Pico Zapatero (2.158)

ASCENSIÓN DESDE SOTALBO

CRESTA DEL PORTACHO DEL CUCHILLO AL DEL ZAPATERO

El Pico Zapatero es la cumbre más alta de la Sierra de la Paramera, la más occidental de las que se alinean al norte de Gredos, cuando la divisoria del Sistema Central traza una curiosa doble curva entre las cabeceras del Tormes y el Alberche. Como en todo este sector occidental de la cordillera, las condiciones climáticas son duras y, en cuanto queda abajo el valle, sólo el pasto aguanta vientos y fríos; en el caso de las Parameras, hasta el matorral es escaso, aunque impenetrable donde ha logrado prosperar. Dentro de esto, existe una notable disimetría entre sus vertientes, tendida la septentrional y abrupta la sur, lo que se ha reflejado en la abundancia de obra humana en la primera frente al carácter salvaje de la segunda. En fin que, a falta de una naturaleza pródiga y con una altitud modesta en comparación con las cercanas cimas gredenses, son la bravura del roquedo y el gran panorama desde la cresta los atractivos principales de este monte.

Recorrido muy típico de la cresta de la sierra, aunque lo amplié saliendo del pueblo de Sotalbo, en vez de subir con el coche hasta Aguas Frías o incluso más arriba, como se suele hacer. La verdad es que la excursión no gana mucho atractivo con el tramo adicional desde el pueblo.

La cresta a recorrer desde las cercanías de Sotalbo; de izquierda a derecha, las cimas de Cuchillo, Risco del Sol y Zapatero

SITUACIÓN:

  • Zona: Las Parameras (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de la Paramera
  • Base de partida: Sotalbo (Ávila)

ACCESO: Sotalbo está 20 km al SO de Ávila, por El Salobral y Niharra. Atravesar el pueblo y salir por la pista que sube al SO junto a un depósito de aguas. Aparcar una vez fuera de las casas. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.221 / 2.158
  • Mi tiempo efectivo: 6h11
  • Mi tiempo total: 7h50
  • Dificultades: F. Varias trepadas (I) de hasta diez metros, la mayor parte en descenso. Un corto tramo incómodo por matorral.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Sotalbo al SO por una pista que pasa junto a una caseta de aguas y, atravesando los prados de Matallana, va a desembocar en el Camino de la Sierra. Tomarlo a la izquierda (E) y seguirlo, pasando por el área recreativa de Fuentes Frías, hasta una nueva bifurcación junto a la Fuente de Cabeza del Gallo. Girar a la izquierda (SE) para subir al collado (1.799) de la Cuerda de los Muros y dejar allí la pista por un camino más deteriorado que llega hasta el Portacho del Cuchillo. Cruzar la cerca que recorre la divisoria para buscar, en su vertiente meridional, un borroso trazo, marcado con hitos, que va recorriendo el lomo al oeste y llega, incluyendo alguna pequeña trepada (I) hasta el Pico Zapatero (F).

Proseguir el cresteo al SO, pasando algún otro destrepe fácil (I) hasta el Portacho del Zapatero. Girar a la derecha  (N) y bajar por la vaguada para tomar a la misma mano (NE) un camino cercano. Descender por el mismo el curso del Arroyo de los Poyales, llevando a la derecha una cerca. Se dejan de lado desvíos a ambos lados, hasta que finalmente la vereda gira y pasa a atravesar en horizontal la ladera. Cuando parezca favorable el matorral, atajar a la izquierda (N), hacia una pista paralela que se ve más abajo, en el rellano de El Concho y tomarla a la derecha (NE). Al encontrar, en la Fuente de Cabeza del Gallo, el cruce por donde se pasó al subir, girar a la izquierda (N) para volver a Sotalbo, ya por camino conocido.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Hubiera resultado más práctico comenzar esta ruta en Fuentes Frías, pero quería probar a salir de poblado. Eso sí, empecé por la pista, no apta para turismos que sale del núcleo principal de Sotalbo y no la que suele utilizarse desde Palacios, a fin de evitarme eventuales cruces con vehículos, al menos por un rato. La conclusión es que, si bien el tramo extra de aproximación no es feo, creo que no merece la pena.

