Pico de los Obispos (2.014)

ASCENSIÓN DESDE INAZARES

POR EL LOMO NE Y RETORNO POR EL MAJAL DE LA SIMA

El Pico de los Obispos es el más alto de Murcia y de toda la zona levantina de la Península Ibérica. Se trata de una montaña pelada y más bien rechoncha que se eleva cerca de mil metros sobre el llano semidesértico que se extiende entre Andalucía, Murcia y Castilla La Mancha. Y también es el dosmil más oriental de la Bética. Las amplias y desoladas crestas, permanentemente batidas por el viento, están sostenidas por unas laderas pedregosas, cubiertas sólo a medias por matorral ralo y unos pinares de escaso desarrollo, que luchan por sobrevivir en un entorno inclemente. Un indicador de lo olvidada que ha estado esta montaña es que la mayoría de barrancos, cordales, etc. que hay en sus laderas, así como muchos picos secundarios, son anónimos. Sin embargo, con el auge del senderismo, y tratándose de una cumbre autonómica, han proliferado las sendas balizadas y este pico de Los Obispos ya no es tan solitario como en mi primera visita, hace más de un cuarto de siglo.

La ruta es un recorrido circular que va y vuelve de la cumbre desde el pueblo de Inazares, aprovechando las sendas y caminos disponibles a través de la compleja orografía de la vertiente nororiental de la montaña, sin ceñirse a referencias topográficas.

Picos de Los Odres y Los Obispos, en lo más alto de la Sierra de Moratalla, vistos desde el oeste

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Taibilla y Moratalla (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra de Moratalla
  • Base de partida: Inazares (Murcia)

ACCESO: Inazares está 115 km al oeste de Murcia, por Caravaca y Barranda. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.325 / 2.014
  • Mi tiempo efectivo: 4h08
  • Mi tiempo total: 4h53
  • Dificultades: Ninguna. Itinerario por caminos o terreno cómodo.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Dejar Inazares por su extremo NO, siguiendo las marcas del PR-MU 105, que remonta un barranco en dirección O, primero por pista y luego por senda. Cuando la ruta se bifurca, seguir por la derecha (NO), llegando enseguida al collado de Sierra Seca. En el cruce que allí ahí, continuar por el segundo camino que sale a la izquierda (O), para recorrer la vertiente norte de la sierra, cruzando barrancos y espolones. Al pasar por el lomo NE de nuestro objetivo, tomar a la izquierda (SO) la senda que la remonta hasta la cumbre de Los Obispos.

Seguir la cuerda a la izquierda (SO) y, en el vértice Revolcadores, bajar por el lomo de la misma mano (E). Al poco, cuando el terreno es favorable, dejarse caer de nuevo a la izquierda y atrás (N) para atravesar en ligero descenso la cabecera del Arroyo del Chaparral hasta el collado oriental de Los Obispos. Allí se reencuentra la senda, borrosa y marcada con hitos, que remonta a la derecha (E) la ladera del Majal de la Sima. Merece la pena dejar la traza, recorriendo a la izquierda (NE) la breve loma hasta el punto más alto de esta loma. Dejarse caer por el lomo a la derecha (SE) para reencontrar el PR más abajo y tomarlo a la izquierda (NE). Ya no hay más que seguirlo para, trasponiendo el collado de Pinar Llano, reencontrar el itinerario de ida en la primera bifurcación y regresar a Inazares.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Caminata buena y bonita, y fácil además, pues sigue un PR bien acondicionado. Si me salí del mismo en un par de cortos tramos, también cómodos, fue por atajar y ese poco campo a través no es obligado. Los datos de la ruta que figuran más arriba, tanto en formato tradicional como MIDE, son con esos atajos; manteniéndose en la senda, se alarga un poco pero la excursión es aún más sencilla. Sólo hay que tener en cuenta que se llega a los 2.000 m de altitud, donde las condiciones pueden ser bastante duras incluso en Murcia, y se debe de ir convenientemente equipado para ello. Especialmente, por el viento, que siempre sopla duro no sólo en esta montaña, sino en toda la comarca circundante.

