Peña Negra (1.635)

ASCENSIÓN DESDE CANTAGALLO

CIRCULAR POR CASA DE LOS CABREROS Y CAMINO VIEJO DE BÉJAR

La Sierra de Candelario proyecta varias estribaciones al norte; la que baja del Torreón por los Hermanitos, está rematada en su extremo por la Peña Negra que, con sus más de 300 m de prominencia, es un magnífico balcón tanto hacia las grandes alturas que la dominan como hacia la continuación al oeste del Sistema Central, por la peña de Francia y las Hurdes. Se trata de un cerro alomado, y sus laderas presentan el típico entorno de la zona, repartido entre el matorral trufado de peñascos y las arboledas de robles y castaños. Tal como hacen esperar su modesta altitud y cercanía a pueblos, el monte está atravesado por muchos caminos y abundan también las cabañas y cercados, pero sin llegar a estropear el paisaje.

Esta ruta combina las dos rutas de ascensión más cómodas y evidentes de la vertiente norte, aunque el estado, sobre todo del llamado Camino Viejo de Béjar, es de gran abandono en algunos puntos.

La Peña Negra vista desde el cuerpo principal de la Sierra de Candelario

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Béjar (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Candelario
  • Base de partida: Cantagallo (Salamanca)

ACCESO: Cantagallo está 80 km al sur de Salamanca, por Béjar. Lo más práctico es, al llegar, tomar a la izquierda el primer acceso al pueblo, el Paseo de los Santos; seguirlo hasta el final y girar entonces a la izquierda para llegar por pista a un depósito de aguas en el extremo oriental del pueblo. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen a ese punto en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 941 / 1.635
  • Mi tiempo efectivo: 3h34
  • Mi tiempo total: 4h29
  • Dificultades: Muy fácil, en las condiciones del día (nieve de mínimo espesor a partir de media subida). Itinerario por caminos, salvo el acceso al hito cimero, que es un paso vertical pero que, midiendo menos de dos metros, se supera sin dificultad.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del depósito de aguas de Cantagallo por la pista que se encarama a la sierra. En un cruce al poco de salir, girar a la izquierda (O). Luego, durante el trayecto hacia la cima, se pasan varios más, en los que hay que seguir siempre el carril principal y más marcado. En la única bifurcación que puede suscitar dudas, al pie de la vertiente este de la Peña del Bollo, hay que seguir por la izquierda (S), hacia la Casa de los Cabreros. La pista acaba en la base de la Peña Negra, de donde arrancan unos escalones y tramos de barandilla que permiten superar con toda facilidad el risco y alcanzar la cima.

Retroceder hasta dejar atrás la Peña Negra Chica y dejar la pista por una senda, poco clara al inicio, que desciende por la vaguada que se abre a la izquierda (SO). Tras pasar por Pradopeto, se baja al cauce de un torrente, que se vadea antes de desembocar en el Camino Viejo de Béjar. Tomarlo a la derecha (N) y seguirlo hasta la Cruz del Colmenar. Allí, al dar con un carril, tomarlo a la izquierda (O), pasando a descender la vertiente septentrional del monte. Al llegar a una pista más amplia y mejor acondicionada, girar a la izquierda (N), llegando a continuación al primer cruce, ya junto a Cantagallo, donde, por la izquierda (NO), se llega al punto de inicio y fin de la ruta.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Esta ruta de ascensión no es la más corta a la Peña Negra pero sí que resulta igualmente cómoda y fácil y una alternativa a la subida más usual, desde Llano Alto, viendo paisajes distintos. Toda ella transcurre íntegramente por caminos y carece de dificultad salvo el acceso al hito. Éste tampoco es complicado, pero el día de las fotos hube de renunciar a tocarlo, pues el bloque superior estaba cubierto por una capa de hielo. En otro caso, con un tirón de brazos se supera el escalón final. Por otro lado, el estado del Camino Viejo de Béjar puede hacer aconsejable desviarse a la derecha en Prado peto, por donde deben de ir las viejas marcas de PR que vi en la primera parte de la bajada. En foto aérea se ven un par de trazas de senda en el matorral que van desde allí al noroeste, encontrando la pista de la subida entre la Casa de los Cabreros y la cima. Creo que se pierde en interés, al acortar el circuito, pero se ganaría seguramente en comodidad.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar junto al depósito de aguas, comencé a caminar por la misma pista por la que había salido de Cantagallo. Un cartel junto al mismo indicaba a Peña Negra.

