Croquis
de la ruta sobre ©GOOGLE EARTH
COMENTARIOS: Este
recorrido es un clásico de la zona y el añadido del Cerro de Valderromán, poco
habitual, creo que está más que justificado por el poco coste adicional que
supone y las estupendas vistas desde la cima. Desde el punto de vista práctico,
es una panorámica caminata carente de dificultad. Incluso los tramos sin senda
son cómodos y no presentan problemas de orientación. En el final de la bajada,
aunque se encuentran rastros discontinuos de senda, en vez de empeñarse en
seguirlo, es más práctico dirigirse directamente al pueblo, que vamos viendo más
abajo, ya que el terreno es bastante regular y no presenta obstáculos.
RELATO GRÁFICO:
Dejé
Cepeda la Mora por un camino que sale a la izquierda de la iglesia y que,...
... tras
cruzar una cerca, se bifurca. Continué por la derecha (NE). Al poco, junto a
una arboleda, me encontré...
...
caminando junto a una acequia. Ante una represa, la crucé y subí a un pequeño
alto, al otro lado, desde el cual...
... se
podía ver el pueblo abajo y, en el horizonte, Gredos, del Puerto del Pico al
macizo del Circo.
Desemboqué
entonces en una pista, que, tomada a la izquierda (NO), me llevó a remontar el
Arroyo de las Serradillas. Al fondo, se veía ya el Cerro del Santo, anticipo de
la cumbre.
Tras
girar a la derecha (N) en una bifurcación, fui rodeando los prados de
Majaramojo, dominados por Cerro del Santo.
Luego, el
camino me llevó a lo alto de un lomo, remontando el cual fui descubriendo el
Cerro de Valderromán.
Atrás, ya
eran visibles las sierras más cercanas del Gredos Oriental.
Después
de pasar junto a una repoblación, el camino pasó a la vertiente de Bajondilla y
pude ver la Sierra de la Paramera.
También,
ante mí, descubrí el collado cabecero de dicho barranco, bajo la mole del
Valderromán.
En la
horcada oriental (1.847), descubrí la Sierra de Ávila delante;...
... a la
izquierda, tenía el Telégrafo a la derecha del Cerro del Santo y, al otro
lado,...
... la
empinada ladera del Valderromán. Así pues, dejando el carril, comencé a
remontarla siguiendo...
... una traza estrecha y dudosa. De todas formas,
el terreno no presentaba obstáculos ni...
...
pasajes especialmente malos y la subida fue bastante cómoda pese a la
pendiente.
Desde la
cima del Cerro de Valderromán, se divisaba al norte la larga cadena de la
Sierra de Ávila, al otro lado del...
... Valle
de Amblés, que la separa de la Sierra de la Paramera.
Al
sureste, las del Cabezo y Torozo en el Gredos Oriental y, al otro lado del
Puerto del Pico,...
... el
cordal principal hasta la cresta del Circo.
Y, al
oeste, el nudo central de La Serrota, culminada por los cerros del Santo,
Calamocho y del Telégrafo. Para alcanzar la cumbre, comencé regresando por
donde había venido...
...hasta llegar
al collado de Bajondilla (1.835). Allí tomé un desvío que, a la derecha (SO),
asciende al lomo que cae al este del Cerro del Santo.
Durante
esa subida, se apreciaba muy bien el característico cóncavo oriental de La
Honda.
Alcancé
la cuerda en una collada, a partir de la cual el camino baja por la otra
vertiente. Allí lo dejé por la derecha (NO), por...
... un
estrecho trazo marcado con hitos, que se abría paso lomo arriba en el matorral.
Ganada
cierta altura, vista del Cerro de Valderromán y la Sierra de la Paramera.
Y, un
poco más arriba, de Cepeda la Mora, en el alto valle del Alberche, y Gredos al
fondo.
La senda
evita las cimas del Cerro del Santo y el Calamocho, recortando por la ladera
oriental hacia...
... el
collado al sur (2.254) del Telégrafo, donde gira a la derecha (N) para llegar a
la cumbre por la cuerda.
Al oeste
de la cumbre de La Serrota, se veía la Sierra de Villafranca, la más occidental
de las Parameras, e incluso, muy lejos, las siluetas borrosas del macizo de la
Covacha y la Sierra de Candelario. Más a la derecha,...
... la
llanura se extendía más allá de la cuerda de Valdehierro.
Llanura
interrumpida por la Sierra de Ávila al norte.
Al oeste,
el Valle de Amblés y la Paramera.
La vuelta
acaba al sur con Gredos, más allá de la cuerda que va al Calamocho y el Cerro
del Santo. Por allí inicié el descenso, por la misma senda que me había traído,
hasta que, rodeando la cima del primero, vi...
... unos
hitos que, a mi derecha (S), marcaban una traza aún más estrecha que trasponía
la cuerda y...
...
bajaba hacia los altos prados de la Dehesa de la Serrota.
Al llegar
a los mismos, desapareció la senda y los atravesé evitando el matorral por
pasillos de hierba, hacia su reborde meridional o Alto de las Serradillas.
Desde el
mismo, éste es el aspecto que presentaba la ladera que acababa de descender.
Allí reapareció la senda, que...
... me
condujo por pendientes suaves ladera abajo, hacia un llamativo roquedo aislado:
el Canto de la Oración.
Antes de
llegar al mismo, al hacerse visible el cordal del Risco Negro, el camino se
bifurcó y yo giré a la izquierda (E)...
... para
pasar junto al citado peñasco.
Al llegar
a un segundo cancho, éste anónimo, giré a la derecha (E), dejando la traza
para...
... bajar
por una ladera de matorral, no demasiado incómoda. Encontré trazas de paso de
vez en cuando pero sin continuidad y creo que es más práctico centrarse en
buscar el paso más práctico hacia el Arroyo del Nevero.
Una vez
junto al torrente, giré a la derecha (SE) para seguirlo en su descenso hasta
dar con el cabo de una senda que se separa del cauce hacia la derecha (S).
Luego, atraviesa
los prados de Majada Alta y la elevación que los cierra por el sur, hasta...
...
desembocar, ya a la vista del pueblo, en un camino más ancho y marcado. Lo tomé
a la izquierda (E) y...
... lo
seguí un corto trecho. Concretamente hasta aquí, donde el acaba el matorral que
llevaba a mi derecha. Dejé entonces el camino por ese lado (SE), pasando a...
...
descender por una suave rampa de prado despejado, con la referencia de las
casas de Cepeda. Al llegar junto a los árboles que se ven delante, los cuales
bordeé por la derecha, entré en...
... la Vaguada
llamada Las Hoyuelas. Allí volvía encontrar trazas pero que, o bien no llevaban
mi dirección, o bien desparecían de pronto. Así que, como el terreno no era
incómodo en absoluto, me dirigí directamente a Cepeda la Mora. Cerca de las
casas, topé con una pista que, tomada a la izquierda (SE), me dejó en la
iglesia, donde había comenzado la ruta.
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