Tuca de Llardana o Pico de Posets (3.368)

ASCENSIÓN DESDE ERISTE

CANAL FONDA

A caballo del Sobrarbe y la Ribagorza, se yergue el Macizo de Posets, al sur de la cresta fronteriza, de la que está separada por los valles de Estós y el Cinqueta. Se trata de un complejo sistema de crestas que convergen para sostener la audaz peña trapezoidal que lo culmina, la Tuca de Llardana, segunda cumbre del Pirineo. La mezcla de rocas graníticas y metamórficas de que está construido, generalmente poco firmes, no ha permitido la formación de paredes vertiginosas ni góticas cresterías. Pero de esa misma composición mineral se derivan, por otro lado, los atractivos del macizo: el variado colorido de sus vertientes desnudas, la abundancia de ibones en las cabeceras y el verde profundo de los valles, fruto de la rapidez con que el agua baja a través de un roquedo tan estratificado

Desde que se construyó, a principios de la década de 1.980, el Refugio Ángel Orús, ésta es la ruta de ascensión más utilizada. Consiste en, desde la Cascada de la Espigantosa, punto más alto al que se puede acceder en vehículo, tomar la senda que remonta la Aigüeta de Eriste y, luego, el torrente de Llardaneta. Antes de alcanzar el lago homónimo, nos desviaremos a la derecha para remontar la Canal Fonda, cómodo tubo que da acceso a la arista sur de la montaña y, por ella, a la cumbre, sin afrontar obstáculos de consideración.

Vertiente sur de la Tuca de Llardana. La Canal Fonda queda oculta por el Diente, pero se percibe el tajo

SITUACIÓN:

  • Zona: Alto Sobrarbe (Pirineos)
  • Unidad: Macizo de Posets
  • Base de partida: Eriste (Huesca)

ACCESO: El Parking Espigantosa está 143 km al NE de Huesca, por Barbastro, Graus y Eriste. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.522 / 3.368
  • Mi tiempo efectivo: 7h48
  • Mi tiempo total: 10h47 (descontada la estancia en el refugio)
  • Dificultades: F, en las condiciones del día: nieve blanda en toda la canal y en la arista cimera. Pendientes de nieve entre 20 y 35º durante 400 m de desnivel. Arista de nieve, regular y libre de obstáculos pero estrecha.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA
LA RUTA: Desde el aparcamiento de La Espigantosa, tomar el camino balizado que sale del final de la pista, cruza el río y lleva hasta el Refugio Ángel Orús. Continuar ascendiendo al norte por senda, dejando a la derecha un desvío al Collado de la Plana y, a la izquierda, otro al de la Forqueta, antes de entrar en la Canal Fonda y remontarla hasta el Collado del Diente (F). Girar a la izquierda (NE) para alcanzar la Tuca de Llardana (F) por su arista sur. El regreso, por el mismo itinerario.
Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Con un refugio al pie del Forcau, a un tercio de camino entre la Espigantosa y la cumbre, esta ruta es una de las más cómodas para subir a un tresmil en toda la cordillera. Además, también es muy fácil: cuando la Canal Fonda no está nevada en todo su ancho, lo que es frecuente en verano, puede irse del coche a la cumbre con las manos en los bolsillos y enfrentando sólo pendientes moderadas. Así, con una noche en refugio, queda al alcance de casi cualquier excursionista en un estado de forma moderado. Es más, incluso con nieve, es la ruta a una gran cumbre más asequible que conozco; hay que saber usar el piolet para autodetención, sí, pero la pendiente es suave en la canal y no hay que ser muy gato. Esto tiene como consecuencia una masificación extrema, pero el itinerario es tan bonito y variado que hay que hacerlo alguna vez. Respecto a la posibilidad de hacer la ruta de tirón en un día, como poderse se puede, pero no creo que sea buena idea si a lo que se va al monte es a disfrutar. Por ejemplo, las tres horas que estuve parado, mirando el paisaje o viendo pasar las nubes, hubieran tenido que ser mucho menos.

He subido dos veces por la Canal Fonda (bajadas, han sido alguna más) y, en ambos casos, por cambio de plan; la primera vez, por la niebla y un dolor de rodilla; esta última, por la combinación de nieve en unas cantidades inusuales a finales de junio y mucho calor: con la sopa servida desde primera hora, contar con huella era, más que conveniente, necesario y la idea primera que llevaba incluía pasar por parajes mucho menos transitados. También deseché bajar ese día por el Forau de la Neu, pues vi caer varias coladas, alguna bastante grande.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar frente a la cascada de La Espigantosa, que llevaba agua como pocas veces he visto, recorrí los últimos metros de pista y...

