ASCENSIÓN
DESDE ROBLEDO DE CORPES
CRESTA DE LA SIERRA DEL OTERO
La Sierra del Otero es una pequeña unidad
orográfica que se alza en el pie de monte que se extiende al norte del Río
Henares; concretamente, se sitúa entre sus afluentes Bornova y Salado. Al igual que otros cerros aislados
del área, se trata de una montaña de altitud modesta y relieve suave,
mayoritariamente poblada de matorral, cuyo mayor atractivo es el amplio
panorama de otras sierras orientales de Ayllón, especialmente de la vecina del
Alto Rey. Sólo se cuentan en su cresta dos picos que merezcan tal nombre, la
Tajarilla, y el Mojoncillo, este último veintitantos metros más bajo.
La
ruta es prácticamente el recorrido más largo sin excentricidades que permite
esta pequeña sierra. Partiendo del pueblo situado al pie de su vertiente noroeste,
se trata de visitar los dos picos de la sierra recorriendo el cordal, al cual
se sube y baja por sendos lomos de sus extremos.
La Sierra
del Otero muestra sus dos núcleos vista desde el noroeste
SITUACIÓN:
- Zona: Macizo de Ayllón (Sistema
Central)
- Unidad: Alto Henares
- Base de partida: Robledo
de Corpes (Guadalajara)
ACCESO: Robledo de Corpes está 67 km al NE de Guadalajara, por Fuencemillán
e Hiendelaencina. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al
punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.
OTROS
DATOS:
- Cota mínima / máxima: 1.138 / 1.351
- Mi tiempo efectivo: 2h27
- Mi tiempo total: 3h00
- Dificultades: Ninguna. Itinerario
por caminos, aunque con algún tramo incómodo.
- Track
para descargar en Wikiloc
Mapa
tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA
LA RUTA: Salir de Robledo de Corpes por su extremo oriental,
siguiendo la pista que se dirige al sur y pasa por el Ermita de la Virgen del
Pilar. Cuando se bifurca, continuar por la izquierda (NE), pasando a atravesar
las Laderas de los Tejadales. Al
acabar el carril en un lomo, girar a la derecha (SE) para remontarlo por senda
hasta el Mojoncillo. Tomar la cuerda
a la derecha (SO), recorriéndola siempre por la divisoria, primero por pista y
luego por senda o terreno cómodo, hasta culminar el Alto de la Tajarilla.
Recorrer la cresta del
cerro hasta su extremo oeste (1.347) y girar a la derecha (O) para bajar a la punta occidental (1.326) por el lomo y
luego seguir por la senda que desciende desde su vertiente NO al Camino de Congostrina. Siguiéndolo a la
derecha (NE) y, cuando se bifurca, de nuevo a la derecha (E), se llega Robledo de Corpes.
Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Paseo corto y
agradable, muy panorámico, excepto por la bajada de la cota occidental de la
Tajarilla, donde las jaras se han comido la senda y, aunque el rastro es
reconocible, hay que pelear un poco para abrirse paso. Escogí la excursión para
este día cuando vi que se preveían vientos por encima de 80 km/h en las altas
crestas de Guadarrama Y Ayllón. Aquí, soplaba duro, pero no tanto, y, por otro
lado, el tiempo claro permitía disfrutar de las vistas, sin las cuales este
itinerario quedaría más que soso.
RELATO GRÁFICO:
Salí de
Robledo de Corpes por una pista que, desde el extremo oriental del caserío, se
dirige al sur bajo el Alto de la Tajarilla, pasa junto a una ermita y gira
para...
...
dirigirse al Collado de Valdibanes, que se abre entre la cumbre de la sierra y
el Mojoncillo. No llegué a la horcada; antes, cuando el carril se bifurca, giré
a la izquierda (NE), pasando a atravesar horizontalmente la ladera bajo dicho
pico.
A mi
izquierda, más allá del pueblo, iba ya viendo las sierras del Alto Rey y
Valdelacasa.
Más
adelante, Robledo aparecía dominado por el Alto de la Tajarilla y un ancho
collado a cuyo través se divisaban las crestas de la Sierra del Robledal, con
la mole del Ocejón a la izquierda.
