Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Sin
constituir una rareza, ésta no es una ruta habitual de ascensión al Tres
Provincias, siendo una bonita alternativa a las que parten de Somosierra, más
larga pero más atractiva, en mi opinión, tanto por el tramo forestal de la
subida como por los panoramas del descenso. Por cierto, iniciamos la bajada por
el lomo oeste para tomar un camino que atraviesa la ladera norte; hay una
opción más directa, por el lomo NE, pero sólo la recomiendo cuando la nieve
cubre el molesto matorral; en condiciones estivales, este pequeño rodeo es más
cómodo. La ruta transcurre por buenos caminos, balizados en su mayoría, y sólo
la subida del Puerto de Cerezo a la cumbre presenta una fuerte pendiente y la
senda es estrecha y pedregosa, pero ni siquiera llega a ser incómoda.
Si la
ascensión carece de dificultad, hay que prestar atención a las condiciones: en
las varias visitas que le he hecho al Tres Provincias, en todas las épocas del
año y diversa meteorología, siempre me he encontrado con un viento recio y frío
(o al menos más fresco de lo previsible), lo que se ha de prever incluso en
verano. Si se localiza el pico en un mapa de gran escala, es fácil deducir el
motivo de este carácter ventoso.
RELATO GRÁFICO:
Volviendo
a la pista por la que habíamos llegado de Rosuero, comenzamos a caminar hacia
el este, en dirección a La Buitrera, atravesando el amplio descansadero del
Batán.
Al norte,
la llanura escarchada se extendía hasta la Sierra de Pradales y, más a la
derecha, la sombra borrosa de la Cordillera Ibérica.
Al pasar
bajo la Loma de la Cebollera, vimos el cortafuegos por el que bajaríamos: un
oscuro tobogán rectilíneo de casi 500 m de desnivel.
Poco
después, la perspectiva permitía apreciar la pendiente del contrafuerte: desde
aquí no parece tanto.
Tras
cruzar el Río de la Garganta y dejar de lado un desvío a la izquierda, a partir
del cual nos incorporamos al GR-88, llegamos...
... a la
entrada de un pinar ante el que cortaba el paso una barrera. Justo después de
atravesarla, tomamos a la derecha (SE)...
... un
ancho cortafuegos que atraviesa el pinar en llano al principio para, más tarde,
elevarse por la ladera de Carra Cardoso. Antes de eso, al...
... topar
con pista horizontal que cruza el cortafuegos, la tomamos a la derecha (S),
internándonos en el pinar.
El
apacible camino ganaba altura muy suavemente a la sombra de los árboles. De vez
en cuando, la monotonía era rota por...
... la
aparición de un retazo de cresta entre las ramas.
Al pie
del lomo de los Gradillos cruzamos un camino horizontal e iniciamos un tramo de
mayor pendiente.
Tras
cruzar otro ramal horizontal, el camino se tendió y empezamos a ver casi a
nuestra altura el Puerto de Cerezo y, más a la derecha,...
… el Tres
Provincias, mostrando el cuenco de su vertiente nororiental.
A
continuación, desembocamos en un carril que tomamos a la derecha (S) para dejarlo a los pocos metros por otro (foto) a la izquierda (SE).
Teníamos
ahora a la vista también la vertiente sureste del pico y el lomo que separa
ambas cuencas, recorrido por un muro, siguiendo el cual alcanzaríamos la
cumbre.
Al
alcanzar el Puerto de Cerezo, dimos vista al sur del macizo, con el Cerrón
dominando el paisaje y la Sierra de la Puebla al fondo.
Aquí
dejamos el GR al tomar la cuerda a la derecha (SO), siguiendo un cortafuegos
que empieza con una pequeña subida, desde cuya culminación se ve atrás el Alto
del Puerto, arranque de la cresta que va al Pico del Lobo.
Luego, un
llaneo ligeramente ondulado nos condujo hacia la base del Tres Provincias.
Durante
este breve trayecto hay una buena perspectiva de la meseta al norte, enmarcada
por la pinosas laderas de La Garganta, que habíamos remontado.
