Canchal de la Ceja (2.427)

ASCENSIÓN DESDE CANDELARIO

CANAL CENTRAL DE LA HOYA MOROS

Entre los valles del Alagón y el Tormes, separada de Gredos por el Puerto de Tornavacas, se alza la Sierra de Candelario, que incluye los dosmiles más occidentales del Sistema Central. Se trata de una loma redondeada, tan ancha que se llega a perder la sensación de cresta, pese a tener un horizonte muy abierto. Sin embargo, bajo la cresta, antiguos glaciares excavaron sus laderas, dejando un puñado de circos y crestas tan altivos como se puedan encontrar en toda la cordillera. Su naturaleza no es exuberante, limitándose a pasto y matorral; sólo en lo más abrigado de los barrancos se refugian masas de pinos, robles y encinas. Es también una montaña humanizada, con pueblos y pistas retrepados hasta muy arriba.

La Canal Central es un corto tubo de pendiente moderada que se encuentra en el fondo de la Hoya Moros y alcanza la cuerda por su punto más bajo; así, es la culminación lógica tras remontar el Río Cuerpo de Hombre.

La Canal Central gana la cuerda a la derecha del Canchal de la Ceja, evitando los riscos de Las Agujas

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Béjar (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Candelario
  • Base de partida: Candelario (Salamanca)

ACCESO: Candelario está a 77 km de Salamanca, por Béjar. Para llegar a la Dehesa de Candelario, hay que salir del pueblo por la carretera que, al SO, va hacia La Garganta y dejarla a los 4 km por la pista (indicada y en muy buen estado) que entra a la izquierda en dicho paraje. En una primera bifurcación, giré a la derecha (SO), pasando una cancela; en la segunda, a la derecha (O) de nuevo y, en el tercer cruce, aparqué y eché a andar (7 km desde Candelario). Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.446 / 2.428
  • Mi tiempo efectivo: 5h13
  • Mi tiempo total: 7h13
  • Dificultades: PD- en las condiciones del día (nieve dura, continua pero con poco espesor). Canal de 130 m, con pendiente media de 30º y máxima de 45º, con una corta travesía expuesta. Varios tramos más entre 20 y 30º. Breve paso por caos de grandes bloques, cubiertos de nieve o hielo.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Donde la pista de la Dehesa de Candelario, se divide, tomar a la derecha (S) el ramal occidental hasta una lazada en la cota 1.600. Allí, dejarla por una senda que sale a la derecha (SE) del exterior de la curva y sube por lo alto de una loma, siguiendo la linde del bosque. La vereda, clara y balizada con hitos, deja luego la cuerda hacia la derecha para alcanzar, a la altura de la Charca Cuerpo de Hombre, el río homónimo y remontarlo, alcanzándose ocasionalmente los 30º de pendiente. En la Hoya Moros (F), donde el barranco se bifurca, seguir ascendiendo por la izquierda (E), hasta las Charcas de Venerofrío, de donde arranca a la derecha (SE) la Canal Central, entre los roquedos de Talamanca y Las Agujas. Remontarla, entrando por el lado derecho para irse al eje a media altura, con pendientes hasta de 45º, saliendo a la Portilla de las Agujas (PD-). Girar a la izquierda (NE) y subir por la cuerda hasta la cima del Canchal de la Ceja.

Bajar de la cumbre al O para tomar la Loma de la Culebrilla. Siguiendo hitos, soslayar por la derecha (NO) la cota 2.184, continuando por el borde oriental de la Barrera del Canterón, hasta el límite superior del pinar en la cresta de Las Hoyuelas. Seguir brevemente la linde a la izquierda (O) y, cuando el terreno es propicio, dejarse cae a la derecha (NO) a través del bosque, hasta dar con una pista horizontal. Se trata del ramal oriental de la pista de la Dehesa de Candelario, la cual, tomada a la derecha (N), conduce al cruce donde se inició la ruta.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Como tantas en la Sierra de Candelario, esta ruta invernal es bella y apacible. Y además, variada, incluyendo bosque, impresionantes parajes de alta montaña y paseo por lomo panorámico. Pese al considerable desnivel, el esfuerzo es llevadero al ser graduales tanto la subida como la bajada, lo que incide en un mayor disfrute de las bellezas que hacen atractiva esta excursión. Su poca dificultad está concentrada en un par de sitios y exige alguna experiencia en las técnicas invernales básicas, pues la máxima pendiente es lateral al avance y en un pasaje expuesto. Se podría evitar esa circunstancia atacando la canal directamente desde abajo pero, el día que fui, por el poco espesor, los cantos acumulados en la base del tubo hacían incómoda esta opción.