Había realizado este cresteo, total o parcialmente varias veces pero siempre rodeando el Cuchillo por la vertiente norte, que resulta más pacífico. Ya me había fijado que había hitos indicando al sur y quería ver qué tal. Por un lado, el terreno en ese tramo es más agreste e incluye algo de trepa pero, por otro, es bastante más espectacular; en mi opinión, mejor para el verano, mientras que la opción norte puede ser más práctica en invierno.

La ruta, tal como la hice, es muy bonita, tanto por panorama como por los riscos entre los que se desarrolla. La orientación no es un problema y los caminos y sendas son cómodos, salvo el corto tramo de matorral para llegar a la pista a la bajada y la media docena de trepadas, todas fáciles, cortas y poco expuestas.

RELATO GRÁFICO:

Al poco de salir de Sotalbo por la pista que remonta la sierra al suroeste, dejé el coche en el margen y eché a andar por la misma, ganando altura suavemente, con el Risco del Sol y el Zapatero visibles por encima de la loma, más cercana, de Peña Bermeja.

Caminaba en la fresca umbría de Matallana, mientras a mi derecha el sol iluminaba ya el Valle de Amblés y la Sierra de Ávila. Este monótono cordal sólo se eleva con una mínima potencia en el Gorría, su máxima cumbre.

Al pie de la loma de Peña Bermeja, desemboqué en el Camino de la Sierra. Esta pista, perfectamente transitable, sale del barrio de Palacio y es por la que se puede alcanzar en coche Fuentes Frías. Ahora, la tomé a la izquierda (E) para continuar la subida.

Rodeando la loma por el oeste, constaté que el reborde que se eleva entre la masa de la sierra y el valle incluye alturas modestas pero bravías. Aquí, los agrestes Picuezo y Gavilán, junto al masivo Cerro del Castillo, en torno a la cuenca del Río Picuezo.

Acabando de rodear la Peña Bermeja, fue apareciendo de nuevo la cresta de la sierra.

Al otro lado, llegué a El Collado, donde el reborde se une a la masa de la sierra. Me encontré con un cruce y continué recto (S).

Descubrí entonces al este, a mi izquierda, el Río de la Garganta y el pueblo de Riofrío. Más allá, en el horizonte, las alturas del Guadarrama, donde se llegaban a reconocer la Mujer Muerta, Peñalara, Siete Picos, las Guarramillas y la Maliciosa; es decir, una buena parte de sus cimas principales.

A continuación, pasé por el área recreativa de Fuentes Frías, a partir de la cual está prohibido el tráfico motorizado y donde podía haber empezado la excursión. Bueno, hay que decir que lo caminado hasta entonces resultó bonito. Allí dejé de lado un desvío a la izquierda y, poco más arriba, al despejarse el panorama al norte, pude disfrutar de una visión más amplia del Valle de Amblés enmarcado por la línea de alturas secundarias que acababa de atravesar.

La tónica de la pista seguía siendo de ascenso gradual. Al llegar a la Fuente de Cabeza del Gallo, al pie de la última pendiente bajo la cresta, la pista desembocó en otra, que tomé a la izquierda (E). Me encontré una partida de cazadores pero, afortunadamente, la zona que iban a batir no afectaba a mi ruta.

El nuevo camino transcurre por una terraza inclinada que se eleva en diagonal hacia el este. Al cabo de poco, volviéndome, podía ver la Serrota más allá de la vertiente septentrional de la sierra.

Caminando entre el suave paisaje del Valle de Amblés y la Sierra de Ávila a mi izquierda y…

… la bravía cresta de la Paramera, protagonizada en este tramo por el Risco del Cuchillo, …

… fui acercándome a una loma transversal, la Cuerda de los Muros, que la pista alcanza por un collado (1.799).

Antes de llegar al mismo, dejé de lado un desvío a la izquierda. Volviéndome cerca de la culminación, podía ver el contraste entre las dos parameras orientales: la altivez del Cuchillo frente a las formas suaves de la Serrota.

Al otro lado de la horcada, dejé el carril por un camino algo peor que sale a la derecha (S), hacia la divisoria de la sierra, anunciada por la mole oscura de la peña Cabrera.

