El Pic
Alt de Coma Pedrosa, mostrando la arista SO, sobre los tejados de Arinsal
SITUACIÓN:
- Zona: Pallars Sobirà ()
- Unidad: Macizo de Coma
Pedrosa
- Base de partida: Arinsal
(Andorra)
ACCESO: El
arranque del Camino del Alt de
Comapedrosa está en lo más alto de la población de Arinsal, situada 10 km
al NO de Andorra la Vella, por La Massana. Puedes calcular un itinerario desde
tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.
OTROS
DATOS:
- Cota mínima / máxima: 1.575 / 2.939
- Mi tiempo efectivo: 5h24
- Mi tiempo total: 6h44
- Dificultades: Muy fácil.
Itinerario por caminos pero que incluye el paso por canchos con alguna ayuda de
las manos en la arista y pedrera inestable al bajar de la cumbre.
- Track para descargar en Wikiloc
Mapa
tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA
LA RUTA: En la Estación de esquí de Arinsal, tomar el
camino que remonta la Coma Pedrosa, marcado como GR-11. Al llegar al desagüe
del Estany Negre, dejarlo por otra
senda menos pisada a la derecha (E), balizada con puntos amarillos. Encaramarse
por ella a la arista SO, o de los Torregols
de l'Alt, para remontarla hasta el Pic
Alt de Coma Pedrosa.
Bajar por la misma senda a
la izquierda (NO), siguiendo el costado de la arista que cae en esa dirección.
Poco antes de llegar a la Collada del
Forat dels Malhiverns, el camino se separa del cordal y gira para bajar al
fondo del circo, donde desemboca en el GR-11. Tomarlo recto (SO) para regresar
a la estación de esquí de Arinsal.
Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Esta
ascensión a una cumbre imprescindible del Pirineo es una caminata variada, que
transcurre por caminos señalizados; aunque incluye unos pocos pasajes escabrosos,
no dejamos de ir por una senda. Eso sí, el desnivel y la distancia a cubrir son
ya considerables. Por otro lado, estamos ante un itinerario muy bello en todos
los aspectos. No sólo por las vistas desde la cumbre; los parajes que se
atraviesan son muy amenos, incluyendo casi cualquier entorno que podamos
encontrar en la montaña pirenaica. Una delicia para la que conviene reservar más
tiempo del necesario, a fin de poder disfrutar adecuadamente de la belleza que
a cada paso nos va e ofrecer la Montaña.
RELATO GRÁFICO:
Comencé a
caminar por la pista de tierra que prolonga la calle Travessia de Prats
Sobirans, doblemente señalizada con puntos amarillos y los trazos rojiblancos
del GR-11.
El carril
remonta suavemente el río de Coma Pedrosa y, enseguida, dejé atrás el desvío
señalizado, junto a una barrera, de una senda que sube al Pla del Estany.
Mientras avanzaba a través del bosque, seguía viendo la montaña, aunque la cima
iba ocultándose por perspectiva.
A
continuación, llegué a un paso canadiense, donde la pista gira en redondo a la
derecha, para dirigirse igualmente a Pla de l’Estany. Para continuar hacia Coma
Pedrosa, tal como indicaban varios carteles así como las marcas rojiblancas,
seguí recto (NO) en el vértice de la curva, caminando ahora por una magnífica
senda.
Un claro
en el arbolado al cruzar un barranco, me permitió ver cómo quedaba atrás la
parte baja del valle, con el telón de fondo de un oleaje de crestas a
contraluz, resaltadas por la bruma.
Aunque la
mayor parte de este tramo transcurrió en medio de un espeso bosque.
Tras
cruzar por un puente el río de Coma Pedrosa, la vereda se empinó y me hizo
remontar la ladera meridional del barranco. En el siguiente hueco del arbolado,
pude ver el corte del Río d’Areny bajo el los picos de Pla de l’Estany y de les
Canals de Montmantell.
Poco a
poco, me aproximé a la Obaga de Coma Pedrosa, donde el barranco se estrecha y
el río se despeña en un bonito salto.
La subida
es rauda pero la senda está tan bien trazada que apenas se siente.
Por encima de la cascada de antes, hay un estrecho rellano encerrado entre abruptas vertientes. Atravesado por el arroyo que baja del Estany de les Truites y muy verde, resulta un lugar delicioso para tomarse un descanso. La continuación es otra rampa herbosa, a la salida de la cual…
… llegué
a la collada (2.224) donde está el desvío que, a la izquierda, sube al refugio.
Ante mí, se extendía la Coma Pedrosa, ancho rellano empradizado que se extiende
bajo la ladera meridional del pico homónimo. Continuando recto (O)…
… por la
senda, lo remonté caminando junto al torrente.
Al fondo,
encontré la siguiente subida, en forma de rampa de hierba…
… de
mayor pendiente, pero siempre dentro de la moderación. Desde lo alto de la
misma, se veía el Refugio de Coma Pedrosa bajo el Pic dels Aspres.
A
continuación, hay otro rellano, del que salí hacia la derecha (NE) para, tras
dejar atrás un lomo herboso,…
…
remontar una breve vaguada hasta un altozano.
Desde
allí, se veía ya, al otro lado del valle, toda la terraza donde está el refugio
y los ibones, bajo la cresta entre los picos de Aspres y Port Vell. Y también,
las nubes que se iban levantando… y sólo eran las once y pico. Otra jornada
para no entretenerse mucho después de mediodía.