RELATO GRÁFICO:

En la bifurcación donde la pista de la Dehesa de Candelario se divide para rodear la zona de El Pulsero, comencé a caminar por el ramal derecho (S), de cemento en sus primeros metros. En la umbría helada de la mañana (-9ºC marcaba el termómetro del coche), crucé enseguida el Arroyo de Peñas Gordas, que encontré semihelado. Ascendía suavemente a través de un denso bosque de roble y pinos, que sólo...

... muy pocas veces me permitió ver cómo quedaba abajo el campo de Béjar, dominado por la Peña Negra y la Cabeza Gorda.

Ganada cierta altura, en las lazadas que subían al oeste, podía ver al volverme la cumbre del Calvitero asomar a través del corte del carril.

Hacia los 1.600 m de altitud, en el exterior de una cerrada curva a la izquierda, vi salir a la derecha (SO) una senda poco clara, la cual...

... se definió enseguida, girando a la izquierda para remontar un lomo que asciende al sureste. El caminillo estaba marcado con hitos y...

... abría un nítido surco en el matorral paralelo a la cercana linde del pinar. Ahora veía a mi espalda, junto a la Peña Negra, el cancho de La Muela.

A los 1.700 m, sobrepasé el límite superior del bosque y pude contemplar a mi izquierda la vertiente de la Loma del Calvitero.

Al otro lado, se abría el barranco del Río Cuerpo de Hombre, al fondo del cual aparecían rocosos los Hermanitos. Hacia allí me dirigía, pero no aún; la senda me mantuvo en lo alto del lomo hasta éste se empina hacia los 1.850 m de altitud, tras un...

... tramo bastante llano. Para entonces, por encima de los modestos cerros periféricos y más allá de unas borrosas sierras de Tamames y la Peña de Francia, se distinguía un horizonte recto, como trazado a tiralíneas. En realidad era la capa de aire turbio a baja altitud, típica de las altas presiones.

En fin que, cuando el terreno se levanta bruscamente, la senda me llevó a la derecha (S), para atravesar la ladera hacia el barranco. Poco antes de entrar en el ancho tubo, el matorral acabó de pronto y...

... el entorno se volvió rocoso. Unos hitos indicaban el camino pero, la verdad, el terreno es cómodo y despejado y se camina igual por casi cualquier sitio. Abajo, a mi derecha, quedaba la Hoya Cuevas, al pie del cerro de la Cruz de Jeromo, pues...

... alcancé el vallecito en el siguiente rellano; el que aloja la Charca Cuerpo de Hombre. Allí topé con la alta montaña: roca y nieve alrededor de unos meandros congelados y los Hermanitos asomando al fondo. Crucé el llano hacia la base de una diagonal que corta el resalte cabecero, dejando el cauce a mi derecha y la charca, que en la foto queda detrás de un primer lomo, a la izquierda.

Dicha terraza gana 150 m de desnivel, subiendo a la derecha, y aunque predominan las pendientes suaves, por debajo de 20º, presentaba dos rampas de 30º, de 20 ó 30 m cada una. La primera en su base y...

... la segunda en lo alto de la cuesta, desde la cual pude contemplar el tramo de río ascendido, con el fondo de la Peña Negra, bellamente enmarcada por el barranco.

La subida acabó a 2.000 m de altitud, en una terraza desde la que se veía una bonita secundaria, situada más abajo sobre la misma cuerda de Los Hermanitos. Por ella, rodeé un espolón para alcanzar…

… el eje del barranco, ancho al principio pero que se estrecha al pie de Los Hermanitos. Al fondo iba asomando también el Torreón.

