Casquero de los Peones (2.266)

ASCENSIÓN DESDE NAVALONGUILLA

POR LA CUERDA DEL TENDEJÓN Y EL PIESNILLO

El Casquero de los Peones es una cumbre muy poco visitada, pues se encuentra en el hueco que se abre en Gredos entre el Circo y el grupo de La Covacha y que, a pesar de superar la considerable altitud de 2.200 metros en varias cimas, ha quedado un tanto olvidado por los excursionistas. Valga decir que la cima de este Casquero de los Peones, pese a ser el segundo pico más alto de todo ese tramo de divisoria, con sólo seis metros menos que El Cancho, y rozar los 200 de prominencia, que no está mal, no sólo no está marcada por ninguna señal, sino que se encuentra íntegramente cubierta por el monte bajo. El nombre de Sierra Llana que recibe este cordal no está mal traído, pues sus picos y crestas carecen del atractivo alpino de otras zonas. En cambio, sus suaves laderas cubiertas de robledal y pastos constituyen un agradable entorno a través del cual, siempre salvando desniveles considerables y con ocasionales peleas con el matorral, se alcanzan excelentes miradores.

La excursión combina, para subir y bajar, las dos rutas más cortas y accesibles desde Navalonguilla y, pese a aprovechar en lo posible la densa red de caminos que cubre la vertiente de la sierra, por encima de los dos mil y pico metros hay que enfrentar, a la ida y a la vuelta, el incómodo monte bajo gredense.

El Casquero de los Peones, visto desde el este

SITUACIÓN:

  • Zona: Sector Principal de Gredos (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra Llana
  • Base de partida: Navalonguilla (Ávila)

ACCESO: La Ermita de Nuestra Señora de los Leones está 93 km al SO de Ávila, por El Barco y Navalonguilla. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.247 / 2.266
  • Mi tiempo efectivo: 6h36
  • Mi tiempo total: 8h28
  • Dificultades: Muy fácil. Tramos prolongados a través de matorral denso sin señalizar, sin dificultad técnica pero muy incómodos.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: En la Ermita de Nuestra Señora de los Leones, seguir por la pista al SE y, cuando ésta se bifurca, por la derecha (S). Al desembocar en otro carril, tomarlo a la izquierda (SE) y, cuando éste se bifurca también, a la misma mano (SE). Al ir a entrar en la Barranca Berrocosa, torcer a la izquierda (NE), por una senda que remonta la ladera de Los Chivitiles. Cuando ésta se difumina, seguir en la misma dirección para tomar otra vereda, más marcada y señalizada con hitos, que entra en la Garganta Barca asciende su vertiente izquierda hasta el Collado de la Galguera. Seguir por la otra vertiente de la cuerda hasta que el camino se difumina el Los Horquillos. Seguir por una torrentera a la izquierda (E), remontando el lomo hasta la cuerda, para seguirla a la derecha (SE), a través del molesto monte bajo, hasta el Casquero de los Peones.

Bajar siguiendo el murete divisoria a la izquierda (N) hasta el Collado de los Peones y girar a la izquierda (NO) para seguir la vaguada de ese lado hasta las cercanías del Refugio de la Barca. Al dar con los grandes hitos del Camino de la Guía, seguirlos a la derecha (N), pasando por el Mojón Altillo, hasta el Collado del Sillado. Allí, girar a la izquierda (O) en la bifurcación, para tomar el Camino del Piesnillo, que nos conducirá, por la Cuerda de los Canalizos y Solalancha, de vuelta a la Ermita de Nuestra Señora de los Leones.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Si no fuera por el trecho final de la ascensión en que hay que abrirse paso por el matorral, esta excursión sería un prácticamente un paseo. Largo y con un considerable desnivel, pero caminando por caminos razonablemente bien marcados y cómodos. Es bastante sorprendente que una cima de esta categoría y atractivos, pese a sus formas achaparradas, esté tan dejada de lado. Pero, bueno, son cosas que pasan y, para compensar la pelea con el monte bajo, se disfrutará de una tranquilidad que no siempre se encuentra en Gredos.

