La Sagra (2.383)

ASCENSIÓN DESDE LOS COLLADOS DE LA SAGRA

POR EL EMBUDO

La Sagra es el pico más alto de la cordillera Subbética y, fuera de Sierra Nevada, de toda la mitad sur de la península. Se alza en el extremo suroriental del complejo núcleo orográfico de las sierras de Cazorla y Segura, con una estructura bien simple: se trata de un descomunal cerro aislado en forma de barca invertida, cuya quilla rocosa, orientada SO-NE, surge de los densos pinares de las faldas. La empinada zona media de las laderas está barreada por resaltes, atravesados por tubos propicios para interesantes ascensiones invernales. La comarca circundante, allí donde Andalucía se encuentra con Murcia y Castilla-La Mancha, fue hasta no hace mucho una zona olvidada, con pueblos habitados pero en decadencia unidos por carreteritas infames; hoy, el auge del turismo rural la ha revitalizado, por una vez sin destruir su encanto.

La ascensión consiste en superar la cara norte de la montaña por la más accesible y obvia de las canales que la cortan. La bajada transcurrirá por la ruta normal, descendiendo por la cuerda al noreste hasta el Collado de las Víboras y, desde allí, por senda, al punto de partida.

La vertiente norte de La Sagra muestra el gran cóncavo del Embudo

SITUACIÓN:

  • Zona: Sierras de Cazorla, Segura y Alcaraz (Cadenas Béticas)
  • Unidad: Sierra de la Sagra
  • Base de partida: Puebla de Don Fadrique (Granada)

ACCESO: El Cortijo del Collado de Abajo está 170 km al NE de Granada, por Huétor Santillán, Cúllar y Huéscar. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.476 / 2.383
  • Mi tiempo efectivo: 4h40
  • Mi tiempo total: 5h57
  • Dificultades: PD, en las condiciones del día (nieve casi continua desde la entrada en El Embudo, dura pero con poco espesor). La canal son 450 m de desnivel, con pendiente media de 30º y máxima de 50º, en varios tramos cortos (de 10 a 30 m) de la zona media.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir del Cortijo del Collado de Abajo por un camino que se dirige al SE, remontando la Loma Carrillo. Hacia los 1.650 m de altitud, dejarlo por una senda que sale a la derecha (S) y entra en el Embudo, evidente corte en la banda rocosa que presenta la ladera. Remontar por nieve, o pedrera en verano, ese estrecho pasillo y seguir luego por un cóncavo cada vez más ancho, derivando a la derecha para evitar los roquedos, hasta alcanzar la cuerda cerca de la antecima NE. Tomar la senda que la recorre a la derecha (SO), para llegar sin dificultad a la cima de La Sagra (PD).

Regresar por dicha senda, que sigue el cordal al NE evita algunos obstáculos, hasta el Collado de las Víboras, donde hay un cruce. Tomar el camino de la izquierda (N), que baja por la vaguada de ese lado y luego recorre la base del cerro hacia el oeste. Cuando se transforma en pista, seguir adelante, encontrando el itinerario de subida en la Loma Carrillo para tomarlo de regreso al Cortijo del Collado de Abajo.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Subí por primera vez por el Embudo, sin saber que se llamara así, en noviembre de 1993. No había nieve y pensé que debía de volver cuando la hubiere. Tardé casi 20 años y me encontré, en el invierno de 2011 con que el viento había barrido toda la mitad superior del Embudo y tampoco había mucha nieve más abajo, así que la ascensión sólo presentaba condiciones invernales en partes del cóncavo. Vaya.

Por fin, ahora, en 2022 he encontrado la ocasión para acudir a esta montaña en unas condiciones de nieve razonables, si bien tampoco perfectas. La nieve helada me obligó a calzar crampones, pero, por su poco espesor, iba arañando la roca debajo, lo que, sobre todo en las zonas de placa, ralentizó mi marcha para afirmar bien cada paso. Aun así, la jornada fue agradable y divertida, pues el Embudo no es una ruta difícil, ni tampoco la más prestigiosa de las que transcurren a través de la cara norte de La Sagra. De hecho, creo que es popular más bien por ser fácil. Pese al aspecto fiero visto desde los Collados, el Embudo tiene una pendiente regular y llevadera, libre de obstáculos. Además, a la vista de la montaña, es el itinerario más lógico para alcanzar la cumbre por esta vertiente. Así que ¿por qué forzar el paso y no ir por lo natural?

Respecto a la zona, ésta ha cambiado mucho; en la década de 1990, era muy solitaria y no había casi de nada. Ahora hay bastantes servicios en los pueblos cercanos e incluso en los propios collados, pero también limitaciones de paso y amenazas de aumentarlos. Si no hubiera subido aún esta montaña, no tardaría mucho en hacerlo pues, el día menos pensado, encontraremos el paso a esta ruta definitivamente cerrado o con permisos y lista de espera. Y es que esta subida es bonita y asequible, con su poquito de ambiente alpino y excelentes vistas.

RELATO GRÁFICO:

Tras aparcar junto al Cortijo del Collado de Abajo, comencé caminando por la carretera al nordeste para rodear la cerca que me cerraba el paso hacia la Sagra, cuya mole, hendida por El Embudo, podía ver al sur.

Una vez al otro lado y de nuevo a la altura del cortijo, tomé al sureste una pista que me introdujo en un pinar.

Al salir del bosque, el camino se estrechó y continuó siguiendo la linde de un campo arado por lo alto de la Loma Carrillo.

Desde allí, era perfecta la perspectiva de todo el recorrido por El Embudo: primero, el estrechamiento de la base; luego, el gran cuenco cónico bajo los roquedos que se evitan por la izquierda, y, finalmente, la pala despejada para salir a cresta.