... tomé la senda, clarísima y balizada que la prolonga. Tras cruzar el río, el camino me introdujo en el bosque, en el que abre un estrecho túnel. Aunque de vez en cuando se abren huecos en las densas paredes vegetales, dejando ver...

... una todavía lejana Tuca de Llardana, o...

... el bullicioso cauce de la Aigüeta de Eriste, que iba remontando.

Cuando la senda va dejando atrás el arbolado, una subida final más intensa me llevó al refugio Ángel Orús, donde pasaría la noche. El edificio es ya un buen mirador, situado...

... frente al Pico de Escorvets y...

... dominando el Valle de Eriste.

A la mañana siguiente, comencé a caminar bien temprano por la buena senda, marcada de rojo y blanco, que al norte va contorneando la ladera del Forcau. En la umbría del valle, destacaba el toque rojo del sol en la Tuca Baja.

Cuando la senda entra en el Val de Llardaneta, sale a la derecha el desvío que va al Valle de los Ibones; yo continué por la izquierda (O), remontando el barranco hacia la canal Fonda, cuya boca empezaba a adivinarse arriba a la derecha.

En un rellano al pie de la Tuca Baja, crucé el torrente para ganar altura por la ladera de la derecha (N) y luego atravesarla, siempre guiado por hitos y, a veces, por una senda discontinua.

Al ganar altura, mirando atrás se iba extendiendo el panorama: las montañas que coronan el Ampriú a la derecha del Escorvets.

La travesía de la ladera acabó en la boca de la Canal Fonda. Son unos 400 m desnivel, muy fáciles incluso con nieve; bueno, así es más cómoda que sobre los guijarros movedizos que hay debajo. Al entrar encontré una rampa de unos 150 m durante los que pasé de los 20 a los 35º.

Mirando atrás, el Forcau aparecía bellamente enmarcado.

A mi izquierda, las paredes del Diente de Llardana impresionaban lo suyo.

Llegué entonces a un rellano, tras el que hay otra subida de 200 m y unos 35º de pendiente constante, puede que algo más al culminar en el Collado del Diente.

Antes, al pasar la parte llana, dejé a la derecha una hoya bajo la Tuca Alta y su collado.

Llegando al Collado del Diente,...

... fue surgiendo sobre el cercano horizonte blanco la cresta de Las Espadas. En la horcada, giré a la derecha con las huellas, para...

...superar una corta pala empinada (35º), desde lo alto de la cual se dominaba muy bien el Diente de Llardana.

A partir de ahí, la pendiente del lomo se suaviza (< 30º) hasta ir a culminar en la arista sur del pico.

El panorama era cada vez más completo sobre las Espadas y el Forau de la Neu.

Al llegar a la arista, descubrí al otro lado las Tucas de Ixeia y un nuboso Macizo de la Maladeta.

A la derecha fue quedando la arista sureste, con el fondo del Macizo del perdiguero, cuyas crestas estaban también tapadas. Una pena.

Según me acercaba a cumbre, por el Collado Arlaud asomaron montañas; sólo la Punta Suelza era totalmente visible.

Al final, la arista se afila un poco, sin llegar a ser aérea. Aunque se puede caminar por lo alto, conviene evitar resbalones y traspiés.

Abajo, más allá del hoyo inmaculado del glaciar y la cresta de Bardamina, los grandes macizos ribagorzanos estaban cubiertos por las nubes.

Al llegar a la Tuca de Llardana, apareció la cima norte al otro lado de la arista cimera.

Al noroeste, más allá de la Canal de Llardana, las crestas estaban tapadas. Ya ni siquiera la Suelza era visible. Sin embargo, el sol brillaba en los prados. ¡Qué contraste!

Más despejado era el panorama al suroeste. Más allá de las Espadas, el Box y los picos de Eriste. Y, aún más lejos aún, la masa gris del Cotiella.

Al sur, el Forcau y el tajo del valle de Eriste señalaban la ruta que había traído. Al fondo, destacaba la masa oscura del Turbón.

Al este, de la Maladeta sólo se veían las laderas, más allá de las Tucas de Ixeia.

Y lo mismo se podía decir del Perdiguero. Lo que se veía bien era la cresta entera de Bardamina.

En fin, que regresé por el mismo camino: primero la arista y...

... luego, tras pasar bajo el Diente, la canal y la senda hasta la Espigantosa.

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