Teleno (2.183)

ASCENSIÓN DESDE POZOS

POR EL LOMO SURESTE

El Teleno es la máxima altura del sistema de los Montes Galaico-Leoneses. Es la culminación de un largo y monótono cordal que separa las comarcas de la Maragatería y la Cabrera Baja, tierras que siempre han estado bastante apartadas. Se trata de una montaña chata, de perfiles suaves y laderas pedregosas, donde la vegetación es de escaso porte pero densa, con predominio de brezo en laderas y pasto en crestas. Sólo en el fondo abrigado de los valles, crecen los árboles junto a los torrentes, sobre todo roble. Esta naturaleza austera, más los roquedos que surgen aquí y allá y una morfología que realza los grandes desniveles y la longitud de los valles, conforman un entorno fascinante. Pero el principal atractivo del Teleno es su situación y altitud, que le convierten en un mirador soberbio sobre el resto de las montañas leonesas, tanto las que forman parte del Macizo Hercínico, como las lejanas cantábricas.

Esta ruta transcurre por la vertiente menos utilizada para ascender al Teleno. Consiste en ganar la cuerda de la sierra desde el pueblecito de Pozos, situado al sureste, y recorrerla hasta la cumbre, para volver deshaciendo el desplazamiento por las laderas meridionales. Es un itinerario largo y no particularidades que lo diferencien de otras opciones. Para completar la colección.

El ancho y monótono cordal de la Sierra del Teleno, con la cumbre a la derehca, visto desde el noroeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra del Teleno - Montes Aquilianos y de León (Montes Galaico - Leoneses)
  • Unidad: Sierra del Teleno
  • Base de partida: Pozos (León)

ACCESO: Pozos está 110 km al SO de León, por Astorga, Quintanilla de Flórez, Castrocontrigo y Morla de Valdería. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.180 / 2.183
  • Mi tiempo efectivo: 8h06
  • Mi tiempo total: 9h50
  • Dificultades: Muy fácil. Tramos prolongados de matorral y pedreras, sin obstáculos reseñables.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Pozos por la pista que, de la parte alta del pueblo, se dirige al NO y rodea del Río Molinos para alcanzar el Portillo de Abajo. En el cruce, girar a la izquierda (NO) para contornear la cuenca del Arroyo de Xandella. En otra bifurcación bajo el Portillo de Arriba, seguir por la derecha (NO), hasta ganar la cresta de la sierra en Los Cambitos. Tomar la cuerda a la izquierda (NO), pasando por el Alto de las Rubias antes de alcanzar la cumbre del Teleno.

Descender en diagonal al sur y SE, a través de pedreras y matorral, aprovechando trazos discontinuos y alguna torrentera, hasta el entronque de la Bajada de los Eros. Girar a la derecha (S) para seguir, por lo alto del lomo, un rastro intermitente. Al dar con el Arroyo de las Rubias, vadearlo y tomar a la izquierda (E) una pista que atraviesa la vertiente meridional de la sierra. Hay varios cruces en este largo tramo, pero sólo dos podrían plantear dudas: en El Escobalón, donde hay que seguir por la derecha (S), y en Los Fiyuelos, igualmente a la derecha (SE). Finalmente, se desemboca, en Los Nevales, en la pista del inicio que, tomada a la derecha (S) lleva de vuelta a Pozos.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Larga y panorámica caminata por terreno variado que, sin plantear obstáculos de consideración, incluye tramos en que la progresión es incómoda y requiere instinto de monte para desenvolverse bien. Se puede eliminar toda esa pelea con el matorral, bajando de la cima por la senda que va por el lomo de Mascariel a tomar la pista de la vertiente sur en el Pontón del Arenal. Aunque supone añadir unos tres kilómetros de distancia y 200 m de desnivel, la progresión será más rápida y, el incremento en tiempo, creo que pequeño. Otra alternativa que sólo palía la incomodidad en parte pero no añade apenas distancia, sería volver por la cresta hasta el collado (1.972), entre el Teleno y Las Rubias, y descender a la derecha (S) a tomar la Bajada de los Eros. Ahí también hay matorral pero mucho más llevadero que en el flanqueo por la vertiente sur. Personalmente, me gusta más la primera variante, que elimina toda la parte incómoda y no hace ida y vuelta por el cordal.

RELATO GRÁFICO:

Cerca del final de la Calle Otero de Pozos, en realidad un carril de cemento que rodea el caserío por arriba, tomé una pista de tierra que sale en dirección noroeste junto a una casa aislada.