En el punto más angosto del paso, se acumulaban bloques de gran tamaño cubiertos de nieve más o menos helada. Sin plantear grandes dificultadas, me obligaron a pasar con cuidado y recurrir de vez en cuando a las manos por seguridad (I).

Llegué así a la Hoya Moros, donde se ensancha el barranco y aparecieron los riscos de las Agujas, que marcan la situación de la invisible cima del Canchal de la Ceja. A la derecha, separando ese roquedo de la Cumbre de Talamanca, se abría la Canal Central y, derivando a la izquierda (NE), me dirigí hacia ella, remontando la suave rampa que limita el barranco por ese lado.

Al tomar altura, mejora mucho la perspectiva de la Canal de Los Hermanitos, la más prestigiosa de la zona.

Acabé esta breve subida en lo alto de un lomo que cae del grupo de Talamanca y el Torreón.

Volviéndome, se veían desde otro ángulo Los Hermanitos y aquel risco anónimo que me había llamado la atención desde la terraza.

Ante mí, se abría la hoya que aloja las Charcas de Venerofrío, al pie de las Agujas. También, la Canal Central a la derecha y, a la izquierda, la suave y regular Loma de la Culebrilla, por donde bajaría. No me dirigí directamente al tubo pues el cono de cantos apilados al pie del mismo se veía irregular, incómodo de pasar. En vez de eso, tras cruzar el desagüe, de las charcas derivé a la derecha (SE) para…

… remontar la ladera de la Cumbre de Talamanca hasta una terraza situada, hacia los 2.150 m de altitud, entre las rocas visibles más bajas y los canchos superiores. La tomé a la izquierda (E) y…

… atravesé la terraza, por llamarle algo, pues presenta pendiente lateral en todo su recorrido. Ésta es suave, hasta el paso de un primer contrafuerte, pero a continuación…

… llega a los 45º por momentos y con una exposición notable. También, en este segundo tramo se ganan casi 100 m de desnivel, hasta un breve rellano en un segundo espolón, desde el cual…

… había una vista magnífica hacia Los Hermanitos y la Hoya Moros.

Frente a Las Agujas, que ofrecen otros tentadores corredores, más estrechos y empinados, doblé la esquina a la derecha (SE) y entré… 

… en la Canal Central para superar los 60 m que me faltaban hasta el collado. De ellos, los primeros veinte presentaban una pendiente ligeramente superior a 30º; seguía otro tanto mucho más suaves y…

… finalmente una rampa de 45º durante otros 20 m, máxima dificultad de la ruta. Así alcancé la Portilla de Las Agujas, desde la cual…

… no hay una buena perspectiva de la canal.

A mi derecha, ascendía suavemente hacia la Cumbre de Talamanca un amplio lomo sobre el que asomaban las cimas de Los Hermanitos.

Pero lo mejor estaba delante: al llegar a la cresta de la Sierra de Candelario, se descubría la vertiente sur, dominada en primer término por la Cuerda de los Asperones, que dejaba ver la cresta del Circo de Gredos a la izquierda y la de La Covacha a través de la Portilla de Talamanca.

Giré a la izquierda (NE) y comencé a superar los poco más de 100 m de desnivel que me quedaban hasta la cima del Canchal de la Ceja. El inicio fue por un ancho lomo de pendiente muy suave.

Al poco, pasé junto a la salida de la Canal de Las Agujas, otra de las famosas, que enmarcaba bellamente Los Hermanitos.

Luego, el lomo se ensanchó y la pendiente disminuyó aún más, de modo que la parte final de la ascensión transcurrió por un domo de convexidad mínima, monótono y sin referencias, todo azul y blanco. Extrañamente, no había viento y el silencio profundo sólo era roto por el crujir de los crampones, terminando de construir un ambiente algo irreal. Y caluroso… hacía rato que iba de manga corta. En fin que, con la falta de referencias, y pese a conocer el pico (era mi séptima subida), no me enteré de que llegaba a cumbre hasta…

… que se abrió a mis pies la caída de la hoya del Trampal, que aparecía dominado por la Loma del Calvitero.