RELATO GRÁFICO:

Al llegar a Inazares no me compliqué la vida: junto a las primeras casas, tomé a la derecha una pista de tierra para dejar el coche en el aparcamiento indicado en el desvío. A continuación, inicié la excursión atravesando el pueblo a la izquierda (SO), hasta...

... una plazuela donde hay unos alojamientos rurales y unos carteles informan de que ahí se inicia el sendero PR-MU 105, que asciende al “Pico del Obispo”. Su trazado iba a coincidir, salvo un par de atajos, con mi ruta y comencé a seguir las marcas blancas y amarillas. Éstas me sacaron del pueblo por un carril, continuación de la carretera, que va al noroeste pero, enseguida, me desviaron a la izquierda (O), por...

... una pista que remonta un barranco que baja de las laderas del cerro de Pinar Llano. Al fondo del mismo, cuando el camino...

... gira  y cruza el cauce junto a una toma de aguas, lo dejé por una senda que sale a la derecha (O) y prosigue la subida. Como todos los cruces y desvíos, éste estaba indicado.

La senda se ensanchó al poco y se bifurcó ante un característico pino solitario. Aunque sólo vi marca a la izquierda, yo seguí por la derecha (NO), primero por buen camino y, enseguida,...

... siguiendo la linde de un bancal.

En este breve tramo, fui dejando a la izquierda el Pinar Llano, sobre cuya ladera asomaba el Pico de Los Odres.

Así llegué a una pista que sube de Inazares, la misma por la que había dado los primeros pasos de la ruta. Hacia allí, al sureste, se veían el Calar de Ortiz y la Sierra de Mojantes. Pero yo fui precisamente al otro lado;...

... a la izquierda (NO) para alcanzar en breve el collado (1.487) que une la Sierra Seca con el cuerpo principal de la de Moratalla. Allí hay un cruce múltiple y tomé el segundo de los caminos que salen a la izquierda (O), señalizado con marcas de PR e incluso un cartel que indica la cumbre.

Entraba así en la vertiente norte de la Sierra de Moratalla, donde se refugia el poco verdor que resiste el clima cruel de estas tierras.

Pronto, me encontré caminando entre los pinos, por una vereda que, lisa y bordeada de guijarros, está más arreglada que muchas aceras. Esta circunstancia se mantendría además durante buena parte de la ascensión, así que, quien no suba a Los Obispos será porque no quiere.

En los claros del pinar, podía ver a mi derecha el adusto paisaje de la Rambla de la Rogativa, rodeado por las estribaciones de las sierras de Taibilla y Zacatín, donde destaca el cónico Cerro del Servalejo.

Al trasponer un espolón, entré en el barranco anónimo que se abre entre el Morro de las Covachas y el Pinar Llano. El camino me llevó hacia el fondo del mismo, bordeando la base de unos riscos calizos bastante vistosos. Después, bajé a cruzar el cauce seco y...

... remonté la otra vertiente, desde donde podía ver a mi espalda el roquedo al pie del cual acababa de pasar. Esta subida, la primera medianamente seria, por pendiente y longitud, del día, me dejó en...

... una pista forestal que, atendiendo a las señales, tomé a la izquierda (O).

Desde ella, al este, podía ya distinguir, entre los conocidos Servalejo y Calar de Ortiz, el Calar Blanco en primer término. Y, por los huecos intermedios, la Sierra de Villafuerte a la izquierda y las crestas del Tejo y el Pajarón a la derecha. ¡Ah! Y la Sierra del Gavilán, por encima de la llana cuerda del Ortiz.

Continuando con el recorrido de la vertiente norte, atravesé otro barranco, avanzando entre pinos y...

... dominado por grandes resaltes de caliza clara.

