Tozal del Baciero (2.116)

ASCENSIÓN DESDE ABI

POR LA ARISTA OESTE

El Baciero es como el hermano pequeño del Turbón. Otra arista afilada, escasamente accidentada y sostenida por vertientes empinadas. Aunque, en este caso, la cresta es predominantemente recta, con orientación este - oeste y más verde, con una vertiente septentrional boscosa y una ladera sur cubierta de pasto y matorral. Su situación en el tramo de Sierras Interiores que se extiende en torno al Valle de Benasque, junto con su gran prominencia e individualidad, hacen de este pico un soberbio mirador sobre los grandes macizos circundantes.

Esta es una subida que, sin obligar a afrontar dificultades técnicas, es exigente., Aunque es muy fácil y agradable, la arista sur no es una ruta frecuentada, por el complejo acceso a la misma. Para facilitarlo, aproveché un surco abierto en el bosque de la Coma Salamons, posiblemente para hacer pasar algún tipo de tendido, pero esto no ahorra la fuerte pendiente y tampoco llega hasta arriba. Respecto a la bajada, usé la ruta normal de esta vertiente, por el Llum, que tampoco es que estuviera muy pisada.

Vertiente septentrional del Baciero, desde las laderas de la Sierra de Chía 

SITUACIÓN:
  • Zona: Sierras Interiores (Pirineos)
  • Unidad: Macizo del Turbón
  • Base de partida: Abi (Huesca)
ACCESO: Abi está 122 km al NE de Huesca, por Barbastro, Graus y Seira. Atravesar la aldea hasta salir por el extremo norte. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.


OTROS DATOS:
  • Cota mínima / máxima: 1.006 / 2.116
  • Mi tiempo efectivo: 5h34
  • Mi tiempo total: 7h52
  • Dificultades: Muy fácil. Subida empinada a través de bosque, sin senda y con pocas referencias.
  • Track para descargar en Wikiloc
Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Tomar en Abi la pista que sale al NE, remontando la ladera del Baciero. Cuando se bifurca, girar a la derecha (SO), para recorrer la ladera de Las Obagas hasta la Coma Salamons y remontarla. Al ganar la cresta en el Morrón de Abi, tomarla a la izquierda (E) para alcanzar por ella el Tozal del Baciero.

Guiados por la senda e hitos de la ruta normal, proseguir el cresteo al E, rodeando un par de puntas antes de llegar al Collado Morrera. Dejarse caer por la vertiente izquierda (N) hasta el collado de El Clot y tomar a la izquierda (NO) la pista que lo atraviesa. Cuando se acaba, seguir por una senda que baja a la izquierda (SO), siguiendo el contrafuerte de El Llum. Cuando el camino acaba difuminándose y desapareciendo, mantenerse bajando al SO, a través de bandas de arbolado y prado, hasta dar con una pista que atraviesa la ladera. Tomándola a la izquierda (S), se llega a la primera bifurcación de la ruta y, girando en ella a la derecha (N), a Abi.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Hermosa ruta que combina el paso por bellos entornos forestales con un cresteo panorámico y muy relajado. No presenta el menor obstáculo en todo su desarrollo, ni siquiera en los tramos sin senda. Tampoco la orientación es un problema, pues la Coma Salamons, si bien su curvatura es apenas perceptible bajo los árboles, está definida, primero por el pasillo despejado ya mencionado y, luego, por líneas de pedrera; cuando éstas se pierden, se trata de ir subiendo de cara a la pendiente, sin más. Algo similar pasa cuando desaparece la senda bajando por el Llum: vale con ir bajando por donde mejor nos parezca hasta topar con la pista.

Aunque es indudable que el acceso habitual desde Gabás es mucho más cómodo, el recorrido de la arista oeste es tal maravilla que justifica de sobra la penosa remontada de la Coma Salamons, que apenas tiene atractivos, ni estéticos ni deportivos, pero que es el acceso más cómodo a la arista.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar a la salida de Abi, comencé a caminar por la pista de tierra que remonta suavemente la ladera al este.

A los pocos pasos, a través de un hueco en el arbolado a mi izquierda, vi el corte Congosto de Ventamillo rebosando de niebla, con el fondo del trío del Ampriú (Gallinero, Cibollés, Basibé).

