Mulhacén (3.479)

ASCENSIÓN DESDE CAPILEIRA

RUTA NORMAL POR EL LOMO SUR

Cuando se unen los términos alta montaña y Península Ibérica, suele pensarse en los Pirineos. Sin embargo, no es ahí donde se yergue el techo peninsular, sino en Andalucía. En la Sierra Nevada, descomunal loma que corre paralela a la costa mediterránea entre Granada y Almería, sin que ninguna otra montaña en muchos cientos de kilómetros alcance altitudes siquiera comparables. El Mulhacén tiene dos caras bien distintas: la norte es alpina, un abrupto precipicio en lo alto del valle del Genil; la sur cae en suave rampa hacia el Río Guadalfeo, que separa Sierra Nevada de las Alpujarras, formando una solana de 3.000 metros de desnivel, con pueblecitos blancos salpicando su falda. Esa gran variación altitudinal convierte Sierra Nevada en una encrucijada climática, en que la superposición de influencias mediterráneas y alpinas ha dado como resultado la mayor biodiversidad botánica de Europa; sirva como ilustración de ello que una cuarta parte de las especies vegetales peninsulares están presentes en sus laderas.

La ruta es simple; consiste en remontar el lomo mencionado en el subtítulo desde el lugar más alto al que se puede llegar en vehículo hasta la cumbre, no siempre por la cuerda, sino aprovechando los mejores caminos que vengan a mano.

Vertiente sur de la cresta principal de Sierra Nevada, con el Mulhacén a la derecha

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierra Nevada (Cadenas Béticas)
  • Unidad: Sector Principal
  • Base de partida: Capileira (Granada)

ACCESO: El punto más cercano a la cumbre al que se puede acceder en vehículo particular es la Hoya del Portillo, 83 km al SE de Granada, por Dúrcal, Órgiva, Pampaneira y Capileria, los cinco últimos por pista de tierra apta para turismos. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 2.151 / 3.479
  • Mi tiempo efectivo: 6h58
  • Mi tiempo total: 8h05
  • Dificultades: Muy fácil, en las condiciones del día (algunas manchas, más de hielo que de nieve, todas ellas evitables salvo alrededor de la cumbre). El itinerario transcurre por caminos, pero había que pisar hielo prácticamente llano para tocar el hito.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de la Hoya del Portillo por la pista que cruza la sierra. En el Alto del Chorrillo, dejarla por un camino que sale a la derecha (N) y remonta la Loma del Tanto hasta la cumbre del Mulhacén.

Girar a la izquierda (O) y buscar una senda que desciende hacia La Caldera. Antes de entrar en el circo, desviarse brevemente a la derecha (N), a través del cascajo, para asomarse al Collado de la Mosca; merece la pena. Volver al trazo y, sin necesidad de seguirlo hasta el refugio, cruzarlo y continuar bajando recto (S) hasta la pista de la sierra. Tomándola a la izquierda (SE), se regresa por el Alto del Chorrillo. Pasado el mirador de Puerto Molina, cabe atajar, tomando a la derecha (SO) una senda balizada que llega a la Hoya del Portillo más directamente que la pista.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: La ruta normal al techo de la Península Ibérica es también la más fácil a una gran cumbre, pero no hay que olvidar que se alcanza una considerable altitud, donde la meteorología puede ser inclemente, incluso en pleno verano. Ropa de abrigo suficiente y una funda de vivac o manta de socorro no debe de faltar nunca en la mochila, aunque brille el sol, el tiempo esté en calma y la temperatura sea agradable al salir. También es frecuente que la poca nieve, apenas unas pinceladas bajo la cresta, resulte ser hielo duro. En esta ocasión, tuve que calzarme los crampones ligeros que llevaba a 20 metros del hito; pero, sin ellos, no hubiera podido tocarlo sin jugarme una mala caída.

Pero, yendo bien equipado, ésta es una ascensión muy hermosa, cuya única exigencia es el desnivel a salvar, que tampoco es excesivo. Y, quien lo considere así, tiene dos opciones para partir la ruta con cierta comodidad. La primera es pernoctar en el Refugio Poqueira, guardado todo el año y muy bien llevado. La otra, un poquito más aventurera es invertir la ruta y pasar la noche previa en el Refugio de la Caldera, sobrio y sin guarda, pero que siempre he encontrado en estupendas condiciones. En este caso, su cercanía a la cumbre, y con senda además, permite ir con seguridad y comodidad, a ver salir o ponerse el sol, o ambas cosas, desde lo alto del Mulhacén. Una experiencia de primera.

RELATO GRÁFICO:

Aunque hay un camino más directo, decidí hacer la subida por la pista que cruza Sierra Nevada para ir calentando las piernas con calma. El sol no había salido cuando crucé la barrera de la Hoya del Portillo, pero vi sus primeros brillos rojizos cuando aún atravesaba el pinar.

Al salir del bosque, la primera imagen es la silueta de la Sierra de Gádor, en tierras almerienses.

En Puerto Molina, hay un mirador, desde el que se dominan las Alpujarras y, a la derecha, la Sierra de la Almijara, límite con la provincia de Málaga. Me sorprendió que, entre un par de sus cimas más altas, concretamente...