Al poco, en una bifurcación, giré, atendiendo a una nueva señal, a la izquierda (O).

La pista ascendía suavemente, al principio bajo los árboles.

Luego, al salir del matorral, pude ver a mi izquierda el valle del Río Cuerpo de Hombre y, en el horizonte, las sierras alineadas de Las Hurdes, la Peña de Francia y Tamames.

A pesar del violento contraluz, pude ya distinguir la cresta sobre mí.

Al doblar un lomo, aparecieron Béjar y los cerros de Valdesangil.

Durante la subida por la pista, pasé por varios desvíos y cruces. El único que creo que puede suscitar dudas, al menos si desapareciera el cartel, es éste, situado al pie y al este de la Peña del Bollo. Tomé el ramal izquierdo (S) y proseguí la suave remontada.

Pasada la Casa de los Cabreros, empecé a encontrar nieven el camino, blanda y con muy escaso espesor, de modo que no suponía ningún obstáculo.

Más arriba, el blanco se extendió al matorral en forma de escarcha. Llegando al pie de la Peña Negra Chica, apareció más a la izquierda la cima, con su caseta y su hito. 

Para llegar a la cima, seguí la pista hasta su final, cuando alcanza la cuerda y se descubre el cuerpo principal de la Sierra de Candelario. A partir de ahí, por las rocas de la derecha, sube...

... un tramo de escalones con pasamanos, que...

... accede a una rampa de roca, acondicionada y con apoyos, por donde se llega a la cima. Incluso con hielo, se sube bien.

Al llegar junto a la caseta, se descubre...

... el vértice geodésico en lo alto de unos bloques. Hoy, prescindí de tocarlo, pues una dura película de hielo cubría partes del bloque más alto y no me pareció seguro.

Tampoco tiene mucha importancia, pues las vistas son también buenas al pie de cima. Al sur, la cresta de la Candelario, desde la otra Peña Negra al Torreón. Más a la derecha,...

... sigue el cordal por los Montes Tras la Sierra.

Al norte, la perspectiva quedaba un poco interrumpida por la Peña Chica y el Canchal de la Paloma. Comencé el regreso deshaciendo camino, hasta pasar entre ambos riscos y...

... ver abrirse a mi izquierda (O) una vaguada. Dejando la pista, me abrí paso entre el matorral de la vertiente izquierda hasta...

... encontrar un trazo borroso, que la nieve aún hacía más difícil de distinguir. Siguiéndolo, traspuse un muro y, el poco, fui...

... encontrando hitos y viejas estacas con marcas de PR despintadas, que me confirmaron la traza.

La senda se hizo más evidente al desaparecer la nieve.

Después de Pradopeto, desaparecieron las señales, pro no los hitos. Supongo que el PR se iría para otro lado, pero yo no dejé de seguir el trazo, cada vez más ancho y marcado. Así, bajé al fondo de un arroyo anónimo, cuyo...

... cauce seguí un trecho y luego vadeé, poco antes de...

... topar con el Camino Viejo de Béjar, que tomé a la derecha (N) y...

... hace honor a su nombre, pues estaba en estado de semiabandono en buena parte de su recorrido.

En algunos sitios en que las zarzas habían invadido el espacio entre muretes por donde va (o iba) la senda, era más cómodo ir por los prados colindantes.

Lo bueno es que el recorrido, en balcón sobre el valle, es bastante panorámico y, además, hacían un bonito contraste las copas otoñadas de los robles con el fondo oscuro de las montañas al fondo.

Al llegar a un grupo de corrales junto a la Cruz del Colmenar, los atravesé y llegué a un cruce, a partir del cual el camino mejora mucho. Y, aquí, lo dejé, bajando por un sendero más modesto a la izquierda (O), para...

... pasar a descender la vertiente septentrional, al principio entre piornos tan altos que quitaban la vista.

Luego, al perder porte los matojos, llevando ante los ojos vistas tan chulas como ésta, de la Peña del Cuervo dominando el caserío de Puerto de Béjar, agazapado en medio de un mar de follaje dorado.

A partir de determinado momento, el sendero que llevaba se transformó en todo un camino real y entré en el bosque, ahora de jóvenes castaños.

A continuación, desemboqué en una pista forestal que tomé a la izquierda (N), para llegar enseguida al primer cruce de la ruta y, de ahí, girando a la izquierda (NO), al depósito de aguas de donde había partido.

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