Algo más adelante, se aclaró el bosque mixto que atravesaba, dejándome ver delante cómo la ladera boscosa que se extiende bajo la arista occidental del Baciero se combaba en dos surcos. El de la derecha es la Coma Salamons, por donde iba a subir. Como se ve, empinado ma non troppo.

Poco después, al pasar unos prados, aparecieron los roquedos que defienden la cumbre del Tozal y, a la izquierda, la elegante curva del collado de El Clot: la primera parte de la bajada.

Si me volvía, podía contemplar el Macizo del Cotiella al otro lado del valle.

Luego, entré de nuevo en el bosque y llegué a una bifurcación. Un cartel indicaba por la izquierda la Fuente de la Voz; por ahí aparecería al bajar. De momento, mi ruta de subida iba por la derecha (SO).

Tras un trecho atravesando en muy ligera subida la ladera de La Obagas, dejé la pista por la izquierda (SE), por un carril peor acondicionado y...

... poblado de hierba, que dejé a su vez a los pocos metros, metiéndome a la derecha (S), por un hueco en el arbolado, que...

... daba paso a un verdadero pasillo, empinado y rectilíneo. Una línea de pedrera afloraba en el eje y observé que unos cantos tenían pintada una flecha azul; pero eran muy pocos, sin continuidad y...

... tampoco parece que aquí hagan mucha falta las señales.

Al ganar altura, se podía ver atrás algo del fondo del valle; en este caso, la Aigüeta de Barbaruens.

Ya a media subida, hacia los 1.450 m de altitud, las hayas sustituyeron a los pinos y la vegetación se cerró. Continué subiendo de cara a la pendiente e intentando mantenerme en el eje del tubo que, aunque muy poco excéntrico, se llegaba a distinguir. También, vi algún hito, que me resultó tan útil como las flechas azules.

Un pequeño claro por esta zona me dejó ver cómo iban apareciendo los macizos de Posets y la Maladeta al fondo.

Cuando la vegetación en el tubo se cerró más de la cuenta, hacia la cota 1.600, derivé a la derecha para salir al pequeño lomo que limita la coma por el oeste. Por ahí continué la remontada, ahora por un terreno más despejado bajo los pinos.

La proximidad del final de la subida se anunció al ceder pendiente.

Al ganar cresta, lo primero que se ve al sur es el Cervín, al otro lado de un profundo tajo, y más allá un puñado de modestas sierras prepirenaicas (Galirón, Campanué y Ferrera entre las reconocibles). 

A la derecha, más allá de la arista que cae al Ésera, el Macizo del Cotiella; incluso se llegaba a ver la Peña Montañesa.

Aunque atrás, al norte, el pinar del que acababa de salir tapaba mucho, por encima asomaban las crestas más altas del Pirineo: Posets y Aneto. Y en medio el Perdiguero.

Pero la cumbre esperaba a la izquierda (E), al final de una arista fina pero no aérea, poblada de erizones y otro matorral rastrero que, si no se podía decir que fuera comodísima, tampoco presentaba obstáculos. Muy cerca, tenía una primera culminación: el Morrón de Abi, el cual...

... no es más que un hombro, tras el cual la cresta sigue ascendiendo gradualmente y con una tónica similar hacia el siguiente pico. Mientras iba caminando por este entorno de anuncio de chocolate, lo apacible del terreno...

... me permitía ir mirando el paisaje. A la derecha, el Turbón lo dominaba todo, altivo y descarnado.

Atrás, la Sierra Ferrera completa y, sobre ella, Guara en el horizonte.

A la izquierda, un panorama de babear. Al retirarse el arbolado, bajando la vista, se ven incluso las paredes rojizas del Congosto de Ventamillo.

Aquella culminación que veía tampoco es aún la cima, sino una cota anónima (2.022) de mínima prominencia. Lo que sí tiene es que es el primer lugar en que vislumbré la cumbre: es la punta que asoma a la izquierda del Baciero occidental (IGN 2.091), que se elevaba al cabo de un tramo de arista suave y aún más cómoda de lo que llevaba hasta entonces.

