Serrat Negre (1.776)

ASCENSIÓN DESDE SANT JULIÀ DE CERDANYOLA

VUELTA A LA OLLA

A pesar de su modesta altitud, con más de 600 m de prominencia, la cima más alta de la Sierra del Catllarás es una cumbre destacada. El Serrat Negre reúne las características de ese tramo central de la barrera sur del Prepirineo oriental, en que se alza: se trata de una loma boscosa, cubierta de verde del pie a la amplia y suave culminación. Sin embargo, más abajo el entorno es agreste, con laderas empinadas que caen hacia un intrincado sistema de valles que se curvan, salvo en la vertiente de la Olla de Sant Julià de Cerdanyola. Ésta es una curiosa estructura, consistente en un llano alargado que se extiende a más de mil metros de altitud, rodeado de crestas, salvo el estrecho corte por donde sube la carretera desde el valle del Llobregat. La Sierra de Catllarás está muy humanizada incluso en su núcleo central, pero conserva un entorno amable para caminar y el panorama, cuando los árboles nos lo dejan ver, es bonito.

Ésta ascensión se basa en una ruta de senderismo muy popular, pero añadiendo el paso por la cima del Serrat Negre, que la senda balizada evita.

La Sierra de Catllarás sobre el valle del Llobregat, vista desde el norte

SITUACIÓN:
  • Zona: Prepirineo Oriental
  • Unidad: Sierra de Catllarás
  • Base de partida: Sant Julià de Cerdanyola (Barcelona)
ACCESO: Sant Julià de Cerdanyola está 120 km al norte de Barcelona, por Tarrasa y Guardiola de Berguedà. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 960 / 1.776
  • Mi tiempo efectivo: 6h07
  • Mi tiempo total: 8h16
  • Dificultades: F. Varios pasos escabrosos y destrepes cortos (I) por la Creueta; el único que tiene una mínima exposición está equipado con cuerdax.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA


LA RUTA: Casi toda la ruta, va a transcurrir por el PR C-129, perfectamente marcado, salvo el pequeño rodeo para tocar cumbre en el Serrat Negre. Este sendero balizado se inicia en Sant Julià de Cerdanyola, junto a la parada del autobús, desde donde se dirige al norte, remontando la ladera de Les Deveses para alcanzar el cordal de L'Enzinet y tomarlo a la derecha (NE) para recorrerlo, rodeando la olla. Entre el Coll de Jou y la Collada Sobirana, se deja la cuerda para flanquear por el norte el Cap dels Banyadors. En el Collet Llobató, dejar el PR C-129 por una senda que sale a la izquierda (E), marcada también de blanco y amarillo (PR C-52). Siguiendo estas señales, se llega a la Creu del Catllarás, donde se abandonan por un carril a la derecha (S), que va al collado (1.706). Girar a la izquierda (SO) y, a través de pinar abierto, remontar el lomo del Serrat Negre.

Continuar por la cuerda al SO, y tomar a la derecha (O) el segundo carril que se encuentra, por el que se llega a la Collada de Sant Miquel. Seguir recto para bajar unos metros por la vaguada norte, hasta dar con una senda que cruza la ladera. Es de nuevo el PR C-129, que ya no se abandona hasta el final. Tomarlo a la izquierda (O) para, tras faldear por el norte el Roc de la Clusa, recorrer la arista que va de La Taleia a La Creueta. Pasada esta última, la senda baja a la derecha (N) al Torrent de l'Abellol; lo cruza y remonta la siguiente loma, que traspone por el Cap del Grau, para caer finalmente sobre Sant Julià de Cerdanyola.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Este recorrido es una actividad puramente senderista, aunque presenta un par de pasajes aéreos y pequeños destrepes que aconsejan contar al menos con cierta soltura en terreno variado y carecer de vértigo. También hay alguna zona, al principio, sobre todo, de piso irregular y pedregoso, que aconseja llevar calzado recio, evitando las zapatillas ligeras que ahora se ven tanto por el monte. Salvo por el pequeño rodeo para hacer cumbre, se trata de seguir las balizas, abundantes y bien colocadas, del PR C-129 de principio a fin; precisamente si hay algún problema de orientación, puede ser por sobreseñalización al cruzar otros itinerarios.

Lo que decepciona de la ruta es que las vistas desde el Serrat Negre, que deben de ser amplias con tal prominencia, están tapadas por el pinar en todas direcciones. Apenas conseguí ver nada dando vueltas en torno a la cima. Pero, como el PR es muy bonito y transcurre tan cerca de la cumbre, sería una pena no aprovechar para ascender a una cima tan significativa.

RELATO GRÁFICO:

Junto a la parada de autobús de Sant Julià de Cerdanyola, unos carteles informan del comienzo y final del sendero PR C-129, que voy a utilizar durante toda la jornada, saliéndome de él sólo para, precisamente, ir a pisar la cima del Serrat Negre. Así pues, siguiendo las marcas blanquiamarillas, comencé a caminar saliendo del pueblo por la carretera de Guardiola hasta la primera curva, donde la dejé por el exterior, siguiendo recto...