A mi izquierda, cuando los árboles dejaban un hueco, podía ver cómo iban surgiendo crestas en el horizonte oriental. A destacar, señalada por la nieve, la Sierra de Taibilla.

Cuando el carril se estrecha y gira a la izquierda (E) para dirigirse al Collado de las Víboras, por donde regresaría, lo dejé por una senda que sigue recto (S), de cara al monte.

La pendiente se fue intensificando según ganaba altura. Mientras, a mi espalda, iban quedando abajo los Collados de la Sagra, sobre los que destacaba la silueta airosa del Castellón de los Mirabetes. Y, a la izquierda, la Cuerda de la Guillimona coronada de nieve.

Luego, volví bajo los pinos, ahora más modesto y encontré las primeras manchas de nieve.

La senda me condujo a la boca del Embudo, ante la que me encontré al salir de los árboles y que es un barranco de suave pendiente, donde la nieve todavía era escasa. 

A los lados, riscos de formas peculiares, limitan el corredor a un lado...

... y otro.

Luego viene un estrechamiento en que el tubo hace una doble curva. Es el verdadero cuello del Embudo. Pero nunca llega a haber verdadera exposición. 

En la segunda parte del estrechamiento, encontré tramos de 45º y la nieve, ya dura, me obligó a calzar los crampones.

El entorno seguía muy atractivo, con bonitas formaciones rocosas y pinos enanos creciendo en lugares inverosímiles. Y mirar atrás empezaba a impresionar.

Al salir del cuello del embudo, me encontré en la base del cono, que se presentaba como un blanco cóncavo despejado, rematado por una banda de roca que se rodea por la izquierda (E). Lo remonté avanzando pacientemente, con bastante calma, pues son unos 150 metros con pendiente continua cercana a 45º.

A mi izquierda, iba dejando los últimos pinos que, escarchados y con su curiosa inclinación, resultaban bastante decorativos.

Al acabar de rodear el resalte, encontré los pasajes más empinados, alcanzando los 50º en varios tramos cortos, aunque entre ellos tampoco disminuye gran cosa la pendiente.

Dejado atrás el roquedo, una mirada abajo antes de...

... derivar a la derecha (SO) para remontar en diagonal la pala, menos inclinada (40-45º), que me separaba de la cresta.

A mi izquierda, bajo un cercano espolón, veía ya el trazo en la nieve de la senda por donde va la ruta normal.

Luego, alcancé la cuerda algo por encima del collado de cota 2.299 y giré a la derecha (SO) para...

... seguir la senda que, por la cuerda, se dirige a la cumbre. Que no es lo que se ve. Ese pico aparente es una antecima que...

... rodeé por la vertiente norte. Desde esa travesía comencé a ver, ahora sí, el hito cimero, enfrente de la Sierra Seca y otras del suroeste del complejo Cazorla - Segura.

Desde lo alto de la Sagra, se domina este panorama al sur, contrastando con la nieve de la cresta los colores apagados de las modestas sierras de Jorquera, Montilla y otras que dominan el campo en torno a Huéscar. En el horizonte, se alineaban las de Espuña, muy borrosa, el Gigante, María y Orce.

Al oeste, sobre el oscuro Marmolance, las nubes apenas dejaban ver la Sierra de Baza. Algo más clara aparecía Sierra Nevada, con las cimas de...

... Mulhacén y Veleta bien identificables, pese a la distancia.

En el arco norte, eran visibles una buena parte de las crestas de Cazorla – Segura, desde las sierras Seca y de Castril, sobre la que se intuía la sombra de Mágina, hasta la Guillimona. En medio, un panorama indistinto, con predominio de los tonos pardos, destacando sólo, contra el horizonte, la pincelada blanca en las Banderillas y la contundente silueta oscura del Yelmo.

En fin; al este, las sierras de Taibilla y Moratalla dominaban el horizonte, junto al solitario Mojantes. En esa dirección, emprendí el descenso, volviendo sobre mis pasos, para...

... continuar luego por la senda del cordal, pasando...

... por encima del Embudo.

Al doblar el espolón de la cota 2.304, la senda, en busca del paso fácil, pasa por un corto tubo empinado y con un par de pequeños resaltes (40º / I grado). A partir de ahí, la bajada hasta el Collado de las Víboras, que resultaba ya visible bajo el límite de la nieve,...

... transcurre por un amplio lomo de pendiente moderada.

La nieve fue disminuyendo mientras pasaba junto a los primeros pinos.

Las vistas eran bonitas a izquierda, con la Guillimona y la Sierra de Taibilla, y...

... derecha, con el verde Morrón de los Lobos y la Sierra de María en el horizonte.

Al llegar al Collado de las Víboras, amplio prado despejado entre pinos y peñas, giré a la izquierda (N) por una senda que entra en el cercano pinar, no sin antes...

... echar un vistazo al lomo que acababa de descender.

Enseguida, volví a pisar nieve, ahora blanda, y la vereda giró a la izquierda (NO) para...

... rodear los resaltes de la base de la montaña mientras perdía altura.

Luego, atravesé un pinar, al salir del cual a...

... un claro en rellano, la senda que llevaba gira a la derecha, la dejé por otra a la izquierda (NO), no muy clara pero con el arranque marcado con un par de hitos. Referencia buena es que el nuevo camino apunta al Castellón de los Mirabetes, el cual, recordemos, domina los Collados de la Sagra.

Por ella volví al bosque, a cuya salida me encontré que estaba cerca de la base del Embudo. Entonces llegué al cabo de...

... un carril más ancho, que no es otro que el camino por el que había iniciado la excursión. Tomándolo, llegué enseguida al desvío del entronque de Loma Carrillo, donde a la subida había dejado la pista. No me quedaba sino deshacer el camino de ida para regresar al Cortijo del Collado de Abajo.

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