Al llegar
a un lomo, desde el cual se descubrió delante la Sierra de la Bodera, el camino
giró a la derecha (SE), encarando la pendiente, para...
...
desaparecer enseguida ante un muro de jaras. Pero un trazo, estrecho y sutil,
pero suficiente para pasar sin gran incomodidad, lo atravesaba. Proseguí por el
mismo...
... y, al
ganar altura, pronto tuve una buena perspectiva del Cerro del Recuenco,
dominando la Sierra de Valdelacasa.
La subida
por el lomo me dejó ante la cima del Mojoncillo, más allá de la cual...
... la
vista se extendía, por encima de las últimas estribaciones de la serranía,
hasta los llanos de Molina y la Alcarria. Girándome a la izquierda,...
... la
Sierra de la Bodera. Lo ancho del cordal estropea un poco la perspectiva, lo
mismo que...
... al noroeste, donde la Sierra de Valdelacasa
ocupa el horizonte. Continuando con el giro, siguen las del Alto Rey y...
... la del Robledal, que muestra sus dos núcleos
mayores del Ocejón y Piquerinas.
Y, por fin, el Alto de la Tajarilla, que se
alzaba al otro lado de un collado amplio y suave. Me dirigí hacia allí
descendiendo hacia la derecha (NO), en busca de un cortafuegos que se veía más
abajo y seguía el cordal.
Por él, llegué a la depresión intermedia,
partida en dos por el modesto alto de la peña de las Campanas. En la primera
horcada, hay un cruce, donde continué recto (SO), dejando las pistas por una
senda más estrecha que sigue la cuerda.
Y lo
mismo hice en el collado occidental. La senda no llega hasta la cima de la
Tajarilla, sino que antes se desvía hacia la izquierda, hacia la vertiente sur
del lomo. Yo seguí...
... recto
por la cuerda, que a esa altura no presentaba un matorral muy denso; además
había abundantes rastros de paso y algunas zonas pedregosas que facilitaban la
progresión.
Antes de
culminar, vi a mi derecha el risco cimero, marcado por un madero puesto en pie.
Giré hacia allí (NO) y me encaramé al peñasco, que no presenta dificultades
reseñables.
La
perspectiva desde el Alto de la Tajarilla hacia los llanos de sur no es buena.
Mejor se ven, a la izquierda,...
El
Mojoncillo y la Sierra de la Bodera. A la izquierda de ésta se distinguía
Atienza, reconocible por los llamativos cerros que rodean la población. También
veía, a mis pies, las casas de...
...
Robledo y, más allá, la Sierra de Valdelacasa.
Continuando
con el giro, especialmente limpia era la perspectiva de todo el arco oriental,
en que se alineaban las sierras Gorda, del Robledal y el Alto Rey. Más cerca,
por delante de la primera, podía ver un cerro de color claro. Es la cota
(1.326), por donde iba a descender. Para dirigirme a ella, comencé por...
...
dirigirme al sur para recorrer la cresta de la Tajarilla, pasando por el
vértice que y llegando a su extremo occidental (1.347). Allí, giré a la derecha
(O), para...
... bajar
por el lomo proyectado en esa dirección, hacia la punta (1.326) antes citada. Por
cierto, que había un...
... rastro
bastante claro de paso, como se ve en esta foto de la cresta de la Tajarilla
desde la cota en cuestión. También el par de personas con que me crucé durante
la excursión.
Continué descendiendo,
primero por lo alto del lomo y luego...
... por
el flanco norte (derecho), llevado por la senda, que por aquí está tan comida
por las jaras que se caminaba mejor sobre la gayuba de sus márgenes.
Luego, el
camino mejoró y giró a la derecha para atravesar la ladera bajo el Alto de la
Tajarilla. Luego recuperó la dirección noroeste para...
...
acabar de descender la vertiente. Al desembocar en el Camino de Congostrina, lo
tomé a la derecha (NE), pero para, tras cruzar una torrentera,...
...
abandonarlo enseguida por un desvío a la derecha (E) que da un recorte,
saliendo luego a otra pista que,...
...
tomada también a la derecha (SE) me dejó en pocos minutos en Robledo de Corpes.
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