Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Caminata muy
panorámica y cómoda en general, salvo en la bajada del Tres Provincias y algún
tramo cerca del final de la Loma Mediana. Se podría también ir por la cuerda en
la del Recuenco, algo más incómoda y aumentando ligeramente el desnivel, pero
ya es bastante larga la excursión y tampoco se gana mucho en cuanto a vistas.
También se podría soslayar parte del tramo de cresta por la Cuerda de las
Cebolleras, siguiendo la pista del Collado del Mosquito hasta que gana la
cuerda en el collado entre el Cerro de las Pedrizas y la Cabeza del Tempraniego;
pero, en este caso, creo que sí merece la pena el pequeño esfuerzo adicional.
Sólo es
aconsejable esta excursión disponiendo de dos coches, pues no hay otra senda
para subir del hayedo de Montejo al Puerto del Cardoso que la carretera. Ésta
es estrecha, revirada y sin arcenes, por lo que, además de desagradable,
caminar por ella puede ser incluso peligroso, sobre todo los fines de semana.
Si no existe esa posibilidad, es mejor decantarse por otra de las muchas
posibles rutas de ascensión al tres Provincias y dejar la del Puerto del
Cardoso para mejor ocasión.
RELATO GRÁFICO:
Salimos
del Puerto del Cardoso por una pista de tierra que va por el lomo del cordal al
norte, hacia la mole achaparrada del Recuenco. Cuando se bifurca, seguimos por
la izquierda (NO).
Desde el
primer momento, veíamos a nuestra derecha el bonito trío que forman Cerrón,
Saltadero y Santuy.
Al otro
lado, la calima no dejaba distinguir nada más allá de las Sierra de la Cabrera
y el Mondalindo.
Atrás, el
cielo estaba amarillento sobre el surco que abre el Jarama en las estribaciones
meridionales de Ayllón.
A cierta
altura, llegamos a un cruce de pistas y seguimos por la central (NE), para
rodear la cuerda de la Sierra Escalba por su vertiente oriental. Pronto,
entramos en el pinar, donde...
... los
árboles nos hurtarían las vistas por un buen rato. Aunque hay que decir que,
para ser un bosque repoblado, es bonito. En esta parte del recorrido, dejamos
de lado varios desvíos a uno y otro lado, manteniéndonos siempre en el carril
con mejor pinta.
Un claro
entre los pinos nos dejó este panorama de la cresta Cerrón - Santuy, por detrás
de la cual comenzaba a asomar el Pico del Lobo.
Al
arbolado, doblamos un lomo y apareció un buen trecho de Cuerda de las
Cebolleras, con el tres Provincias a la derecha.
Poco
después, embocamos el Collado del Mosquito, donde giramos a la derecha (NO) en
un cruce para...
...
remontar el cordal hacia la Cuerda de las Cebolleras por un buen carril.
Al fondo
del barranco que llevábamos a la izquierda, en días más claros se vería un buen
trozo el Guadarrama; hoy, sólo los mencionados montes de la Cabrera y
Mondalindo.
Al otro
lado, seguían las cumbres principales de Ayllón.
A media
subida, la pista giró a la derecha (N), dejando el lomo; nosotros nos
mantuvimos recto (NO) sobre el mismo, caminando ahora por una senda más
estrecha.
Más
arriba, vimos que la pista alcanzaba la Cuerda de las Cebolleras más allá,
entre la Cabeza del Tempraniego y el Cerro de las Pedrizas, ahorrándose el paso
por este último y por el Coto de Montejo. Una buena opción de recorte, sobre
todo en días como hoy, con la visibilidad tan limitada, pero ahora no ya íbamos
a volver.
Al poco, desembocamos
en el ancho carril que recorre la Cuerda de las Cebolleras. Lo tomamos a la
derecha (N) para di9rigirnos a la cumbre, que ya veíamos al fondo. Antes, nos
desviamos brevemente a la izquierda para pisar la culminación del Coto de
Montejo.
En esta
primera cima de la jornada, apareció ante nosotros el Puerto de Somosierra y,
más allá, la llanura amarillenta, hoy aún menos definida de lo habitual.
Hacia el
Guadarrama, todo eran manchas imprecisas. La verdad es que este día, salvo por
coleccionismo, no estaba justificado ni el mínimo rodeo hasta el pico.
