El Nevero (2.211)

 ASCENSIÓN DESDE PINILLA DEL VALLE

POR EL ALTO DEL PORRINOSO

El Nevero es la máxima altitud del cordal principal del Guadarrama entre Peñalara y el Puerto de Somosierra, extremo oriental de estas sierras. Este tramo de divisoria del Sistema Central es una loma ancha y monótona, con una altitud media en torno a los 2.000 metros, donde los pinos rozan la cresta cubierta de prado y retama. Sólo el Puerto de Navafría y el propio Nevero ponen algo de relieve en estos casi 50 km de cresta. Como atractivos principales de esta ascensión, están su variedad de entornos, consecuencia del gran desnivel, junto con unas fantásticas vistas sobre el Valle del Lozoya.

El pico del Nevero sobre el Valle del Lozoya, visto desde el sur

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra de Guadarrama (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Guadarrama
  • Base de partida: Pinilla del Valle (Madrid)
ACCESO: La Ermita de Santa Marta de Pinilla del Valle está 85 km al norte de Madrid, por Lozoyuela y Lozoya. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

Pulsa aquí para consultar la tabla MIDE

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.136 / 2.211
  • Mi tiempo efectivo: 5h16
  • Mi tiempo total: 6h10
  • Dificultades: Muy fácil. Un tramo sin senda ni indicaciones, a través de matorral cerrado.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de la Ermita De Santa Marta por la pista que sale al NO, en dirección a la sierra, y seguirla hasta su final. Allí, buscar y tomar unos trazos borrosos que remontan el pinar en diagonal derecha (NE) hasta la collada de Roble Blanco. Seguir el lomo a la izquierda (NO) hasta ganar el cordal en el Alto del Porrinoso y tomarlo a la derecha (NE) para alcanzar el Pico del Nevero.

Retroceder unos pocos metros y buscar, a la izquierda (S) de la cuerda, los hitos que marcan la senda que baja por el lomo de Las Esparteras, pasa junto a la laguna y se encamina, a través de la ladera, al Puerto de Navafría. Al pasar junto a la Peña del Cuervo, girar a la derecha (S) por un desvío que baja al collado de Peña Morena, por cuya vertiente oeste pasa un cortafuegos. Tomarlo a la izquierda (S) y, cuando acaba en La Nava, proseguir recto (S) a través del robledal, hasta dar con la curva de una pista un poco más abajo. Tomarla a la derecha (E) y seguirla a través del monte de Roble Moreno, siempre bajando o por lo más marcado en los cruces, hasta salir a los prados frente a Pinilla. Al llegar a la carretera, tomar a la derecha (SO) un camino que lleva a la Ermita de Santa Marta evitando el asfalto.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Estas laderas septentrionales del Valle del Lozoya no son muy frecuentadas, pues alcanzar la cuerda implica superar bastante desnivel, a veces por terreno incómodo y las cimas que se alcanzan, o tienen poco prestigio o, como en el caso del Nevero, pueden subirse con mucho menos esfuerzo. Pero son excursiones bonitas, que visitan entornos muy variados, desde el robledal adehesado del valle hasta los desplomes rocoso que defienden la cuerda.

RELATO GRÁFICO:

Salí de la Ermita de Santa Marta por la pista que se dirige, en dirección noroeste, hacia la sierra, cuya cresta estaba cubierta por las nubes. El pronóstico decía que levantarían antes de mediodía, pero no sucedió.

Y eso que, mirando hacia la boca del Valle del Lozoya, se veía algún hueco sobre el Embalse de Pinilla.

A mi izquierda, la cabecera estaba también cubierta sobre Rascafría, a pesar de que, cuando pasé el Puerto de Cotos, había llegado a ver trozos de cielo.

Mientras ganaba altura suavemente, atravesé una zona en que se mezclaban arboledas y prados, tras la que entré en el bosque. Aunque pasé por varios desvíos como éste, la orientación no plantea dudas: se trata de seguir siempre la pista mejor, que, además, nunca deja de subir.

Hacia los 1.500 metros de altitud, entré en la niebla, al tiempo que los pinos sustituyeron a los robles.

Poco después, acabó la pista. Continué hacia la izquierda, para evitar el terraplén final, girando a continuación a la derecha (NE) para...

... remontar en diagonal el pinar, aprovechando alguna sutil traza de ganado, aunque el terreno bajo los árboles, despejado y de pendiente moderada, permitía caminar con relativa comodidad.

Salí del bosque en la collada de Roble Blanco y giré a la izquierda (NO) para continuar el ascenso por el lomo, poblado de matorral, pero que, en principio, presentaba muchos huecos.

No tardó en cerrarse, haciendo la progresión penosa, aunque estos tramos fueron afortunadamente cortos y se alternaron con...

... otros más despejados. Incluso encontré trazos bastante claros, pero que se esfumaban tan repentinamente como aparecían.

