Torre del Hoyo de Liordes (2.477)

ASCENSIÓN DESDE EL COLLADO DE VALDEÓN

CON LA TORRE DE SALINAS (2.447)

La Torre del Hoyo de Liordes es la más alta de las Peñas Cifuentes, que se alinean en una cresta desprendida al sur de Los Urrieles. Situada en el centro del conjunto, esta aguda pirámide rocosa se eleva prácticamente sin transición sobre los prados de Valdeón y ese oasis herboso en medio de los Picos de Europa que es la Vega de Liordes. Su cima afilada culmina unas vertientes empinadas y complejas, formando un barroco edificio calizo, donde las ascensiones nunca son fáciles. Por su posición y altitud, constituye un inmejorable balcón sobre el arco de cordillera que va de las Ubiñas al Alto Carrión. Localmente, sólo posee buenas vistas sobre el Cornión, pues el resto de Picos de Europa queda bloqueado por el núcleo del Llambrión.

La ruta consiste básicamente en recorrer la cresta del tramo central de las Peñas Cifuentes, para luego volver por el pie de monte meridional al punto de partida. Sólo se evitan las dificultades mayores de la arista, situadas entre la Torre de Salinas y el collado mediante repisas también del flanco sur, el trecho más difícil de arista que hay entre ésta y el collado intermedio con la del Hoyo de Liordes.

Vistas desde el sureste, las torres del Friero, el Hoyo de Liordes y Salinas coronan las Peñas Cifuentes

SITUACIÓN:

  • Zona: Picos de Europa (Cordillera Cantábrica)
  • Unidad: Los Urrieles
  • Base de partida: Portilla de la Reina (León)

ACCESO: El Puerto de Pandetrave está 130 km al NE de León, por La Robla, Sabero y Portilla de la Reina. Tomar la pista de tierra, apta para turismos, que sale a la derecha (E) del puerto. A los 3,5 km, girar a la izquierda (N) en una bifurcación y seguir uno y medio más, hasta el Puerto de Valdeón. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps, pero teniendo en cuenta que, a partir del Puerto de Pandetrave, Google no consdidfera la existencia de la pista.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.779 / 2.477
  • Mi tiempo efectivo: 4h45
  • Mi tiempo total: 6h35
  • Dificultades: AD. Dos pasos de III y uno de III+, entre 15 y 20 m. Muchos de I y II. Parajes expuestos sin senda. Orientación complicada.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Collado de Valdeón por la senda que se dirige al NE, hacia la Canal de Pedavejo, dejándola enseguida por la que, a la izquierda (N), sube por el Sedo de Remoña. El camino alcanza el cordal de las Peñas Cifuentes en el Alto de la Canal, pero no es necesario llegar allí; antes, cuando el terreno es favorable, dejarlo y remontar la ladera a la izquierda (NO) para alcanzar la cresta. Trasponerla y girar a la izquierda (SO) para seguir la base de la roca por el flanco norte. Al llegar de nuevo a la arista, superar a la derecha (O) un resalte bastante liso y vertical (III / 20 m) y seguir por el filo de roca, con continuas trepadas de I y II, hasta la Torre de Salinas (AD-).

Continuar unos metros más allá de la cima, hasta pasar una llambria que cae al S. Bajar entonces a la izquierda (S) por una canal pedregosa a las Traviesas de Salinas. Al llegar a la altura de un espolón a la derecha (O), girar hacia el mismo y cruzarlo, iniciando una travesía, marcada con hitos, por las repisas que hay al pie de la pared, con alguna pequeña trepada ocasional (I). Después de pasar un segundo espolón, situarse, en medio de un gran cóncavo, en la base de un corredor anaranjado (F) que sube a la derecha (N). Ya sin marcas, superarlo y seguir luego ganando altura hacia la izquierda (NO), a través de repisas, corredores y resaltes (máx. III+ / 12 m) hasta la arista SE (AD). Tomándola a la izquierda, sólo queda superar un breve lomo de roca (I) para culminar la Torre del Hoyo de Liordes (F).