En el horizonte oriental, la vista hacia las crestas del Guadarrama se había ampliado, incluyendo ya la Sierra de Malagón y los montes de Los Pinares.

Poco a poco, fue apareciendo el amplio Portacho del Cuchillo, abierto entre la Peña Cabrera y…

… la cresta del Zapatero, cuajada de riscos, de la que se veía el tramo hasta el Cuchillo.

Al llegar a la horcada, se descubrió la vertiente sur y pude ver un buen tramo del Gredos oriental, de la Sierra del Valle a la Mira, pasando por el Cabezo y el Torozo. Antes de tomar la cuerda, crucé por una cancela la cerca que recorre la divisoria para buscar, en el lado sur, …

… los hitos que marcan una senda borrosa que remonta el amplio lomo rodeando matojos y peñascos.

Con la pendiente moderada y el buen terreno, gané altura sobre el collado con rapidez.

Al subir, se iban descubriendo, con timidez al principio y …

… luego plenamente, los roquedos de la Peña Cabrera.

Delante podía ver ahora, más allá del Alto de la Joya, el macizo central de Gredos, con la Mira y el circo blanqueadas de nieve. En el límpido horizonte, se reconocía perfectamente al menos el Almanzor.

El Risco del Cuchillo, apareció asomando por el hueco de un cancho menor, que los hitos me llevaron a cruzar por…

… un escalón de tres o cuatro metros de bloques apilados, que fue la primera trepada (I) del día. Al otro lado del estrecho pasillo,…

… me encontré con una horcada desde la que se veía la cumbre del Pico Zapatero. Continué hacia la derecha, acercándome a la base del Cuchillo para situarme entre el mismo y un cancho que se ve delante.

Desde allí, fui siguiendo una repisa de hierba y matorral ralo que se extiende al pie de la pared meridional del risco.

Mirar hacia arriba casi daba vértigo. En un lugar, habían crecido musgos y líquenes de un colorido variado y con algunos tonos poco usuales.

Al otro lado, el panorama se abría al valle del Alberche y Gredos.

Pasado este tramo,…

… doblé un espolón y me encontré con la espectacular aparición del Risco del Sol, que eclipsaba al propio Zapatero. La terraza por la que caminaba, adoptaba dirección noroeste y, siempre bajo el roquedo, descendía hacia el collado (2.031) intermedio.

En este tramo, hube de superar dos o tres destrepes, todos ellos…

… fáciles (I) y cortos (no más de cinco metros).

Si había pasado junto a varios peñascos espectaculares, ¿qué decir del Risco del Sol? A partir del collado, de nuevo en la cuerda, el terreno se hizo ancho y, la senda, más clara y cómoda.

Pronto gané perspectiva sobre el Risco del Cuchillo.

El Risco del Sol también lo rodeé por el sur. Podría haberme encaramado tanto a éste como a su vecino Cuchillo pero, en ambos casos, el lugar por donde resultan abordables, quedan fuera de la senda trazada y, siendo ese día vuelta de puente, no quería acabar tarde. Bastante me había retrasado con el fiasco del coche.

La punta que sí toqué fue la de la Cancha Morena pues, en este caso, los hitos te llevan a la misma. Tras una bajada imperceptible, la subida por lo alto del amplio lomo fue muy suave. Mirando atrás, hay una buena perspectiva de los picos occidentales de la sierra hasta los Carramales.

Y delante, también separado por una depresión mínima, se levantaba ya la pirámide cimera del Zapatero, rocosa y altiva pero, como se puede ver, muy fácilmente abordable por la pendiente de matorral del flanco sur (izquierdo) de la divisoria.

Aun por ahí, el terreno es agreste y, pese a seguir escrupulosamente los hitos, volví a encontrar un par de trepadas, como siempre fáciles (I) y breves.

Al llegar a la cumbre del Pico Zapatero y mirar atrás, pude ver el cordal recorrido y, más allá, Peña Cabrera y los Carramales, hasta un horizonte quebrado por las crestas guadarrameñas y el extremo oriental de la Sierra del Valle. En la parte izquierda de aquéllas,…

… se distinguían perfectamente la Mujer Muerta, Peñalara, los Siete Picos, las Cabezas de Hierro y La Maliciosa, entre otras.

