Ocejón (2.049)

ASCENSIÓN DESDE VALVERDE DE LOS ARROYOS

LOMA DE LA PINEDA

Es creencia extendida que el Ocejón es la cumbre más alta de Guadalajara; es un error, ya que varias cimas de la Sierra de Ayllón le superan. Pero lo que no se puede negar es que se trata de la montaña más llamativa de la provincia. Un pico que destaca desde muy lejos, elevándose solitario sobre los campos circundantes. Y esa fama la tiene a pesar de que se encuentra relativamente apartado, en el penúltimo confín del Sistema Central; de hecho, es el punto más oriental en que la cordillera supera los 2.000 metros. Las laderas del Ocejón están cubiertas de espeso robledal en las partes bajas y prado de altura hasta casi la culminación, aunque esa cubierta vegetal es frecuentemente interrumpida por afilados canchos de roca oscura, que, llamativos de por sí, lo resultan aún más por el contraste con el verde dominante. A resaltar, en las zonas altas, la gran abundancia de gayuba, que muestra en primavera el más fresco de los verdes, inesperado a tal altitud.

Para alcanzar la base de la arista norte del Ocejón, o Loma de la Pineda, lo ideal es partir de Valverde de los Arroyos remontando el Arroyo de la Chorrera. Para regresar de la cumbre, bajé por la ruta normal de Cañamarejo.

Vertiente norte del Ocejón, con la Loma de la Pineda en primer término y la ladera de Cañamarejo a la derecha

SITUACIÓN:

  • Zona: Macizo de Ayllón (Sistema Central)
  • Unidad: Sierra del Robledal
  • Base de partida: Valverde de los Arroyos (Guadalajara)

ACCESO: El Aparcamiento de Valverde de los Arroyos está 70 km al norte de Guadalajara, por Humanes y Tamajón. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de origen al punto de partida de la ruta en el siguiente link a GoogleMaps.

OTROS DATOS:

  • Cota mínima / máxima: 1.253 / 2.049
  • Mi tiempo efectivo: 4h04
  • Mi tiempo total: 5h02
  • Dificultades: F+. Numerosos pasos de I y alguno de II grado, ninguno muy expuesto, en la arista. Hay un corto trecho en que la senda se ha perdido y hay que atravesar matorral muy alto y cerrado.
  • Track para descargar en Wikiloc

Mapa tomado del visor Iberpix. ©INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA

LA RUTA: Salir de Valverde de los Arroyos por el camino balizado que remonta la vertiente derecha del Arroyo de la Chorrera. Cuando se bifurca, seguir por la derecha (O), hasta llegar a la altura del nivel superior de Despeñalagua. Buscar entonces a la izquierda (S) la salida de un trazo más estrecho y señalado con hitos que, en 2022, estaba prácticamente perdido. Siguiéndolo, vadear el torrente y rodear por el este (izquierda) un pinar hasta la zona de Colladitos Altos. Al dejar atrás los árboles, girar a la derecha (O) y encaramarse al crestón rocoso que corona la Loma de la Pineda. Ascender por la misma, alternando trechos de caminar con pequeñas trepadas (I/II), hasta la cumbre del Ocejón (F).

Recorrer la arista cimera hasta la punta SO, para tomar allí la senda que baja a la derecha (NO) al cóncavo de Cañamarejo y desciende por el mismo. En las dos ocasiones en que se bifurca, seguir siempre por la derecha (N y NE), llegando de esa forma al Arroyo de la Chorrera y, por él, a Valverde de los Arroyos.

Croquis de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH

COMENTARIOS: Ésta es una de las posibilidades más entretenidas y divertidas para subir al Ocejón. Combina el paso por bellos parajes con la cabalgada de una cuerda panorámica y, sin presentar dificultades de consideración, cierta emoción. El paso por la arista, incluso en sus partes más estrechas, no es muy expuesta y resulta sólo discretamente aérea. En todo caso, quien tenga mucho vértigo, puede evitar el crestón por su flanco occidental, pero se estará perdiendo lo mejor de la excursión.