El
contraluz al sur, dejaba al menos apreciar la silueta de las crestas de la
Sierra del Rincón.
Al otro
lado del Jarama, además del Lobo, el Cerrón y compañía, se veían ahora sobre el
cordal las cimas de la Cebosa y el Ocejón.
Volviendo
a la pista, continuamos el cresteo hacia el Tres Provincias. Pasamos por el
Cerro de las Pedrizas porque el carril lo hace, pero...
... no
nos molestamos en desviarnos para subir a lo alto de la Cabeza del Tempraniego.
Tras una última cuesta, desde donde se veían así las cimas pasadas, cuando la
pista dejó de subir, la dejamos...
... por
la derecha (N) y atajamos por la hierba hacia la cima del Tres Provincias.
Desde
esta Cebollera Vieja (o Mayor en algún croquis de hace años), apenas se veía
nada al oeste, donde la calima parecía más densa.
Al norte,
ahora se descubría la meseta en todo su ancho, pero, como ya comenté, aún más
apagada y con su límite más impreciso que otras veces.
Al este,
era ahora visible la cresta de la Buitrera tras el Pico del Lobo. Comenzamos el
retorno dirigiéndonos hace éste, caminando junto al murete de piedras que marca
la divisoria. Tras un inicio suave,...
... el
terreno cayó bruscamente hacia el Collado de Cerezo, al tiempo que desaparecía
el carril de los primeros metros.
Durante
la bajada, nos fijamos, a nuestra izquierda, en este cancho de la parte alta
del lomo nororiental del Tres Provincias. Por ahí descendí tras una ascensión
invernal hace años y es una bonita y poco “trabajada” ruta.
Este
descenso empinado y pedregoso resultó incómodo. Había un trazo, pero de vez en
cuando el matorral lo estrechaba.
Llegando
a la horcada, cruzamos el murete y pasamos a caminar por un cortafuegos, mucho
más cómodo, por el que empezamos a subir hacia el Reajo del Puerto, tras...
... cruzar la cabecera del valle del Lozoya.
El
cortafuegos acabó a mitad de subida hacia el pico, en la collada por la que
pasa el GR-88, que pensábamos seguir hasta el final. Bueno, el trazo ya casi no
existía y la mayor parte de las marcas se habían borrado. De momento, según el
mapa, la senda atraviesa la ladera del Reajo, pero, si hubo alguna vez tal
camino, no lo encontramos. En cambio, una senda nos llevó por el lomo hasta la
cima.
Desde el
Reajo del Puerto, se veía así el Tres Provincias sobre los tres cóncavos de
esta vertiente.
Al norte,
la llanura más allá de los pinares de la Garganta.
Al este,
el cordal seguía hacia el Pico del Lobo, cuya cima se veía ahora peor por el
cambio de perspectiva. Continuamos ahora girando a la derecha (S) para...
...
descender la Loma Mediana hasta su final, en la confluencia de los ríos Jarama
y del Ermito que la calima hacía que pareciera aún más lejana de lo que ya
está.
A la
izquierda, llevábamos la mole del Cerrón y, al otro lado,...
... la
Cuerda de las Cebolleras.
Al rato
fueron apareciendo hitos y un trazo, razonablemente claro mientras caminábamos
por el pasto.
Al ganar
perspectiva, así se veía la cabecera del Río del Ermito.
Y así la
del Jarama.
Poco a
poco, la vegetación fue ganando en densidad y porte y aparecieron los primeros
árboles. A partir de aquí, tampoco coincide la senda con el trazado del mapa.
En éste, el GR baja desde el último collado de la loma a la derecha, a la vertiente
del Jarama. No es así; señales y trazo nos llevaron por la cuerda a pasar por
lo alto el Cerro de la Tinada y...
... bajar
al sur, siempre por el lomo, a través de un denso robledal, hasta...
... dar
con la pista que sigue en curso del Jarama, muy cerca, como ya dije, de la
confluencia del Río del Ermito. Tomamos el carril a la izquierda (NE),...
...
cruzando enseguida este curso bajo la cresta del Saltadero y...
...
descendiendo el valle del Jarama, desde donde veíamos quedar atrás el Tras
Provincias y la Loma Mediana. Acabamos en la carretera del Cardoso, cerca de la
entrada al Hayedo de Montejo, donde habíamos dejado el coche que nos sirvió
para volver al punto de partida sin tener que caminar por el asfalto.
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