Rodeando el espolón rematado por la cota 1.703, el paisaje se extendía al norte hasta las serrezuelas que separan por este lado Murcia de Albacete, cubierto por un palio de nubes bajas que se había extendiendo en lo llevaba caminando.

Efectivamente, al doblar el recodo, me encontré con la cumbre oculta por un nubarrón gris, de aspecto poco amigable. Por debajo de los vapores, delante del monte y su arista norte, podía ver el testero del lomo noreste, por el que iba rematar la ascensión. El camino para llegar allí es obvio: como se ve, la pista lo atraviesa.

Así pues, continué por el carril, que llevó a rodear la cabecera que forman la serie de arroyos anónimos que, bajando desde Los Obispos y el Majal de la Sima, dan origen a la Rambla de la Rogativa. El tramo desde aquí a la cresta lo hice bajo una nevada tan fina y leve que no incomodaba nada. De hecho, en las fotos ni se nota.

Bueno, algún microcopo se me posó subrepticiamente en el objetivo de la cámara.

En fin que, atravesando el lomo nororiental del Pico de Los Obispos, me encontré con la salida, más que señalizada, de la vereda que sale a la izquierda (O) para...

... remontarlo, primeramente entre pinos y en recia pendiente.

Al salir del pinar, pude ver atrás la Rambla de la Rogativa, algo menos cubierta, pero aún sombría. A partir de ahí,...

... ya en dirección suroeste, la pendiente se tendió y se aclaró el arbolado, mientras me iba acercando al lomo oriental, por donde culminaría la subida. Precisamente, fue pisar ese otro cordal y la nube, tan densa,...

... se desvaneció súbitamente. Ahora si se ve bien nevar, pues se dio una circunstancia poco habitual: una nevada al sol, con los copitos brillando. Por desgracia, duró poco. Así que continué la ascensión, girando a la derecha (NO) para...

... remontar este tramo final de lomo, anchísimo y de mediana pendiente. Aunque no sin volverme para ver lo que había subido y, detrás, el masivo del Majal de la Sima.

A mi izquierda, en minutos, el cielo se abrió como si nunca hubiera estado cubierto y apareció, a través de un barranco que caía al sur, el altiplano que se extiende entre las sierras de Moratalla y la Zarza.

Remontando el lomo entre pinos cada vez más aislados y pelados, llegué a la cumbre de Los Obispos.

Al oeste, la parte hasta entonces invisible, la Sierra de Taibilla estaba prácticamente oculta. Sólo las laderas de la Cuerda de la Gitana llegaban a distinguirse, al otro lado del Arroyo del Puerto Alto.

Al norte, el panorama seguía revuelto sobre la Rambla de la Rogativa.

Mucho más claro estaba al este, donde, por encima del Majal de la Cima y el pico de Los Odres, destacaban las siluetas del Calar de Ortiz y Mojantes, éste por delante de la Sierra de Pedro Ponce. Más a la derecha, ya al sureste, las nubes tapaban las crestas de la Zarza, María y Orce.

Y, terminando el giro al suroeste, por encima del vecino Revolcadores, llegaban a verse algunos cerros de los que rodean la Puebla de Don Fadrique, pero no así la Sagra; una pena perderse una de las montañas más bellas de España. En fin; comencé el retorno caminando en esa dirección, a la izquierda (SO) respecto a la llegada. El sendero me llevó hacia el mentado vértice siguiendo la cuerda, que…

… es ancha, suave y pedregosa. Incluso la subida para salir del collado intermedio fue leve.

Desde el Revolcadores, hay una mejor perspectiva del arco meridional. Pero las nubes no parecían dispuestas a dejarme ver bien la Sagra ese día; como mucho, el arranque de su descomunal cono, entre las estribaciones de las sierras de Jorquera y Taibilla.

Al sureste quedaba ahora al descubierto el Cerro del Moral plantado en medio del gran llano.