El
cortafuegos acabó al pie del lomo oriental del Tres Provincias, donde giramos a
la izquierda (O) para…
… tomar
un sendero no muy marcado que remonta la empinada ladera a la derecha del muro
divisorio.
Al acabar
la dura pendiente y tenderse el terreno en el domo cimero, conviene detenerse y
mirar atrás, pues el panorama hacia el Pico del Lobo, enmarcado por la Buitrera
y el Cerrón, es magnífico.
A
continuación, recorrimos los suaves metros finales hasta el hito, desde el
cual,...
… si bien
se pueden hacer bonitas composiciones, la vista no es tan amplia.
Esta cumbre
es tan extensa que, al sur, las vistas quedan bloqueadas por la cresta de las
Cebolleras e incluso…
… al
norte hay que alejarse un trecho para tener un panorama decente de la meseta
ilimitada.
Al oeste,
más allá de la Somosierra, destacaban en el horizonte las cimas de la Cuerda
Larga y Peñalara. Hacia allí iniciamos el descenso, siguiendo…
… el
amplio lomo occidental, de mediana pendiente y poblado de hierba y un matorral
abierto que no incomoda. Dando un rodeo por el sur, hay un camino (el que se ve
en la foto) pero creo que no merece la pena. Precisamente, en la curva en que
llegamos al carril, donde están las dos personas,...
… tomamos
el cortafuegos que allí arranca, para bajar hasta las Peñas del Reajo del Oso,
donde se encuentra con una pista que cruza horizontal el cordal. La tomamos a
la derecha (NE) y…
… pasamos
a atravesar la vertiente norte por un buen camino abalconado que…
… nos
permitió admirar el brusco arranque de las laderas septentrionales de este
sector del Sistema Central.
Así
llegamos a la Loma de la Cebollera, donde el camino encuentra un cortafuegos
que cae a la izquierda (N),...
...
abriendo un pasillo rectilíneo y empinado en el pinar. Lo tomamos y, merced a
su amplitud y piso regular,...
...
perdimos unos 350 m con rapidez y comodidad, durante los que cruzamos otra
pista horizontal.
El
cortafuegos acabó al pie de la ladera, en Los Cardosillos,...
... ante
una alambrada, junto a la cual salía un camino a la derecha (E). Lo tomamos y
poco después cruzamos la cerca por una cancela para continuar por...
... otro
cortafuegos, que sigue la linde del pinar, alternando cortos llaneos y bajadas.
Desde lo
alto de la más fuerte, vimos abajo, a la izquierda de los pinos, un prado con
un roble solitario en medio; hay que tomar nota pues ese árbol servirá luego de
referencia. Tras la cuesta, siguiendo un ángulo recto del límite de los
árboles, el carril giró a la derecha (SE) y...
...
enseguida, frente a la cresta del Pico del Lobo, cruzó una torrentera.
Entonces, lo dejamos por la izquierda (NE), pasando el denso matorral de que
llevábamos a ese lado por...
... un
hueco, el único que hay, que enmarca el pico de la Buitrera. Entramos en un
prado y, recorridos pocos metros, volvimos a girar a la izquierda (NO) para...
...
buscar el arranque de un camino. Apenas es visible pero nos dieron la pista los
restos de una pasarela de madera en el arroyo y el roble que ya habíamos visto
desde el cortafuegos. Una senda sutil pasa a la derecha del mismo y…
…
enseguida se transforma en un buen camino, por el que nos dirigimos al
noroeste, en franca bajada hacia El Batán. Pronto comenzamos a entrever más
abajo, entre los árboles, la pista por donde habíamos comenzado la excursión.
Al
desembocar en ella, giramos a la izquierda (O). No tardamos mucho en tener,
mirando atrás, una buena perspectiva del grupo del Pico del Lobo, de la que esa
mañana no habíamos podido disfrutar por el contraluz.
En pocos
minutos, llegamos al lugar donde habíamos dejado el coche bajo la cumbre del
Tres Provincias, sombría sobre los robles vestidos de otoño.
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