Desde la cima oeste, ya sí que se ve el Tozal que, si bien desde este lado es más bien pacífico, deja adivinar una vertiente norte agreste, que justifica más el nombre. A la bajada desde aquí, ...

... está el único tramo escabroso de todo el cresteo: un corto canchal anfractuoso que requiere mirar dónde se coloca el pie.

Mirando a la izquierda desde la horcada intermedia, se ve la boca de una gran canal. Me acerqué a esa vertiente, para...

Poder ver los espolones que caen de la cumbre y...

... recrearme un poco con el vértigo de los tubos sucesivos.

Y así de entretenido iba cuando di con el hito, tras el cual se descubrieron los Besiberris y las montañas de Aigüestortes.

Al noreste las montañas de Cerler tapaban la mayor parte del Macizo de la Maladeta.

Noroeste. Mejor se veía el Macizo de Posets, porque el de Perdiguero estaba también medio tapado, en su caso por las crestas de Batisielles - Ixeia. Lo que sí estaba al descubierto era la Sierra de Chía, pero que mostraba su perfil más soso.

Al oeste, Cotiella entre la Peña Montañesa y la Punta Suelza.

Al suroeste, la arista que me trajo hasta aquí.

Y, para acabar la vuelta, al sureste, el Turbón.

Inicié el descenso continuando el cresteo al este, por la senda balizada que constituye la ruta normal del Baciero, y que comienza entrando en el embudo cimero de una canal de la vertiente norte, para evitar una punta rocosa.

Atravesando el cóncavo, la visión del tubo es vertiginosa.

Al otro lado del mismo, hay una bonita perspectiva del Tozal y su espolón norte enmarcando el Cotiella.

Siguiendo los hitos y el trazo intermitente de la senda, atravesé un segundo tubo, volví a la arista y cambié de vertiente para...

... contornear por el sur una segunda prominencia, bajando hacia una brecha: el Collado Morrera.

Antes de cruzarlo, me despedí del Turbón, pues...

... el resto del descenso transcurrirá ya por la ladera septentrional, ocupada mayormente por pedrera.

Pero seguía en una ruta normal y los hitos me fueron llevando por lo mejor, primero derivando por un breve tubo a la izquierda (NO) y...

... luego a la derecha (NE), hasta...

... estar en la vertical del collado del Clot. Entonces, los hitos me llevaron a un descenso empinado y directo (N), mientras...

... sobre mí los desplomes que defienden el Tozal iban alzándose espectaculares.

Tras la pedrera, el final del descenso es un agradable cortafuegos poblado de hierba, hasta la horcada del Clot, donde tomé a la izquierda (NO)...

... una pista que atraviesa la ladera del Tozal de San Chuan, hasta acabar en el lomo occidental. Entonces, busqué a la izquierda (SO)...

... el arranque de una senda (al principio sólo se ve un hito) que baja por la vertiente meridional (izquierda) del contrafuerte.

Desde esta zona del Llum hay una bonita vista del Tozal del Baciero.

Poco a poco, según perdía altura, se fue definiendo el camino.

A 1.460 m de altitud, al paso por un rellano empradizado, se perdió el trazo. Aunque un hito en medio de la hierba marcaba la continuidad, me costó un par de minutos dar con...

... la salida de la senda al otro lado, que a continuación se internó bajo los pinos.

El camino se volvió a perder al salir del arbolado en un segundo rellano herboso, hacia los 1.380 m, desde donde se vuelve a ver la cresta del Baciero.

Ahí, ya no encontré rastro de la continuación y, como sabía que estaba cerca de la pista transversal que iba buscando, proseguí bajando recto, más o menos al oeste, hasta...

... dar con el carril, que tomé a la izquierda (S).

Por él fui bajando a través de un hermoso bosque dominado por llamativos roquedos.

Dejé atrás, a la derecha, un desvío que va a la Fuente de la Voz. Desde el claro que forma el cruce de pistas, hay otra bonita perspectiva de las paredes superiores.

Al poco llegué a la primera bifurcación que había pasado esa mañana y, girando a la derecha (N), volví hacia Abi por terreno ya conocido.

Comentarios