Cabezo de Piqueras (1.931)

ASCENSIÓN DESDE EL EMBALSE DE PAJARES

POR TEJADILLO Y ASTA REDONDA, CON EL CASTILLO DE ROLLIZA (1.917)

El Cabezo de Piqueras se alza sobre el puerto del mismo nombre, en el extremo oriental de la Sierra Cebollera. Con una altitud y prominencia más bien moderadas, no llama demasiado la atención pero, debido a su situación excéntrica, posee una estupenda visión del resto del conjunto y montañas vecinas. Típica cima de la zona, se trata de un domo cubierto de vegetación variada, interrumpida ocasionalmente por algún cancho de escaso desarrollo. Esto, junto con la suavidad del relieve, da lugar a un entorno tan bello como apacible, que pone un marco amable a las ascensiones.

La ruta visita los dos picos de la montaña, subiendo y bajando por dos de los lomos que caen al norte, todos los cuales son practicables y están recorridos por algún tipo de vía. En este caso, usé los del Tejadillo y el Asta Redonda, que son las opciones más directas, pero hay varias más. También el rodeo del embalse se me acabó haciendo un poco largo; creo que, disponiendo de dos coches, esa parte es prescindible.

El Cabezo de Piqueras visto desde el Castillo de la Rolliza

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Neila, Urbión y Cebollera (Cordillera Ibérica)
  • Unidad: Sierra Cebollera
  • Base de partida: San Andrés (La Rioja)

ACCESO: La población de San Andrés está 55 km al sur de Logroño, por la carretera de Soria. Al llegar al desvío del pueblo, en vez de tomarlo, girar al lado contrario, a la derecha (S), por la pista de acceso al Embalse de Pajares. Enseguida, se encuentran un puente y una bifurcación; aparcar en las inmediaciones. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.232 / 1.931
  • Mi tiempo efectivo: 4h59
  • Mi tiempo total: 5h41
  • Dificultades: Muy fácil, en las condiciones del día (manchas de nieve endurecida, de muy escasas pendiente y extensión, pero de paso obligado). Aunque el itinerario se desarrolla por caminos o trazas marcadas, incluía cortos tramos por pedrera y neveros con costra helada.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Desde la cola oriental del Embalse de Pajares, seguir al este el carril que remonta el Río Piqueras. Pasado el Arroyo de la Revillosa, dejarlo por un camino que sube a la derecha (S) por lo alto de la loma del Pósito. Cuando se funde con otra en la cota (1.698) en El Tejadillo, girar a la izquierda (SE) para continuar subiendo hasta la cima del Cabezo de Piqueras.

Seguir la cuerda a la derecha (S) hasta el Castillo de la Rolliza y girar allí a la misma mano para descender por el lomo occidental. En un entronque de lomas, nuevo giro a la derecha (NO) para seguir por la de Asta Redonda y acabar de descender hasta el Arroyo La Vieja. Vadear su cauce y tomar a la derecha (N) la pista de la orilla occidental. Al desembocar en otra de grava, tomarla a la derecha (E) y, cuando a su vez se bifurca, otra vez al mismo lado (N), rodeando el Embalse de Pajares por el este y el sur hasta retornar al punto de partida.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Bonita caminata, atravesando parajes amenos y con un hermoso paisaje ante los ojos. No tiene otra dificultad que los ya citados trechos de pedrera, breves, pero que encontré sin pisar y por unos cantos redondeados bastante resbaladizos. Otra pequeña dificultad añadida para ese día es que los neveros hacían perder la traza y no siempre resultaba fácil encontrarla al otro lado; además, como bajo la nieve había matorral, la costra se rompía a veces y, aun siendo cortos, estos pasos fueron una lata.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar junto a un área recreativa situada al este de la cola oriental del Embalse de Piqueras, comencé a caminar remontando el Arroyo de Piqueras por una pista señalizada con marcas de pintura roja y amarilla. Tras cruzar, por un puentecillo, el Arroyo de Revillosa, me desvié...

... por un camino más modesto, que sube a la derecha (S), por... 