Es una pena que se haya perdido la senda que une el camino de Valverde a Majaelrayo con la base de la arista; hace unos años facilitaba eficazmente el paso a través del matorral y, de hecho, me topé con algunos hitos “sumergidos” en el monte bajo. Hay otras posibilidades que ahora sean quizá más cómodas, incluyendo el paso por el pie de la cascada, pero lo que hice me parece más práctico como aproximación. Y poco más que añadir a la descripción que sigue.

RELATO GRÁFICO:

Tras dejar el coche en el aparcamiento habilitado a la entrada de Valverde de los Arroyos, me dirigí al pequeño casco urbano, sobre el que se veía levantarse el Ocejón. Entré en el mismo y, al llegar a la plaza, giré a la derecha (O) para salir enseguida por...

... el viejo camino que va a Majaelrayo, actualmente balizado (varias rutas lo utilizan) y señalizado con abundante cartelería.

Al poco, llegué a una bifurcación. Continué por la derecha (NO), dejando de lado el ramal que baja al pie de...

... la Chorrera de Despeñalagua, que, desde la senda, podía ver bajo la Loma de la Pineda, por donde pensaba subir.

El Ocejón cambiaba de aspecto a medida que ascendía suavemente. La dureza de su relieve contrataba con...

... las suaves laderas herbosas de la Loma de Piquerinas, que me dominaban del otro lado.

Llegando a la altura de Despeñalagua, comencé a buscar la salida de la senda que, hace años, había utilizado para cruzar el arroyo justo por encima de la cascada.

Esto fue lo más parecido que encontré. La maleza se ha comido el trazo, pero...

... no debí de ir muy desencaminado pues, a los pocos metros, me empecé a encontrar un rastro discontinuo e incluso algunos hitos. Éste se veía; otros estaban no llegaban a sobresalir del matorral. Penosamente, atravesé el monte bajo hacia las repisas herbosas que se veían más allá.

Mientras, a mi izquierda, fui constatando que no iba a ser una jornada para disfrutar de grandes panoramas: más allá de Valverde, aún se veía la silueta del lomo meridional del Mojón Cimero, pero el Alto Rey apenas se distinguía borrosamente.

Contrariamente a lo que suele suceder, el trazo era mucho más claro en los trozos de hierba. Desde estas terrazas y asomándome un poco, pude...

... disfrutar de esta impresionante vista de la chorrera, a la cual no le hace justicia la foto.

Los pocos hitos que encontraba aquí y allá, sólo me sirvieron para confirmarme en la ruta, pues nunca vi continuidad. La mejor referencia, el crestón que se veía ascender al otro lado del torrente. Dirigiéndome hacia él, alternando...

... trechos de hierba y matorral, crucé no uno sino dos cursos de agua, ambos mediante un simple paso más largo. Ya en la orilla meridional, podía ver a mi derecha el cordal de la Sierra del Robledal; concretamente, las alturas de Chortal Redondo y Las Campanitas.

A continuación, me encaramé al roquedo con mucho alivio. Y, aunque es bastante empinado, lo subí caminando con algo de tiento.

A mi espalda, bajo la Loma de las Piquerinas, se aprecia el terreno aterrazado que había cruzado desde que dejé el camino.

Al final del crestón, me encontré en la linde del pinar, que crucé por un pasillo, según indicaban los hitos.

Enseguida salí del bosquecillo frente a un horizonte borroso en el que destacaba el Alto Rey. Al llegar a una cuerda, giré a la derecha (SE) para...

... remontarla por un terreno de matorral bajo y cantos, llevando a la derecha la linde del pinar.

Atrás, el panorama hacia las Piquerinas y Despeñalagua se iba ampliando.

Por delante, la pendiente remitió y el terreno se despejó a la vista de la cumbre. Ya para entonces había dejado de hacer caso a los hitos y de buscar inútilmente alguna traza, dedicándome a ir por donde mejor me parecía.