La descripción que hago más arriba y el track de la ruta están ligeramente corregidos, para evitar un despiste, que, sin embargo, figura tal cual en el relato gráfico. Se trata de la bajada a partir del Collado del Sillado. Por impaciencia, dejé el Camino de la Guía antes de tiempo, descendiendo directamente por la herbosa vaguada, hasta acabar en lo que, visto desde arriba, parecía un camino. En realidad es una acequia, caminable por sus márgenes pero incómoda, que va más o menos paralela y unos metros por debajo del Camino del Piesnillo, hasta que se cruza con el mismo en la Cuerda de los Canalizos. El desvío no es grave, pero resulta incómodo; mejor aguantar hasta ver salir a la izquierda el camino correcto.

RELATO GRÁFICO:

El grupo de los Pelados, elevándose sobre la Garganta de los Caballeros, domina el paisaje en la Ermita de Nuestra Señora de los Leones, próxima a Navalguijo. Allí dejé el coche y proseguí al sureste, ahora a pie, por la misma pista de acceso.

Ésta, señalizada como PR-AV 57, se bifurcó al poco y yo continué por la derecha, precisamente por donde no va el PR, remontando el valle principal.

No tardé en desembocar en otro carril, que tomé a la izquierda (SE), frente a la boca de la Garganta Barca.

Luego, dejé a la izquierda un desvío y tomé el segundo a ese lado (SO).

Al llegar ante la Garganta Berrocosa, dejé el carril por una senda que sale a la izquierda y a contramano (NE) y...

... remonta en diagonal el monte de los Chivitiles. Tras atravesar un breve pinar,...

... salí a un lomo sobre la Garganta Barca, al otro lado de la cual podía ver las moles de la Cabeza del Tormal y el Mojón Altillo.

A continuación, el trazo, borroso y precario pero útil, me llevó cuerda arriba. A mi derecha, veía las estribaciones más cercanas del Macizo Occidental de Gredos o de la Covacha.

Luego, la senda me llevó a la ladera de la izquierda para atravesar un cuenco bajo los riscos de Peña Negra e ir hacia la Garganta Barca.

Abajo, más allá de los prados, descubrí el caserío de Navalonguilla.

Como dije, la senda atraviesa este cuenco hacia la garganta que se abre detrás, pero se esfuma súbitamente al paso por un canchal. Entonces, viendo a mi izquierda...

... un trazo, bastante claro además, más abajo, atajé hacia él a través del matorral, para seguirlo a la derecha (NE).

Esta nueva senda, muy bien acondicionada, comienza remontando la Garganta Barca a media ladera, pasando bajo...

... la Peña Negra. Pero, una vez queda atrás el risco, la senda asciende por la ladera en cerradas lazadas,...

... ganando altura con rapidez, hasta...

... superar la altura del crestón.

Finalmente, llegué al Collado de la Galguera, desde donde...

... descubrí al oeste las cimas del Cancho, la Covacha y el Corral del Diablo.

A partir de ahí, la traza continuó por lo alto de la Cuerda del Tendejón.

El panorama a izquierda y...

... derecha iba evidenciando la cercanía del cordal principal.

Atrás, junto a las crestas del Macizo Occidental asomaba detrás la Sierra de Candelario. En medio, una capa de nubes pugnaba por pasar de la vertiente meridional a la norte del Sistema Central. El mundo al revés.

La senda dejó la cuerda para continuar por la vertiente occidental, hacia el verde cóncavo empradizado de Los Horquillos. Allí, se esfumó la traza y continué por donde me pareció mejor, que es, subiendo a la izquierda (E) por una de las...

... torrenteras que caen de la loma. El terreno no era demasiado malo, pero, al llegar al...

... lomo del cordal, me topé con un matorral alto y denso. Se veían unos grandes hitos jalonando el cordal, pero da igual; pude comprobar que el monte bajo es igual de cerrado siguiéndolos que no. Así que me puse a ganar altitud por donde me iban marcando los matojos.

Por fortuna, alguna pedrera me dio una tregua, pero...

... siempre volvían a aparecer los piornos. En un momento dado, vi a la izquierda del lomo que iba siguiendo el ligero abombamiento del Casquero de Peones, a la derecha de las crestas del Gredos central que comenzaban a asomar y sobre una concavidad pelada. Y hacia allí me dirigí.