Un modesto roquedo, aprovechado para un redil, me anunció que estaba en el espolón llamado La Risca (1.831). Tras bajar unos metros por el otro lado, proseguí...

... por el lomo, que seguía con características similares, más ancho y suave aún si cabe, pero...

... el monte ya no volvería a cerrarse, tornándose rastrera la vegetación. Yendo por la cuerda misma, ya pasada la cota 2.000, apareció unos metros a mi derecha...

... una torrentera que cortaba la ladera y por la que me metí, buscando hacer más cómoda la progresión.

El surco desapareció al mismo tiempo que el matorral y que la pendiente se tendía. Continuando recto (N), alcancé enseguida...

... las rocas cimeras del Alto del Porrinoso. Si no fuera por el pequeño hito que le han puesto, sería difícil distinguir el canto más alto. Aquí, giré a la derecha (NO), buscando la senda que recorre la cuerda.

No la encontré y el lomo es tan ancho y romo que resulta difícil determinar la divisoria. Pero los hitos de límite de comunidad autónoma me ayudaron a no desviarme mucho.

Tras una corta bajada, pasé por el Collado del Porrinoso, a partir del cual sí que pude seguir un trazo más o menos marcado para facilitar la subida final al...

Pico del Nevero, desde cuya cima, seguía sin verse nada. Tal como estaba previsto, el viento soplaba de firme, pero sin arrancar las nubes de la cresta. Así que no me quedé mucho. Desde las ruinas que ocupan el punto más alto de esta cumbre, me dirigí al...

... hito geodésico, que se alza muy cerca al suroeste y lo rodeé por la izquierda, en busca de...

... los hitos que marcan el arranque de una senda,...

... borrosa pero bien balizada, que desciende siguiendo el lomo de Las Esparteras, el cual...

... limita por la derecha el Hoyo de Pinilla, o circo suroriental del Nevero, cuyos desplomes se trata de evitar. Al llegar al fondo plano del mismo, la senda giró a la izquierda (E),...

... pasó junto a la laguna y...

... ya mucho más clara, dejó el circo para...

... llanear a través de la ladera hacia el Puerto de Navafría.

Pero no llegué al mismo; dejé la senda al pasar junto a la Peña del Cuervo, por un desvío a la derecha (SE) que se acerca al mirador y...

... gira a la derecha (SO) para alcanzar un lomo que cae a ese lado y...

... descender por lo alto del mismo hacia el collado de Peña Morena que, al salir de las nubes, pude ver más abajo. Al salir de un breve pinar que precedió al prado,...

... crucé este curioso chorro de agua: va por lo alto de la loma, por lo que igual su origen no es natural.

Una vez sobre la hierba, crucé el collado hacia su vertiente occidental, donde...

... me encontré con un cortafuegos, que tomé a la izquierda (S).

Mientras flanqueaba la Peña Morena, dejé definitivamente atrás las nubes.

Cuando el carril se bifurca, se puede seguir por uno u otro lado, pues ambas ramas se vuelven a unir, aunque la derecha (S), que yo seguí, se corta durante unos metros al topar con un peñasco. Al perder altitud, iba viendo con más claridad el fondo del valle.

El cortafuegos acaba en La Nava, en un rellano flanqueado por peñas. A la izquierda (E), salía un carril, pero yo continué recto (S), pasando entre ambos roquedos, desde donde...

... hay esta magnífica vista del Embalse de Pinilla, y...

... manteniendo la dirección en lo posible, mientras descendía entre los robles, por terreno mayormente despejado de sin mucha pendiente. Así, salí al poco a una pista, precisamente donde hace una curva. Es la misma del final del cortafuegos pero, de esta forma, con menos de 200 m de campo a través, ahorré un rodeo de más de un kilómetro. Tomé la pista a la derecha (E) y ya no la dejaría hasta casi el final.

Durante el trayecto, pasé por varios desvíos, pero ofrecen pocas dudas. Unos, como éste, está en peor condición; en ese caso, hay que ir siempre por el mejor.

Sólo esta bifurcación, situada en la Cerrada del Zarzal, a unos 1.550 m de altitud, se sale de la tónica. Aquí continué recto (SO).

En otros casos, como aquí, ambas opciones son pistas en similar estado, pero, obviamente, como se trata de bajar, hay que ir a la izquierda (S). Al salir del arbolado, el límite de las nubes...

... me dejó alguna imagen como ésta.

Y así fui llegando de vuelta al fondo del Valle del Lozoya.

Y ahí seguían las nubes agarradas al cordal.

La vista del pueblo y embalse de Pinilla anunciaba el final.

Poco después, pude ver la Ermita de Santa Marta.

Cuando la pista llega a la cancela que la separa de la carretera, giré a la derecha (SO) por un camino, también cerrado por un portón, que llega a la ermita cruzando el Arroyo de Pinilla por un puentecillo y sin tocar asfalto.

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