Seguir por el flanco derecho de la cresta, guiados por hitos que conducen a la horcada por encima del primer peñasco de la arista. Entrar allí a la canal que cae por la vertiente izquierda (O), cortada al poco por un muro de unos 12 m que se puede rapelar o destrepar (III-) para salir al collado 2.306 (PD+). Luego, las marcas llevan a rodear la Torre de Hoyochico por el sur, bajando en diagonal por viras pedregosas adosadas a la pared (I). Sin llegar al Collado de Chavida, cuando el terreno se presenta favorable, dejarse caer a la izquierda (O) hasta el fondo de la Canal de Chavida (F). Descender (SO) por la misma hasta el Peñón Chico y tomar a la izquierda (SE) la senda que recorre horizontalmente la cara sur de la montaña hasta el Collado de Valdeón.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Tal como la hice, la ruta es un bello y exigente recorrido montañero, a través de un fascinante mundo rocoso, extraordinario incluso en Picos de Europa. El recorrido de las torres de Salinas y del Hoyo de Liordes no es una actividad demasiado habitual, aunque tampoco una rareza; pero resulta que el itinerario descrito no es el que se suele hacer. La razón es que me precipité al dejar las Traviesas de Salinas por la canal naranja; debería haber esperado un poco más y pasar un tercer espolón. Cuando me di cuenta del error, preferí terminar de subir por ahí. El resultado es una variante un poco más difícil y no muy diferente del recorrido usual. Quizá, por lo que vi, hay menos terreno descompuesto, a cambio de más trepa.

A la dificultad para progresar se añade una orientación complicada. Por ello, puede llevar algo más de tiempo del esperable por desnivel y distancia, ya que al terreno incómodo y las trepadas, entre la canal anaranjada y la arista SE de la Torre del Hoyo de Liordes, se añade la necesidad de buscar el paso bueno sin hitos ni buenas referencias. Por último, quiero recomendar el uso de casco en las canales y, si no se está muy seguro de destrepar con soltura un III grado, llevar lo necesario para montar un rápel de unos 15 metros.

RELATO GRÁFICO:

El Collado de Valdeón está dominado por la cresta de las Peñas Cifuentes pero, cuando llegué, las nubes bajas impedían verla con nitidez, si bien se distinguía el corte del Alto de Canal, por donde pensaba ganar la arista. Comencé a caminar tomando, de las sendas que salen hacia la vertiente oriental de la horcada, la de la izquierda (NE), que asciende en diagonal hacia la Canal de Pedavejo.

La vista se extendía a mi derecha sobre un mar de crestas con el sol naciente al fondo, bajo la mole del Coriscao.

Al doblar un contrafuerte herboso, entré en un rellano, al fondo del cual dejé el camino de la canal por una senda que sube a la izquierda (N), más directamente, por… 

… el Sedo de Remoña, que es una corta y empinada canal de roca, que se salva andando sin dificultad, mediante unas oportunas repisas diagonales.

Sigue una rampa de hierba entre riscos, que sale a una collada, al otro lado de la cual…

… me encontré en una ancha terraza, dominada a la izquierda por una cresta de roca. Entonces, decidí no llegar al Alto de la Canal, sino desviarme hacia ella (NO), superando primero la pendiente de hierba para meterme por el hueco entre dos riscos y ganar la cuerda.

Desde lo alto de la canalita pedregosa, dominaba un buen tramo del Río de Cantiján bajo la Sierra Mediana, sobre la que iban asomando las crestas del Alto Carrión. Más a la derecha, sobresalía también de las nubes la cumbre del Espigüete.

Al otro lado, sobre los vapores que llenaban la Vega de Liordes, asomaba la cresta que va del Llambrión a la Padiorna.

A la izquierda (E), la cuerda se elevaba hacia la Torre de Salinas, cuya cumbre aún estaba ligeramente velada por las nubes. Comencé a caminar por el flanco septentrional (derecho) de la arista, subiendo suavemente por una terraza al pie de la roca.

El terreno, herboso y pedregoso, no presenta obstáculos y pronto había ganado altura bastante para ver, a mi espalda, la cresta del Tiro Pedavejo y, más lejos, la Peña Vieja asomando junto al Pico de la Padiorna.

Al doblar un lomo, descubrí una brecha cercana: allí recuperaría la arista. La salida de la misma a la derecha es un resalte de arranque vertical, que es uno de los tres pasos más difíciles de la ruta.

