Pico de Lanchamala (2.002)

ASCENSIÓN DESDE PIEDRALAVES

LOMO SUR DESDE EL EMBALSE

El Pico de Lanchamala es el pico más alto de la Sierra del Valle, la más oriental y menos visitada de Gredos. Culmina una loma alargada de relieves suaves en general, salvo donde aflora la roca, en forma de grandes placas y espolones empinados, añadiendo un toque abrupto al conjunto. Las laderas están cubiertas de densos bosques y bandas de matorral, llegando estas últimas hasta la misma cuerda, jalonada por los típicos cuetos de bloques apilados. Dentro de la sierra, el Lanchamala es una prominencia redondeada más; la más alta, pero no llama en exceso la atención, compartiendo las características generales del conjunto.

Para acceder al lomo sur, lo más sencillo sería atravesar las praderas de las Serradillas desde la senda por la que bajé. Pero, para dar carácter singular a la ruta, prefería remontar el Reguero Pino, situado bastante más al este, y atravesar luego en diagonal la vertiente sur de la montaña, todo el tiempo a través de terreno abrupto y agreste, entre matorral y canchos, aprovechando viejas sendas cuando convenía.

Mesa de Serradilla y Lanchamala vistos desde el este

SITUACIÓN:

  • Zona: Macizo Oriental de Gredos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Valle
  • Base de partida: Piedralaves (Ávila)

ACCESO: La presa del Embalse de Piedralaves está 78 km al sur de Ávila, por El Tiemblo, Navahondilla y Piedralaves. GoogleMaps no calcula correctamente el trayecto hasta allí; pero puedes ir desde tu lugar de origen al punto marcado en el siguiente link a GoogleMaps y, desde ahí, seguir kilómetro y medio, hasta el final del asfalto junto a la presa.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.034 / 2.002
  • Mi tiempo efectivo: 4h19
  • Mi tiempo total: 5h39
  • Dificultades: F+. Numerosas trepadas de diversa magnitud, siempre fáciles, la mayoría por bloques apilados. Largo tramo por matorral, con hitos muy dispersos, sin continuidad, y con la senda perdida.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Junto a la presa, tomar la pista que bordea el Embalse de Piedralaves por el este y remonta la Garganta de la Graja. Al desembocar en otra horizontal, cruzarla y entrar el bosque, derivando a la izquierda (NO) para vadear y remontar el Reguero Pino. Seguir un borroso rastro de camino primero junto al cauce y luego remontando la ladera a la izquierda (O). Cuando se pierde la senda, continuar pinar arriba, aprovechando los cachos para avanzar con más desembarazo, aunque teniendo que trepar (máximo I+). Ocasionales hitos indican que estamos en buen camino, aunque la traza de la senda se debió de perder hace mucho. Al llegar a lo alto del lomo, seguirlo (NO) por similar terreno, hasta un rellano ya por encima de los 1.600 m de altitud. A partir de ahí, los hitos se harán algo más frecuentes y hasta aparece la senda de vez en cuando. Con esa guía, derivar a la izquierda (O), dejando el lomo para cruzar la Garganta de Retamalejo y remontar el siguiente lomo, que es ya el sur. Al alcanzarlo, en una pradera hacia los 1.800 m, girar a la derecha (N) y remontarlo hacia el Risco de la Bandera, a través de terreno agreste de matorral y cantos, tras el cual aparecerá la cumbre de Lanchamala.

Bajar por la cuerda a la izquierda (SO) hasta el Portacho de las Serradillas y tomar allí, a la izquierda (S), la senda que lo atraviesa. Dejándose conducir por ella, se llega a la Pradera del Pozo, donde se la deja por otra a la izquierda (NE) que, pasando junto a la construcción que da nombre al paraje, desciende a través del bosque hasta el Embalse de Piedralaves.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Creo que esta es la ruta más directa que alcanza la cima del Lanchamala por su vertiente meridional a través de terreno razonablemente transitable. La había realizado antes, a mediados de la década de 1990; entonces, una senda permitía remontar Reguero Pino con mucha más comodidad. En 2022, ese trazo se ha perdido en el lomo entre Reguero Pino y la Garganta de Retamalejo y, aunque quedaban algunos hitos que me indicaron que andaba bien encaminado, éstos no facilitaban el paso a través del matorral y acabé, en busca de comodidad, trepando por los riscos siempre que podía. Y, evidentemente, es posible que haya un trayecto mejor que el que realicé para pasar de uno a otro barranco pero, desde luego, el trayecto propuesto es factible; yo lo hice.

En resumen, para aquéllos a quienes no les importe pelear con el matorral y complicarse la vida lo que haga falta, ésta es una ascensión fascinante por lo bonito y lo salvaje de los parajes que atraviesa. Por otra parte, la orientación es complicada en el interior del pinar, aunque hoy eso pierde importancia si se cuenta con un track real cargado en el GPS.

RELATO GRÁFICO:

Así se veía la vertiente sur del Lanchamala desde el Embalse de Piedralaves cuando...

... comencé a caminar por la pista que, desde la presa, remonta su orilla oriental y la Garganta de Matavacas.

Cuando llegué al cruce con una pista horizontal, continué recto (N), entrando en el pinar para derivar a la izquierda (O) y...

... vadear el torrente de Reguero Pino.

Una vez en la orilla derecha, pasé a remontar el bosque paralelo al cauce (NO). Pronto, encontré restos del antiguo camino que había seguido 26 años antes.