De camino, crucé la hilera de grandes hitos del de la Guía, cuyo trazo se perdió hace mucho por estos andurriales.

Poco después, supe que pisaba cumbre cuando el terreno dejó de subir ante mí y pude disfrutar a placer, más allá del Alto de la Batalla, de la vista y del oscuro y rocoso macizo que corona los grandes circos de Gredos, con el Almanzor en todo lo alto.

Ni hito ni nada que se le parezca. En el punto que parecía el más alto, además, había crecido un arbusto especialmente denso y robusto. Así que decidí “culminar” encaramándome al murete de la divisoria, que algo de perspectiva me daría.

No mucha, pues esta cima es extensa y plana como pocas. Al oeste, esto se veía del Cancho y el Macizo Occidental.

Y poco más que el lomo, de la Sierra de Candelario.

Como el ambiente era algo desapacible, húmedo y ventoso, no me quedé mucho. Ya almorzaría en la pradera de la Barca o la del Sillado, por las que pasaría durante la bajada. Comencé el retorno siguiendo el cordal a la izquierda (N), por una senda abierta junto al muro.

Con el cambio de perspectiva, el macizo central de Gredos aparecía aún más bonito.

Al llegar al Collado de los Peones, giré a la izquierda (NO), para bajar por la vaguada...

... que, al principio se presenta como una torrentera seca, pero que abre un hueco muy conveniente en el matorral, y...

... luego como un arroyuela con márgenes verdes, aún más cómodos de recorrer.

Al llegar al amplio prado donde está el Refugio de la Barca, di también con una acequia y con los mojones del Camino de la Guía, que avanzan juntos unos metros, para luego divergir, yéndose a la derecha (N) las señales, y...

.... yo con ellas, para remontar en diagonal una suave ladera herbosa.

Al subir, pude apreciar la manta de nubes que estaba saltando la sierra al este de la Covacha y el Corral del Diablo.

Llegué al matorral a punto de culminar el lomo, pero esta vez sin problema, ya que por aquí el Camino de la Guía sí que existe como tal y abre un buen pasillo en el monte bajo. Mirando atrás, podía ver enfrente la masa achaparrada del Casquero de los Peones.

Así alcancé el Mojón Altillo, hombro que forma un cordal desprendido al noroeste de la divisoria. A mi derecha, aún asomaban las crestas de la zona de los grandes circos, más allá del Alto de la Batalla.

Pero yo giré, con el camino, al otro lado (N), yendo hacia el Cabezo del Tormal. En el collado previo, llamado del Sillado, se encuentran los caminos de la Guía y Piesnillo; por este último, pensaba abandonar la cuerda por la vaguada de la izquierda.

Pero, en el amplio prado encharcado del Sillado, la traza se perdió. Antes de continuar recto buscando la continuación, me asomé a la izquierda (O) y...

... aparte de una bonita perspectiva del macizo Occidental, vi que la vaguada era herbosa y no demasiado empinada. Y el claro trazo de un camino, bien accesible, más abajo, atravesando la vertiente derecha. Así que, sin esperar a localizar la senda, me lancé a descender.

Y me encontré con que, lo que había visto antes no era el Camino del Piesnillo, sino otra acequia. Luego comprobé, a base de foto aérea, que la senda que buscaba sale más adelante del Camino de la Guía y va unos metros más alto por la misma ladera. Pero, desde aquí era invisible y, por no volver a subir, me dispuse a seguir el agua por los márgenes, incómodos pero transitables, de la conducción.

Al menos, el panorama era bonito. Al llegar al lomo de la Cuerda de los canalizos, me...

... encontré, al otro lado de la acequia, con una estaca de PR; concretamente del AV-57; aquél que había dejado de lado al inicio. Así que dejé la compañía del agua para seguir las señales, primero...

... bajando por la cuerda del herboso lomo y, luego, por...

... una empinada senda enlosada, que trazaba raudas lazadas entre los peñascos, con Navalonguilla ya a la vista.

También hacia arriba se veían bonito los riscos de la Cabeza del Tormal.

Al ceder la pendiente en los prados de Solalancha, la senda se convirtió en un carril que no tuve más que seguir para volver al primer cruce de esa mañana y a la ermita.

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