Pero antes, al llegar a la horcada, hay que volverse para contemplar cómo se ha ampliado el panorama, con el cordal de las Peñas Cifuentes entre el del Llambrión y el valle que cae a la Liébana, dominado por las montañas de la divisoria cantábrica.

La salida a la derecha (O) de la brecha es un resalte de poco más de 20 m, con el inicio vertical y escaso en presas (III), que luego se va tendiendo poco a poco. En realidad el paso fuerte son los primeros 3 ó 4 metros.

Viene a continuación un rellano, desde donde, estamos ya a más de 2.200 m de altitud, se distinguen los tejados de Espinama.

A la izquierda, persistía sobre tierras leonesas el palio de nubes del que sólo sobresalían entonces los picos del Mampodre.

La arista es estrecha, pero no tanto como para no poder caminar sobre ella, y alterna tramos de ligera subida con resaltes de escasa dificultad (II), todos de menos de diez metros.

Vienen luego una depresión, donde se vuelve la cresta aérea y una...

... zona movida, con pequeñas subidas y bajadas, con su patio pero fáciles (I).

Sigue a continuación un tramo de lomo rocoso de mediana pendiente, cortado por varios resaltes de poca dificultad y altura. Éste que saco aquí, de seis metros y II grado, es el último antes de que...

... la arista se tienda para formar un hombro, desde donde descubrí, a la izquierda de la cresta, la Torre Bermeja.

Como la cuerda forma una curva a la derecha, con el desplazamiento al norte, al volverme veía ahora una mejor perspectiva de la Vega de Liordes, bajo el Pico de la Padiorna y la Peña Remoña. Más lejos, detrás de la Torre del Hoyo Oscuro y junto a la Peña Vieja, había aparecido los Picos de Santa Ana.

Tras el hombro, bajé a una amplia collada pedregosa, tras la cual el terreno vuelve a ser rocoso y se eleva hacia una nueva culminación, la cual...

... tampoco es la cumbre, aunque ya se la ve, pues es la punta siguiente. Tras cruzar la horcada, subí por terreno movido pero fácil (I) hasta una brecha, a la que bajé por una chimenea angosta y vertical con buenos apoyos (I+).

El paso es estrecho y a sus flancos caen vertiginosas canales, especialmente al norte.

A continuación, afronté los últimos veinte metros de subida, muy empinados pero fáciles (I).

Al llegar a la cima de la Torre de Salinas, apareció el objetivo principal del día: la Torre del Hoyo de Liordes, a la izquierda de un pico anónimo que aparecía tremendo aunque, en realidad, es poco más que un hombro.

Si hacia atrás la visión quedaba limitada por el final de la arista recorrida,...

... al norte era magnífica la vista de los grupos del Llambrión y la Peña Vieja.

Al otro lado, al sur, las nubes persistían al oeste del Alto Carrión, aunque iban asomando más montañas: Peña Corada, Yordas, Gildar y Gabanceda e incluso las Ubiñas.

Bajo la cumbre de la Torre del Hoyo de Liordes, se veían la ancha canal por donde va la ruta de ascensión habitual y, a la derecha, otra más angosta, que fue por donde acabé subiendo yo. Inicié el descenso de la Torre de Salinas siguiendo el cresteo al noroeste durante un corto trecho.

Pasada una gran placa que constituye el flanco izquierdo (S) de la cuerda, giré a ese lado para descender por un empinado corredor pedregoso, que...

... cae hasta la gran terraza herbosa de las Traviesas de Salinas. Pero no llegué hasta abajo, sino que,...

... cuando vi a mi derecha (O) un espolón, en lo alto del cual destacaban un par de hitos, giré hacia ese lado, dando comienzo a una prolongada travesía horizontal por repisas bajo la pared de la cresta.

Mientras, las nubes se retiraban y dejaban ya ver toda la Sierra de Cebolleda y alguno de los montes próximos a Riaño, como las Peñas Pintas.