También quedaba algún hito en pie, aunque el itinerario debía de hacer mucho tiempo que no le seguía nadie o casi nadie. Cuando el fondo del barranco se estrecha y torna abrupto, siguiendo un trazo algo más claro gané altura por la vertiente occidental.

Al llegar a una zona más rocosa, acabé asomado al fondo del barranco, ante un risco.

Allí, el rastro se acabó de perder, o yo no supe verlo. En todo caso, encarando la ladera, continué ganando altura bajo los pinos, por terreno un poco incómodo; así que,...

... en cuanto vi a mi derecha unos canchos abordables (I+), trepé por ellos, hasta...

... acabar ganando el lomo que separa Reguero Pino del cuenco de La Covachuela.

Desde lo alto de uno de los canchos que jalonan el lomo, podía ver atrás el Cabezo Pozo sobre el corte de la Garganta Matavacas.

Continué remontando la cuerda, alternando trechos algo incómodos entre los pinos con...

... otros trepando por bloques, nunca difíciles (I). Desde éstos, iba viendo cómo quedaba abajo el embalse, así como la Sierra de San Vicente plantada solitaria al otro lado del Valle del Tiétar.

A mi derecha, el cordal de la sierra se iba descubriendo al este, hasta la Escusa y el Berrueco.

Al ganar altura, el arbolado fue desapareciendo, sustituido por el matorral, y aparecieron los riscos de la Bandera y Lanchamala en lo alto de...

... la cabecera de la Garganta de Retamalejo. Por aquí, reaparecieron los hitos, con bastante continuidad pero sin apenas rastro de la traza, y eso que el matorral era denso. Siguiéndolos, dejé el lomo, derivando a la izquierda (O) con la curva del monte para cruzar la cuenca.

Estaba sobre el abrupto tajo de La Covachuela.

Los hitos me marcaron el lugar donde vadear el torrente y...

... la posterior subida a través del matorral, donde, ahora sí, se abrían huecos discontinuos pero suficientes para que la subida no fuera muy incómoda. Precisamente por eso, por comodidad, me fui desplazando al suroeste, en vez de...

... dirigirme directamente a la cumbre, que estaba rodeando por debajo y podía ver a mi derecha.

Al otro lado, me fijé entonces en que, más allá de la Sierra de San Vicente, sobresalían de la bruma las crestas de los Montes de Toledo.

Antes de llegar al lomo sur, di con una modesta torrentera y, girando a la derecha (NO), remonté sus riberas herbosas hasta alcanzar...

... el lomo sur, en lo alto del cual aparecía espectacular el Risco de la Bandera. En esa cuerda, el roquedo predomina netamente sobre el matorral y...

... la subida fue cómoda ciñéndome a los cantos. Y sin apoyar apenas las manos.

A mi izquierda, podía ver algo de la cresta de Gredos al oeste y una borrosa Sierra de Candelario a través del Portacho de la Serradilla, por el que luego pasaría al bajar.

Al paso por el Risco de la bandera, rodeé un primer cancho por la derecha y, luego, el más alto por la izquierda, siempre caminando.

A continuación, un corto trecho de lomo cómodo y suave me llevó hasta el vértice Lanchamala.

Desde el hito, hay al sur un buen panorama de la cabecera del Tiétar.

Al oeste, junto al cordal gredense, visible ahora hasta el Pico Casillas, se veía en la distancia el Guadarrama, donde...

... se llegaban a distinguir la cúpula nevada de Peñalara frente a la cresta de la Cuerda Larga.

Pero el vértice no es la cima de Lanchamala. Ésta se levanta doscientos y pico metros más al noroeste. Hacia ella me dirigí, para...

... disfrutar de un mejor panorama de la cadena de las Parameras, al otro lado del valle del Alberche.

En fin; al oeste, el cordal se extendía, por la Sierra del Cabezo, hacia el brillante cresterío del Circo de Gredos. En esa dirección comencé el retorno,...

... bajando por el lomo, guiado por hitos a través del matorral y los cantos, hacia el Portacho de las Serradillas, que no llegué a alcanzar. Antes, me desvié a la izquierda (S), en busca de la vaguada de ese lado,...

... recorrido por una buena senda, marcada con hitos y trazos de pintura roja y amarilla.

A mi izquierda, veía el lomo sur, con la cima y el Risco de la Bandera.

Tras un trecho ancho y herboso,...

... el barranco se estrechó, tornó pedregoso y vino...

... un corto tramo abrupto, tras el cual...

... la senda se alejó del cauce, mientras bajaba muy gradualmente en diagonal por la vertiente derecha, hacia el Cerrillo del Enebro.

Al ganar perspectiva, así se veía la vertiente meridional de la sierra entre el Lanchamala y la Escusa.

En el collado previo al Cerrillo del Enebro, la senda cambió de vertiente y...

... pasé a ver el barranco que cae al oeste y...

... la bonita vertiente sur de la Mesa de Serradilla.

La senda volvió a la vertiente oriental en la siguiente horcada, la que se abre entre el Cerrillo del Enebro y la Sarnosa, para...

... ahora descender bastante directamente al sureste, entre robles y pinos dispersos, hacia...

... la Pradera del Pozo. Allí, giré a la izquierda (NE), para recorrerla por su eje, en busca de...

... otra senda, ésta marcada con trazos rojos y azules, que continúa la bajada, ahora a través del bosque.

Durante este descenso, crucé una pista forestal y, poco después,...

... apareció el Embalse de Piedralaves, que alcancé en el extremo oeste de la presa. Para llegar al coche, tuve que cruzarla y, desde mitad de la misma...

... se veían así las vertientes de Lanchamala sobre el agua.

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