A mi izquierda, Valverde con el Alto Rey al fondo.

Al cruzar un lomo, entré en los Colladitos Altos, que es una zona de prados en pendiente entre roquedos, dominada por la Loma de la Pineda y dejé atrás el límite superior del pinar. Giré entonces a la derecha (O) para...

... ascender directamente hacia un cercano crestón, el cual resultó no ser la Loma de la Pineda, sino...

... un roquedo previo. La cuerda principal se elevaba un poco más allá, al otro lado de una pradera de gayuba.

Ya en la Loma de la Pineda, apareció más allá el cordal principal de la Sierra del Robledal y, al fondo, apenas visible, la Sierra de Ayllón. Posiblemente, la Cebosa sea el pico que se llega a apreciar.

Por delante, a mi izquierda (S), la Loma de la Pineda se erguía suave, cornada por un crestón que resultaba más decorativo que otra cosa, pues se podía evitar perfectamente por el flanco occidental (derecho).

De hecho, una traza bastante clara es lo que hace: subir al pie del roquedo por ese lado.

Hasta cerca de los 1.900 m de altitud, no me encontré la primera dificultad inevitable, en forma de este muro de lajas de pizarra, que no es ni vertical ni liso (I).

Una vez superada esa primera trepada, vino un trecho por lo alto del crestón, que no es estrecho ni presenta obstáculos.

A mi derecha, podía ver ahora (es un decir) la Sierra del Rincón, más allá de la pradera de Cañamarejo.

La arista seguía presentando pequeñas trepadas fáciles entre rellanos herbosos. A la derecha, empecé a distinguir el hito cimero en lo alto de un picacho.

Para el último tramo, aunque no es imprescindible, volví a encaramarme a lo alto de la cresta.

Un paso curioso, en forma de gatera, seguido de otra trepada...

... de algo más de entidad que la anterior (I+).

Panorama atrás. Con el desplazamiento al sur se empezaba a difuminar incluso la vecina Loma de las Piquerinas.

El hito ya estaba cerca; antes,...

... la trepada de más entidad de la ruta; en total, unos ocho metros de II grado, aunque ningunos de los escalones llega a los tres.

Luego, viene una última sección aérea pero regular y despejada. También, la vista más impresionante que conozco de esta cima.

Al llegar al Ocejón, una primera mirada atrás hacia la arista superada y, más lejos, una Loma de las Piquerinas desdibujada.

Y es que, en el resto del horizonte, aún se veía menos. Por ejemplo, aquí, al este, hacia las sierras del Alto Rey y Gorda.

En regreso comenzó prosiguiendo el recorrido por la breve arista cimera hasta la punta suroeste, desde la cual...

... hay mejor vista al oeste. O habría. Este día, apenas se distinguían unas sombras de las sierras del Rincón y Ayllón al otro lado del llano de Majaelrayo. Del Guadarrama, mejor ni hablamos. Allí, giré a la derecha (NO) para...

... bajar por una marcadísima senda con marcas de PR. Primeramente, hasta el collado del Ocejoncillo, donde...

... hay una bifurcación. Continué por la derecha (NE), con el PR, que me llevó a bajar por el eje de Cañamarejo,...

... extensa pradera de Gayuba de pendiente moderada, que se extiende bajo la cumbre del Ocejón, entre la Loma de la Pineda y el cordal principal.

Hacia la mitad de esa parte de la bajada, la senda se encuentra con el camino de Majaelrayo a Valverde de los Arroyos; es decir, aquél por el que inicié la excursión. Tomándolo a la derecha (NE), ya...

... no tenía más que seguirlo hacia el Arroyo de la Chorrera y, por su curso, regresar al pueblo.

Según iba acercándome al final, volví a ver la vertiente nororiental del Ocejón y...

... los tejados de Valverde abajo en el valle poco después.

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