Según avanzaba al oeste, la visión del ingente edificio calizo que se elevaba delante y sobre mí era cada vez más impresionante. El itinerario está marcado por hitos, pocos, pero situados en los pasos clave: el par de espolones que hube de transponer. Hube de bajar y subir unos metros para ganar el segundo, desde el que...

... descubrí un gran cóncavo bajo la Torres del Hoyo de Liordes y su compañera oriental, cortado en su centro por una canal de color anaranjado, prolongada en la terraza herbosa por una tira de piedras claras. Por ahí iba a subir por equivocación, ya que la canal de la ruta habitual está más allá, cruzado el contrafuerte posterior. Se trataba pues de atravesar el cóncavo bajo la pared, para lo que tuve que destrepar...

... una chimenea herbosa, casi vertical pero con numerosos apoyos (I+), para caminar luego por terrazas estrechas bajo las paredes. Al tomar distancia, impresionaba mirar atrás el pilar oriental de la Torre de Salinas.

Más o menos a la altura de una característica punta de roca situada pocos metros bajo la terraza,...

... el resalte de caliza gris bajo el que caminaba se abrió en una canal de roca anaranjada. Ahí giré a la derecha (N) para remontarlo, caminando por terreno bastante empinado,...

... descompuesto pero no de los peores. Subidos 40 ó 50 metros,...

... giré a la izquierda (NO) para salir a una collada...

... situada frente a la cumbre. Al otro lado, una repisa a la derecha (N) me permitió atravesar la pared caminando en espectacular balconada. Tras cruzar un contrafuerte, entré en...

... un cóncavo ciego, que atravesé en ligero descenso hasta alcanzar el borde opuesto en la horcada que forma un peculiar saliente anaranjado (abajo a la izquierda en la foto). Para ello,...

... seguí una vira que, sin ser difícil (II-), resulta tan estrecha e insegura que constituye el paso más expuesto de la ruta. (La brecha a la que me dirigía se ve ahora arriba y centrada).

Al cruzarla, me encontré...

... ante un pasillo pedregoso entre paredes verticales, que ascendía muy suavemente hacia lo que parecía un culo de saco. Pero al acercarme, fueron dibujándose las salidas de sendas de canales a ambos lados. Escogí la de la izquierda (NO), que...

... se fue estrechando progresivamente hasta acabar al pie de un diedro de unos 20 metros, dividido en dos partes. Los primeros ocho, donde hay bloques apilados que facilitan la trepada (I+) y, los doce siguientes...

... muy verticales y llegando a extraplomar ligeramente en el final, aunque por fortuna con buenos agarres (III+). La salida fue a una arista estrecha, al otro lado de la cual...

... corría una ancha canal descompuesta, que debía de ser la “buena”, pues subían unos por ella. Ni que decir tiene que hacía un ratito que era consciente de mi error. Ahora, pensé reincorporarme a la vía canónica pero, de momento, bajar estaba complicado, así que giré a la derecha (N) y...

... fui siguiendo el contrafuerte, no por el lomo, que presentaba un resalte importante, sino por una oportuna repisa del flanco oeste (izquierdo), alternando tramos diagonales con pequeños escalones (I). Al tiempo que subía, se iba descubriendo la cumbre. Bajo la misma, la gran canal se dividía, siendo la rama izquierda el camino a la cima que pude ver que no presenta obstáculos relevantes: una rampa de grandes bloques de pendiente media.

Pero, para cuando encontré un lugar para bajar con un destrepe asequible (II / 10 m), estaba sobre la canal derecha, muy por encima de la bifurcación, así que, una vez sobre los guijarros,...

... continué la subida por ella, evitando el fondo descompuesto por la base de la pared derecha. Así alcancé la arista SE de la Torre del Hoyo de Liordes, un poco al este de la cumbre. Al volverme, veía, por encima de la canal de la que salía, la Torre de Salinas y, al fondo, el Alto Carrión, donde destacaba netamente el Espigüete.

A mi derecha, en la cresta oriental, aquella punta tan espectacular que aparecía junto a la cumbre, y cuya real magnitud percibía ahora. Detrás, la Torre de Olavarría y al fondo la Peña Vieja.

Al oeste, más allá de la vecina Torre del Friero, se veía una buena parte del Cornión, destacando la Torre Bermeja, la Peñasanta y los Traviesos.