... para remontar al norte la ladera. Al principio, no hay senda como tal, sino que la sucesión de balizas nos lleva por un terreno sin acondicionar pero que, despejado y de pendiente moderada, no resulta incómodo.

Con la ganancia de desnivel, pronto se empezó a extender el panorama. Al oeste, los primeros rayos del sol golpeaban las crestas de Ensija, Pedraforca y el Cadí, más allá de la silueta oscura del Cap del Tossal. Precisamente, el segundo mostraba desde este lado...

... su perfil más característico.

Tras cruzar un barranco anónimo, la senda apareció bien acondicionada al entrar en una zona de bancales en la ladera de Les Deveses.

Al alcanzar la cresta de L’Enzinet, ya la vista a mi espalda sobre la olla y el pueblo de Sant Julià mostraba la peculiaridad de aquel accidente. También podía ver la arista que se extiende entre las puntas de la Taleia y la Creueta, por donde culminaría la vuelta al gran llano. A la izquierda, el Cap del Banyadors es el primer hito de la cuerda, pero no lo subiría, aino que la senda me llevó a flanquearlo por la izquierda. Pero, eso, más adelante; de momento, ...

... el sendero giró a la derecha (E) para seguir el lomo, entrando enseguida en un bosque variado muy hermoso, pero que...

... me limitó el panorama a alguna ventanita ocasional entre el ramaje, como aquí, en que a mi izquierda pude ver el Comabona, el pico oriental de la Sierra del Cadí.

Al otro lado, tampoco la cosa era mucho mejor, además de que el panorama estaba ocupado casi por entero por el Cap dels Banyadors. Sin grandes pendientes, fui ganando altura constantemente, hasta...

... la cota anónima (1.277), tras la cual vino una pequeña bajada y salí del arbolado. Descubrí entonces a mi izquierda el alto valle del Llobregat, dominado por la Sierra de Montgrony.

Tenía delante el Cap dels Banyadors, al otro lado de la suave y amplia horcada del Coll del Jou. Tras cruzarlo, al ganar una prominencia rocosa, me volví...

... para contemplar la citada cota (1.277) enmarcada por, además de las crestas que ya había vista antes subiendo de Sant Julià, los Rasos de Peguera a la izquierda y las Penyes Altes de Moixeró a la derecha: los dos picos que había ascendido los dos días anteriores.

De vuelta en el bosque, la senda me llevó al falso Coll de Jou, por donde pasa la pista forestal que lo atraviesa, la cual crucé recto para continuar por un trazo similar al otro lado.

Pasé algunos desvíos y cruces con otras sendas, pero las marcas no dejan lugar a las dudas. En todo caso, estaba ahora faldeando el Cap de Banyadors y se trataba de ir manteniendo más o menos cota, con el monte del lado derecho. Al poco, las hayas sustituyeron a los pinos como árbol dominante.

Al sobrepasar el Banyadors, una bajada intensa me llevó a...

... la Collada de Sobirana. Allí, crucé la carretera que la atraviesa y, al otro lado, tomé a la izquierda (E) un pista de tierra.

A la salida de la tercera, que es a la derecha, abandoné el carril por una senda estrecha que sale a la izquierda (S) y...

... se interna en el bosque en una subida empinada, la más intensa hasta el momento, pero no demasiado.

Por esta vereda, desemboqué en un carril, que tomé a la izquierda (NE) para, a los pocos metros, llegar a una pista forestal (ésta) y girar a la derecha (SO).

Tampoco duré en esa vía; al poco llegué a otra bifurcación y continué por la izquierda (E).

Todo este tramo en que estaba ahora por el Pla de Sant Cristòfol (nombre peculiar para una ladera que, si bien es suave, no deja de tener cierta pendiente), consiste en caminar por buenas pistas en un entorno forestal muy bonito y apacible. Hay algunos cruces, pero están todos muy bien señalizados. A partir de éste, el PR C-129 coincide durante un buen trecho con el GR-4, con lo que la señalización es doble.

Las vistas no sólo siguen muy limitadas; además, los huecos en el arbolado, sólo dejaban ver ahora boscosas laderas cercanas.

El siguiente punto de paso característico es el cruce del Camp de l’Ermità, collado abierto a 1.468 m de altitud, al pie del reborde que forman el Llobató y el Fontanals justo al norte del Serrat Negre (ya dije que el relieve del área es complejo). Por allí pasa una pista, que crucé recto (S) para...

... continuar por una senda más estrecha pero bien acondicionada que me llevó a remontar el bosque hasta...

... el Coll Llobató. Allí el PR C-129 sale a un carril en curva que toma a la izquierda. Aquí es donde abandoné este camino, tomando otra senda, que sale a los pocos metros a la izquierda (SE).

También está marcada con trazos blanquiamarillos pero corresponden al PR C-59; además, desaparecen los de GR. En fin, que por esta vereda continué remontando el bosque hasta salir a una pista que tomé a la izquierda (NE) y me dejó...

... en el collado de la Creu de Catllaràs. A la inicio de la bajada por el otro lado, dejé también este PR, por una pista a la derecha (S); comenzaba el breve ascenso al Serrat Negre.