El carril va ganando altura suave pero continuamente, dejando atrás rápidamente las casas y…

… rodea la cuenca del Río Molinos hacia el Portillo de Abajo que, desde el inicio, iba viendo entre los picos de Valteleno y Calión. El primero…

… muestra una hermosa pared estratificada en placas verticales.

Con la altura, fui ganando perspectiva sobre el valle del Río Ería, en el que desemboca el del Molino y sobre el que las estribaciones de la Sierra del Pinar mostraban unos perfiles quebrados, muy bonitos con el contraluz matutino.

La pared del Valteleno se veía tremenda al pasar al pie de la misma.

A continuación, la pista me llevó a remontar la empinada vaguada del Portillo de Arriba, bajo los canchos de la anónima cota 1.623, que lo parte en dos.

Mirando abajo, el panorama sobre el valle del Ería se había ampliado y se veía también el extremo oriental de la Sierra de la Cabrera. Por encima,...

... los abundantes riscos de los espolones que bajan de la del Pinar.

Tras una amplia lazada, alcancé el Portillo de Arriba, desde el cual...

... descubrí, al nordeste, un amplio segmento de Cordillera Cantábrica, más allá de la Maragatería. Un tramo que iba desde...

... la Sierra de Gistreo y las Ubiñas hasta...

... el Alto Carrión en el extremo derecho. Incluso resultaba reconocible la doble pirámide del Espigüete y el Curavacas... ¡a 150 km! Esta claridad extraordinaria, estaba motivada pro el vendaval que soplaba en altura, cuyo impacto recibí de sopetón en el collado. Por desgracia, también trajo luego nubes.

En el portillo, hay un cruce de pistas y yo tomé la de la izquierda (NO), al fondo de la cual veía elevarse el Alto de las Rubias, primer objetivo del día.

Este carril va rodeando por el sur la cuenca del Arroyo de Xandella, encajada entre el cordal que acababa de cruzar y el principal de la Sierra del Teleno. Se trata de un tubo de suave concavidad, que se extiende todo verde a poca altura bajo las crestas.

A la altura del Portillo Alto, hay una otra bifurcación. Allí tiré por la derecha (NO), pasando a atravesar...

... la cabecera del arroyo bajo el Alto de las Rubias, a la derecha del cual, distinguía ya la ligera depresión de Los Cambitos, donde alcanzaría la cresta de la sierra.

Acabado de rodear este sorprendente campo de matorral,...

... remonté la ladera del cordal principal, hasta...

... alcanzar la cresta en Los Cambitos. Al llegar, me recibió la vista de la otra vertiente, donde destacaba un pequeño embalse bajo Peña Paloma, además de un ventarrón aún más fuerte y frío que el que llevaba soportando hacía rato.

En la divisoria, el carril desembocó en un cortafuegos, que marca el límite con el campo de tiro militar que hay en la vertiente norte. Pero, si no se cruza, no debería de haber problema. Girando a la izquierda (NO), emprendí la subida,...

... la única realmente empinada del día. La vista atrás ganaba en belleza, con la altura, contrastando el altiplano de Xandella con los peñascos que, aquí y allá, rompen enhiestos la suavidad de este terreno ondulado.

Tras la recia cuesta, el lomo anchísimo se tendió al pie del crestón cimero del Alto de las Rubias. Aquí acaba bruscamente el cortafuegos; me disponía a atacar la cima por derecho cuando que a la izquierda (O) salía una línea de hitos y, pensando que indicaría un acceso más cómodo, los seguí.

Pero pronto me di cuenta que llevaban a rodear la cumbre por una terraza del lado de la Cabrera; así que, dejé su guía, girando a la derecha (NE) para...

... el breve pero incómodo montón de bloques que constituye la cima de Alto de las Rubias. Al menos, el cantizal era bastante estable.

Desde el hito, había un buen panorama al suroeste, hacia la Sierra de la Cabrera, donde el Vizcodillo destacaba como casi la única prominencia, más allá del romo cerro de Las Chanas.

Al sureste, la cresta corría hasta caer a la meseta que, aparentemente plana, se extendía hasta un horizonte brumoso.

Y es que las nubes se habían ido extendiendo por el norte y el este y, en vez del quebrado horizonte que había visto desde el Portillo de Arriba, una papilla gris cubría todo ese arco y ni siquiera lo más cercano de la Cordillera Cantábrica era visible.

Al noroeste, salvo la vecina cumbre del Teleno, tampoco se veía gran cosa. Es más, unos nubarrones espesos empezaron a pasar sobre este mismo cordal pero, por esta vez, se cumplió eso de que, mientras persiste el viento, no llueve. En fin, que, en esa dirección, reemprendí camino.