Tomé la arista a la izquierda (O) y, tras pasar un par de pequeñas puntas, remonté un lomo corto y fácil de buena roca (I) para llegar a la cumbre de la Torre del Hoyo de Liordes.

Al este de la cumbre, la cresta de las Peñas Cifuentes.

Al norte, el nudo central de los Urrieles quedaba oculto por la barrera que forman Llambrión, Torre Blanca, Tiro Llago, etc... sobre la que sólo asomaban los Picos de Santa Ana y la Peña Vieja.

Al sur, un amplio sector de Cordillera Cantábrica, desde el Alto Carrión a las Ubiñas, pasando por los montes de Riaño, el Mampodre o Sentiles. En lo más cercano, el Corcadas y Gildar dominaban los prados y bosques de Valdeón.

Inicié el descenso recorriendo hacia el oeste la cresta, que pronto se empina en un descenso vertiginoso. Caminaba por el flanco norte (derecho), siguiendo un trazo poco claro, con hitos, por...

... terreno pedregoso, libre de obstáculos pero algo incómodo.

Al llegar junto a la primera peña importante de la arista, situada frente a la Torre de Hoyochico, giré a la izquierda (O) para pasar, sobre ella y...

... a través de una horcada, a la vertiente meridional. Tras descender otro poco por una canal, topé con...

... una considerable caída, al fondo de la cual se veía una característica roca en forma de alcachofa (o eso me parece a mí). A la derecha (N),...

... hay también un buen escalón pero que se puede descender con relativa poca dificultad, merced a dos repisas que...

... forman sendas diagonales enlazadas. Pero para llegar a la primera, hube de descolgarme por el par de metros de placa lisa y muy cerca de la vertical (III-), que se puede ver a la izquierda de la panza con algunos canalizos que hay hacia el centro de la foto. 

Una vez abajo, bajé unos metros a la izquierda (SO) por una canal pedregosa hasta, frente a la roca característica, doblar un contrafuerte a la derecha (NO) y...

... recorrer una estrecha repisa (se sigue viendo la alcachofa), al cabo de la cual...

... remonté una rampa pedregosa. Luego, pasé junto a dos agujas, la primera por la derecha y, la segunda, por la izquierda.

Llegué a continuación a un rellano entre varios riscos, de donde salí por la canal que caía recto y un poco a la derecha (N).

Todo a mi alrededor, paredes y agujas ascendían verticales.

Tras un corto descenso, al salir de la canal, giré a la izquierda (NO) para dirigirme al amplio collado, cota 2.306 en el mapa, que se abre entre las torres del Hoyo de Liordes y Hoyochico. Pasé a la vertiente sur por su extremo septentrional, de donde...

... cae una empinada canalita de tierra y piedras muy sueltas, la cual termina en...

... una repisa estrecha e inclinada lateralmente pero estable y libre de obstáculos. Fui recorriéndola, siguiendo la base de la pared, hacia el Collado de Chavida, que no llegué a alcanzar pues, como a media travesía,...

... viendo que el terreno era favorable, abandoné la guía de los hitos para dejarme caer a la izquierda (O), hacia el fondo de la Canal de Chavida.

Cerca de su eje, di con un trazo más pisado, que agradecí, pues el piso estaba cubierto de guijarros sueltos del tamaño de balones pequeños, muy incómodos de bajar. Siguiendo la huella, que no senda, a la izquierda (S), me lancé a un raudo descenso hacia un rellano herboso con un  gran cancho, que se veía al pie de la pendiente.

Desde el prado, se ve la canal rodeada de los roquedos del Friero y Hoyochico.

Dejando el Peñón Chico a la derecha, pasé por el hueco entre el mismo y la ladera para...

... tomar una senda que sale a la izquierda (SE) y va en travesía horizontal hacia los Altos de Valdeón, que se veían al fondo.

Este final relajado de la excursión es muy bonito. A mi espalda iban quedando la Torre Bermeja y los contrafuertes del Friero, mientras caminaba...

... bajo la gran cresta que acababa de recorrer y...

... frente a la Sierra de Cebolleda y el valle del Río Arenal, hasta que...

... la senda me dejó en el Collado de Valdeón.

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