Tras rodear una pequeña prominencia, el camino alcanzó el collado (1.706), que se abre al norte de la cumbre. Dejándolo por la izquierda (S), tomé el lomo nororiental del Serrat Negre, siguiéndolo por una especie de carril de saca, claro al principio, ...

... invisible después en la hierba, pero que abre un pasillo despejado en el pinar.

La cumbre del Serrat Negre es un calvero herboso con una antena en medio y rodeado de pinos, que impiden casi por completo ver nada más allá.

Sólo al este se abría una buena ventana, a través de la cual se veían los vecinos Pedró y Cap de la Baga Alta, sobre un fondo impreciso de las crestas: el Taga a la izquierda y otras del Ripollés a la derecha.

Aunque, a base de dar vueltas, al otro lado me encontré con esta perspectiva del Pedraforca entre los pinos... ¡siempre hay que buscar!

Aunque, a base de dar vueltas, al otro lado me encontré con esta perspectiva del Pedraforca entre los pinos... ¡siempre hay que buscar!

... al poco, desemboqué en otro, que cruzaba la ladera. Éste lo tomé a la derecha (O) y, por él, fui rodeando el monte en ligero descenso hasta...

... la Collada de Sant Miquel, donde se encuentran varios caminos. No tomé ninguno sino que, continuando recto, bajé por la vaguada norte, ...

... unos metros por un trazo casi imperceptible, hasta dar con una senda que recorre la ladera. Se trata del reencuentro con el PR C-129, que tomé a la izquierda.

Pasé ahora a faldear por la norte el Roc de la Clusa, del que caen unas llamativas paredes (la foto no hace honor). Al acabar éstas, pasé del pinar al...

... hayedo y poco después salí también de la vertiente septentrional a...

... la cresta de la sierra, que es un suave lomo boscoso, ancho pero definido. Así pasé un primer alto en la Taleia. Durante todo este tramo de arista casi horizontal, pasé varios cruces con sendas que bajaban por ambas vertientes, pero estaban todos bien señalizados y además, si se perdieran las marcas, simplemente se trata de mantenerse en cresta.

El arbolado se despejó en un amplio hueco al rodear la cota (1.416) previa a la Creueta. Apareció entonces a mi izquierda un telón de crestas conocidas (Rasos de Peguera, Ensija, Pedraforca, Cadí) rodeando la peculiar meseta del Serrat de Sant Joan, más allá del cuenco verde de Malanyeu, que se abría a mis pies.

Al otro lado, el panorama no es tan amplio y se limita al trío de Penyes Altes - Tossa d’Alp - Puig Llançada, en el Moixeró.

Al paso por la Creueta, el PR C-129 presenta pasos escabrosos, como este trocito de arista.

El más notable es este destrepe equipado con cuerda, para evitar un tramo de arista especialmente movido por la derecha. Son pocos metros y...

... además, visto desde abajo, es aún más fácil de lo que parecía (I).

Otro par de escalones que hay que destrepar, como éste, son aún más fáciles.

Pasada la Creueta, aún proseguí un poco por la arista, desde donde a la derecha podía ya ver Sant Juliá, ...

... mientras a la izquierda llevaba las coloridas paredes de la propia cresta que recorría.

Poco después de pasar el cruce, un tanto sobreseñalizado, con el PR C-199 que baja a Malanyeu, la senda giró a la derecha y se lanzó a un franco descenso a través del bosque de la vertiente norte, hasta...

... dar con una pista, que tomé a la izquierda (O).

Estaba en la cuenca del Torrent de l’Abellol, bastante abajo. Al llegar junto al cauce, no lo crucé con esta pista, sino que la dejé por otra que sale a la izquierda (O) y pasa a descender el arroyo.

El carril acabó en una especie de ensanche del que, siguiendo recto (NO), salí por una senda que cruzaba un pastor eléctrico. El arranque no es muy visible, como se puede observar (¿ves la marca en el árbol?) pero...

... pronto se aclara y define la traza. Por ella, vadeé el torrente y remonté la vertiente opuesta, la del Puig, que...

... más despejada, como buena solana, permitía ver a la izquierda panoramas como éste del Pedraforca o simplemente...

... la ladera boscosa de la Creueta, que acababa de descender.

Al trasponer loma di con un cruce de sendas donde, según las señales, hay que hacer un doble giro (izquierda – derecha) para seguir recto (N). Pero, en vez de eso, giré a la derecha (NE) para pasar por el Cap del Grau, agradable claro en el bosque con bancos y fuente, donde tomar un descanso viendo las Penyes Altes de Moixeró.

De vuelta al cruce, retomé el PR C-129 a la derecha (N).

Al poco, cuando se bifurca, seguí por la derecha (NE).

Al salir del bosque, me encontré siguiendo una canalización de agua, la misma del Cap del Grau, que baja a Sant Julià.

No tardé en llegar a una pista que, tomada a la derecha (NE), me introdujo en el pueblo que atravesé siguiendo señales para regresar al punto de partida.

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