Girándome a la derecha, veía los riscos de la Cuerda de la Ceja, con el fondo de las parameras orientales (Serrota y Sierra de Villafranca) y las montañas del Circo de Gredos.

De hecho, la mitad occidental de Gredos llenaba el horizonte meridional, destacando, de izquierda a derecha,...

… la cresta del Circo de Gredos, con Cabeza Nevada, la Galana y el Almanzor bien identificables,...

… todo el grupo del Corral del Diablo y la Covacha y,...

… en primer término, el Canchal del Turmal en la Cuerda de los Asperones.

Del domo cimero, al oeste, sobresalían el Torreón y Los Hermanitos, en medio de los cuales se dibujaba la sombra de los Montes Tras la Sierra.

Para iniciar el descenso, comencé por recorrer la arista cimera a la izquierda (O) y, tras pasar por la cima verdadera, continuar…

… en la misma dirección, dejándome caer por la Loma de la Culebrilla, ancha y de pendiente muy suave. Unos hitos, además, indicaban la bajada.

Al tomar distancia, se descubrió el Calvitero a mi derecha.

Poco a poco, fue elevándose delante la referencia inequívoca de la modesta cota 2.184, a cuyos pies dejaría la cuerda para rodearla por la derecha. Desde el collado, a la izquierda…

… había un buen panorama de la cresta que rodea la Hoyo Moros, con el Torreón en medio, entre…

… Los Hermanitos y…

… la Canal Central, junto a la que se distinguía la parte final de la repisa por donde entré.

En fin que, al pie del cerrillo, guiado por los hitos, derivé a la derecha (NO) para faldearlo y…

… descender por pendientes algo más recias pero aún suaves (no llegan a 20º), hasta la Barrera del Canterón, tomando como referencia una ligera prominencia sin nieve, que corresponde con la cota 2.086 del mapa.

Desde ese lugar, puede contemplarse la suave vertiente norte de la sierra entre el Risco Gordo y el Canchal de la Ceja. Bueno, no tan suave: a la izquierda, unos canchos anuncian la presencia de terreno movido.

Al desaparecer prácticamente el manto blanco, se hizo visible una senda que cortaba el matorral, siguiendo el borde derecho de la Barrera del Canterón, que es una especie de ancho bulevar entre el Río Cuerpo de Hombre y…

… el gran hueco del Regajo Vicioso, que se abría a mi derecha bajo la cima del Calvitero. Los cantos que antes destacaban en la nieve son precisamente su coronamiento. Llevando al lado ese magnífico panorama y…

… delante la armoniosa pirámide de la Peña Negra, fui perdiendo altura apaciblemente hasta la linde del pinar, situada más o menos a la altura de la cresta de Las Hoyuelas; es decir, hacia los 1.800 m de altitud. Allí, atravesé una alambrada por un hueco, parece que dejado a posta, y dejé la senda, girando a la izquierda (O) para…

… caminar brevemente por terreno despejado entre la cerca y los árboles. Tan pronto como el terreno a mi derecha (NO)…

… se mostró propicio, despejado entre los árboles y poco empinado, me dejé caer a ese lado hasta…

… topar con una pista horizontal. Se trata del tramo más alto de aquélla por la que había comenzado la excursión y podía volver al cruce por uno u otro lado. Siendo algo más corto y por no repetir, la tomé a la derecha (N).

Enseguida, tras un corto llaneo, llegué a una bifurcación, donde giré a la izquierda (O) para emprender el descenso a través del bosque de la Dehesa de Candelario, el cual transcurrió en amplias lazadas. Como al principio de la jornada, sólo ocasionalmente los árboles me dejaron ver algo más allá, como aquí el Calvitero desde una de las curvas.

El paso del pinar al robledal me anunció el final de la excursión, poco antes de llegar a la bifurcación donde había dejado el coche.

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