemboqué en una pista forestal que coincide con la linde, ya en pleno Hueco de San Blas. Unos metros a la derecha (O), salía al otro lado...

... un carril de máquina. Lo tomé y crucé un torrente antes de dejarlo por la derecha (SO), cuando...

... el terreno me pareció favorable, a fin de cruzar directamente los prados hacia otra pista que se veía más abajo. La tomé a la derecha (O) y crucé el Arroyo del mediano, desde el cual...

... me despedí visualmente de la Loma de Bailanderos, pues...

... muy poco después volví bajo los pinos y encontré el primer cruce de la mañana, el del Cordel de Prado Herrero. Y, a partir de ahí, ya sólo me quedó deshacer camino por la pista hasta el Aparcamiento de la Hoya de San Blas.

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