Al norte, más allá del Valle de Amblés, sobre la Sierra de Ávila, se llegaba ahora a distinguir la imprecisa llanura mesetaria.

Volviéndome al sur, casi todo Gredos: desde el Mirlo al Circo de Gredos, donde,…

… a la derecha de la Mira, destacaban con especial limpieza el Sagrao, el Almanzor y la Galana.

Acababa este maravilloso horizonte al oeste, donde llegaban a distinguirse, alineado casi con la cima de la vecina Joya, el núcleo de la Covacha. Más a la derecha, la Sierra de Candelario y la cercana Serrota. Hacia ese lado continué la andadura, pasando la zona de bloques inmediata, hasta el pasillo que se abre entre ésta y el cancho que se ve en segundo término. Allí, busqué a la izquierda (S)…

… una buena bajada. La encontré en una rampa de bloques, más abajo de la cual se veía un hito, que sale justo a la derecha de una peculiar ventana.

Este destrepe de diez metros es el más largo de la ruta y, buscando bien la línea de bajada, no pasa de I grado.

Continué el descenso girando a la derecha (O) para tomar una repisa estrecha y empinada, adosada al roquedo de la arista. El terreno es muy abrupto, sin ser difícil, y la progresión fue una constante sucesión de pequeñas trepadas (I) hasta que los hitos me sacaron al…

… otro lado (norte) de la cresta. Ahí me encontré con una rampa de matorral y peñascos tendida y cómoda. A mi derecha y…

… abajo iba viendo ahora la vertiente norte cortada por varios caminos. Por el más alto iniciaría el retorno tras finalizar el cresteo, mientras que por la pista más baja seguiría a continuación.

Tras acabar el descenso del Zapatero, me encontré en un amplio y suave lomo que…

… al oeste volvía a elevarse en el Risco Redondo, rodeado de canchos menores. Uno de ellos, es un curioso apilamiento de piedras en equilibrio que, una vez sobrepasado,…

… forma una bonita estampa con el Zapatero.

El Risco Redondo lo rodeé por el norte (derecha) y muestra su mejor perfil desde el oeste, una vez fue quedando atrás.

Delante, ya sólo me separaba del Portacho del Zapatero, abierto entre la cresta de ese nombre y la Joya, una cómoda bajada por senda regular.

Volviendo a la cuerda, hay que volverse de vez en cuando para contemplar las cambiantes perspectivas sobre los riscos más fieros de la Paramera.

Acercándome a la horcada, fui viendo un camino muy cerca a mi derecha. Podía haber atajado pero llegué al collado para cruzar la valla cómodamente por una cancela. Allí, bajé a la derecha (N) brevemente por una senda que cortaba el matorral, hasta el carril que…

… tomé a la derecha (NE). Comencé por rodear la cabecera del Arroyo de los Poyales, que nace al pie del collado.

Una vez en la ribera oriental, el camino giró (S) para bajar siguiendo el curso. Al poco, pasé a…

… llevar a la derecha una cerca. Caminando junto a ella, dejé de lado tres desvíos a la derecha y uno a la izquierda, hasta que…

… la vereda y la valla giraron a la derecha (NE) y pasé a faldear la cresta, en sentido contrario a mi recorrido anterior.

Abajo, iba viendo cerca una pista de bastante mejor condición y que sabía que debía de coger, pero no una buena bajada. Cuando llegué a la segunda torrentera que se atraviesa, a la altura casi del Pico zapatero, me pareció que el matorral clareaba un tanto. Giré a la izquierda (N) y atravesé, aprovechando eventualmente zonas herbosas junto al cauce y trazas de ganado, el matorral que resultó no ser tan denso ni alto como parecía. Al llegar al carril, lo tomé a la derecha (NE) y continué la travesía, a través del rellano de El Concho hasta…

… las cercanías de la Fuente de Cabeza del Gallo y el cruce donde me había encontrado a los cazadores esa mañana. Ya por terreno conocido, giré a la izquierda (N) para…

… deshacer el itinerario de subida por Fuentes Frías y Matallana hasta Sotalbo.

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