Tras bajar por los bloques al norte,...

... caminé siguiendo el amplio lomo, jalonado por una sucesión de pequeños cuetos, que fui contorneando por el lado que me vino más a mano, pues creo que viene a dar lo mismo. No había senda ni señales pero el terreno, una alternancia de matorral rastrero y breves pedreras, no era incómodo. Vi unos pocos hitos, pero sin continuidad ni lógica, creo, en su disposición. Mejor no hacer caso. Tras las dos primeras prominencias,...

... la cuerda se tornó más pedregosa hasta la Peña Negra, última punta, desde la que...

... eché una mirada atrás, hacia la cima de Las Rubias, antes de...

... dejarme caer por la moderada pendiente hacia el anónimo collado (1.972) intermedio, caminando de nuevo por matorral rastrero. En plena horcada había una curiosa estructura cuadrada,...

... parece que una antigua balsa, evidentemente artificial, que aquí se ve del otro lado, con la Peña Negra de fondo. Pequeñas zanjas, probablemente conducciones de agua, irradiaban de ella. Puede que sea un resto de la minería que antiguamente se dio en esta sierra y que, siendo oro, justificaba subir a 2.000 m o los que hicieran falta. Total que a esa bajada, siguió...

... una subida aún menos empinada. Además, reaparecieron los hitos, que ahora sí mantenían una continuidad. El rastro, sin embargo, era leve; por aquí debe de venir gente pero no mucha. Al cabo de una primera subida...

... de unos 150 m de desnivel, a la altura de la cota (2.116), la vista atrás era considerablemente más amplia, incluyendo la cima del Alto de las Rubias.

A continuación, el lomo se tendió considerablemente, hasta una pequeña elevación rocosa, que confundí al principio con la cumbre, pero que resultó ser sólo la antecima sur (cota 2.171 del mapa 1:25000). Antes de dejarla atrás,…

… merece la pena volverse a contemplar el panorama al sureste, el cual quedaría en gran medida oculto, pues…

… la pendiente disminuye aún más en los últimos cien metros de desnivel, hasta llegar al pie del pedregoso montón de cascotes que constituye la (¡ahora sí!)  cumbre del Teleno. Como antes en Las Rubias, superarlo no resultó demasiado penoso pues, pese a la pinta, los cantos eran bastante estables.

En la cumbre, el viento era ya tal que costaba trabajo mantenerse erguido, así que comí en una oquedad protegida cercana al hito, y sólo me asomé brevemente para echar unos rápidos vistazos al panorama. Lo primero, al noroeste, hacia donde se proyectaba el cordal hacia los Montes Aquilianos. Girando a la derecha,…

… al norte y nordeste, las nubes ocultaban el panorama más allá del llano ondulado de la Maragatería.

Respecto al sureste, como ya esperaba, el extenso llano cimero tapaba en buena medida las vistas.

Por último, al suroeste, la Sierra de la Cabrera estaba despejada pero el nudo de Peña Trevinca, a la derecha, aparecía cubierto de nubes. Tenía a mis pies del valle del Río Ería, dominado a la izquierda por el monte de Las Chanas. Con este último de referencia, inicié el descenso directo al sur, bajando primero por el empinado canchal y luego por el prado. Al poco de llegar a la hierba,…

… crucé una senda que bajaba al suroeste. Va, por lo alto del lomo de Mascariel, hasta el Pontón del Arenal, donde se puede tomar una pista que llega hasta Pozos. Estuve pensando si ir por ella, pues suponía contar con buen camino ya hasta el final pero, por ahorrar dos o tres kilómetros y 200 m desnivel, preferí atajar. Ahora pienso que la idea no fue muy brillante: el incremento, convertido en tiempo, hubiera sido mínimo. En todo caso, crucé el trazo y…

… proseguí descendiendo en diagonal, a través de un terreno mixto de canchal y matorral rastrero, relativamente cómodo, hacia la base de la antecima sur.

Ahí varié un poco la trayectoria a la izquierda (SE) para aprovechar una banda de ladera de menor pendiente. Lo malo es que allí el matorral era más alto y, si bien no era duro y la pelea fue liviana, no dejó de retardar el avance.

Al pasar por encima del Arroyo Chamborrós, me encontré con una torrentera seca, que ofrecía un descenso más despejado, y giré a la derecha (SO), perdiendo rápidamente altura. Al cabo de unos 50 m de desnivel,…

… encontré un rastro estrecho pero claro, que tajaba el matorral manteniendo cota. Lo tomé a la izquierda (SE) y, por él, alcancé una terraza herbosa, que veía delante, situada bajo el collado (1.972) intermedio entre el Teleno y el Alto de las Rubias.