La senda
me llevó a continuación a remontar en diagonal la ladera para volver junto al
torrente en un estrecho que da paso…
… a un
pequeño estanque que hay por debajo del Estany Negre. Tras rodearlo, superé un
breve escalón pedregoso, desde lo alto del cual…
… se veía
atrás este bonito charco con el fondo de la bonita cresta rocosa que sube hacia
el Pic de Sanfons, que queda fuera de la foto a la derecha.
Estaba
junto al desagüe del Estany Negre, que se veía dominado por el Pico de Baiau y,
casi oculto, el de Coma Pedrosa. Había llegado el momento de dejar la ruta
normal y lo hice buscando a la derecha (E)…
… la
salida de otra senda, menos clara pero marcada con puntos amarillos, que remonta
el cantizal de ese lado. Es el primer tramo, y casi el único, realmente
empinado de la subida.
Al ganar
altura, fui descubriendo a mi izquierda la cresta de los Torregols del’Alt, que
me conduciría a la cumbre.
Gané la
cuerda en una horcada hacia los 2.700 m de altitud y, lo que vi al otro lado,
no era muy tranquilizador: las nubes, cada vez más oscuras, se arremolinaban en
torno al Pic del Port Vell y el Alt de la Capa.
Al otro
lado, el panorama estaba bastante más despejado, con los picos de Sanfons, los
dos de Baiau y el Coma Pedrosa en torno a la desolada cuenca del Estany Negre.
Girando a
la izquierda (NE), comencé a recorrer la cresta, por donde proseguía la senda,
incluso más clara y mejor acondicionada que durante la subida. Esto no me lo
esperaba.
En cuanto
gané unos metros de altura, se amplió la vista hacia el oeste y, más allá del
cordal del Port Vell, podía ver ahora también la masa oscura de la Torre de
Cabús y el Bassiets y, más lejos aún, otra cresta que debe de ser la del
Trescull. Y, efectivamente, parecía que se iba preparando tormenta.
El
ascenso a lo largo de la arista se presentaba apacible y gradual. Sólo al pasar
por algunas modestas prominencias...
...
rocosas hube de ayudarme ocasionalmente de las manos para superar algún canto.
Mientras a la izquierda,...
... el
profundo hoyo del Estany Negre se mostraba espectacular bajo el Pic de Sanfons
y la Aguja de Baiau. Más a la derecha,...
...
fueron asomando a través de la Portella de Baiau algunos de los picos del
Macizo de Estats: Baborte, dels Estanys, Sotllo y Pica Roja.
Así fui
dejando atrás la arista, lamentando que el día no fuera más claro, hasta que...
... se
hizo visible, ya cercana, la cumbre, reconocible por la mesa de orientación y
la bandera que se alzan en ella.
Al
asomarme al otro lado del Pic de Coma Pedrosa, donde debían de estar la Roca
Entrevessada, el Medacorba y otros satélites, sólo me encontré un sombrío muro
blanco.
Volviéndome
a la derecha, al sureste, al menos se veía el valle, donde brillaban los
tejados de Arinsal.
Más allá
de la arista por la que había llegado, también los vapores se estaban adensando
y extendiendo.
Sólo al
oeste, donde el Sanfons dominaba el paisaje, se quedaban algunos claros.
También se veía el vallecito de Baiau, que baja hacia la Vall Ferrera, al otro
lado de la portilla homónima.
Lo bueno
es que, al menos, el baile de la niebla con la roca dejaba algunas imágenes
hermosas, como ésta de la arista noroeste.
O esta
sucesión de espolones hacia el Pic de Lavans, que la silueta oscura de la Pica
Roja detrás me permitió situar.
En fin
que, con este panorama, no me entretuve mucho antes de empezar a bajar, tomando
la continuación de la senda, que baja directamente de la cima a la izquierda
(NO), por el flanco izquierdo de la arista que va al Pic de Baiau.
Al llegar
a la altura de la Collada del Forat dels Malhiverns, hacia la cual sale un
desvío menos marcado, la deja de lado, girando a la izquierda (SO) para...
...
continuar descendiendo, ahora por el fondo de la vaguada, hacia el Estany
Negre.
La bajada
de este pedregal, sin el trazo de la senda, sería muy incómoda y, aun así,
tampoco es que sea una delicia.
Así que
fue un alivio llegar a un rellano herboso, a la altura de la Portella de Baiau
y frente a la aguja homónima, que se veía especialmente atractiva. Allí hay un
cruce de sendas, donde me reintegré al GR-11, que me llevaría de regreso a
Arinsal. De momento, lo tomé a la izquierda (S) para continuar...
... el
descenso hacia el Estany Negre, que la senda me llevó a rodear por la orilla
oriental (izquierda), desde la cual...
... hay
una maravilla perspectiva del Sanfons y la Aguja de Baiau reflejados en la
superficie del ibón.
Justo
bajo el desagüe, había un neverillo residual (¡en septiembre!) que me había
pasado desapercibido a la subida, cuando llevaba la vista fija en las alturas,
buscando la cima. Allí cerré la ruta y...
... ya
sólo me quedó descender el curso del río de Coma Pedrosa, deshaciendo el camino
de la ida, para retornar a Arinsal. Y aunque aquí se vea cómo el sol se abrió
un hueco en las nubes, a poco de pasar la Obaga, esta vez no me libré de un
pequeño chaparrón con granizada incluida... que afortunadamente apenas duró dos
minutos. Y es que llevaba ya mucha suerte tentada en esta semana andorrana...
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