... el lomo de El Pósito, hacia el hombro del Tejadillo, que se veía boscoso al fondo. La subida comenzó suave y, aunque...

... la vista estaba limitada a la izquierda por el cordal que se levanta al otro lado de la barranca,...

... al noroeste se fue ampliando el panorama casi el inicio hacia los montes de Cameros, más allá del caserío de San Andrés. Creo que la nieve que se ve al fondo corresponde al Alto del Cuervo, al norte de las Viniegras.

Luego, llegando a los primeros pinos, el camino se empinó. Mirando entonces a mi espalda, destacaban los cerros de la Cebosa, claro, y el Horquín, más oscuro, sobre el ondulado terreno.

El camino se volvió un poco confuso, cruzó otro carril e hizo un doble giro izquierda – derecha antes de encaramarse al Tejadillo, hombro o breve rellano en que se unen varios lomos. En el tramo final de esa subida, pisé la primera nieve de la jornada.

Mirando al norte desde El Tejadillo, se veían en la lejanía, más allá de los cordales de Camero, unas crestas más recortadas y altivas; se trata de las sierras de Toloño, Cantabria y Codés, allá en el límite con Álava.

En el alto, giré a la izquierda (SE) para continuar ascendiendo hacia el Alto de la Zorrezuela.

A mi derecha, había aparecido la Mesa, máxima altura de esta Sierra Cebollera.

Mirando atrás, además de contemplar la suavidad e este trecho de subida, podía entrever la cresta de la Sierra de la Demanda pintada de nieve, pese a las nubes que la rodeaban.

A partir del Alto de la Zorrezuela, vino otro trecho nevado, el más largo de la jornada. No era muy empinado, pero la delgada costra de nieve helada me obligó a poner algo de cuidado, ralentizando el paso. El carril, ancho ahora como un cortafuegos, acabó de pronto ante...

... un escaloncito rocoso que marca el paso a otro lomo que ascendía a la izquierda (SE). Continué caminando entre cantos y matorral, evitando obstáculos en lo posible, aunque...

... hube de afrontar alguna breve pedrera, bastante incómoda. Encontré algunos hitos aquí y allí, pero creo que da igual seguirlos o, directamente, fiarse del propio instinto para ir por lo mejor.

Cerca del final, precisamente cuando el terreno se tiende, se hace más regular y menos falta hace... apareció una senda que seguía la cuerda. Por ella,...

... alcancé el hito cimero, más allá del cual se veían brillar unas nubes bajas.

Efectivamente, mirando al otro lado de la cima, al sureste, los vapores ocultaban el Moncayo por encima de las sierras de Montes Claros y el Alba y, más a la derecha, ponían un palio brillante sobre el valle del Tera. Llevando la vista hacia la izquierda,...

... al otro lado del Puerto de Piqueras, se elevaban los cordales de Camero Viejo y los Hayedos. Al fondo, destacaba abrupta la Peña Isasa y, junto a ella, una sombra blanquecina:...

... un fragmento indistinguible del Pirineo se llegaba a ver; por la posición, debe ser la zona entre los valles de Ansó y Broto, pero no se llegaba a identificar nada.

Al norte, entre las sierras de Toloño y Codés se llegaban a distinguir ahora algunas montañas vascas, aunque tampoco se llegaban a identificar.

Siguiendo con la vuelta, las nubes seguían agarradas a la Sierra de la Demanda, aunque ahora dejando ver el característico...

... domo cimero del San Lorenzo.

Al oeste, al otro lado de la cabecera del Río Lumbreras, el grupo de la Mesa protagonizaba la perspectiva más hermosa.

Finalmente, al suroeste se alzaba el vecino Castillo de la Rolliza, próximo hito de la jornada. Para dirigirme al mismo, comencé caminando al sureste por el lomo; es decir, un poco a la izquierda de lo que se ve en la foto.

Al llegar a los postes de una cerca que había perdido los alambres, tomé un estrecho trazo de senda que cortaba el matorral hacia la derecha (SO).