Allí, viendo la ladera que acababa de atravesar y el terreno más despejado que tenía por encima, pensé también que hubiera sido mejor bajar desde la cumbre hasta aquí por la cresta. De esa manera, hubiera ganado en comodidad, sin dar tanto rodeo como bajando por el Pontón del Arenal.

Atravesé el rellano, hacia la base de un espolón rocoso que cae de la Peña Negra, donde se veía además la silueta de un gran hito, desde el cual…

… hay una bonita perspectiva de la cresta del Teleno, al menos hasta la antecima sur.

Estaba en el entronque del ancho lomo llamado Bajada de los Eros y unos hitos me dirigieron a la derecha (S), para tomar un trazo que…

… recorre la cuerda, cortando el matorral. Tampoco estaba muy marcado, se ve que el tránsito es también escaso por aquí. Pero ayudó.

Más abajo, se perdió en varias ocasiones y los hitos, si los había, no los encontré. De todas formas, como el monte bajo era tan amigable como podía serlo y, encima, ahora ya no me golpeaba el vendaval. A falta de guía me dediqué a descender siguiendo el lomo, con la vista puesta en las Chanas y el Vizcodillo. Por cierto, que las nubes iban llegando también a este último.

Al perder altura, se descubrió la cumbre del Teleno a mi derecha, mientras que…

… a mi izquierda tapaba la perspectiva otra loma, toda verde fuera de los canchos que la jalonaban. Al descubrir a ese lado…

… el fondo del Arroyo de las Rubias y una pista que lo remonta, giré a ese lado (SE), para dirigirme directo a la curva del carril.

Vadear el torrente fue trabajoso, no por la corriente, un mero hilillo de agua, sino por el denso matorral y los arbustos, ahora sí, leñosos que cubrían las orillas, que eran además empinadas. A mi espalda se veía muy bien el cambio de vegetación respecto a la ladera de Los Eros.

A mi derecha, se extendía el ancho valle de Las Rubias, tributario del Ería. Por esa pista hubiera llegado desde el Pontón del Arenal, si hubiera tomado la senda bajo la cumbre.

Me incorporé al carril, a la izquierda (E), subiendo a continuación…

… una liviana cuesta, mientras el cielo se iba cubriendo.

Así llegué al espolón de La Beliella, al otro lado del cual fue asomando Las Chanas. Desde esa punta, hay…

… una buena vista del Teleno, cuya cima estaba ya cubierta por las nubes. Aquí me despedí de la cumbre del día, que quedaría oculta al…

… entrar en el valle del Río Pequeño, que descendería camino de Pozos, a media altura de su vertiente izquierda. El trayecto fue en ligera bajada, salvo…

… una breve subida pasado el Arroyo de Valdevecios. En lo alto de la misma, …

… dejé la pista principal por un desvío a la derecha (SO) que…

… continúa el flanqueo, trasponiendo el lomo del Escobalón. Desde allí, hay una buena perspectiva del tramo recorrido del valle del Río Pequeño, dominado al otro lado por Las Chanas, cubierto ya también por las nubes. Pese a las apariencias, tuve suerte: no me calló ni una gota.

En el siguiente tramo hasta Las Degolladas, pasé ante un par de desvíos, uno a cada lado, mientras…

… me iba saliendo de las nubes y la vista a la derecha, hacia el valle y la Sierra de la Cabrera se hacía más risueña.

El siguiente, y último, de los lomos que crucé fue el de Los Fiyuelos y ya antes de llegar al mismo fui descubriendo la Sierra de los Pinos y el valle del Ería. Se anunciaba el final. Prácticamente sobre el morro, el camino…

… se bifurcó y yo seguí por la derecha (SE), hacia donde debía de estar, más o menos, el pueblo de…

… Pozos, que poco después apareció ante mí. Pero el carril no bajó directamente; supongo que buscando suavizar el descenso, giró a la izquierda para…

… pasar a atravesar la ladera y dando cara al pico de Valteleno y el Portillo de Arriba, perspectiva ya conocida del inicio de la excursión. Al poco, entré en un robledal…

… bastante denso pero breve, único tramo boscoso de la jornada.

Al salir del mismo, me encontré ante la pared meridional del Valteleno, en la zona de los Nevales, muy cerca de un cruce que recordaba de esa mañana. Tomando la nueva pista a la derecha (S), no me quedó más que seguirla en su suave descenso para…

… regresar a Pozos. Un sol vespertino doraba el caserío, dando una imagen plácida que no reflejaba demasiado lo que había sido la jornada.

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