Para seguir el sendero, debería haber vuelto sobre mis pasos hasta Los Obispos y bajar por su lomo oriental. En vez de eso y para acortar, giré a la izquierda (E) y, apuntando hacia el centro del Majal de la Sima, caminé por el amplio lomo pedregoso dejando a la derecha lo más denso del pinar.

Cuando el terreno cae hacia el barranco que baja del collado entre Revolcadores y Los Obispos, derivé a la izquierda (N) para rodear su cabecera, descendiendo en diagonal. El terreno, regular y suave, no era incómodo, aunque convenía pisar con algo de tiento, pues los guijarros no eran muy estables.

Al pasar por el eje del cóncavo, me encontré con una senda balizada con hitos que baja por el mismo; no llevaba mi dirección, así que la crucé y…

… proseguí atravesando de la ladera. Manteniendo ahora cota en lo posible, fui buscando el paso más cómodo entre cantos y pinos dispersos, hacia el amplio collado que se abre entre Los Obispos el Majal de la Cima.

Aquí, fui perdiendo perspectiva al sur y me despedí de la sugestiva visión de ese llano soleado y la infinidad de picachos modestos pero airosos que lo rodean.

Una vez en el collado oriental de Los Obispos (1.872), me volví a contemplar el trecho recorrido desde el Revolcadores.

También encontré de nuevo el sendero, que va recorriendo la amplísima cuerda, menos claro que en otros tramos pero bien acondicionado y reforzada la señalización con hitos. Lo tomé a la derecha (E) y, tras un trecho llano,...

… remonté por él la ladera del Majal de la Sima.

Al culminar, lo dejé de nuevo para recorrer a la izquierda (NE) el ancho lomo, por terreno pedregoso y despejado, hasta…

… el punto más alto del Majal de la Sima (1.949).

Merece la pena esta visita “fuera de programa” por la bonita vista que hay desde allí del grupo Obispos - Revolcadores, posiblemente la mejor, lo que era previsible a la vista del mapa. Y también se distingue casi en su totalidad la parte más alta de la ruta, tanto el lomo nororiental como el breve cresteo y el cóncavo del descenso.

También hay un buen panorama al noreste, hacia las montañas que dominan Caravaca, con Villafuerte, Pajarón y Gavilán bien destacados en el horizonte, más la silueta borrosa de la Sierra de Ricote. Más a la derecha, quedaban las de Mojantes y Pedro Ponce.

Y lo mismo al sur: lástima que las nubes siguieran agarradas a la alineación Gigante - María - Orce.

Para no volver sobre mis pasos, seguí el atajo bajando por el lomo que cae a la derecha (E), apuntando a Los Odres. El terreno seguía siendo tan regular y despejado que, no pasando la pendiente de moderada, no eché en falta camino.

De todas formas, no tardé en toparme con el sendero que venía siguiendo. Fue llegando al hombro de cota 1.854 y lo tomé a la izquierda (NE) para descender por la vaguada de ese lado.

Enseguida, pasé a caminar entre pinos que limitaron mi visión durante la bajada del barranco.

Luego, la senda derivó a la derecha para salir del barranco por la vertiente oriental y doblar el espolón del Pinar Llano, cuyos riscos fueron visibles al paso por un claro.

Desde el mismo, también pude echar un último vistazo a la Rambla de la Rogativa, antes de…

… cruzar el lomo del Pinar Llano por un collado (1.777), frente a Los Odres, para…

… encarar un descenso más empinado por la vertiente oriental. Con el Calar de Ortiz y el Mojantes a la vista. Justo a la derecha del primero, se distinguía la silueta difuminada de la Sierra de Ricote.

Llegando a la base de esta ladera de Pinar Llano, la senda se continuó por un carril más ancho y enseguida llegué a...

... un cruce junto al collado (1.523) próximo al Cortijo del Palacio. Siguiendo las señales, giré a la izquierda (NE) y...

... poco después, tras cruzar una pista, me encontré en la bifurcación del PR. Cerrado el circuito, ya sólo me quedó bajar a la derecha (E) por el conocido barranco para volver a Inazares.

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