Pasé un par de neveros como éste, donde, pese a estar la senda marcada con hitos, al perderse el rastro me costó trabajo reencontrarlo al otro lado. Pero tampoco fue la cosa muy grave; una ligera incomodidad que me hizo perder unos pocos minutos. Finalmente, crucé el collado intermedio y remonté el lomo opuesto, donde...

... la traza se difuminaba bastante, aunque, en un terreno tan amplio, despejado y tendido como éste, poco importa.

Así, llegue a este segundo pico del día, el Castillo de la Rolliza, 14 metros más bajo e igual de redondeado que su hermano mayor, que aquí vemos. Las vistas son también similares, aunque con algún cambio.

Los Pirineos seguían viéndose imprecisos, aunque es posible que algo más claros... ¿puede ser ese peñasco de en medio la Collarada? Y la sombra de más a la derecha... ¿Las Tres Sorores? A saber.

Lo que sí se veía ahora era la cumbre del Moncayo, libre casi de nubes.

Porque la parte que, al suroeste, antes tapaba este monte, la llamada Sierra de Pineda, es un cordal bastante romo y soso. Sólo la luz y los vapores daban algo de gracia al panorama de ese lado.

Respecto a la Sierra de la Demanda, ahora se veía algo más de cresta; además del San Lorenzo, los Pancrudos a la derecha y creo que el Salineros al otro lado.

Lo que estaba claro y despejado es el grupo de la Mesa. Precisamente en dirección al mismo inicié el descenso, recorriendo primero el domo cimero y, luego,...

... un amplio lomo cubierto de hierba y pinos, sobre el que se dibujaba un borroso rastro de paso.

El mismo presentaba varios rellanos en forma de cabezo. En el segundo, el de Asta Redonda,...

... había una charca y el lomo se dividía en dos. Continué bajando por el ramal derecho (NO), recorrido...

... un cortafuegos. Más allá, se iba viendo ya el Embalse de Pajares.

Al tomar distancia, podía ver las dos cimas del Cabezo de Piqueras y el Castillo de la Rolliza, que, desde este lado, no presentaban un aspecto demasiado impresionante.

Luego, el terreno se empinó al entrar en el pinar y...

... el cortafuegos acabó en una pista que termina de bajar en lazadas al Arroyo de Matamarín, para cruzarlo y luego seguir su cauce hasta que...

... desemboca en el de La Vieja. Nuevo vadeo, éste algo más complicado por lo ancho y vivo de la corriente, para alcanzar la pista que iba por la otra orilla. La tomé a la derecha (N) para...

... seguir el torrente.

Al desembocar en una pista de grava, continué por la derecha (E) y...

... lo mismo (N) en un segundo cruce, para continuar descendiendo la corriente y, luego, rodeando el Embalse de Pajares por su ribera oriental.

Todo este tiempo, podía ver el grupo de la mesa, que perdí de vista al...

... girar a la derecha (E) para remontar ahora la cola oriental del pantano. Al final de la lámina de agua,...

... el camino me llevó a remontar brevemente el curso del Río de Piqueras hasta llegar a la altura del acceso desde la carretera y alcanzar la bifurcación junto a la que había dejado el coche por la mañana.

Comentarios

  1. Buenas Luiso!

    Soy Triptófano. Primero felicitarte por el blog, que sigue con la ya acostumbrada calidad que tenían tus reseñas en el foro y del que soy seguidor. Nada, comentarte que he visto la foto de los Pirineos que hay en esta reseña y comentarte que, por lo que he podido reconocer, va de la Peña Forca a la izquierda hasta el Vignemale y las Tres Sorores a la derecha (se distingue el paredón del Cilindro), pasando por el Balaitús, Collarada, Peña Retona en el centro. Pero lo que se ve mejor es la mole nevada del Bisaurín y el torreón rocoso del Midi, en una posición más centro-izquierda. Preciosa foto de larga distancia.

    Un saludo y a seguir con el blog!

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  2. Muchas gracias, Francesc. Bueno, no iba yo descaminado, aunque mis ojos no deben de ser ya los de antes y, ni con tu comentario delante, llego a identificar algunos picos. Te felicito por tu vista. Saludos y que las montañas te sean propicias.

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