... entre el Cerro del Lucero y la Maroma, se llegara a distinguir la Torrecilla, que se alza en la lejana serranía rondeña.

También se descubre al pasar Puerto Molina la cresta de Sierra Nevada, del Veleta al Mulhacén y, a la derecha de éste, el suave lomo sur por donde transcurrirá la parte final de la ascensión.

A continuación, la pista va rodeando el lomo del cordal por la vertiente oriental, dando vista al valle de Trévelez.

Durante esta parte de la subida, algunas curvas están cortadas por atajos; ya los usaría de bajada. De momento, continué subiendo tranquilamente por la pista, hasta el Alto del Chorrillo. Allí la dejé por un camino más estrecho y pedregoso que sale a la derecha (N) y se encarama a la Loma del Tanto, que es como se llama este segmento del lomo meridional del Mulhacén.

A mi izquierda, podía ver ahora el Veleta y la suave caída de las lomas donde alzan sus modestas prominencias los tresmiles más occidentales de la sierra.

En realidad, hay dos caminos que se enhebran; uno más ancho que sube en lazadas y otro, más estrecho, que sigue más o menos la cuerda. Ahora subía por el más directo. A mi espalda, más allá de la parte baja del lomo que iba siguiendo y de las Alpujarras, se veía ahora brillar el mar bajo el palio de nubes.

El terreno fue volviéndose más pedregoso según me acercaba al vértice Mulhacén II, que marca la antecima sur.

Al tiempo, fui descubriendo a mi derecha el tramo oriental de Sierra Nevada y, más allá, el largo cordal de las sierras de Baza y los Filabres. Incluso se llegaban a distinguir, muy borrosas en el horizonte, algunas crestas prebéticas de las zonas del Segura y el occidente de Murcia.

Pasado el vértice, la pendiente acabó de tenderse y...

... apareció la nieve, muy dura y compactada, rodeando la cima. Esta foto tiene más de veinte años, pero, si no fuera por las nubes y el mástil a la izquierda del bloque cimero, que ya no está, podría ser de este día. Quizá un poco menos de nieve,... pero muy poquita.

Al llegar a la cima, el mundo se desploma ante tus pies.

Levantando la mirada, más allá del valle del Río Real se extiende una apagada llanura ondulada, interrumpida por la Sierra Arana y, más allá, las de Alta Coloma y Mágina.

A la derecha, más allá de los desplomes de la cara norte, se alzaban la Alcazaba y el grupo de los tresmiles orientales. Hay que encaramarse al vértice para...

... ver más allá el largo y suave cordal que Sierra Nevada proyecta hacia tierras almerienses.

Al sur, las sierras de Gádor y Lújar enmarcaban un amplio fragmento de rielante Mediterráneo, sobrevolado por finas nubes.

Lo que no reflejan las fotos es el vendaval que se abatía sobre la cima helada, así que no tardé demasiado en iniciar el descenso, que realizaría por la vertiente occidental; es decir, a la izquierda respecto a la llegada. Por ese lado, busqué y encontré una senda que corta el cascajo de la ladera hacia el circo de La Caldera. El hielo cubría la traza en algunos sitios, pero siempre pude pasar pisando en seco.

Perdiendo altura, descubrí a mi izquierda esta perspectiva del tajo del Río Mulhacén apuntando hacia la Sierra de Lújar.

Al acércame a la Caldera, el puntal homónimo iba mostrando sus formas altivas y afiladas.

Pasando bajo el Collado de la Mosca, dejé el trazo por la derecha (N), para asomarme a la brecha y...

... disfrutar de esta magnífica visión de las caras norte de la Alcazaba y el Mulhacén.

Después, volví al trazo, pero no lo seguí, sino que lo crucé para continuar descendiendo por el pedregal, firme y despejado, hasta la pista que veía poco más abajo. Se trata de la misma por la que había dejado la Hoya del Portillo, así que, si la tomaba a la izquierda (SE), no tenía más que seguirla para regresar.

Comenzó el retorno rodeando el Mulhacén por su vertiente occidental. Compárese esta imagen con lo que se veía desde el Collado de la Mosca y el pequeño rodeo para asomarse se justifica plenamente.

Tras dejar atrás la Caldera,...

... fui acercándome al Alto del Chorrillo.

El Veleta y las lomas occidentales, a mi derecha, eran lo más notable que se veía.

En el Alto del Chorrillo cerré el itinerario continuando recto (SE) en el cruce.

Al cambiar de vertiente, pasé a ver, a mi izquierda, la loma de Los Papos, enmarcada por los cerros orientales y Gádor.

Luego, se fueron descubriendo primeramente la Sierra de la Contraviesa y la Loma del Cascajar Negro.

Llegando a Puerto Molina, las sierras del litoral malagueño.

Tras un vistazo de despedida a la cresta de Sierra Nevada, dejé la pista por la izquierda (S), atravesando el mirador...

... por una senda, que luego atraviesa la pista y continúa, marcada con señales amarillas y blancas, por un cortafuegos que cae por lo alto de un lomo, hasta llegar junto a la linde del pinar.

Entonces, atendiendo a las señales, lo dejé por una vereda que, a la izquierda (SE),...

... entra en el bosquecillo y me guio a través de él hasta acabar al poco en el aparcamiento de la Hoya del Portillo.

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